Ninguno después de encender una antorcha la tapa con una vasija, ni la mete debajo de la cama; sino que la pone sobre un candelero, para que dé luz a los que entran. // Οὐδεὶς δὲ λύχνον ἅψας καλύπτει αὐτὸν σκεύει ἢ ὑποκάτω κλίνης τίθησιν, ἀλλ' ἐπὶ λυχνίας ἐπιτίθησιν, ἵνα οἱ εἰσπορευόμενοι βλέπωσι τὸ φῶς. (Lucas 8,16)
Uno
de los grandes electores del antipapa Bergoglio, es el Cardenal
Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga,
prelado de origen salesiano,
donde su lema contrario
a San Juan Bosco fue: “Da
mihi cætera et tolle animas” 1.
Este
lema quedó patente en la denuncia
por estafa que Martha Alegría Reichmann, viuda del embajador de
Honduras ante la Santa Sede, denunció en su oportunidad. El peculio
de este palestino de cartón, obtuvo siempre
buenos dividendos.
Hace
unos días, en Semana Santa, durante la celebración de la Misa
Crismal en Honduras, el cardenal orquesta
Maradiaga
anunció su renuncia.Para
conmemorar
este acontecimiento,
Martha
Reichmann publicó
una carta donde
todo
el satánico affaire de quien se creía papable, sale del closet.
Dejamos el sitio donde puede leerse el texto completo.
«--¡Cuánto
daño te hicieron!--» le dijo Bergoglio a su amiguito camuflado
de palestino. ¿Y el daño que el cardenal orquesta les hizo a los
otros?
«Se
debe ir a las periferias, (Bergoglius dixit), porque esta iglesia se
mira el ombligo.»
Con
esta hermosa puesta en marcha, con este hermoso puré religioso, con
esta grandiosa superación del falso monacato de Bosé, ya no habrá
ombligo y los tontos marcharán alegres hacia la periferia herética,
o si lo prefieren, hacia el poliedro mundial.
Tony
Velázquez Ruiz
Desde https://www.gloria.tv/post/DGff8iHhY4eR2hFXG1YveDewV#5
Sigue funcionando la Mafia San Galo, ahora con más adherentes. Parecen preocupados por quienes enfrentan las locuras del antipapa Bergoglio. Después de todo, son las locuras de esta mafia religiosa. Como también es completamente lógico que busquen rescatar del naufragio, el buque insignia del Vaticano II, donde hasta las ratas lo abandonan.
El
Chamán Bergoglio, al que muchos en este cisma llaman “Santo
Padre”, sigue rengueando en su camino hacia la idolatría de la
prehistoria americana.
Mientras
algunos modernos llevan tatuajes a la moda, con los fútiles motivos que su mente produce. Bergoglio lleva divinidades de la
prehistoria, pues sueña con su rito pachamámico. Se lo debe
comprender, son las veleidades de un jesuita, grupo que se dice
religioso, y que en la actualidad da para cualquier cosa. Siguiendo a
San Pablo, estos lo prueban todo, pero luego, como en este
caso lo desobedecen, porque se quedan con lo peor.
¿A
qué responde este monigote?
No
se sabe. Se dice que es un chamán y otros afirman que es
Tunupa-Tarapacá,
una
deidad fuera del cristianismo, a quien los misioneros españoles
borraron del mapa.
Por
supuesto, todavía no había nacido el gran inculturador Arrupe,
porque de lo contrario, todavía seguiríamos haciendo monigotes en
las paredes de las iglesias.
Pero
basta que sea un monigote desconocido y hallado en la prehistoria de
estos pueblos, para que el “Santo Padre” de
este cisma, mutado ahora en chamán, se lo tatúe en un vestido litúrgico.
Traten
de no interpretarnos mal.
No
es que estamos molestos por el monigote, tampoco estamos molestos por la
diosa Pachamama con su Tunupa-Tarapacá.
Nada
de eso.
