Calesita

viernes, 31 de mayo de 2019

Gran Derrota de la Revolución Vaticana



Para que se tenga una dimensión, del estrepitoso fracaso de Bergoglio en las elecciones europeas dentro de Italia, traduzco este artículo de Nino Spirlì en un blog del periódico Il Giornale, quien no hace otra cosa que expresar el sentimiento católico, ante la derrotada Revolución Vaticana en Italia. Lo escrito en negrita, es propio del autor.
El Papa perdió las elecciones.
Lunes, 27 de mayo de 2019 - San Liberio - desde Casa Spirlì, en Calabria
Que era seguro, evidente, inevitable, inexorable, diría yo, lo sabíamos muchos.
Tal vez, todos. Excepto por el parpadeo de las túnicas de seda púrpura que todavía vuelan por las habitaciones sagradas, pululando como murciélagos sangrientos.
Sólo ellos, y el fracasado gaucho de las pampas argentinas, no querían creerlo. Casi tanto como no creen - ¡que Dios perdone! - a la divinidad de Aquel que, para muchos de ellos, es cada vez más el "hijo del carpintero", el "primer socialista de la historia", el "revolucionario" ante litheram.
Sin embargo, la gran victoria de Matteo Salvini fue tan tangible, tan verdadera, casi tanto como lo es la Resurrección del Hijo de Dios.- ¡que solo los mentirosos u obtusos de mala fe no podían “no percatarse”! Ese apocalipsis de votos, que ayer infló en las encuestas en toda Italia, estuvo allí, a la vista: votos espontáneos, enmarcados por las fatigas de los italianos, por su desesperación, en las mortificaciones sociales que han sufrido desde hace una década.
Desde ese sentido de soledad al que nuestros presuntos pastores, nuestros guías espirituales, nuestros confesores, nuestro propio Papa también nos expusieron, callando o eludiendo los verdaderos oprobios de esta vida inmunda. Sobre los pecados de los pedófilos, por ejemplo, los componedores, los ladrones de sacristía, los bufones de la casa canónica ...
Qué espantosa sensación, el despojo de los oratorios, de los altares, de las iglesias, para transformar todo en hangares desconsagrados en los que puede pasar cualquier cosa, desde un ligero concierto a la canasta, desde la oración de los infieles a una discoteca ... Qué afán, tener que defenderse de las homilías que parecen comicios, de las conferencias de prensa vaticanas que de religiosas ya ni siquiera tienen la sotana ...
Qué pena, esta muerte por asfixia de nuestra Fe, perpetrada por quienes deberían divulgarla, celebrarla, defenderla.
¡Y qué asco, la continua invasión en la política italiana de curitas y grandes sacerdotes de todo tipo y jerarquía!
Hicieron y dijeron de todo, para impedir el avance de Matteo Salvini, un Cristiano Católico, hacia el Palacio. Incluso llegaron a "escandalizarse" por haberlo visto "blandir" Rosario y Evangelio, por haberlo oído "encomendar" a los italianos e Italia ¡¡¡ al Inmaculado Corazón de María !!!
Tal vez, para cierta Iglesia, agradaba más Andreotti, como "político católico" ...
¡Han amenazado casi con anatemas, y excomuniones! ¡Han mezclado sus defectos personales con la Voluntad de Nuestro Señor! Hasta este coraje tuvieron, sí!
¡Avergüencense y arrepiéntanse hoy, cardenales hermanos y hermano papa, e inclínense, esta vez sí, ante la elección del Pueblo de Italia! ¡Arrepiéntanse, y cómo! ¡Por haber podido pensar que podían hablar en Nombre de Dios a los hijos de Dios! Porque, digámoslo, para ser realistas, para ser verdaderamente un instrumento de Él, deberían hacerse atravesar las carnes humanas por la Luz del Espíritu. Deberían. ¿Pero no les asusta la Luz?
Mientras tanto, solo para no permanecer con las manos sin hacer nada, – teniendo en cuenta que, en sus manos, el Rosario no lo vemos nunca – lámanse las heridas y reflexionen. Tal vez, hagan una lectura cuidadosa del evangelio. Y también de la Biblia: que no les hará mal.
Y recuerden: Dios, a menudo, muy a menudo, hace uso de valientes conductores, intrépidos Cruzados, en lugar de sibaritas suaves y alegres, asfixiados en bálsamos y grasas como las cerdas embarazadas... Reflexionen ...
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 1
Si el artículo ya de por sí es preocupante e interpelante, el porteño Bergoglio, mal llamado gaucho por Spirlì, (pues no ostenta un solo valor gauchesco, el gaucho era otra cosa...), termina ofreciendo una entrevista, rompiendo con su norma táctica de guardar silencio sobre el caso del Tío Ted, donde Pinocho quedaría hecho un héroe de historieta, frente a su espantosa figura hecha de olvidos voluntarios y mentiras, la cual, ya nadie puede salvar.
Es indudable, que esta Revolución, entró en su etapa donde la decadencia se hace cada día más profunda, y esta derrota tiene un solo nombre: los revolucionarios vaticanos, junto a su desgastado líder: Bergoglio, quien destruye todo lo que toca.
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martes, 28 de mayo de 2019

