Calesita

sábado, 30 de septiembre de 2017

Refundar o Refundir la Iglesia


A Bergoglio le dieron cinco años para rehacer la Iglesia o tal vez para refundar la Iglesia. ¿En qué consiste este rehacer o esta refundación? ¿Acaso nos creemos que un simple documento, como Los Amores de Leticia, puede rehacer o refundar una Iglesia? Indudablemente existe algo más, para que la “Mafia de San Galo” se tomara tanto tiempo y montara tantos planes por un simple documento que ha quedado acorralado, cuestionado y es cada día el deterioro erosionante de quien se hace llamar: “El Obispo de Roma”.
¿Qué meditaban los prelados mafiosos en sus “ejercicios espirituales” de San Galo? ¿Qué planes tienen entre manos para aplicar?
Hoy han surgido rumores, de lo que podría ser el plan para ejecutar en este quinto año del reinado absoluto del Che Bergoglio, o tal vez, luego de su papado de transición.
Ya se sabe que lentamente, aduciendo distintos motivos, se han colocado a todos los prelados, bajo el poder papal, quien puede cesar un obispo cuando lo desee y en las circunstancias que crea conveniente. Si la Iglesia estaba pendiente de una persona, la papal, hoy la cosa es mucho mayor que en los años precedentes. Como ya dijimos, el poder de Bergoglio es un poder absoluto, muy bien podría decir: La Iglesia soy yo.
Originalmente no fue así. A San Ambrosio lo eligieron los fieles de Milán, y quien dio el nombre para su candidatura, fue un niño proponiendo un catecúmeno, quien no había recibido aún el bautismo.
Hoy los obispos son elelgidos desde el Vaticano, y este no está dispuesto a compartir esta prerrogativa con la totalidad de los fieles, pues ni siquiera se los consulta. En estos últimos años, a Monseñor Lefebvre se lo excomulgó por ordenar obispos sin autorización del Vaticano.
Más aún, los obispos deben obligatoriamente renunciar a los 75 años, cuando originalmente jamás fue así.
Como se ve, si para reformar la Iglesia se debe acceder al sillón papal, con mucha más razón para refundarla, caso contrario, dada la mentalidad de los mafiosos, que siempre existen, las reformas de fondo o las refundaciones, son imposibles.
¿Qué reformas planearon los mafiosos de San Galo? Por ahora son solo rumores. Antonio Socci trata de explicar a su modo, este plan de refundación de la Iglesia.
Se está estudiando la forma de abolir con un solo golpe de gracia al Vaticano. Los alborotos internos, el caos administrativo reinante, el inicio del Vatileaks III, ayudan a este propósito. En este momento, se esperan nuevas filtraciones de una caja de seguridad violada que guardaba secretos de alto estado.
Este principio parece una locura, pero se está estudiando la forma de que al Papa no lo nombren los cardenales.
El cordobés Fernández, a quien también los italianos ya llaman “Tucho”, quien saltó a la fama por su libro, “Sáname con tu boca, El arte de besar”, Editorial Lumen, obra desde ya forzosamente agotada, opina que los cardenales están de más. Sin embargo, las acciones de Bergoglio no van en este sentido, sino tal vez en estudiar la forma donde la elección de Papa, sea dada por el mismo Papa reinante; es decir, que el Papa elija su sucesor para luego emitir su renuncia y de esta forma dejar a los cardenales como pajes de corte. Este sería el único medio para que la refundación de la Iglesia subsista en el tiempo. “Tucho”, ya dijo que la Curia vaticana no es esencial, y como buen bocón que es, adelantó que el Papa puede residir en cualquier parte. Evidente que el arzobispo “Tucho”, algo sabe.
Benedicto XVI, estúpidamente ya colaboró con este plan renunciando, y el quinto año del papado del Monarca Absoluto Bergoglio, está en marcha, esperemos los próximos acontecimientos para observar si esto tiene indicios de realidad.
Para el lenguaje del Río de la Plata, el verbo refundir adquiere el significado de destrucción total. Es lo que tal vez el che, Obispo de Roma, cual otro Terminator, debe estar pensando, que refundir es igual que refundar.
Si este rumor es real, habremos comprendido bien cuales son los alcances del término revolución.
En este caso, consiste en absolutizar la Iglesia, lo cual no es un indicio sino una realidad, para tenerla maniatada, lo cual es otra realidad, destruyendo de este modo su reino, para que todo se caiga.
No estamos delante de un mal Papa, donde es cuestión de esperar que muera pronto para elegir otro mejor. Estamos dentro del torbellino de una conjura internacional, donde el che Bergoglio es una pieza más del rompecabezas.
Este no es un plan propuesto por el che Bergoglio, sino por la sinarquía occidental, donde un tercermundista trasnochado, cual otro Atila, pide por un lado acoger todos los musulmanes del mundo, y por el otro lado, ejecuta destruir hasta los mismos cimientos del Vaticano.
Es indudable que para la rica Iglesia teutona, imbuida, al igual que Bergoglio, de la reforma luterana, el Vaticano es un estorbo, y al eliminarlo la dejaría con el mando supremo del Orbe, sin oponentes a la vista, y de este modo imponer los postulados del idealismo teológico de Tubinga.
¿Para este plan de la mafia de San Galo, Bergoglio sigue siendo la pieza clave?



