Calesita

jueves, 23 de agosto de 2018

El hombre obstinado termina mal


El Profesor Claudio Fantini publica un artículo en la revista Noticias, haciendo un análisis detallado del obsoleto planteo de Bergoglio sobre la política.
Luego de leer el artículo de Noticias, solo resta hacer algunas consideraciones:
1. Fantini retrata eficientemente el Bergoglio político, ese que se dice peronista e internacionalmente ve con excelentes ojos todos los movimientos ideológicos afines a su pensamiento personal, ya no solo el peronista.
2. Bergoglio posee un pensamiento político realmente infantil. Su infantilismo nace en el dogma que instauró el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en la década de los 70. El mundo se divide en ricos y pobres, poderosos y semiesclavos, patrones y obreros. La iglesia, decían ellos, apoya lo pobres, semiesclavos y obreros.
Ya que trato este tema, aprovecho para contradecir algunas opiniones que no se ajustan a la realidad sobre este movimiento sacerdotal. Es real que unos sacerdotes eran marxistas, así como los hubo anarquistas, pero el predominio fue de los sacerdotes peronistas, quienes tomaron el control del mismo y lo llevaron, entre otras cosas, a la ruina, así, al estilo Bergoglio. Como corolario, es interesante el baldazo de agua fría que recibieron estos sacerdotes peronistas cuando hablaron directamente con Perón, quien los reprochó aproximadamente de este modo:
Más religión y menos política.
De este modo, Perón se sacó de encima estos mutantes, pues nunca se supo bien a qué jugaban.
Bergoglio es el último de estos mutantes, y este planteo político de Bergoglio, está atrasado de medio siglo, pues si el dogma progresa como afirma él, la política no puede ser estática como lo vemos en su envejecida mente, la cual se conserva en naftalina los mismos planteos del 70.
3. De esta mente absolutamente infantil y con un planteo político obsoleto, – pues la política evoluciona mientras el dogma permanece,– nace el declarar mártir al obispo Enrique “Canuto” Angelelli. También de esta concepción dogmática de la política, surge la afirmación de un cierto obispo afirmando, que el falseado martirio de Angelelli, quien murió en un vulgar accidente de tránsito, estorba a los poderosos.
Ni que este obispo hubieses descubierto América. Los poderosos, ¿quiénes son? ¿Son católicos, protestantes, judíos, musulmanes o ateos?
Si son católicos debería decirles que los bienes también están en función del bien social y cuantos méritos pueden hacer haciendo un buen uso de ellos.
Si son iconoclastas protestantes, ¿acaso no rompe tu tonto ecumenismo?
Si son judíos, le pediría que tenga cuidado, no vaya a ser que lo tilden de obispo antisemita.
Si son musulmanes, ¡cuidado a los accidentes de tránsito!
Si son ateos, va contra su “Francisco” que se lleva de maravillas con Scalfari y todos los ateos.
¿Dónde estará en este obispo su olor a oveja, que en esto no se siente por ningún lado? Solo siento olor político.
4. Es curioso observar la insuficiencia de elementos para elaborar una coherente situación política. No ve los latrocinios de estado perpetuados, atribuyendo todo a un esquema ideológico infantil. Nada dice de quienes imponen las políticas occidentales, como las internacionales ocultas, a las cuales él pertenece. Un planteo político de este tipo es similar al de un vendedor en una pescadería, donde solo se ofrece pescado en descomposición.
El planteo político de Bergoglio está lleno de contradicciones agudas, tal como dirían los marxistas. Notemos un par de ellas:
¿En qué quedó lo de desterrar la ideología de la Iglesia, si la estamos trayendo dentro de ella?
Afirmó Bergoglio:
Es la ideología la que divide, pero para ellos es más importante la ideología que la doctrina: dejan de lado al Espíritu Santo. 1
¿Acaso no hace él esto mismo? Dividir, siempre dividir, para debilitar la unidad del Espíritu Santo.
El gran éxito de Bergoglio es haber hecho de la iglesia argentina un gran cuerpo político. Éxito que pretende llevar al orbe. El “efecto Francisco” en este campo no deja de sentirse. Por este “efecto” vino el planteo de imponer el aborto legal en el territorio, y por su planteo hoy se hacen colas para apostatar del catolicismo. ¡Todo un éxito!
Parece que el jesuita de vanguardia Bergoglio, busca destruir la regla decimotercera de San Ignacio para sentir con la Iglesia. Si San Ignacio decía:
Debemos siempre tener, para en todo acertar que lo blanco que yo veo, creer que es negro si la Iglesia jerárquica así lo determina.
Bergoglio puede decir del mismo modo:
Debemos siempre tener, para en todo acertar que si Enrique “Canuto” Angelelli murió en un accidente de tránsito, como todos vieron, creer que es mártir si la Iglesia jerárquica que soy yo, así lo determina.
4. Ya Bergoglio no puede seguir ocultando su incongruente personalidad. Todos conocen que es un Papa negro que se disfraza de blanco, porque como dice él, la sotana es una moda; él la lleva para disimular en el protocolo, pues si se la quita, sería el vulgar don Jorge del barrio de Flores. Todos ven un papado que aportó la discordia y estableció el cisma dentro de la Iglesia, para exportar la guerra política hacia sus enemigos imaginarios, tal como “los poderosos” de cierto obispo cuyo nombre prefiero olvidar.
5. Bergoglio demuestra que es obstinado en extremo, y como dice el libro de Sirac (3,27) en esta libre traducción:
El hombre obstinado termina mal.


1 http://w2.vatican.va/content/francesco/it/cotidie/2017/documents/papa-francesco-cotidie_20170519_dottrina-e-ideologia.html

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