Otro fracaso


Luego de las últimas elecciones europeas en Italia, emerge un gran perdedor: Bergoglio, metamorfoseado en el Francisco. Como de costumbre, el necio porteño, pensó que su orden era suficiente para que todos los católicos italianos se plegaran a su política, es decir, votar por la izquierda democrática y seguir introduciendo musulmanes en la península. La Conferencia Episcopal Italiana, títere de sus órdenes se plegó a la Revolución Vaticana, pero el pueblo italiano no la escuchó y le dio la espalda. Los italianos eligieron como en un plebiscito: o la política del porteño o la realidad; y eligieron la realidad.
Bergoglio no se ha percatado todavía que el pueblo italiano, no está hecho de jesuitas (a Dios gracias), donde se da una orden y todos obedecen en silencio, aunque de mala gana.
Este es el fin del político Bergoglio, donde el porteño solo ve acumular en su torpe revolución, fracaso tras fracaso, sin darse por vencido.
El gato siempre cae parado, y previendo su derrota, habría tratado de caer en pie, afirmando que Italia no puede absorber todos los migrantes musulmanes. Es su táctica de la paradoja de los opuestos, donde por las circunstancias se afirman dos opuestos al mismo tiempo; tal como hizo con la tradición, negando las tradiciones un día y afirmándolas ante los ortodoxos al otro día. Típico de su derruida personalidad, carcomida por las dudas que le asaltan.
Los blogs italianos exultan por su derrota, y alaban a Salvini, Ministro del Interno, quien encomendó Italia al Corazón Inmaculado de María. Por supuesto, los jesuitas se pusieron nerviosos, lo mismo que el Vaticano, y lanzaron anatemas verbales sobres su persona.
Si esta elección fue un plebiscito en Italia sobre la migración indiscriminada de musulmanes, debemos decir, que Salvini ganó y Bergoglio salió derrotado. Por supuesto, la prensa oficial argentina, hizo mutis por el foro, sacando el diario La Nación, donde escribe la Piquè, una pobre mujer que no ve más allá de sus ruleros, y lo hizo con toda saña usando calificativos, que dicho periódico debería poner freno. Como sus adjetivos de xenófobo y ultraderechista, pues el periódico pierde calidad, además de enemistarse con los italianos, he aquí algunos ejemplos:
Salvini,... el líder de la xenófoba y ultraderchista Liga...
...aparecieron repentinamente en actos de Salvini opositores que, disfrazadas de Zorro, manifestaron en forma pacífica e irónica su rechazo a sus posturas de extrema derecha y xenófobas
En este clima electoral marcado por una batalla entre dos visiones de Europa y de Italia, el Papa argentino -defensor de pobres, excluidos e inmigrantes-, quedó involucrado, … 1
Piqué, no digas mentiras. No quedó involucrado, se involucró solo el muy tonto, y obligó a la Conferencia Episcopal Italiana a involucrarse; ahora no sabe como salir a flote. Ser Papa no se agota con ser -defensor de pobres, excluidos e inmigrantes- es algo más, algo que él no tiene y que los católicos encontraron en Salvini, con un catolicismo sui generis. Ahora ya puede decir Bergoglio que le robaron el rosario que nunca le vemos o el crucifijo que cambia por signos de los chamanes; mientras tanto el “Zorro” ahora puede reclamar los derechos a comunistas y socialistas por usar su imagen en la campaña política. Como Salvini había declarado que en su infancia le habían robado un Zorro, el metamorfoseado partido comunista arremetió contra él con la imagen que vemos en la portada.
Como dicen algunos, Bergoglio es un fracaso, como Papa, como político y ahora como Zorro, siendo vencido por un simple sargento García.
¡Qué vergüenza! Ser derrotado por un xenófobo y ultraderechista.



