Calesita

martes, 29 de mayo de 2018

La profecía de Paulo IV


La crisis presente de esta Iglesia, fue preanunciada hace mucho tiempo por los mensajes del cielo. Sucede que todos estos mensajes se arrojaron al basurero, porque nos decían estos sabihondos, que la fe no requería de ellos. Entre ellos se encuentra el otrora Card. Ratzinger, que es aún hoy Benedicto XVI.
Así nos enseñaban que eran revelaciones privadas, opuestas a la Revelación de la Fe. Estos genios de la teología, no lograban discernir entre la Revelación eterna y la profecía temporal y oponían la eternidad con el vulgar mensaje temporal, pues le era contrario.
Los mensajes no aludían a la Revelación, sino al camino con el cual esta Revelación debía tropezar. Esto es profecía. Acontece que el profeta, para ser profeta, debe ser perseguido, pues a quienes va dirigida la profecía nunca comprenden su esencia.
Una cosa es la esencia y otra muy distinta es la existencia. La Tradición es nuestra esencia, pero el Camino de dicha Tradición es nuestra existencia. Los mensajes del cielo aludían a la existencia, al Camino, cosa que molestaba, pues estorbaba las veleidades de muchos.
Así como existieron oráculos en el Antiguo Testamento, existen oráculos en el Nuevo Testamento, fuera de toda Tradición escrita u oral, pues no atañen a su esencia, sino a la vida que dicha esencia debe transmitir.
A estos ciegos no se les puede hablar de aparicionismo, pues salen diciendo como Bergoglio, que son simples correos, y solo admiten lo que la estructura eclesial afirma.
BULA PROFÉTICA
De este modo y para toda esta gente, apelo a un escrito realmente profético firmado por Paulo IV, quien preanuncia estos tiempos y otorga las herramientas para enfrentarlos.
Para interpretar una profecía, se debe ser profeta de algún modo, esta es la causa por la cual el escrito fue pésimamente interpretado por los sedevacantistas. Como reflejé en otros contenidos, el sedevacantismo entre Juan XXIII y Benedicto XVI, es una gigantesca estupidez, es un pozo en la cual cayeron muchos ciegos.
Una cosa es el error, y otra la herejía. Se puede cometer un error, pero construir una estructura basada en dicho error, ya es herejía. Muchos sacerdotes y prelados comenten errores, pero de ningún modo son herejes ni pretenden construir una herejía.
Hoy tenemos un sedevacantismo de facto y no de jure, por las razones que ya expuse en otros artículos, como ser una renuncia a la forma del papado, pero no a su materia; y un papa electo que manifiesta abiertamente haber caído en herejía doctrinal y moral.
Por este motivo expongo este texto polémico pero real, surgido de las entrañas mismas de la Iglesia. Me refiero a la Bula Acerca del peligro de autoridades heréticas, escrita por Paulo IV en 1559. Luego de este somero análisis, dejo sobre el final el texto bilingüe completo; el cual fue tomado de Documenta Catholica Omnia.
La Bula no es a mi criterio una exposición de infalibilidad pontificia, ni mucho menos un dogma, sino mas bien un escrito de sentido común,
Para algunos es un escrito jurídico, no contradigo esta opinión; pero la ley se basa en la disciplina, la disciplina se basa en el orden y el orden se basa en la doctrina. Nótese como todo está relacionado.
Por todos estos motivos llamo a este escrito: profecía. En ella se hallan los elementos útiles para responder a las situaciones críticas de nuestro tiempo.
LA BULA
En el Exordio se afirma que es obligación del Papa:
1. Poseer una asidua vigilancia.
2. Excluir del rebaño de Cristo ...para que no prosigan con la enseñanza del error ...aquellos que en estos tiempos:
a. ya sea por el predominio de sus pecados;
b. aquellos que se levantan contra la disciplina de la verdadera Fe de un modo realmente perverso;
c. aquellos que trastornan con recursos malévolos y totalmente inadecuados la inteligencia de las Sagradas Escrituras.
Todos estos desprecian ser discípulos de la Verdad.
Hoy hallamos los mismos síntomas de esta enfermedad, pero la clerecía que tiene en sus manos la Iglesia, ni vigila ni separa, y oculta bajo la alfombra a los que son denunciados por el predominio de sus pecados.
Desde el irresponsable Juan XXIII hasta la fecha que no se separa de la iglesia a estos desviados, excepto los que cuestionan esta decadencia.
Sin embargo hoy este mal llega al clímax por su § 1: Más alto está el desviado de la Fe, más grave es el peligro. ¿Qué más alto puede estar, que oficiando falsamente de Vicario de Cristo?
¿Y si este desviado de la Fe fuese “papa”? Afirma la Bula: que si fuese encontrado desviado de la Fe, podría ser acusado.
Bergoglio ya es fácil blanco de acusaciones, las cuales pululan numerosas todos los días, y se ataja diciendo que se puede criticar al papa. No Bergoglio, esto no es así.
Primero se le presentaron dudas, luego se le hicieron correcciones, hoy hacemos acusaciones, y de ningún modo son críticas. Críticas eran al inicio, ahora que ningún espíritu demoníaco cambie la carátula de lo que se le enrostra a Bergoglio.
¿Por qué hacemos acusaciones?
...para que no acontezca algún día que veamos en el Lugar Santo la abominación de la desolación, predicha por el profeta Daniel;...
Con Bergoglio, Kasper, Marx, Cupich, Maradiaga y Malley la desolación está a las puertas del Vaticano, bajo la mirada impávida e ineficiente de nuestros timoratos cardenales, que ya se parecen a perros mudos, o mercenarios.
Esto motiva lo que se afirma en el § 2:
1. ...aprobamos y renovamos todas y cada una de las sentencias, censuras y castigos de excomunión, suspensión, interdicción y privación, u otras, de cualquier modo adoptadas y promulgadas contra los herejes y cismáticos...
2. ...queremos y decretamos que dichas sentencias, censuras y castigos, sean observadas perpetuamente (ac perpetuo)... y deben permanecer con todo su vigor.
3. Y queremos y decretamos que todos aquellos que hasta ahora hubiesen sido encontrados, o hubiesen confesado, o fuesen convictos de haberse desviado de la Fe Católica, o de haber incurrido en alguna herejía o cisma, o de haberlos suscitado o cometido; o bien los que en el futuro se apartaran de la Fe... o lo confiesen, o lo admitan, de cualquier grado, condición y preeminencia, incluso Obispos, Arzobispos, Patriarcas, Primados, o de cualquier otra dignidad eclesiástica superior; o bien Cardenales, o Legados perpetuos o temporales de la Sede Apostólica, con cualquier destino;... en fin queremos y decretamos que cualquiera de ellos incurra en las antedichas sentencias, censuras y castigos.
En el § 3 se priva ipso facto de todo oficio eclesiástico cuando se incurre en herejía o cisma.