Simplemente
les advertimos que van camino a la idolatría. Sería bueno que se
decidieran de una buena
vez, o son sacerdotes o son chamanes; siguen
a Baal que
significa amo o señor,
o siguen a Jesucristo. ¿Son católicos o son sincretistas? Elijan
de una vez, pero no metan en la licuadora un catolicismo vivo con los
restos putrefactos de una antigüedad enterrada en el tiempo.
Ante
la pregunta que le formula la periodista, Lorena Bianchetti, sobre cómo vivir el
viernes santo a las 15 horas, observe el lector la actitud de “Su
Santidad”.
Al
respecto dice en su Editorial Fray Bugnolo:
«Aunque
aún no puedo verificar la fuente de este video, les pido a mis
lectores en Italia que comenten a continuación sobre su autenticidad
y si este clip ha sido editado de forma selectiva.»
Desde From Rome pueden leerse todos los comentarios, tan solo destaco este que me
parece el más apropiado:
«No
importa nuestra opinión sobre él, el pobre hombre parece drogado.
Como con un somnífero….y el comportamiento del entrevistador
dejaba mucho que desear. Que horrible. Dios ayude a nuestra amada
Iglesia.»
La
entrevista existió y se puede leer completa desde este sitio oficial. Tal como se puede ver en el vídeo, Bergoglio queda
“tildado” y allí concluye la misma.
El
término anástasis se origina del griego (άνάστασις),
conlleva el significado de un levantamiento, una ruina, una rebelión,
y finalmente se lo puede relacionar con el término latino de
resurrectio.
La
kénosis
San
Pablo es quien presenta la primera venida de Jesucristo como una
kénosis (κένωσις), es
decir, un despojarse de la autoridad divina para asumir la condición
de esclavo (Cfr. Fil. 2,7), en
cuya condición de esclavitud estaba sumergida la humanidad.
La
peor de las profundidades
Para
que se produzca esta anástasis será necesario que se llegue
al clímax más profundo de la kénosis. Este es el último
escalón del despojo de la segunda Persona de la Trinidad. Jesucristo
con su muerte ignominiosa, planificada por las autoridades judías de
la época, llega hasta el mundo primordial, al abismo cubierto de
tinieblas.
Es el
Dios Hijo, que las autoridades judías arrojaron al Hades, al
mundo pasivo. Más no se le puede pedir. Ha descendido todos los
escalones por los cuales la humanidad ha bajado, excepto en la
hamartía o el pecado.
La
materialidad
Se
inicia el Génesis con la creación del mundo primordial.
La
tierra, estaba informe y vacía, las tinieblas cubrían la superficie
del abismo.(Gén.
1,2a)
Este
mundo primordial es potencia, mundo limitado y pasivo, hecho de
simple materialidad.
Esta
materia primordial goza, según el Génesis, de tres características:
1.
Es vacío o tohw (תֹהוּ)
para el hebreo y aóratos (ἀόρατος) para el griego que
significa no ver, pues es la ausencia del ser.
2.
Es informe o (בֹהוּ)
bohw para el hebreo, adjetivo que siempre va unido a tohw. Es el
akataskéuastos(ἀ-κατασκεύ-αστος) griego,
puesto que este ser vacío no posee una forma que lo defina mejor.
3.Lastinieblas o (חֹשֶׁךְ)
joshek para el hebreo. Este scotos(σκότος) griego, es
el resultado del vacío y de la ausencia de formas.
Estos
tres elementos cubren el mundo primordial, incapaz de concebirse por
sí mismo. Como también es un mundo incapaz de actuar por sí mismo.
Como se presenta de entrada en el Génesis creativo, no existe
energía dentro de la materia, ni dentro del mundo primordial. Todo
lo opuesto al panteísmo moderno y al cientificismo que busca la
energía en la materia. Aquí toda energía está fuera de ella y es
el Espíritu de Dios quien planea sobre su límite finito.
Estamos
en un mundo incomprensible que genera el abismo (ἀβύσσου)
como una profundidad que se abre a la lógica.