lunes, 25 de septiembre de 2017

Tapen la Luz


La política es como un espacio. Dentro de este espacio, cuatro cardenales lograron acorralar a Bergoglio, haciendo uso de sus mismos escritos. Bergoglio goza de la libertad de un líder pero en estado de sitio.
El domingo se conoció un documento de 28 folios, donde hasta hoy 68 firmantes corrigen las afirmaciones bergoglianas. Tal documento puede bajarse en PDF desde este enlace.
Se dijo que esta dirigencia vaticana propicia una Revolución, palabra que no agrada a algunos, pero como me he movido mucho tiempo en la política, aprendí que no se puede despreciar las definiciones que algunos se dan a sí mismos, puesto que los pinta en cuerpo y alma.
Estamos en medio de una Revolución, donde una mafia (así se llamaron), conocedores de las debilidades de los cardenales, tomó el poder del papado, con un plan bien orquestado.
Que la respuesta a esta Revolución se llame contrarrevolución, puede ser considerado posible, y es dentro de esta política donde se produce este fenómeno de la corrección a las enseñanza “papales”.
El documento deja en claro, que la renuncia de Benedicto XVI, no es aceptada con toda claridad por la totalidad del catolicismo. Entre los firmantes, hay algunos que piensan, como lo hago yo mismo, que Benedicto XVI es el auténtico Papa.
Este fenómeno puede verse desde varios ángulos:
1. Desde el ámbito doctrinario, dicen los bergoglianos, entre ellos la inútil jerarquía episcopal argentina, que las enseñanzas de Bergoglio son pastorales y no doctrinarias. He aquí la debilidad de esta generación perdida; las acciones son siempre procesiones de la doctrina, y cuando las procesiones cambian radicalmente sobre un tema, como es el sacramento del matrimonio, es porque la doctrina es otra. Esto es lo que se afirma en dicha Correctio.
Acontece, que la doctrina católica, es una pieza de relojería divina, y donde se cambia una pieza por otra, todo el resto del mecanismo doctrinario entra en contradicción. Esto es lo que con acierto también afirma la Correctio.
Quien toma con fina ironía el tema, es Sandro Magister, donde hace incapiéen una de las frases de Bergoglio:
Si me equivoco corríjanme.”
Al mismo tiempo expone los firmantes con sus respectivos cargos.
Quienes lean la Correctio, verán que se ataca el relativismo de Bergoglio como sus escandalosas simpatías reivindicativas hacia el monje rebelde Lutero.
2. El hecho de corregir en público, y para toda la catolicidad, a un supuesto Papa, es un hecho catastrófico. No encuentro palabras para definir este desastroso fenómeno, y señala la absoluta deficiencia de quienes lo eligieron, quienes dieron por católico, a un peronista argentino quien también era Cardenal.
3. Visto desde el espacio político el círculo del sitio, se estrecha para Bergoglio.
4. Analizados los firmantes, son todos intelectuales de peso. Un solo obispo firma la Correctio, Mons. Fellay, y para mí lo hizo por tres razones: una porque no tiene nada que perder; la segunda porque estaba al margen de todo, y esto lo introduce de algún modo en el centro de la escena; y la tercera, es porque no ha visto lo que en realidad sucede.
5. Nadie lleva las de ganar en este enfrentamiento revolucionario – contrarrevolucionario. Bergoglio está sitiado, y los contrarrevolucionarios no quieren forzar ciertas consecuencias que se vislumbran como inevitables, como es la del cisma. De allí el delicado tratamiento de la Correctio.
6. Los cardenales de peso político, prefirieron mantenerse al margen. Es indudable que juegan al desgaste de un Bergoglio, quien cada día está más erosionado por los vientos de la verdad. Dijimos en otros artículos, que este papado, está ya agotado; solo se mantiene en pie por el voluntarismo de un autócrata, quien cada día manifiesta su lamentable falta de sentido común.
7. Es indudable que detrás de los intelectuales firmantes, están obispos y cardenales que aprueban la maniobra y se reservan para una actuación definitiva cuando las circunstancias lo hagan posible. Estos prelados usan la táctica de la legión romana: poner en primera fila a los novatos, reservando para los veteranos la última fila.
A todo esto, ¿cómo vio el mundo este fenómeno?
1. Son todos unos blogueros, dijo alguien tratando de minimizar el impacto. Notemos el pésimo análisis que hacen del hecho, algo propio no solo en quienes carecen de capacidad de pensamiento, sino que sus falencias son siempre su fuerte periodístico.
2. Son una minoría, dijeron otros. Esta es la fuerza del mundo. Para las tinieblas, lo importante es la cantidad, de allí la pregunta que se nos hace: ¿cuántos son ustedes? El número marca para el mundo oculto en tinieblas, la verdad del hecho. 
Acontece, que en esta guerra cósmica entre Luz y Tinieblas, basta con que solamente uno encienda la Luz, para que las tinieblas comiencen a disiparse. De allí que nuestra lógica no es la del mundo, y no necesitamos de la cantidad, como tampoco salimos corriendo, como hacen ellos, para tapar la Luz que se filtra por alguna rendija. 
Hoy nos enteramos que desde los ordenadores del Vaticano, no se puede acceder al sitio www.correctiofilialis.org, donde está disponible el documento en cuestión, y entre quienes afirman esto, se encuentra el Corriere della Sera
Como se puede observar, es indispensable tapar los lugares por donde se filtra la Luz.