Este punto es esencial, pues quien cae en herejía de alguna forma, como lo muestra elocuentemente la fotografía donde Bergoglio se arrodilla ante los pastores pentecostales, quien cae en este tipo de herejía, pierde ipso facto toda su autoridad, de nada sirve ahora que se lo eleve a la silla ocupada de Pedro. 

Por ello se dice que automáticamente caen todos sus títulos:
...quedarán privados ... de sus jerarquías, y de sus iglesias catedrales, incluso metropolitanas, patriarcales y primadas; del título de Cardenal, y de la dignidad de cualquier clase de Legación, ...
Pero no solamente caen ipso facto los títulos:
...quedarán privados ... además de toda voz activa y pasiva, de toda autoridad,...
También pierden toda su autoridad en el cuerpo de la Iglesia:
...quedarán privados ... de toda autoridad,...
Para que esta pérdida de cargos, enseñanzas o autoridad no se requiere un trámite burocrático previo, como ser un concilio como afirma el artista del arte de besar, "Tucho"; no se requiere sínodo, ni consistorio, pues se afirma expresamente:
...sin necesidad de ninguna instrucción de derecho o de hecho,...
La causa de esta medida extrema es grande, pues es un gran crimen...
...con su prevaricación pecan más gravemente que los otros, pues que no sólo se pierden ellos, sino que también arrastran consigo hasta la perdición los pueblos que les fueran confiados
Esta Constitución no es transitoria ni posee tiempo de expiración, pues la Fe no es transitoria y su envase no tiene fecha de vencimiento:
...esta Nuestra Constitución, válida a perpetuidad, contra tan gran crimen -que no puede haber otro mayor ni más pernicioso en la Iglesia de Dios-...
Por último esta pérdida de autoridad total no posee por arrepentimiento un regreso a su primera autoridad, pues...
...siendo del todo contrarios e incapacitados para tales funciones, serán tenidos además como relapsos y exonerados en todo y para todo, incluso si antes hubiesen abjurado públicamente en juicio tales herejías. Y no podrán ser restituidos, repuestos, reintegrados o rehabilitados, en ningún momento, a la prístina dignidad que tuvieron,...
Y continúa la dureza de esta bula afirmando que las autoridades eclesiales caídas en herejía...
...serán tratados y estimados, y además evitados como relapsos y exonerados, de tal modo que habrán de estar excluidos de todo consuelo humanitario.
En el § 5 se excomulga ipso facto a todos los que favorezcan a herejes o cismáticos:
Incurren en excomunión ipso facto todos los que conscientemente osen acoger, defender o favorecer a los desviados o les den crédito, o divulguen sus doctrinas; sean considerados infames,...
Por otra parte, quienes estén bajo dicha autoridad, caducada por herejía...
... nadie estará además obligado a responderles acerca de ningún asunto.
En § 6 se declara la nulidad de todas las promociones o elevaciones de desviados en la Fe.
Por dicha lógica, Bergoglio en ningún instante fue Papa, pues su elección fue y es nula:
Agregamos que si en algún tiempo aconteciese que un Obispo, incluso en función de Arzobispo, o de Patriarca, o Primado; o un Cardenal, incluso en función de Legado, o electo Pontífice Romano que antes de su promoción al Cardenalato o asunción al Pontificado, se hubiese desviado de la Fe Católica, o hubiese caído en herejía, o incurrido en cisma, o lo hubiese suscitado o cometido, la promoción o la asunción, incluso si ésta hubiera ocurrido con el acuerdo unánime de todos los Cardenales, es nula, inválida y sin ningún efecto; y de ningún modo puede considerarse que tal asunción haya adquirido validez, por aceptación del cargo y por su consagración, o por la subsiguiente posesión o cuasi posesión de gobierno y administración, o por la misma entronización o adoración del Pontífice Romano, o por la obediencia que todos le hayan prestado, cualquiera sea el tiempo transcurrido después de los supuestos antedichos.
Tal asunción al papado por parte de Bergoglio es ilegítima, por tal motivo sus encíclicas, enseñanzas, homilías son inválidas y carecen de fuerza, si bien, ya para algunos de nosotros son causa de jocosidad:
Tal asunción no será tenida por legítima en ninguna de sus partes, y no será posible considerar que se ha otorgado o se otorga alguna facultad de administrar en las cosas temporales o espirituales a los que son promovidos, en tales circunstancias, a la dignidad de obispo, arzobispo, patriarca o primado, o a los que han asumido la función de Cardenales, o de Pontífice Romano, sino que por el contrario todos y cada uno de los pronunciamientos, hechos, actos y resoluciones y sus consecuentes efectos carecen de fuerza, y no otorgan ninguna validez, y ningún derecho a nadie.