lunes, 20 de mayo de 2019

Cansancio revolucionario


Toda revolución es obra de los hombres, y el Espíritu Santo nunca habita en ella. La Revolución Vaticana de estos momentos, con sus dos papas, uno activo y el otro pasivo, es obra de la improvisación y de la torpeza humana, no del Espíritu Santo, y por mas que ladre Spadaro, jesuita de vanguardia, esto no cambia.
Esto lo manifiesta a las claras, el cansancio de esta revolución humana, cuyas fuerzas comienzan a debilitarse, y en estos días, algo parece que se ha roto.
Como Bergoglio es un buen peronista, de acuerdo a la última visión que tenía este anciano líder argentino, en toda revolución estaban los apresurados y los retardatarios. Eran los términos con los cuales ilustraba en sus conferencias a los trabajadores.
En otras palabras y usando figuras de otras revoluciones, podemos hallar en esta auténtica Revolución Vaticana, “jacobinos” y “cordeleros”, o tal vez, “bolcheviques” y “mencheviques”.
Estas alianzas iniciales, en un punto de cada revolución se rompen. Lo mismo acontece en esta Revolución Vaticana, y nos lo dicen algunos acontecimientos de estos días.
El detonante han sido las últimas declaraciones de Bergoglio contra las diaconisas.
El “jacobino” Andrea Grillo, (Savona, 1961) quien desde 1994, enseña Teología de los sacramentos y Filosofía de la Religión en Roma, en el Pontificio Ateneo S. Anselmo; y Liturgia en Padua, junto a la Abadía de Santa Justina, era el que quería en el 2017 desterrar a Benedicto XVI.
Personaje revolucionario de alto vuelo, se afirma que estaba elaborando una misa ecuménica, como si el Novus Ordo no lo fuera ya en forma suave. Grillo quiere más. Es entonces que este “jacobino” arremetió contra las afirmaciones del “cordelero” Bergoglio, que en sus dichos y desdichos afirmó el 10 de mayo, que con las diaconisas “no podemos ir más allá de la Revelación":
"Este es precisamente el punto. Establecer cuál es el límite de la Revelación. El silencio no es un límite insuperable, excepto para los que no tienen coraje".
Ya lo escribía en su sección, el conspirador Martini, “manager” de Bergoglio en el Corriere della Sera de 2009, quien era otro “cordelero”:
El sacerdocio de las mujeres ha sido excluido aún últimamente por el Papa Juan Pablo II. Recientemente hubo ordenaciones presbiteriales y episcopales de mujeres en distintos lugares de la Comunión Anglicana. Esto ha creado muchas oposiciones internas y no pocos presbíteros anglicanos y también algunos obispos se pasaron a la Iglesia Católica. En la acción de la Iglesia latina no existe discriminación, porque todos los cristianos son iguales y tienen los mismos derechos, pero no existe para ninguno el derecho de ser ordenado sacerdote. Existe también el argumento de la igualdad de oportunidades, pero esto no ha penetrado bien en la praxis de la gente.
Bergoglio sigue su línea. Hay que esperar, esto todavía no ha penetrado bien en la praxis y aquí lo que manda, no es la Revelación, como se creyó tontamente el “jacobino” Grillo, aquí lo que manda es la praxis revolucionaria, la cual no está todavía en pleno auge. Esto explica qué hace Tucho en la Plata, o que hará Mattasoglio en Perú.
Lógicamente, los curas "jacobinos" que rompieron con su celibato, se pusieron algo nerviosos, así leemos:
En un artículo en la especie de medio digital que dirige otro ex-cura, Jose Manuel Vidal; el auto proclamado «teólogo» y «cura casado», Jorge Martínez, le dice a su «Hermano Francisco» que estamos entrando de nuevo en un proceso de involución; y le pregunta… ¿por qué nos «desinflas» las expectativas de una profunda reforma de la Iglesia? 1
Acusar al “cordelero” Bergoglio de involutivo, es un espantoso insulto revolucionario a su persona, que indica que en esta Revolución Vaticana, algo se ha roto, y los “jacobinos” están desencantados y han retirado su apoyo revolucionario, al menos por el momento.
Es el cansancio revolucionario, que lentamente va desgajando los apoyos iniciales de estos iluminados dejando escoria por el camino.
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miércoles, 15 de mayo de 2019