miércoles, 20 de septiembre de 2017

Análisis del peculiar Credo bergogliano


Se afirma en este sitio, que Bergoglio conserva una hoja descolorida por el tiempo, donde en un momento de arranque místico, poco antes de ser ordenado sacerdote, escribió su propio credo. Del mismo surge una infinidad de conclusiones. Se puede ver desde el punto de vista psiquiátrico, cosa que hace Blondet desde este sitio, el cual es rico en el análisis de su tortuosa personalidad.
Tan solo doy un punto de vista teológico del mismo, y de las implicancias que este credo posee, por sus consecuencias.
Si alguien pensó que con este texto le hacía un bien a su “papa”, le demuestro que se equivocó rotundamente. Así son los católicos de hoy, crédulos hasta la idiotez.
Se puede hablar mucho más del mismo, no deseo extenderme y ser pesado para el lector, de allí que cada uno sacará sus propias conclusiones.
El texto lo tomo de la Revista Ecclesia.
YO Y LA TRINIDAD
1. Quiero creer en Dios Padre, que me ama como un hijo, y en Jesús, el Señor, que me infundió su Espíritu en mi vida para hacerme sonreír y llevarme así al Reino eterno de vida. Creo en la Iglesia.
En el punto primero de su peculiar credo, se inicia con la Trinidad.
Mientras que en todos los restates once artículos, afirma que cree, aquí afirma: Quiero creer.
La Fe si bien es mostrada por la inteligencia, se ejecuta por la voluntad. Sin voluntad es imposible creer. La voluntad es la procesión de la Fe. Cuando expresa taxativamente, la voluntad de creer y en el resto se omite, es porque la voluntad no procede conforme a la inteligencia. En otras palabras, Bergoglio desde este momento duda de la Trinidad, caso contrario diría simplemente: creo.
El misterio trinitario es el que da forma a toda la persona del católico; de allí que su duda persiste, tal como lo expusimos en nuestro artículo del día 29 de junio de 2016.
Esto revela la causa por la cual Bergoglio se siente más cómodo con judíos y musulmanes que no creen en ella. Al mismo tiempo, los pentecostales poseen una deformación trinitaria, como lo expuse haceunos años. Todo esto le hace bien a Bergoglio, cuya trinidad no es un misterio, sino un nudo gordiano que no sabe desatar. La consecuencia es evidente, la trinidad, solo existe para él de un modo peculiar:
Dios Padre, que me ama como un hijo...
Jesús, el Señor, que me infundió su Espíritu en mi vida...
El individualismo es absoluto. No existe aquí comunidad de creyentes. Titularíamos este pensamiento, como la Trinidad y Yo, o Yo y la Trinidad.
La procesión sobresaliente de la Trinidad, es la alegría. Pensemos que este personaje dice ser jesuita, pero la obediencia al Padre no existe. Es una Fe forzada, pues la inteligencia no ve con claridad, algo propio del modernismo, que perdió su facultad de razonar. La alegría cubre su Yo autónomo, único y lleno de dudas.
...y llevarme así al Reino eterno de vida. ¿Cómo sabe que así, simplemente con alegría, llegará al Reino eterno?
Creo en la Iglesia. Aquí se terminaron las dudas y arrancan las certezas. Después de todo, ¿cómo se puede dudar de los hombres?
YO Y LA HISTORIA
2 Creo que en la historia, que fue traspasada por la mirada de amor de Dios y en el día de la primavera, 21 de septiembre, me salió al encuentro para invitarme a seguirle.
Este artículo por la sintaxis, es realmente oscuro. Los italianos lo tradujeron como creo en mi historia...
Así escrito, Bergoglio se siente un ser único en la historia, donde Dios le sale al encuentro para que lo siga como protagonista único.
Para los sacerdotes de esta generación, la historia toma un relieve de suma importancia. Como vemos le sigue a la Trinidad. Es el influjo protestante hegeliano, o de su colega, el jesuita Teilhard de Chardin, quien otorgó la base teológica a esta generación perdida de Argentina.
BERGOGLIO EL AUTORREFERENTE
El Credo es un símbolo, un resumen de las cosas que dan el formato o columna vertebral de lo que se cree.
De aquí en adelante, el jesuita confundirá doctrina con las procesiones de dicha doctrina. Bergoglio cree en las procesiones y duda de la doctrina, lo cual es poner todo patas arriba. Las procesiones no generan la doctrina.
Ya vimos su debilidad en la doctrina de la Trinidad, esto trae implicancias profundas, como esta, la de poner las procesiones como artículos de Fe. Reitero algo que ya he escrito, Bergoglio es un jesuita ignorante, no por incapacidad, sino porque odia todo lo que sea razonar.
3. Creo en mi dolor, infecundo por el egoísmo, en el que me refugio.
4. Creo en la mezquindad de mi alma que buscar tragar sin dar…, sin dar.
Como expuse, estos dos artículos son contradictorios. Solo se cree en la doctrina, no en las procesiones de dicha doctrina. Bergoglio hace un análisis de conciencia, y se ve a sí mismo de este modo. Pero esto no es artículo de Fe, es una procesión.
Aquí Bergoglio hace gala de autorreferencia, la cual tanto condenó, afirmando que era una mundanidad. El análisis de conciencia puede estar mal hecho, lo cual siempre es posible o seguro. De este modo su Yo cree ahora en su otro Yo interior, real o supuesto.
YO Y LOS OTROS
5. Creo que los demás son buenos y que debo amarlos sin temor y sin traicionarlos nunca buscando una seguridad para mí.