Por
fuera de la Trinidad
En
cada uno de estos elementos se presenta la oposición a las tres
propiedades de la Sma. Trinidad:
1.
El vacío se opone al Dios Padre, que es la fuente de todos los
seres.
2.
Lo informe, como ausencia total de formas, se opone al Dios Hijo,
como el Logos del Padre; puesto que aún no ha proferido ninguna
Palabra, por ello no existe una forma definida, tan solo la
indefinida de materialidad.
3.
Las tinieblas señalan la ausencia
del Espíritu,pues es quien alumbra, por lo
tanto todo es oscuro e insondable.
En este caos inicial hallamos la finitud, la indeterminación,
y la pasividad.
Hamartía
o Pecado
La
hamartía(ἁμαρτία) es otro término griego que indica cometer un error fatal.
El
hombre es un microcosmos, es una hipóstasis a la cual el Logos
creador le ha agregado partes: materia y espíritu, inteligencia y
voluntad. Dirá San Buenaventura que es el más compuesto de los
seres.
Ante
esta unidad admirable y única, la hamartía consiste en
romperla, y al romperse la unidad, se vuelve a mirar hacia atrás,
hacia el mundo primordial al cual forzosamente tiende como si se estuviese en un plano inclinado. Este es el
pecado: una disociación de partes, donde cada una permanece unida,
pero conservan su capricho propio al estar disociadas entre sí.
La
muerte
Este
regreso al mundo primordial, es en esencia la muerte.
El
fruto presentado en el capítulo tercero del Génesis, no es más que
un símbolo mítico de lo que ocurrió.
Es
aquí donde nos percatamos la abrumadora kénosis de Jesucristo. El
Logos creador, luego de asumir la muerte humana, debe descender al
mundo primordial.
El ser
divino ingresó en el mundo pasivo, para imprimirle el movimiento
ascensional.
San
Buenaventura describe este clímax del descenso al Hades:
«Acabado
ya el combate de la Pasión, cuando el fiero dragón y el león
furioso se lisonjeaban de haber alcanzado victoria del Cordero,
comenzó a resplandecer en el alma, que descendía a los infiernos,
el poder de la Divinidad. Nuestro León fortísimo de la
tribu de Judá 1,
alzándose contra el fuerte armado, le arrebató la presa, que tenía
cautiva. Y hechas pedazos las puertas del infierno y encadenada la
serpiente, despojó principados y potestades y los llevó
gloriosamente, como trofeo, habiendo triunfado de ellos en sí mismo.
Entonces Cristo sacó fuera al Leviatán y le horadó la quijada;
pues había acometido a la cabeza, sin tener derecho a ella, debía
perder aún el que parecía tener sobre los miembros. Entonces el
verdadero Sansón, muriendo, dejó tendido en el campo al ejército
enemigo. Entonces el Cordero sin mancilla, con la sangre de su
testamento, sacó los prisioneros del lago vacío de agua.
Entonces a los que habitúan en la región tenebrosa de la muerte
alborearon los clarísimos rayos de la nueva luz, tanto tiempo
deseada. 2
La
hamartía del demonio
La
hamartía o error fatal cometida por el hombre e impulsada por
el demonio, se corrige con otra hamartía o error fatal del
mismo demonio, al impulsar la muerte de Jesucristo, quien no se
percató que tal hombre, era a la vez el Logos creador.
El
icono de la anástasis
La
espiritualidad oriental y la occidental del medio evo, dio gran
importancia a la anástasis, vista aquí como el descenso de
Jesucristo a los “infiernos” o al Hades griego.
Los
iconos orientales que tratan este tema, nos ofrecen una gran cantidad
de simbolismos.
Jesucristo
está envuelto en luz, es la Luz del Padre y de la divinidad. A sus
pies yace el abismo cubierto con el joshek (חֹשֶׁךְ),
el mundo de las tinieblas y el guardián del Hades vencido y atado.