Los laicos no estamos obligados a obedecer a estos nuevos desviados de la Fe, como se muestran en la Argentina a los hijos predilectos de Bergoglio: Poli, Ojea, Colombo y otros. Estos, por apoyo incondicional a las herejías de su “papa negro”, adolecen de todo derecho eclesial sobre nosotros. Nadie nos puede obligar por obediencia a cambiar nuestro Fe: ni un sacerdote, ni un obispo, ni un cardenal, ni un papa negro, ni un ángel del cielo.
Esta decisión de sentido común, la hallamos en el § 7, donde se nos enseña que los fieles no deben obedecer sino evitar a los desviados en la Fe.
La consecuencia de haberse desviado de la fe no requiere ningún tipo de declaración:
...sin necesidad de hacer ninguna declaración ulterior,...
Y su causa es la siguiente:
...están privados de toda dignidad, lugar, honor, título, autoridad, función y poder;...
Desobedecer a tales personas es perfectamente lícito:
...y séales lícito en consecuencia a todas y cada una de las personas subordinadas... ...sustraerse en cualquier momento e impunemente a la obediencia y devoción de quienes fueron así promovidos o entraron en funciones, y evitarlos como si fuesen hechiceros, paganos, publicanos o heresiarcas,...
Avanza la misma bula, haciendo lícito la fuerza secular para quitar estos herejes del cuerpo de la Iglesia:
...(séales lícito) requerir el auxilio del brazo secular, y no por eso los que se sustraen de ese modo a la fidelidad y obediencia para con los promovidos y titulares, ya dichos, estarán sometidos al rigor de algún castigo o censura, como sí lo exigen por el contrario los que cortan la túnica del Señor.
La obediencia será restituida cuando cese la causa de dicha desobediencia:
lo que no obsta que estas mismas personas hayan de prestar sin embargo estricta fidelidad y obediencia a los futuros obispos, arzobispos, patriarcas, primados, cardenales o al Romano Pontífice, canónicamente electo.
El resto de los párrafos 8 y 9 son de forma, tan solo cierro con el párrafo 10:
Por lo tanto, a hombre alguno sea lícito infringir esta página de Nuestra Aprobación, Innovación, Sanción, Estatuto, Derogación, Voluntades, Decretos, o por temeraria osadía, contradecirlos. Pero si alguien pretendiese intentarlo, sepa que habrá de incurrir en la indignación de Dios Omnipotente y en la de sus santos Apóstoles Pedro y Pablo.
CÓMO ACTUAR
La gran pregunta del laico en estos momentos difíciles, es saber cómo moverse.
El mismo Bergoglio presenta sin saberlo la solución. Todo se basa en el discernimiento. El problema es que se debe tener un criterio muy distinto del bergogliano para adoptar ciertas medidas. El criterio tiene su base en la teología que genera un orden dentro de la iglesia.
Mientras todo se mueva en aguas de borrajas, el primer criterio es elegir al sacerdote sin pecados y escándalos manifiestos, afianzado en el orden establecido, sin excesos de ningún tipo, desechando tal vez algún que otro error que pudiese escapársele.
Errar es humano, ser hereje es diabólico. La piedra del criterio consiste en observar si el tal sacerdote o prelado es disciplinado.
La disciplina garantiza el orden, la indisciplina es el camino fácil para la herejía de nuestro tiempo.
No se puede abandonar toda transmisión de la gracia como hacen algunos sedevacantistas acerebrados, que por estar en crisis, se cierran sobre su eterna lógica de fracasos. Esto implica la muerte no solo de la iglesia, sino de la persona.
Finalizo con otra apelación a los cardenales: más demoren en deponer este papa negro, más daño harán a la Iglesia.



miércoles, 23 de mayo de 2018

Los dos caminos



Existen dos caminos, entre los cuales, hay gran diferencia; el que conduce a la vida y el que lleva a la muerte.
Así se inicia La Doctrina de los Doce Apóstoles (Διδαχή των δώδεκα αποστόλων), también llamado brevemente como Didajé (Διδαχή ). Este escrito puede remontarse entre mediados del siglo I y II. Este texto era desconocido hasta el año 1883, fue hallado en un códice griego en pergamino del año 1057.
Como lo indica este antiguo texto, la humanidad se debate entre ambos caminos. Explicita más adelante el texto:
He aquí el segundo precepto de la Doctrina: No matarás; no cometerás adulterio; no prostituirás a los niños, ni los inducirás al vicio; no robarás; no te entregarás a la magia, ni a la brujería; no harás abortar a la criatura engendrada en la orgía, y después de nacida no la harás morir.
De este breve párrafo de la Didajé podemos colegir algunas reflexiones sobre nuestra actualidad:
1. Provocar la muerte física en los niños. No existen razones para matar al inocente engendrado.
... no harás abortar a la criatura engendrada en la orgía, y después de nacida no la harás morir.
Hoy la Argentina como otrora se debate entre los dos caminos, el de la vida y el de la muerte, dado que las potestades de este mundo concreto le imponen el camino de la muerte, cuya autoridad nacional en este campo, vive en la ceguera total. He aquí quienes desean vivir el Camino de la vida:

Ante esta afluencia, se percibe la ausencia del llamado “papa” argentino, al que ya no reconocemos, no solo como papa, sino como católico. Ser extraño, amante de las multitudes, pero no de estas que desfilan por la vida, sino por aquellas que de algún modo se inclinan por el camino de la muerte.
¡Gracias Bergoglio por tu silencio! Siempre fuiste en este terreno un hipócrita inútil, no solo en Buenos Aires sino ahora también en Roma, fiel a tu contextura hecha para aplaudir este mundo.
2. La muerte espiritual en los jóvenes:
...no prostituirás a los niños, ni los inducirás al vicio...
No puede existir nada más execrable, que quien recibió la misión de dar vida espiritual, solo se ocupa de la muerte espiritual del niño o del joven.
El caso de la iglesia chilena marca un hito en este camino de muerte. La iglesia chilena, y entiendo con este término a su obispos, es idólatra en dos aspectos.
Uno por caer en la idolatría formal, pues se ocupa de dar culto a dioses paganos, como en este caso y las fotos no mienten.


En segundo lugar, la iglesia chilena es idólatra por ocultar eclesiásticos que cayeron en la idolatría de uno de los vicios más abominables. Existen clérigos que son una lacra en una iglesia que debe ser santa, pura e inmaculada. La farsa de presentar la renuncia en masa ante un “papa” extraño a las masas católicas, no logra convencer, cuando ni entre ellos mismos son capaces de cortar el miembro podrido. ¿Quién puede creer en esta iglesia degradada a tal punto? Hoy Chile, ha dejado de tener mayoría católica.

Y no podía ser de otra forma. ¿Qué le dijo Begoglio a Juan Carlos Cruz, una presunta víctima de abuso homosexual por parte del sacerdote chileno Fernando Karadima?
Llora, chiquillo. Juan Carlos, no importa que tú seas gay. Dios te hizo así y te quiere así.
Contento el hombre Bergoglio, ya tiene lo que quería, apretar las renuncias de los obispos chilenos en su puño. ¿Castigo ejemplar? Nada de eso, hasta ahora es todo una farsa. Ahora regresarán estos obispos a su diócesis, y podrán decirse unos a otros:
Seguiremos como antes, aunque con un poco más de escrúpulos.



viernes, 18 de mayo de 2018

La tiniebla de Bergoglio



La oscuridad de los acontecimientos, la oscuridad doctrinal, la tiniebla bergogliana es altamente necesaria en esta neoiglesia, para que el individuo pueda hacer uso de su conciencia por medio del nuevo evangelio del discernimiento. Por esto los obispos argentinos que cayeron en herejía, nos dan clases sobre la moral del discernimiento. Como afirma Bergoglio:
Un cristiano restauracionista, legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a encontrar nada. 1
Toda la moral bergogliana se basa en el discernimiento personal de la conciencia individual. Todo nace del hecho concreto, hecho en movimiento, pues la dinámica es el dios al que Bergoglio quema incienso todos los días. Este dios tan particular se disfraza como marioneta en su lenguaje, con el término de “Espíritu Santo”.
El hecho concreto para Bergoglio siempre está en movimiento, no es estático. Sería estático si se adaptara a las normas de la moral.
Estáticas son las leyes para los bergogliano, y hasta los diez mandamientos escritos sobre tablas por el otrora dinámico y evolutivo Moisés. Pero ahora quien se aferra a las tablas mosaicas, muestra voluntad estática e involutiva, por consiguiente sería para el bergoglianismo una forma de pelagianismo moderno; y como Bergoglio vino a combatir por su sola y única cuenta, el pelagianismo que se aferra a las normas, impulsa a desprenderse de las leyes establecidas. Una clara actitud gnóstica, pero a no decirlo, pues el estúpido laicado se puede percatar del fraude.
Los bergoglianos, son aquellos que se bajaron de la barca de la Iglesia en plena borrasca, y se sentaron en un bote salvavidas. Esta es la actitud de gran parte de la iglesia argentina. Estos prelados son los que se dejan llevar por la corriente marina del mundo ateo, sin rumbo y entre olas amenazantes. Estos inútiles, en esta condición respiran aliviados. El “capitán” ordenó subirse a los botes, pues con las normas establecidas la barca de la Iglesia se hunde. Por eso con alegría de Bergoglio, ya no ven la Barca de la Iglesia, sino distintos botes subiendo y bajando por la corriente del mundo ateo. Ya no existen seguridades que entorpezcan la acción evolutiva, ahora cada uno en perpetua inseguridad, rema hacia donde se le ocurre, por supuesto, usando los remos del discernimiento.
Esta actitud gnóstica, acarrea estas consecuencias:
1. Esta moral del discernimiento se basa en contextos que la explicitan y no puede ser de otro modo, como es el caso de Amoris Lætitia. En este contexto, Los Amores de Leticia trabajan de tablas donde escribe Bergoglio su nueva ley. Como otro Moisés, baja de la tiniebla del Sinaí, con el rostro iluminado y presenta su nueva ley: la ley del discernimiento, la cual libera la conciencia de las leyes escritas para impulsarla a un nuevo juicio, juicio dinámico, pero de todos modos pelagiano también, pues se ata a un contexto escrito y se aferra a él.
Siempre existe una norma escrita, esto es inevitable, esto hace que los bergoglianos sean a su vez pelagianos y gnósticos.
Pero ¿dónde hallamos la diferencia entre Moisés y el nuevo Moisés Bergoglio?
La diferencia radica en que una ley, la de Moisés es revelada y la del Moisés bergogliano es la de los hombres, es decir, gnóstica.
Sin oscuridad, no se puede avanzar evolutivamente. Se hace necesario subirse a los botes salvavidas y abandonar la Barca de Pedro. Es la noche tenebrosa donde se concibe la nueva norma, la cual es alumbrada por el parto lumínico de la conciencia en un nuevo ser, ser evolutivo y monstruoso.
La Luz de las normas reveladas es la llama del Sinaí, es llama que no se apaga, llama que no consume, llama que no quema, llama que santifica todo lo que toca y alumbra.
Las tinieblas bergoglianas, son oscuridades que apagan la llama, tinieblas que consumen la conciencia, tinieblas que queman el alma con el fuego infernal, tinieblas que deshumanizan todo lo que tocan, tinieblas que degradan hacia el lodo humano.
2. La tiniebla bergogliana lleva al discernimiento y el discernimiento se basa en el criterio, como capacidad de juicio personal. Estas imágenes reflejan que el criterio se ha deformado.