El punto quinto es crítico. Revela una faceta de la personalidad bergogliana, un traidor profesional. Su personalidad, altamente insegura, se sirve del prójimo para buscar una seguridad que no posee Quien critica muy bien este punto es la página de Blondet, donde según el autor de la nota, indica con mucha razón, que este credo es para llevar al psiquiatra.
Aquí el verbo “creo” tiene el significado de “debo”, deber de creer en la bondad de los demás, que es lo que él no hace. Como se perfila, es una personalidad donde falta el realismo. Los demás pueden ser buenos o malos, y los hay de ambos bandos y todos con algo bueno o malo. Bergoglio no percibe esta dualidad, propia del pecado original.
Para él todos son malos, desde quien dirige los franciscanos de la Inmaculad Concepción a quien persigue con toda saña, hasta quienes plantearon los dubia; excepto, claro está, los aduladores, como Tucho y todos aquellos que se inclinan a sus plantas.
Lo que Bergoglio busca es seguridad, y quienes lo cuestionan se la quitan, y reacciona con miedo, pues su Yo está siendo cuestionado. Esto tiene un nombre en la psiquiatría, se llama narcicismo; tomado del mito de Narciso quien mirándose en la fuente se enamoró de su propia imagen; quien cuestiona esta imagen reflejada en el espejo de la fuente, es automáticamene misericordiado.
YO Y LA VIDA RELIGIOSA
6. Creo en la vida religiosa.
Nuevamente, cree en una procesión.
YO Y EL AMOR
7. Creo que quiero amar mucho.
Además de creer en una procesión, aquí es donde tapa su desorden manifestado en los puntos 3 y 4. Ir a las periferias para mostrarse magnánimo y luego perseguir a quienes lo cuestionan.
SU TENSIÓN DIARIA
8. Creo en la muerte cotidiana, quemante, a la que huyo, pero que me sonríe invitándome a aceptarla.
No habla aquí de la muerte corporal, sino del martirio cuotidiano al que se enfrenta todo católico, del cual huye. Esta huída se amortigua en el punto siguiente:
9. Creo en la paciencia de Dios, acogedora, buena, como una noche de verano.
YO Y MIS SANTOS
10. Creo que papá está en el cielo, junto al Señor.
11. Creo que el padre Duarte está también allí, intercediendo por mi sacerdocio.
Esto se llama santificar los muertos, menos mal que creía en la Iglesia.
12. Creo en María, mi Madre, que ama y nunca me dejará solo.
Mientras en la Trinidad decía quiero creer, con la Virgen María, a quien no da el título de Virgen, cree sin dudas. Es la soledad lo que le asusta. Soledad en la que se vio cuando su madre quedó paralítica.
DEJATE SORPRENDER
13. Y espero en la sorpresa de cada día en que se manifestará el amor, la fuerza, la traición y el pecado, que me acompañarán siempre hasta ese encuentro definitivo con ese rostro maravilloso que no sé cómo es, que le escapo continuamente, pero quiero conocer y amar. Amén.
De la Fe nace la Esperanza, su esperanza no es la resurrección, sino la sorpresa diaria.
Observemos los cuatro elementos de la sorpresa diaria: amor, fuerza, traición, pecado. Nuevamente, el Narciso se siente traicionado cada día, por Némesis, la diosa de la venganza.
La segunda parte, señala huir de la presencia divina. Mientras los santos hacían lo imposible por verlo desde sus oraciones, preparando su alma para la visión mística que Dios promete a las almas preparadas, como enseñaba Santa Teresa de Ávila, Bergoglio huye de la posible visión, más aún la ignora: no sé cómo es. Aparece otra vez el jesuita ignorante, pero ignorante porque no quiere conocer, pero se propone una voluntad de hacerlo: pero quiero conocer y amar.
Nótese, que en todo este símbolo de su creencia, no existen los dogmas fundamentales del Credo. Si esto lo hubiese escrito en un momento de su vida, como todos nosotros escribimos cosas de juventud, y luego nos olvidamos de ellas, no existirían motivos de alarma. Son etapas de la vida. Pero conservar la hoja amarillenta del texto para releerla, es lo que asusta.
En el artículo de Blondet, el autor presenta sus conclusiones, para quienes no entienden italiano, les dejo una traducción de las mismas, donde se hace una reseña de las principales deformaciones de su personalidad:
. Gran idea de sí mismo (minada en el paciente con íntimos sentimientos de inferioridad, vulnerabilidad que conducen al miedo de la confrontación e hipersensibilidad a la crítica).
. Constante necesidad de admiración (que empuja a gestos oportunistas para arrancar el aplauso.)
. Sacar partido de las relaciones interpersonales (es decir, tomar ventaja de otras personas para sus propios fines).
. Ausencia de empatía, sobre todo: incapacidad de "ponerse en la piel de los demás", reconocer y respetar los sentimientos y necesidades del prójimo; no desea identificarse con sus deseos. El narcisista es un "manipulador", que aprovecha los escrúpulos de los otros para alcanzar sus metas, lo pisotea, y no siente remordimiento. Prueba a menudo la envidia, y está convencido de que otros tienen envidia de él.
. Él piensa que es "especial" y único y sólo puede ser entendido desde esta óptica, o desde tener que frecuentar, otras personas (o instituciones) especiales o de clase social elevada.
Por último, a él se le debe en la Argentina, el hecho de introducir el cuadro de la Virgen desatanudos. Lo cual no hace sino revelar el deseo que el nudo gordiano de su personalidad, fuese desatado.