Las
puertas del tohw (תֹהוּ)
que encierran a los muertos, se han roto y yacen a los pies de
Jesucristo en forma de cruz. Solo se ven en la boca del abismo,
cadenas, candados y llaves, estamos en el bohw (בֹהוּ),
en el sin sentido, en el cautiverio.
Jesucristo
ha roto las cadenas del Hades, de ese mundo primordial, y ha
rescatado a los que yacían en tinieblas. Con sus manos saca de sus
tumbas a los autores de la hamartía inicial que los llevó al
abismo: por un lado Adán y por el otro Eva, como símbolos de la humanidad creyente. Mientras tanto, ya
salieron a su derecha e izquierda, patriarcas, reyes, profetas y
almas envueltas en Luz.
La
rebelión final
De
este modo si la hamartía de los primeros hombres fue un
levantamiento, la anástasis es el auténtico levantamiento
contra el reinado de los demonios; si el pecado fue una ruina, la
muerte de Jesucristo fue la ruina de Lucifer; si la hamartía
fue una rebelión, la anástasis es la rebelión final con
quienes imponían el reino del caos primordial.
Cumplido
este levantamiento, hecha efectiva la ruina del Hades,
rebelada la humanidad junto a la humanidad de Jesucristo, se produce
la resurrección en gloria.
Melitón
de Sardes
Para
Melitón de Sardes (Siglo II), según nuevo escrito encontrado,
llamado Sermón de Viernes Santo, los fieles a los que Cristo
predicó en los infiernos, al igual que los que están sobre la
tierra, participan del triunfo de la resurrección:
La
descripción que Melitón hace del descenso de Cristo al Hades da pie
para suponer que quizá incluyó en su sermón parte de un antiguo
himno litúrgico:
Y
Él resucitó de entre los muertos y os gritó: «¿Quién es el que
lucha contra mí? Que se presente delante de mí. Yo di libertad a
los condenados e hice revivir a los muertos, yo suscité a los que
estaban enterrados. ¿Quién es el que levanta su voz contra mí?
Yo—sigue diciendo— soy el Cristo, yo soy el que destruí la
muerte y triunfé sobre mis enemigos, y aplasté al Hades, y até al
fuerte, y conduje al hombre hasta las alturas de los cielos- Yo
—dice—el Cristo. 3
Cantan
los monjes de la Abadía de Barroux en el Responsorio IV del Segundo
Nocturno de Sábado Santo:
Se
retiró * nuestro Pastor, fuente de agua viva, y en su tránsito el
sol se oscureció.
*
Ahora está cautivo aquel que tenía cautivado el primer hombre:
hoy
nuestro Salvador rompió las puertas y cerrojos de la muerte.
V.
Destruyó las cárceles del infierno, y derribó el poder del diablo.
R.
Fue hecho cautivo el primer hombre: hoy nuestro Salvador ha
quebrantado las puertas y cerrojos de la muerte.
________________________________________ 1
Respicitur Apoc., 5, 5 ; de forti armato vide Luc., 11, 21 quens
locus est Col., 2, 15 ; deinde respicitur Iob, 40, 20, 21.
2
San Buenaventura Obras de San Buenaventura Tomo II BAC FRUTO IX
NOVEDAD DE LA RESURRECCION Jesús, muerto triunfante. 33 Pág. 335.
Esta
mañana, en Roma, Aldo Maria Valli publicó su entrevista con el
arzobispo Viganò que abarca una amplia gama de temas sobre el estado
actual de la Iglesia en el mundo. (Texto completo en italiano aquí)
Y
durante esta entrevista, el arzobispo ha sorprendido al mundo
católico, al aceptar finalmente que la Renuncia del Papa Benedicto
XVI debe ser investigada; y el Cónclave de 2013, si se demuestra que
no es canónico, se declara nulo y sin efecto.