Esta es una iglesia sin criterio. Cuando se pierde el criterio, todo se transforma en un carnaval, donde en vez de la samba carioca escuchamos el coro de la Capilla Sixtina.
3. El criterio posee su base de apoyo en la teología, y cuando la teología se antropologiza y se profana, el criterio lo sigue ciegamente y el discernimiento pasa a ser el juicio del imbécil, como el de Sean O'Malley. Y no cabe otro apelativo para este capuchino, quien bendijo la mascarada carnavalesca; pues cuando se pierde la sensatez, se pierde la lógica del sentido común y la persona se imbeciliza. El sentido común es el tesoro que Dios dejó a los hombres de buena voluntad, y cada día los bergoglianos nos revelan que quienes se han subido a los botes salvavidas, lo han perdido lastimosamente.
A todo esto aflora un nuevo fenómeno, el de la hipocresía. Si una mujer impone las manos para sanar, salen los prelados llenos de furia a increparla por “robar” una actitud de la clerecía.
Ahora prelados desorientados e insensatos, ¿qué esperan para recuperar lo que en esta mascarada les robaron estas mujeres carnavalescas?
Dios es Luz y en Él no hay tiniebla alguna (Cfr.1Jn. 1,5), pero Bergoglio, el hereje, dice todo lo opuesto:
Un cristiano … legalista, que lo quiere todo claro y seguro, no va a encontrar nada. 2
Pero es que yo no quiero encontrar nada. Y como no quiero encontrar nada, no me subo a los botes salvavidas. Con la siempre Virgen María que me lleva a Jesucristo, lo tengo todo; con Jesucristo que me lleva al Padre ya lo tengo todo. ¿Qué tengo que encontrar?
Solo los gnósticos como Bergoglio, son los que se afanan por encontrar algo, y luego te dicen:
¡Sorpresa! Dios te dio una sorpresa.
Sí una sorpresa, como la del carnaval de Sean O'Malley. ¡Vaya sorpresa!


1 Entrevista con Antonio Spadaro s.j., 19 de agosto de 2013Entrevista com Antonio Spadaro s.j., 19 de agosto de 2013. 
2 Ibídem.