domingo, 10 de septiembre de 2017

Conspiración previa al Cónclave de 2013


Aún existen católicos que piensan que el acceso de Bergoglio a la silla de Pedro fue por obra y gracia del Espíritu Santo.
Catherine Pepinster en su libro próximo a salir, titulado The Keys and the Kingdom, Las Llaves y el Reino, sacude esta concepción. La autora hace una reseña de los acontecimientos operados en Inglaterra desde Juan Pablo II hasta Bergoglio, según indica el subtítulo de la obra.
De acuerdo con la investigación de Pepinster, el cardenal inglés Murphy O'Connor, realizó reuniones previas al cónclave con otros cardenales en Roma, para presentar la candidatura de Bergoglio al papado.
Este tipo de maniobras está terminantemente prohibido por los cánones en vigencia; como se ve, quienes iban a San Galo para hacer “ejercicios espirituales”, hicieron caso omiso a todo orden en tal aspecto. La razón es simple, estaban conspirando.
Tomamos la información desde Como vara de almendro, donde puedeleerse el artículo completo desde este enlace.
Tan solo deseo comentar algunos párrafos. Dice Marco Tosatti:
El cuadro de la elección de Bergoglio asume, por tanto, más y más la forma de algo preparado durante mucho tiempo.
Personalmente confirmo esta opinión, cuando Bergoglio se presentó de incógnito en un lugar de apariciones, le dijo a la mística en cuestión:
El día que yo tenga un cargo, esto te lo cierro.
¿A qué cargo aspiraba Bergoglio ya en 2002, si era cardenal? Pues muy simple, aspiraba al papado, ¿qué otro cargo podía tener?
¿Esta fue la forma de inspirar, elegida por el Espíritu Santo para la elección del papa activo como complemento del papa pasivo o Dasein, Benedicto XVI? Si la respuesta es afirmativa, observamos un Espíritu Santo actuando contra los cánones, y como diría un ignorante, ¡esto es soplar fuerte!
Es que a los conspiradores poco les importó la santidad o sacralidad del acontecimiento, tan solo vieron la forma de imponer su programa mundano, a saber: llevar la eucaristía a los divorciados vueltos a casar, la contracepción, los “viri probati”, y el diaconado femenino como paso previo al sacerdocio de mujeres. Lo cual es indicio que si las acciones cambian, es porque la doctrina es otra. De esta manera, pensando como Martini, otro gran conspirador, se podía salir de algún modo del atraso de la Iglesia, que según este obispo milanés, llevaba al menos 200 años.
¿O acaso el Espíritu Santo se cansó de esta Iglesia, y contra todas sus normas decidió actuar ex profeso contra ella, apuntalando la mafia de San Galo?
Esta banda de conspiradores, según Tosatti, con las reuniones previas logró un quorum respetable, así...
...al grupo de cabildeo y presión anglo-belga-alemán se le unió después América Latina,...
Ya Bergoglio había elaborado en Brasil su candidatura durante la V Conferencia General del CELAM en 2007, con su famoso Documento de Aparecida. Desde entonces, Jorgito pisaba fuerte en Sudamérica.
Y nuevamente este Espíritu parece inteligente, pues estos revolucionarios de San Galo, idearon una maniobra para no mostrar las cartas al resto de los cardenales, tal como hacen los tahúres en el póker:
De allí nace la idea de “inventar” la posible candidatura del card. Scherer, como una pantalla para el caballo real, Bergoglio, que luego encontró el sorprendente apoyo del card. Tarcisio Bertone, Secretario de Estado (lamentablemente) de Benedicto XVI.
Nuevamente hallamos en escena al salesiano Bertone, hombre que pretendió anunciar el tercer secreto de Fátima, distorcionando su contenido; y sus amigos, siguieron expandiendo la candidatura propuesta, tal como se hace en los pasillos políticos de una mundana cámara de representantes.
Todo un plan conspirativo, bien planeado, bien ejecutado y sobretodo, lleno de éxitos. El último paso consistirá en sacralizar esta conspiración revolucionaria y presentarla a la masa de los fieles como una sorprendente acción del Espíritu Santo.
¡Por favor bergoglianos!, ya no les queda espacio para invocar la autoridad de Bergoglio como representante de Jesucristo, y la lógica en este caso es implacable: si la autoridad de Bergogio no nace de Jesucsristo, brota de su enemigo, Lucifer, quien accedió de alguna manera hasta la silla de Pedro, como el rayo que cayó sobre el cupolone, el día de la renuncia al papado activo de Benedicto XVI.
Ya no se trata de dilucidar si Francisco es hereje u ortodoxo. Ya no se trata de discernir si Bergoglio es Papa, antipapa u Obispo de Roma; ahora se trata simplemente de ver la acción destructiva de Lucifer dentro de la Iglesia, con su plan de ponerla patas para arriba.
Aquí se observa lo que indicamos en otro artículo. Una cosa es la iglesia real, aquella que se une a Jesucristo, y otra cosa es la iglesia formal, aquella que se une a los hombres y como hombres, llenos de imperfecciones y pecados, donde nos cuesta encontrar algo de santidad.
Como dice el Salmo 80:
Pero mi pueblo no escuchó mi voz, * Israel no quiso obedecer:
Los entregué a su corazón obstinado, * para que anduviesen según sus antojos.