Aquí
está mi traducción al inglés del pasaje clave. Estas son las
palabras del Arzobispo:
«Ciertos
papas —no lo olvidemos— son concedidos (por Dios); otros son
infligidos (como castigo). Pero antes de hablar del próximo
Cónclave, es necesario arrojar luz sobre la abdicación de Benedicto
XVI y sobre la cuestión de los fraudes en el Cónclave de 2013, que
tarde o temprano debe dar lugar a una investigación oficial. Si se
encontraran evidencias de irregularidades, el Cónclave sería
declarado nulo, la elección de Bergoglio, nula, así como serían
nulos todos sus nombramientos, sus actos de gobierno y enseñanza. Un
reinicio que providencialmente nos devolvería al status quo anterior
a como estaban las cosas antes de él, con un Colegio cardenalicio
compuesto únicamente por los cardenales nombrados hasta la época de
Benedicto XVI, excluyendo a todos los creados a partir de 2013, todos
ellos notoriamente ultraprogresistas. Ciertamente, la situación
actual, con todas las revelaciones sobre la renuncia de Ratzinger y
la elección de Bergoglio, no ayudan al Cuerpo de la Iglesia y crean
confusión y desorientación entre los Fieles.»
Con
estas palabras, no creo que sea una exageración decir que está
citando mi artículo del 6 de marzo de 2021, titulado “El Papa
Benedicto XVI se ha preparado para el Gran Reinicio Católico del
Mundo” , donde escribí estas palabras:
Y
ese Reset comenzará proclamando la Verdad de que Benedicto XVI es el
Papa e insistiendo en un Segundo Sínodo de Sutri para deponer a
Bergoglio, el pretendiente, antipapa y falso profeta del Globalismo,
y condenar por completo todas sus falsedades, mentiras, blasfemias,
herejías y errores.
Con
Benedicto XVI restaurado, entonces la Iglesia estará facultada con
claridad para rechazar el Globalismo, el Vaticano II, el
Aggiornamento y todo lo que ha surgido del Modernismo y el
Neo-Modernismo.
Durante
mucho tiempo he criticado al arzobispo por andarse por las ramas e
ignorar estas preguntas. Si tuviera una bodega, estaría abriendo mi
segunda botella de Spumanti, ¡después de que Patrick Coffin se declarara por el Papa Benedicto!
Ahora
hagamos todos una fuerte tempestad bajo las sillas de cada obispo,
citándoles las palabras del arzobispo Viganò: ¡la renuncia y el
cónclave DEBEN SER INVESTIGADOS! Pídeles que llamen a un Consejo
provincial en la Provincia de Roma, Italia, que pueda escuchar y
decidir legalmente estas cuestiones, o por un Consilio general.
¡Ahora
llegó el momento para la guerra! ¡Viva el Papa Benedicto XVI, que
pronto sea restaurado al gobierno de la Iglesia!
El
autor de este Himno, el cual se canta en vísperas durante la Semana
de Pasión y la Semana Santa, es Venantius Fortunatus (530-609).
La
poesía de Venancio marca el límite entre la antigüedad romana y la
literatura medieval. Nació cerca de la actual Treviso y estudió en
Rávena.
En el
565 peregrina en agradecimiento hacia la tumba de San Martín de
Tours, estableciéndose dos años después en Poitiers. Allí fue
ordenado sacerdote y en el 599 obispo de dicha ciudad.
Este
himno en honor a la Santa Cruz, lo compuso el autor, cuando el
emperador Justino II y la emperatriz Sofía envían un trozo de la
Cruz, a la reina Radegunda, que se había retirado a un monasterio
cerca de Poitiers. El himno, junto con otros, acompañó la reliquia
en su procesión.
Hymnus
in honore sanctæ crucis / Himno en honor a la Santa Cruz
El
texto original del himno sufrió con el paso del tiempo
modificaciones, reformas y añadiduras.
Describir
el proceso donde los himnos de Venancio llegaron hasta los textos
actuales, es todo un rompecabezas. Para el texto original, sigo el
texto presentado por la Biblioteca Augustana 1,
el cual está tomado de una edición de Berlín en 1881, editado por
Friedrich Leo en Auctores antiquissimi IV/1.