lunes, 14 de mayo de 2018

Heráclito en la práctica pastoral

Ante la mirada silenciosa de los que se sienten padres de esta iglesia destrozada, hemos explayado la teología bergogliana inspirada en Heráclito de Éfeso. Aquí vamos ahora al campo práctico, porque un ejemplo vale más que mil palabras. ¿Cómo se emplea esta teología en la práctica? Tomemos el caso de dar la comunión a los iconoclastas protestantes.
Hay que saber hacer tiempo, como hace el futbolista que está ganando y teme perder. No es fácil hacer tiempo, se debe poner la pelota contra el piso, caminar lento, pasarla al de atrás, y éste al arquero, o tal vez tirarla afuera.
En esto consiste el magisterio líquido, parar la doctrina, devolvérsela a otro, tirarla para atrás, o sacarla afuera de la iglesia. Es todo un arte, el arte de Bergoglio.
Es que el magisterio líquido es tan solo una pantalla para ocultar el cambio doctrinario. Es saber hacer tiempo. Se necesita ganar tiempo, porque el tiempo está en guerra con el espacio; pero con la confianza que el tiempo siempre vence al espacio.
Hagamos pasar el tiempo, que los ciegos digan que esto es un magisterio líquido, a la larga todos avalarán esta cláusula que siempre y sin duda es del Espíritu Santo.
Este hacer tiempo exaspera a los que están apurados, pone de mal humor a los teutones. Como dice Marx, Francisco no ejerce su poder. No lo ejerce, una porque no puede ejercerlo en este espacio, y otra porque espera que el tiempo venza el espacio adverso.
Solo se limita a generar un espacio contra el espacio adverso para encontrar soluciones “juntos”.
Veamos lo que sucede cuando no se conoce el manual de la mecánica. Si alguien, como Marx, dice que Bergoglio es un autócrata que tiene poca comprensión de las opiniones diferentes, es porque no leyó el manual de la dinámica de este Heráclito resucitado.
Por supuesto, ningún teutóm da un euro por la dinámica bergogliana. ¿Acaso, qué puede enseñarles un periférico cardenal latino, a ellos, que tácitamente se consideran la raza superior?
La grieta entre los germanos y Bergoglio existe. Y se preguntan estos teutones abriendo la billetera abultada de euros:
¿Acaso lo pusimos en el papado para hacer tiempo o para acelerar el tiempo?
Mientras tanto los pelagianos abren más la grieta y dicen:
Si muchísimos años la Iglesia enseñó una cosa, y me refiero a cuestiones fundamentales y no a apreciaciones temporales, y hoy propone la contraria, parece de cajón que se equivocaba entonces o se equivoca ahora. 1
Bergoglio está solo, o mejor dicho, está con el gigantesco apoyo de Maradiaga y Ojea, que junto a otros son el respaldo a un papado que tambalea día tras día.
Dadas así las condiciones, Bergoglio espera la sorpresa de Dios o que se produzca el milagro: esa cláusula que una la estructura eclesial quebrada, y que permita a los ricachones teutones de brindarles explícitamente la comunión a los iconoclastas protestantes sin las objeciones de los pelagianos.
Bergoglio teme su deposición, y con la deposición se acabó el tiempo que triunfa sobre el espacio. Por consiguiente espera que otros hagan ahora el trabajo sucio, él ya se jugó en el terreno de la herejía. Lógica consecuencia es responder:
Pónganse de acuerdo.
La unidad es superior al conflicto. Se debe montar el poliedro que abarque los polos opuestos. Ya no es la Iglesia católica, apostólica y romana; ahora es el poliedro de la unidad salvífica. Es un simple cambio de paradigma.
La estructura eclesial siempre es superior a la doctrina, la cual surge de la bruma de una Revelación, que “aún no vio la luz”. Este surgimiento se basa en la pastoral, es decir, en la necesidad activa. Mantener la doctrina es pecado de autorreferencia o pelagianismo puro. Decía Bergoglio al CELAM:
La Misión ..., sea programática, sea paradigmática, exige generar la conciencia de una Iglesia que se organiza para servir a todos los bautizados y hombres de buena voluntad. 2
Aquí está la respuesta al planteo del Tío Patilludo teutón, para dar la comunión a todos los bautizados, aunque sean los iconoclastas protestantes. Respuesta que Marx espera que dé Bergoglio explícitamente, quien hace tiempo...
Esta hipocresía se pone de manifiesto en los resultados.
Si la necesidad pastoral modifica la doctrina, como es darle la comunión a los iconoclastas protestantes, o a los católicos que rompieron sus votos matrimoniales; estos hipócritas lo llamarán progreso doctrinario.
Si en cambio un obispo que mantiene disputas con la estructura eclesial porque entiende que las reformas son desastrosas para la pastoral, y por dicha necesidad consagra obispos; estos hipócritas lo excomulgarán.
Esta es la vara con la que se miden los hechos.
¡Ay quien toca la estructura! ¡Bienvenido quien modifica la doctrina!


1 https://infovaticana.com/blogs/cigona/magister-sigue-campana/
2 Palabras dirigidas al Comité de Coordinación del CELAM, en Río de Janeiro, el 28 de julio de 2013,

jueves, 10 de mayo de 2018

La resurrección de Heráclito



No me vengan a decir que Bergoglio no es una persona teológicamente precisa. Bergoglio sabe muy bien lo que aplica. Su teología muy bien definida está oculta en sus palabras, es ladina y herética. He aquí el pensamiento de Bergoglio, donde a cada paso nos parece oír a Heráclito.