lunes, 4 de septiembre de 2017

La moderna lepra


Con la implantación del Vaticano II, la iglesia occidental perdió el uso de la lengua latina, y como muchos, hoy se la ignora. Es la modernidad dirán algunos, la modernidad que cada día nos hace un poco más ignorantes que lo que éramos antes del Vaticano II.
Con la pérdida del latín, apareció un católico totalmente desmemoriado. Es la modernidad, ante la cual, muchos prelados se inclinan, como a la diosa que los guía.
Como no deseo ser desmemoriado, y a pesar de las afirmaciones rotundas del líder indiscutible de la Revolución Vaticana, que grita como loco diciendo que el Novus Ordo es irreversible, sigo el rito gregoriano, y es dentro de este rito, que se presentan tres lecturas de San Agustín para meditar sobre el Evangelio del Domingo XIII, que este año fue el dos de septiembre.
ADVERTENCIA
Por favor, estas lecturas no son aconsejables para bergoglianos, modernistas o neomodernos, por las conclusiones que aportan luego de leerse. No se aconsejan para aquellos que desean continuar, en la desmemoria eterna. No deseo crearles dudas, cuestionar sus creencias o inciertas certezas y todo lo que no pueda serles útil. En tal caso, no lean lo que sigue:
EL TEXTO
San Agustín, tomado de Cuestiones Sobre los Evangelios. Libro II, Cap. 40. Lucas, 17, 12-19. Tomo la traducción latina de este enlace.
Aclaro que para el patriarcado ecuménico ortodoxo, este evangelio se meditó el 15 de enero, llamado 12º de San Lucas
PRESENTACIÓN DEL PROBLEMA.
1. A propósito de los diez leprosos sanados por el Señor con las palabras: Id y presentaos ante los sacerdotes, podemos plantear un montón de cuestiones que, con razón, inquietan a quienes investigan. No sólo la referente al número: ¿Qué significa el que sean diez y el que sólo uno de ellos se mostrase agradecido?
Investigarlo cae dentro del capricho personal, hasta tal punto que, si no se hace, en nada o en muy poco empece 1 el designio del lector. Más importante es responder a la pregunta de por qué los envió a los sacerdotes y quedaron curados mientras iban de camino. Porque no consta que enviara a los sacerdotes a ninguno de los beneficiarios de la salud corporal, a excepción de los leprosos.
También había limpiado de la lepra a aquel a quien dijo: Vete, preséntate a los sacerdotes y ofrece por ti el sacrificio que mandó Moisés para que les sirva de testimonio (Lucas 5, 13-14). Cuestión posterior es qué clase de limpieza espiritual haya que entender en aquellos a los que reprochó su ingratitud.
En el plano físico es fácil ver que un hombre puede tener la lepra y, sin embargo, no estar sano de espíritu; pero, en cuanto al significado de este milagro, la consideración de cómo un ingrato puede considerarse limpio inquieta a quien lo examina.
BÚSQUEDA DEL SIGNIFICADO.
    1. Hay que indagar, pues, el significado de la lepra misma. Pues de los que la vieron desaparecer de su cuerpo no se dice que fueran sanados, sino limpiados. En efecto, la lepra es un problema de color, no de la salud o de la integridad de los sentidos o de los miembros.
Por eso no es absurdo pensar en los leprosos como individuos que, al no poseer el conocimiento de la fe verdadera, profesan las diversas doctrinas del error. No son los que al menos ocultan su ignorancia, sino los que la sacan a la luz del día como si fuera una pericia consumada y hacen ostentación de empaque al hablar.
Por supuesto que no hay ninguna doctrina, por falsa que sea, que no tenga algún retacillo de verdad. Según esto, la mezcla de verdad y mentira sin orden ni concierto en una disputa o en cualquier conversación humana, como dejándose ver en el color de un único cuerpo, significa la lepra que modifica y motea los cuerpos humanos igual que si se tratara de afeites de color naturales o procurados artificialmente.
Estas personas son muy vitandas 2 para la Iglesia. Tanto que, si es posible, han de interpelar a Cristo a grandes gritos desde una lejanía mayor, al igual que estos diez se pararon a distancia y levantaron la voz diciendo: Jesús, maestro, ten compasión de nosotros. Lo propio debe ocurrirles a ellos.
No me consta que nadie recurriera al Señor en demanda de la salud corporal dándole el título de maestro. Por ello, me inclino a pensar que la lepra es signo de toda doctrina falsa que un maestro competente consigue eliminar.
SIGNIFICADO DEL NÚMERO.
Hasta aquí la lectura de Maitines del Domingo XIII después de Pentecostés; pero agregaría del texto su final:
4. Ante esta realidad, resulta también fácil reparar en la posibilidad de que alguien, dentro del seno de la Iglesia, abrace la doctrina entera y verdadera, todo lo exprese según la regla de la fe católica y distinga al creador de la criatura (Cf Rm 1,25), y, por ello, manifieste haber carecido como de la lepra, esto es, de una variedad de mentiras.
Con todo, puede darse que sea ingrato para con el Señor Dios que le limpió, ya que, hinchado de orgullo, no se prosterna para dar gracias con piadosa humildad, y se asemeja a aquellos de quienes dice el Apóstol que habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias (Rm. 1,25).
Cuando dice que éstos conocieron a Dios, muestra que fueron limpiados de la lepra, pero luego, acto seguido, los acusa de ingratos.
Por eso, tales individuos quedan estancados en el número nueve, como personas imperfectas. Si al nueve le añadimos uno, se completa cierta imagen de unidad. En él se da un número tan completo que no avanza la numeración si no se comienza de nuevo a partir del uno. Y esta regla se mantiene en todos los números hasta el infinito.
El nueve, pues, necesita el uno para que el conjunto se agrupe en una como unidad y constituya la decena; el uno, en cambio, no necesita de las restantes cifras para mantener la unidad. Por todo ello, igual que los nueve desagradecidos y reprobados se vieron excluidos del consorcio de la unidad, así el único que se muestra agradecido fue aprobado y elogiado, simbolizando a la única Iglesia.
Y como aquellos nueve eran judíos se les hizo ver que, por su orgullo, habían perdido el reino de los cielos que es donde se mantiene la unidad en su máximo nivel. Este otro, en cambio, que era samaritano, término que se traduce por «guardián», atribuyendo el don recibido a su dador, y cantando en cierto modo las palabras del salmo: Oh fuerza mía, hacia ti miro (Salmo 58,10sometido al rey por su gratitud, mantuvo la unidad del reino con humilde devoción. 