En el
año 1632, el Papa Urbano VIII reformó todos los himnos que se
cantaban en las horas litúrgicas. Como se ve, la reforma
protestantizada de Bugnini se toma de la posibilidad de reformar los
textos originales, sobre todo en una época, donde el autor carecía
de todo valor. Por supuesto, es necesario decir que Urbano VIII era
católico, mientras Bugnini fue sacado del Vaticano por masón.
Al
mismo tiempo, el texto sufrió variantes, en manos de los
monasterios. Personalmente sigo en la música al rito monástico, el
cual se muestra en el vídeo al final del artículo, basado en textos
del 1934. Para los que no siguen el rito monástico, dejamos el texto
que se canta en la liturgia gregoriana.
Para
que el lector entienda esto, dejo la traducción versificada del
texto romano. Sobre el texto latino dejamos tres versiones: el que se
considera original, el monástico que va entre paréntesis simultáneo
al texto original en nuestro comentario, y el romano reformado por el
papa Urbano VIII.
Las
estrofas 2, 7 y 8 del original, se omiten cuando el canto se emplea
en la liturgia.
Un
autor anónimo posterior, agregó las dos estrofas finales en honor a
la Santa Cruz.
Estamos
ante uno de los himnos más grandes de la liturgia occidental. Poder
entender el himno, es menester conocer el dogma de la Redención,
dogmas hoy olvidados por muchas de nuestras nefastas y necias
autoridades eclesiásticas, que actúan sin ninguna base dogmática.
Del
dogma se pasa a la poesía, y es allí donde interviene la mística,
con su lenguaje propio, donde las palabras indican que son
insuficientes para expresar el misterio representado.
Primera
estrofa
Esta
insuficiencia del lenguaje, es lo que percibimos en la primera
estrofa. He aquí una versificación castellana del texto romano:
Las banderas reales se
adelantan
Y la Cruz misteriosa en
ellas brilla:
La Cruz en que la Vida
sufrió muerte
Y
en que sufriendo muerte nos dio vida.
Texto
Original
Texto
reformado por Urbano VIII
1
Vexilla
regis prodeunt,
fulget
crucis mysterium,
quo
carne carnis conditor
suspensus
est patibulo.
1
Vexilla
Regis prodeunt;
Fulget
Crucis mystérium,
Qua
vita mortem pértulit,
Et
morte vitam protulit.
Es la
cruz del misterio, pues la Vida de Jesucristo sufrió la muerte y
sufriendo la muerte otorgó la Vida para quienes siguen este
estandarte. El texto latino reformado por Urbano VIII contrapone los
verbos pértulit, y protulit, ambos
verbos compuesto del verbo irregular fero
en Pretérito Perfecto, uno con la preposición per
y el segundo con la preposición pro:
per-fero: llevar la
vida hasta la muerte; y pro-fero
sacar la vida de la muerte.
Por su
parte Venancio es más descriptivo, el texto monástico no hace caso
a la reforma barroca de Urbano, y mantiene el original de los dos
últimos versos, el cual afirma que el Creador de la carne, en carne
subió al patíbulo.
Tercera
estrofa
Ella sostuvo el
sacrosanto cuerpo
Que al ser herido por la
lanza dura
Derramó sangre y agua en
abundancia
Para
lavar con ellas nuestras culpas.
Así
se versificó en castellano la versión de Urbano VIII; la monástica
mantiene el original, y en ambos casos no varía el sentido amplio.
Quien
fue herido por la lanza arroja agua y sangre para lavar la Humanidad.
El agua lava los crímenes y la sangre purifica lo lavado. Si Juan
el Bautista lavaba con agua la conversión, la sangre de Jesucristo
lavó en forma definitiva la desordenada naturaleza humana.
Texto
Original
Texto
reformado por Urbano VIII
3
Quo
vulneratus insuper
mucrone
diro lanceæ,
ut
nos lavaret crimine,
manavit
unda et sanguine.