LA VERDAD
1. Historia del concepto de verdad.
Siguiendo la distinción de Julián Marías, como la de Xavier Zubiri, el significado de Verdad, no ha sido igual en las distintas civilizaciones: mientras que para los hebreos, la verdad, como 'emunah' es mas bien una confianza, para los griegos la alētheia (αληθεια) es una patencia, es decir una cualidad o condición de patente manifiesto, y el verus latino, una veracidad.
De este modo, no es ilógico afirmar, que en el Antiguo Testamento, donde en Dios Padre reside la Verdad absoluta, esta se oculta tras la nube apofática del Sinaí y solo pide confianza; mientras que para la era del Nuevo Testamento, ya es una veracidad patente y manifiesta.
Jesucristo al afirmar que es la Verdad, afirma que es el icono de la Verdad absoluta y apofática del Padre. Por consiguiente sus enseñanzas no son suyas sino de Dios Padre:
Mi doctrina (διδαχὴ) no es mía, sino del que me envió.1
2. ¿Qué es Verdad para Bergoglio?
No existe una verdad absoluta, en cuanto esta es inconexa.
Ante la imposibilidad de alcanzar la Verdad, planteada por el el ufano ateo y relativista Scalfari, afirma Bergoglio:
... me pregunta si el pensamiento según el cual no existe absoluto alguno y por ende tampoco una verdad absoluta, sino solo una serie de verdades relativas y subjetivas, es un error o un pecado.
Para comenzar, yo no hablaría, ni siquiera por lo que respecta a un creyente, de verdad "absoluta", en el sentido que absoluto es aquello que es inconexo, aquello que carece de toda relación. 2
3. El relativismo bergogliano.
Aquí descubrimos, que el adjetivo inconexo, toma el significado de relativo. Bergoglio es a su modo, un relativista.
La Verdad para Bergoglio no es confianza ni patencia manifiesta, sino una una relación:
Ahora bien, la verdad, según la fe cristiana, es el amor de Dios hacia nosotros en Jesucristo. Por lo tanto, ¡la verdad es una relación! 3
Si en la Santa Trinidad el Padre es la Verdad apofática en la tiniebla divina y el Hijo es la Verdad manifiesta, donde Jesucristo es la Verdad Revelada; para Bergoglio, que, según su credo personal, duda de la Trinidad, no es ninguna de las dos cosas.
Si la perijóresis entre las tres personas trinitarias es una relación, para Bergoglio esta sería la única Verdad.
Ergo la verdad bergogliana es una intermisión entre las personas. ¿Pero de qué personas hablamos, si les negamos el hecho patente de ser Verdad?
4. La inversión trinitaria.
Si para algunos teólogos occidentales, el Espíritu Santo es quien une al Padre con el Hijo, para Bergoglio la Verdad no es el Padre, ni tampoco el Hijo, sino el Espíritu Santo.
5. La dinámica bergogliana.
Ergo la verdad bergogliana es una procesión. Por ello la doctrina no puede estar quieta, se tiene que mover.
Aparecida ha propuesto como necesaria la Conversión Pastoral. Esta conversión implica... creer en la asistencia y conducción del Espíritu Santo; creer en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y prolongadora del dinamismo de la Encarnación. 4
Con este concepto caemos en la cuenta, que Jesucristo al llamarse Verdad, es tan solo el dinamismo que recibe del Espíritu Santo.
De este modo llegamos a la conclusión que solo existe el movimiento como Verdad, y la estática pasa a ser la falsedad. Lo que se mueve es verídico, lo que aparece estático es falso.
6. El progreso doctrinario.
¿Y cómo se mueve la doctrina si se ha fijado por la Tradición, tanto escrita como oral?
Por el progreso doctrinario. La verdad si no se mueve es una pieza de museo:
Muchas veces, en contra del impulso del Espíritu, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza de museo...se suele reducir y encorsetar el Evangelio, quitándole su sencillez cautivante y su sal. ...Esto afecta a grupos, movimientos y comunidades, y es lo que explica por qué tantas veces comienzan con una intensa vida en el Espíritu, pero luego terminan fosilizados... o corruptos. 5
7. El Dios revelado es la Historia.
Si hasta nuestros días, en las distintas teologías coherentes con el catolicismo, Dios era el ser estático, pues no necesita moverse por ser infinito; en la teología bergogliana dios es dinámico y este dinamismo lo hallamos en la Historia:
Dios se ha revelado como historia...". 6
Si Dios se reveló como historia, es que Dios es movimiento y mutación.
Por lo tanto, la Verdad revelada, muta:
La Palabra de Dios no puede ser conservada en naftalina como si se tratase de una vieja manta para protegernos de los parásitos. 7
Esta verdad mutante, no llegó a su meta, así como la Historia no alcanzó su final feliz:
... la novedad del Evangelio de Cristo que, encerrada en la Palabra de Dios, no han venido todavía a la luz. 8
De este modo se cumplió la profecía de Fausto escrita por Göethe al analizar y modificar el inicio del evangelio de San Juan:
En el principio fue la Acción. 9