Ad cenam Agni providi

Este himno pascual de vísperas, oriundo en la escuela ambrosiana, se fija en el Siglo VI y se inicia con la primera estrofa, donde ya en el primer verso se nos dice que existen del mismo dos versiones distintas.
Primera estrofa
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
Ad cœnam Agni providi,
stolis salutis candidi,
post transitum maris Rubri
Christo canamus principi.
Ad regias Agni dapes,
stolis amicti candidis,
post transitum Maris Rubri,
Christo canamus Principi:
Mientras el original se inicia invitando a la cena del Cordero (Agni) que prevé el futuro (providi); la reforma barroca invita al sacrificio (dapes) del Cordero (Agni) real (regias).
Ya desde esta introducción, nos presentará Urbano VIII su enfrentamiento frontal con la reforma protestante. Mientras para los luteranos la misa era una cena, para la versión reformada de Urbano VIII es un sacrificio. Si en la versión original podían existir ambigüedades, Urbano VIII las corta de raíz.
Hoy presenciamos todo lo opuesto, donde se vuelven a las ambigüedades, para que cada uno elabore su propia versión teológica, ya sea real, ya sea falsa.
El segundo verso, vuelve a la carga para contrastar de lleno con la teología luterana.
La versión original habla de las blancas (candidis) vestiduras sacerdotales (stolis) de salvación (salutis). Esto encaja perfectamente con la teología luterana, donde el hombre es un depravado moral sin solución, por tal motivo, lo único que puede hacer Dios es revestirlo de un vestido para poder salvarlo, es el stolis salutis.
Esto para la contrarreforma católica generaba una ambigüedad en consonancia con el luteranismo, por tanto se cambió de lleno, afirmando que se va con vestiduras sacerdotales (stolis) blancas (candidis), pero estos vestidos son simplemente exteriores (amicti), no son vestidos que producen la salvación. El vestido blanco se usaba en los bautizados del domingo de pascua y lo llevaban puesto hasta el sábado siguiente o sabbato in albis.
Los últimos dos versos, son comunes, pues hacen referencia a la Historia Sagrada:
Después de pasar (post transitum) el Mar Rojo (maris Rubri) cantemos (canamus) al Príncipe Cristo. La Pascua es un paso, como el del Mar Rojo, del cual recibe su figura. Como los hebreos pasaron de la esclavitud a la libertad, así por la Pascua se sale de la esclavitud del demonio a la libertad de los Hijos de Dios.
Del mismo modo que Moisés entonó un cántico al salir de Egipto, del mismo modo se entona este himno, el nuevo Cántico de Moisés, ante este portentoso cruce de otro Mar, rojo por la sangre del Cordero.
A partir de aquí, afirman algunos que se inician dos himnos distintos. No es así, el tema es uno, por lo tanto el himno es el mismo, solo hallamos dos versiones con un mismo esquema estructural, siendo el de la versión reformada, una elaboración que se enfrenta de lleno con la reforma protestante.
Segunda estrofa
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
Cuius corpus sanctissimum
in ara crucis torridum,
sed et cruorem roseum
gustando, Deo vivimus.
Divina cujus caritas
Sacrum propinat sanguinem,
Almique membra corporis
Amor sacerdos immolat.
El original, de la escuela ambrosiana nos dice:
De cuyo cuerpo santísimo (cuius corpus sanctissimum) ardiente (torridum) en el ara de la cruz, (in ara crucis), vivimos en Dios (Deo vivimus) experimentando (gustando) su rosada (roseum) sangre derramada (cruorem).
La estrofa hace alusión a la eucaristía, y la ve como cuerpo ardiendo en las brasas del altar de la cruz y como sangre rosada, por todo lo cual vivimos en Dios.
Esta estrofa no satisface plenamente y puede ser ambigua en algunos aspectos con el luteranismo, por lo tanto se le da corte total y se cambia, de allí la Versión reformada:
De cuya caridad divina (Divina cujus caritas) se convida (propinat) la sagrada sangre (sacrum ... sanguinem) y (-que) el Amor sacerdote (amor sacerdos) inmola (immolat) las almas y los miembros (almique membra) de su cuerpo (corporis).