3
Quæ
vulnerata lanceæ
Mucrone
diro, criminum
Ut
nos lavaret sórdibus,
Manávit
unda et sánguine.
Cuarta
estrofa
En ella se cumplió
perfectamente
Lo que David profetizó
en su verso,
Cuando dijo a los pueblos
de la tierra:
"Nuestro
Dios reinará desde un madero".
Texto
Original
Texto
reformado por Urbano VIII
4
Inpleta
sunt quæ concinit
David
fideli carmine,
dicendo
nationibus:
(Dicens:
In nationibus)
regnavit
a ligno deus.
4
Impléta
sunt quæ concinit
David
fidéli carmine,
Dicendo
natiónibus:
Regnávit
a ligno Deus.
La
cuarta estrofa hace mención a los Salmos que se atribuyen al rey
David, concretamente al Salmo 95, el cual concluye de este modo:
(el
Señor)... viene a gobernar la tierra. Gobernará la tierra con
justicia; gobernará los pueblos con su verdad.
El
salmo sufre un añadido que no se halla en la versión hebrea y falta
en muchos códices griegos. El agregado al que hace referencia
Fortunato, fue una nota útil para la enseñanza. El texto con este
dato, lo cita Tertuliano, San Agustín y Gregorio de Tours; más aún,
San Justino quien ignoraba que fuese un agregado didáctico, acusa a
los judíos de haberlo borrado por hacer alusión a Jesucristo. Como
se ve, figuraba en muchos textos de la época. San Justino escribe en
griego, aún estando en Roma, señal que lo obtuvo de un texto
griego. Esto hace que su apología se extienda en los textos latinos,
donde lo toman el resto de los autores.
Esto
era frecuente en los viejos textos, donde explicaciones y texto no se
diferenciaban en absoluto. Y para dato de los protestantes,
ignorantes en su gran mayoría, aún no existía la imprenta ni el
derecho de autor.
Para
explicarlo mejor, en casa poseo muchos libros usados, sus dueños
anteriores hacían anotaciones en los márgenes, con lápiz o con
tinta. Al leer el texto reconozco gracias a la imprenta que son
añadiduras. Pero por entonces no existía imprenta y en algunos
casos era difícil diferenciar texto de explicaciones. De allí que
para los protestantes desaforados, que utópicamente siguen buscando
el texto original, se hace forzoso decirles, que sin imprenta ellos
no existirían, pues su tradición está ligada a las consecuencias
inevitables de este invento renacentista.
No es
de extrañar, que los reformadores del Vaticano II intentaran abolir
el himno por esta cita, lo cual debe verse con una visión amplia. La
mezquindad junto a la ultracorrección, no deben estorbar la piedad
litúrgica. Más aún, al ingresar el himno en la liturgia, entra de
hecho en la Tradición, algo que el Vaticano II olvidó definir, pues
la liturgia es parte integrante de la Tradición. Es lo que Urbano
VIII vio, y que los reformadores del Vaticano II nunca vieron, o no quisieron ver.
Y que
Dios reina desde un madero, es Verdad, lo haya dicho David, o el
anónimo que lo adosó. Por otra parte, David no escribió todos los
salmos, sino que simplemente se le atribuyen, como aquí erróneamente
también se le atribuye. Además esto es Verdad para los ignorantes
iconoclastas musulmanes. Todos verán en breve este signo en los
cielos, y se golpearán el pecho, pues Dios reina desde el madero.
Quinta
estrofa
¡Árbol lleno de luz,
árbol hermoso,
Árbol ornado con la
regia púrpura,
Y destinado a que su
tronco digno
Sintiera
el roce de la carne pura!
Texto
Original
Texto
reformado por Urbano VIII
5
Arbor
decora et fulgida,
ornata
regis purpura,
electa,
digno stipite
tam
sancta membra tangere!
5
Arbor
decora et fulgida,
Ornata
Régis purpura,
Elécta
digno stípite
Tam
sancta membra tángere.