CONCECUENCIAS NEFASTAS DE ESTA TEOLOGÍA.
1. Todo nace de la dinámica.
Bergoglio parte su pensamiento no de la Verdad, sino del dios de la dinámica, y llega a la conclusión que verdad es simplemente una relación dinámica.
Si Heráclito decía: Todas las cosas están en movimiento y nada está fijo, la teología de Bergoglio, el nuevo Heráclito, dirá que Dios es quien se mueve.
2. Todo es reforma y mutación.
Por lo tanto las organizaciones eclesiales son historia, movimiento y mutación.
Esto explica su aversión profunda e inmisericorde con las organizaciones que regresan al pasado. Esta actitud será tildada de pelagianismo.
3. La herejía pelagiana según Bergoglio.
El sentido de pelagianismo en el pensamiento bergogliano, consiste en que el hombre no se ata al dios dinámico, generalmente llamado “Espíritu Santo”, sino al Dios estático, que él interpreta que es a sí mismo, a las propias fuerzas humanas. No da el salto a la dinámica, por lo tanto al no moverse, al no saltar, se corrompe.
4. Mutación lineal hacia el “punto omega” o el “Uno”.
En el catolicismo siempre se ha creído que la Historia humana, no transita en línea recta hacia Dios, si no media la Fe.
Existen dos opciones: se cree y la persona se diviniza; o se rechaza la Fe y la persona se condena. En este ámbito no existe una concordancia evolutiva lineal hacia un punto divino y totalmente único.
Esta ascensión lineal y siempre superadora, la hallamos en las distintas filosofías gnósticas, comenzando por Proclo junto a Plotino quienes se dirigen al “Uno”; y terminando por el jesuita de vanguardia Teilhard de Chardin donde todo el cosmos confluye en el punto omega.
5. La reforma es superior al dogma.
Esta visión construye sin definirlo el dogma de la bondad reformadora; por la cual una reforma siempre será más perfecta y bondadosa que la anterior.
Observemos la consecuencia diaria de este pensamiento: El Vaticano II, quien no aportó dogma alguno al catolicismo, es todo reforma; pero esta reforma es superadora y más perfecta que el catolicismo existente en la década del 50. No existe, ni puede existir una reforma que sea peor que la situación anterior. Más aún, la reforma es superior al dogma, a tal punto, que quien cuestiona o no sigue las reformas, queda en cisma.
De este diabólico pensamiento dinámico surge la obligatoriedad de la reforma, no como algo opinable, sino como verdad absoluta. Es el dogma del cambio.
6. La estática corrupta.
Bergoglio dirá que todas las cosas están en movimiento, pero existe la estática de ciertas cosas, las cuales se descomponen y se pudren.
¡Cáritas si no camina se pudre! 10
Ante esta estática, que conduce a la corrupción, el movimiento debe imprimirle vida.
Como Dios es historia, mutación, todas las organizaciones deben evolucionar. El mecanismo de esta evolución es la reforma.
7. La caducidad del Vaticano II.
Mirando hacia atrás, dirán estos reformistas, que las reformas del Vaticano II fueron una acción del Espíritu que sacudió la Iglesia de su estatismo, le imprimió vida y la hizo caminar en la historia, que al fin y al cabo es Dios mismo por ser dinámico.
Pongamos en claro lo que hoy sucede. Tanto Ratzinger como Bergoglio, se percataron que las reformas postconciliares han sido una receta, primero de Juan XXIII y luego de Paulo VI. Esta receta postconciliar no ha curado la enfermedad de la Iglesia, tanto más, en algunos aspectos la ha empeorado. Ambos papados coinciden en este punto.
Esto lo vemos claramente en Ojea, presidente de la Conferencia episcopal argentina, a quien una muy leída página de Argentina, tildó como “la burra de Balaam”. Ojea critica las estructura caducas emanadas del Vaticano II, ¿pero con qué objetivo?
8. La reforma irreversible.
Los dos papados dan por sentado que el Vaticano II es una antigualla, la diferencia entre los dos radica en que mientras Benedicto XVI regresa gradualmente a la década del 50, Bergoglio da el salto al futurismo dinámico de novedosas e impensadas reformas. Es la posición del bergogliano Ojea en Argentina.
Bergoglio y Ojea
En este contexto, cuando se da una reforma, ya no se puede ir hacia atrás.
La propuesta pelagiana. Aparece fundamentalmente bajo la forma de restauracionismo. Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la restauración de conductas y formas superadas que, incluso culturalmente, no tienen capacidad significativa. En América Latina suele darse en pequeños grupos, en algunas nuevas Congregaciones Religiosas, en tendencias exageradas a la “seguridad” doctrinal o disciplinaria. Fundamentalmente es estática, si bien puede prometerse una dinámica hacia adentro: involuciona. Busca “recuperar” el pasado perdido. 11
9. Por ahora, solo movimiento.
La diferencia entre las reformas del Vaticano II y las de este falso papado de Bergoglio, la hallamos en que el Vaticano II tenía claras en su mente las reformas y las puso por escrito; mientras Bergoglio no puede escribir ni decir hacia donde va sin ser acusado de hereje. Lo poco que ha escrito ha sido ferozmente cuestionado. Por ello lo único que puede hacer es imprimir movimiento.
Como dicen sus seguidores, Bergoglio vino a poner la Iglesia en movimiento. Sí, el movimiento de Heráclito.
Tratemos que no se aplique en nuestros tiempos la profecía del Apocalipsis:
Vi luego una de sus cabezas que parecía como herida de muerte; y su llaga mortal fue curada. Con lo que toda la tierra pasmada se fue en pos de la bestia. (13,3)


1– Juan 7,16.
2 Carta de Bergoglio a Scalfari. https://w2.vatican.va/content/francesco/es/letters/2013/documents/papa-francesco_20130911_eugenio-scalfari.html
3 Ibídem.
4 Palabras dirigidas al Comité de Coordinación del CELAM, en Río de Janeiro, el 28 de julio de 2013,
5 Gaudete et exsultate. Nº 58.
6 Declaraciones en Civiltá Cattolica. Tomado de www.chiesa.espressonline.it con traducción de José Arturo Quarracino.
7 Discurso de Bergoglio a los participantes del Encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, realizado, este miércoles 11 de octubre.
8 Ibídem.
9 Johann Wolfgang von Goethe. – Fausto; Gabinete de Estudio.
10 Mensaje a los agentes de pastoral de Cáritas Argentina, que participaron del XV Encuentro Nacional y XIX Asamblea Federal desarrollado en Tanti, Córdoba.
11 Palabras dirigidas al Comité de Coordinación del CELAM, en Río de Janeiro, el 28 de julio de 2013,