De la pascua de Jesucristo, se pasa a la pascua del cristiano, quien es miembro del cuerpo místico de Jesucristo, quien como Sumo Sacerdote, ahora inmola a su propio cuerpo, que son los cristianos. Quien lo impulsa a realizar este sacrificio sagrado, es el ágape (αγαπη) griego, término que en latín no halla una traducción exacta, de allí que se lo puede citar como caritas o como amor, pues es ambas cosas a la vez. Como se ve, esta estrofa cuesta ser digerida en el estómago de un luterano.
Tercera estrofa
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
Protecti paschæ vespero
a devastante angelo,
de Pharaonis aspero
sumus erepti imperio.
Sparsum cruorem postibus
Vastator horret Angelus:
Fugitque divisum mare;
Merguntur hostes fluctibus.
La versión original se centra en la narrativa de la historia sagrada, como figura de la pascua cristiana.
Protegidos (protecti) del angel de la muerte (a devastante angelo), en las vísperas de pascua (paschæ vespero) fuimos sacados (sumus erepti) de la despiadada tiranía (aspero imperio) del faraón (Pharaonis). Con la pascua, el cristiano es sacado del imperio del demonio, quien es el ángel de la muerte.
La versión reformada también se hace eco de la narrativa:
Salpicadas (sparsum) sobre las puertas (postibus) la sangre ( cruorem), se horroriza (horret) el ángel (Angelus ) asolador (vastator) y (-que) se huye (fugit) por la división en el mar (divisum mare), y con las olas (fluctibus) se sumerge (merguntur) a los enemigos (hostes).
Cuarta estrofa
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
Jam pascha nostrum Christus est,
agnus occisus innocens;
sinceritatis azyma
qui carnem suam obtulit.
Jam Pascha nostrum Christus est
Paschalis idem victima,
Et pura puris mentibus
Sinceritatis azyma.
La versión original busca unir el significado cristiano con la fiesta judaica de los panes ácimos, que se inicia el jueves (nuestro jueves santo) y se prolonga hasta el jueves siguiente, abarcando parte de nuestra octava de pascua. Los panes ácimos se traducen con el significado de la sinceridad del cristiano, y por esta pureza del cristiano se ofrece la carne del cordero inmolado en pascua. De este modo se busca unificar la fiesta de los ácimos con la eucaristía y unirla a la carne de Cristo.
Ya (jam) Cristo (Christus) es (est) nuestra pascua (pascha nostrum), el cordero (agnus) inocente (innocens) fue muerto (occisus); los ácimos (azyma) de la sinceridad (sinceritatis) que (qui) ofreció (obtulit) su carne (carnem suam).
La versión reformada emplea el mismo concepto con la intención precisa de contrastar con el luteranismo:
Ya (jam) Cristo (Christus) es (est) nuestra pascua (pascha nostrum), es él mismo (idem) la víctima (victima) de la Pascua (Paschalis); y (et) los ácimos (azyma) de la sinceridad (sinceritatis) es la pureza (pura) en las mentes puras (puris mentibus).
Resulta algo oscuro el texto original, dado el enlace de las figuras y su significado. Para ser más explícito, ya no se trata de la sinceridad y pureza solo de Jesucristo, sino también del cristiano. Decir que la mente es pura, resulta chocante para la concepción protestante, donde el hombre es una naturaleza depravada.
Quinta estrofa
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
O vera cæli victima,
Subjecta cui sunt tartara,
Soluta mortis vincula,
Recepta vitae præmia.
O vera, digna hostia,
per quam franguntur tartara,
captiva plebs redimitur,
redduntur vitæ præmia.
La versión original ofrece una síntesis de los efectos de la pascua cristiana:
Jesucristo es la verdadera víctima celestial (vera cæli victima). El término víctima se emplea para quien es sacrificado, no se trata de un accidente casual. Por el mismo hecho de ser sacrificado algo perteneciente al orden celestial, el Tártaro (tartara) que incluye todos los muertos, le queda sujeto (subjecta), en otras palabras la muerte le está sujeta, rompiendo (soluta) los vínculos que nos ataban a la muerte (mortis vincula) y recibe el premio de la vida (recepta vitæ præmia).
La versión reformada busca el contraste directo con la reforma protestante:
Aquí se cambia el sustantivo víctima por hostia que conlleva el mismo significado, pero hace referencia al sacrificio de la Misa. Se busca con toda voluntad, no una ambigüedad con la reforma protestante, sino una antítesis perfecta con ella, pues para los luteranos la misa es una simple cena.