Árbol
de Luz, Luz que brota de la sangre púrpura. La madera es elegida
directamente por Dios, pues Jesucristo aceptó por obediencia la
muerte que su Padre le ordenó padecer, y esta madera luminosa y
púrpura tocó los miembros del Salvador de la Humanidad, al mismo
tiempo está dispuesta para sufrir nuevamente la muerte por cualquier
pecador que así lo necesite. Su renovación de la muerte se hace en
el sacrificio de la misa tridentina tradicional, que así lo realiza.
Sexta
estrofa
¡Dichosa Cruz que con
tus brazos firmes,
En que estuvo colgado
nuestro precio,
Fuiste balanza para el
cuerpo santo
Que
arrebató Su presa a los infiernos!
Aquí
nos hallamos con variantes, las cuales no cambian el sentido
general. El texto original, sufre cambios en el rito monástico, es
el que colocamos entre paréntesis, al mismo tiempo el texto
reformado mantiene con cambios el original. Es aquí donde vemos lo
dificultoso de llegar al supuesto texto original, pues el presentado
por la Biblioteca Augustana, puede ser tomado en duda.
Vemos un ejemplo de lo que sucede con todos los textos antiguos, sin
excepción de ninguna índole.
Texto
Original
Texto
reformado por Urbano VIII
6
Beata
cuius brachiis
pretium
pependit saeculi!
(Sæcli
pependit pretium)
statera
facta est corporis
(Statera
facta córporis,)
praedam
tulitque Tartari.
(Prædámque
tulit tártari.)
6
Beáta,
cujus bráchiis
Prétium
pependit sæculi,
Statera
facta córporis,
Tulitque
prædam tartari.
La
Cruz es “beata”, bienaventurada, por lo dicho acerca de la Luz,
la púrpura de la sangre que corrió por ella, y por su elección;
pero falta algo más: La Cruz es la balanza de los siglos, donde
colgó el precio necesario para rescatar del Tártaro la muerte, no
solo del cuerpo sino también la eterna del espíritu. Hasta entonces, nada
podía vencer el peso del platillo del Tártaro, siendo la Humanidad
condenada a morir.
Cantan
los versos del Salmo 48, atribuido al rey David:
Nadie
puede rescatar al hombre de la muerte,
nadie
puede dar a Dios su rescate;
pues
muy caro es el precio de rescate de la vida,
y
ha de renunciar por siempre
a
continuar viviendo indefinidamente sin ver la fosa. (8-10)
La
muerte de Jesucristo pudo vencer el peso de la muerte colgando en el
platillo de la Vida, anulando los versos de David.
Esta
estrofa se canta de rodillas en el Oficio de Vísperas. Es una
adoración a la Luz que brota de ella, a la púrpura que pagó el
rescate al Tártaro; Cruz que no solo es pasado, sino que sigue
actuando, pues el precio del rescate otorga la Luz o la Gracia divina
y borra los pecados y las culpas.
Décima
estrofa
Recibe, oh Trinidad,
fuente salubre,
La alabanza de todos los
espíritus,
Y Tú que con tu Cruz nos
das el triunfo,
Añádenos el premio, oh
Jesucristo.
Amén
Texto
monástico
Texto
reformado por Urbano VIII
10
Te
Summa Deus Trinitas,
Collaudet
omnis spiritus :
Quos
per Crucis mysterium
Salvas,
rege per sæcula. Amen.
10
Te,
fons salútis, Trínitas,
Collaudet
omnis spíritus:
Quibus
Crucis victóriam
Largiris,
adde præmium.
Amen.
Como
sucede en todos los himnos, la última estrofa es una doxología a la
Trinidad, adaptada en este caso a la victoria del misterio de la
Cruz.
El
vídeo que va a continuación, está tomado en vivo de la Abadía de
Barroux, los monjes colocan todas sus oficio, excepto los nocturnos,
para que puedan seguirse. Este es el link de la abadía. El texto
está tomado del Antiphonale Monasticum pro Diurnis Horis de 1934,
Páginas 383 y 384.