CONCLUSIONES
De esta lectura de San Agustín, cantada en los Maitines del Rito Monástico tradicional, obtenemos las siguientes conclusiones:
1. Existen muchos que no ocultan su ignorancia, por el contrario, la gritan y pregonan a los cuatro puntos cardinales, como las nefastas siete trompetas del Apocalipsis. No pienso dar nombres, ellos están a la vista, basta escuchar sus delirantes gritos.
2. No existe doctrina por falsa que sea, que no conlleve algo de verdad en su interior, por ello esta doctrina se mantiene en pie.
3. Toda doctrina falsa es una lepra altamente contagiosa.
4. Quienes hacen ecumenismo con los leprosos, arriesgan contraer la lepra de las falsas doctrinas, si es que no la contrajeron ya.
5. El ecumenismo no aporta ninguna unidad, solo el samaritano, es decir, el guardián de la recta doctrina, es quien da la unidad. Los ecuménicos militan en el imperfecto número nueve.


1 Del verbo empecer: Impedir que se produzca algo.

2 Muy odiosas.

sábado, 2 de septiembre de 2017

Rompiendo puentes


El oficio de la conducción consiste en hacer puentes hacia el prójimo, como el evangelio del Domingo XII después de pentecostés, de la liturgia gregoriana, donde un hombre asaltado por los ladrones queda medio muerto en el camino. Pasa el sacerdote, lo ve y sigue de largo. Pasa un levita, lo ve y sigue de largo. Solo el samaritano se compadece, lo cura y lo lleva a la posada para cuidar de él
NACIÓN APALEADA. – Venezuela, es un país en llamas, asaltado por los demonios encarnados en este mundo. Pasaron muchos por el camino de esta vida, la vieron hambrienta y apaleada, pero siguieron de largo. También pasó Bergoglio, e hizo como todos, siguió su camino. Por supuesto, es más importante meter todos los musulmanes que se pueda en Europa, que enfrentarse y hacer causa común con sus obispos en dicho país americano.
SE ROMPE UN PUENTE. – El cardenal Jorge Liberato Urosa Savino cumplió 75 años y por tanto, de conformidad con el canon 401.1 del Código de Derecho Canónico, presentó su renuncia, la cual nos dice que es algo más que cumplir con la ley de los hombres. Cuando la autoridad no respalda, es hora de renunciar. Fue lo que en realidad hizo Urosa Savino.
INTERPRETANDO EL PROTOCOLO. – En la vida pública, cuando una autoridad no recibe a una entidad, es porque no tiene respuestas para darle. Hoy el puente entre Bergoglio y el episcopado venezolano está roto, tan roto que no piensa recibirlos en su visita a Colombia. El pobre hombre se siente nuevamente acorralado, como boxeador golpeado entre las cuerdas. Es su especialidad encerrarse, para hacer su propio capricho. Los obispos echarían en su cara todas las falencias, y él no tiene argumentos ni explicaciones coherentes para calmarlos, de allí que la mejor solución es esta: romper el puente y no recibirlos.
Pontífice viene de pontem facere, hacer un puente; si Bergoglio es pontífice, su acción muestra lo opuesto.
MUCHOS PUENTES ROTOS. – Ya rompió el puente con los obispos de los famosos dubia, rompió el puente con los obispos polacos, y seguirá rompiendo puentes. El peronista Bergoglio demuestra que de conducción es un perfecto ignorante. Este prelado es tan solo un vacuo dialéctico, y de dialéctica errónea en las leyes que la rigen. Este obispo surgido en el furor de los movimientos sacerdotales argentinos de la primavera del 60, solo conoce de dobles discursos, de doble vida, de ser prelado ortodoxo por un lado, y de ser judío, mahometano y sobretodo pentecostal por el lado oscuro de su personalidad.
CRISIS DE IDENTIDAD. – ¿Qué es Bergoglio? Pentecostal entre los pentecostales, judío entre los judíos, mahometano entre los musulmanes; ¿acaso podría ser también católico? Obispo de Roma entre los papas, pero no se define Papa. Toda una pseudo identificación que parece un edificio construido sobre arena.
Curiosa personalidad la suya, que se aproxima a todo y no es nada en concreto. Personalidad abstracta, que a todo pretende y a nada llega; salvando, claro está, los dólares de algún tesoro oculto, como el fabuloso tesoro de los Franciscanos de la Inmaculada, que nadie ha podido encontrar, ni siquiera Monseñor Alí Babá diciendo: “Ábrete Césamo”.
LA INCLUSIÓN COMO PROYECTO RELIGIOSO. – Hoy existe la vaga idea abstracta de la inclusión. Incluir, incluir, incluir,... lo cual es idéntico a mezclar en la licuadora religiosa toda suerte de creencias, para no aportar ninguna en concreto, es el relativismo.
Del torpe ejemplo bergogliano, toman otros enseñanzas nefastas, como la de quitar una imagen de la Virgen de la escuela católica SanDomenico School en San Anselmo, EEUU, para hacerla másinclusiva. Ahora San Domenico School en San Anselmo no es católica, ni es lo que se propone incluir. Es una educación etérea, vaga y relativista.
ICONOCLASTAS AL PODER. – Así eran las cosas entre la generación perdida de sacerdotes argentinos en la década del 70, el Concilio era la excusa para remover estatuas de las iglesias, ahora lo es la inclusión bergogliana. Esto posee un nombre, es el reinado de los iconoclastas.
AL PSICOANÁLISIS. – Vaya si será enmarañada la personalidad bergogliana que pasó hasta por la reposera del psicoanálisis, tal como lo relata una nueva biografía suya.
EL PROYECTO EURABIA. – Mientras tanto el primer ministro de Hungría Viktor Orban denuncia:
Existe un plan para entregar a Europa en las manos de una población cosmopolita con preeminencia musulmana.
Por supuesto, Bergoglio es uno de los ejecutores inclusivos para aplicar este monstruoso proyecto. Incluir y romper puentes.
SEGUIR AL PAPA HEREJE. – Este es un papado acabado, ¿cuánto tiempo puede seguir ejecutándose, solo la providencia lo conoce: la providencia y aquellos que afirman como el jesuita Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid:
Aunque el Papa fuera un hereje, que lo puede ser, no hay razón para hacer una iglesia al lado de la del Papa.
RESISTENCIA. – Nótese la contradicción, y en este caso de un jesuita. Han perdido su capacidad de razonamiento coherentemente. Admite en el fondo la herejía bergogliana, pero no distingue entre la Iglesia real, cuya cabeza es Jesucristo, y su doctrina, de la Iglesia formal, cuya cabeza dice ser Bergoglio, el relativista.
Si la Iglesia formal responde al relativismo herético, el católico se mantiene en la Iglesia real, no en la formal, la cual debe ser criticada, corregida y denunciada. Esto implica que se debe fortalecer la Fe, se debe recibir la Gracia que se transmite por la Iglesia formal, y se debe proclamar la Iglesia real: es lo que llamamos resistencia.

No rompemos el puente de la doctrina que nos comunica con la Iglesia real, ni rompemos el puente que nos comunica con la Iglesia formal. Los únicos que han creado una iglesia paralela, son los bergoglianos y su banda de jesuitas, quienes han roto el puente con la doctrina de Jesucristo y por ende, con la Iglesia real.