Este sacrificio, donde la misa es partícipe, hace pedazos (franguntur) el tártaro, libera al pueblo cautivo (captiva plebs redimitur) y devuelve el premio de la vida (redduntur vitæ præmia).
Sexta estrofa
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
Consurgit Christus tumulo,
victor redit de barathro,
tyrannum trudens vinculo
et paradisum reserans.
Victor, subactis inferis,
Trophæ Christus explicat;
Cœloque aperto, subditum
Regem tenebrarum trahit.
La versión original expone el significado de la resurrección de Jesucristo, quien al surgir de la muerte abre por vez primera, las puertas del paraíso y ata al demonio.
Cristo se levantó (consurgit) del sepulcro (tumulo), victorioso (victor) regresó (redit) desde el abismo (barathro), empujando (trudens) al tirano (tyrannum) con cadenas (vinculo) y (et) franqueando (reserans) el paraíso.
La versión reformada trabaja sobre el mismo tema, si bien cambia los términos, y los hace más explícitos:
El vencedor (victor) Jesucristo (Christus), que sometió (subactis) a los infiernos (inferis); despliega (explicat) sus trofeos (trophæ) y (-que) abriendo el cielo (cœloque aperto), trae (trahit) sometido (subditum) al rey de las tinieblas (regem tenebrarum).
Séptima estrofa
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
Ut sis perenne mentibus
Paschale, Jesu, gaudium,
A morte dira criminum
Vitae renatos libera.
Esto perenne mentibus
paschale, Jesu, gaudium
et nos renatos gratiæ
tuis triumphis aggrega.
En los primeros versos, la versión original expone un deseo: Para que seas (ut sis), oh Jesús (Jesu) una pascua permanente (perenne paschale) en la memoria (mentibus); mientras la reformada no expone un deseo sino que da una orden taxativa: (esto) sé Jesús. Estamos en la guerra contra la reforma protestante, y ya no bastan deseos, para enfrentarla se requieren órdenes.
La versión original agrega:
Libra (libera) del pecado (criminum) en una muerte cruel (morte dira) a los renacidos a la vida (vitæ renatos).
Por su parte la versión reformada deja de lado la visión negativa del criminum, algo muy usual en la concepción del hombre por parte del protestantismo, y busca dar énfasis al renacimiento por la gracia:
Y (et) asócianos (nos aggrega) a tus triunfos (tuis triumphis) los que renacimos de la gracia (renatos gratiæ).
La última estrofa es la doxología habitual en este tiempo pascual:
Versión original
Versión reformada por Urbano VIII
Deo Patri sit gloria,
Et Filio, qui a mortuis
Surrexit, ac Paraclito,
In sempiterna sæcula. Amen.
Jesu, tibi sit gloria,
qui morte victa prænites,
cum Patre et almo Spiritu,
in sempiterna sæcula. Amen.
La versión original emplea para los himnos de pascua que tengan la misma métrica, esta fórmula:
A Dios Padre sea la gloria (Deo Patri sit gloria) y (et) al Hijo (Filio), que resucitó (surrexit) de los muertos (a mortuis) junto (ac) al Paráclito (Paraclito) por los sempiternos siglos (in sempiterna sæcula).
En la reforma de Urbano VIII se usa esta otra fórmula:
A ti (tibi), Jesús (Jesu), sea la gloria (sit gloria), que (qui) brillas (prænites) sobre la derrotada muerte (morte victa), con el Padre (cum Patre) y el santo (almo) Espíritu, por los sempiternos siglos (in sempiterna sæcula).
La versión original se usa en los monasterios. Una de las causas del triunfo protestante, fue la codicia, mediante la cual se apropiaron de los bienes de los monasterios. El protestantismo era su enemigo y difícilmente un monje podía pensar a la luterana. Por supuesto, eran otros tiempos, no como ahora, que vemos al así llamado monasterio de Taizé como un Frankenstein religioso, ajeno a toda tradición y a toda la historia transcurrida.
Aquí damos la versión cantada en vivo por los monjes de Barroux. El texto se toma del Antiphonale Monasticum de 1934.



lunes, 13 de mayo de 2019

Efecto de las cotorreadas


Recomienda Bergoglio que no se rece como cotorros, pero no recomienda que se den mensajes públicos como cotorras, y este gran anticotorro cayó en en el cotorreo:
Abran los puertos, crrr... Traigan inmigrantes, crrr... Qué buenos son los gays, crrr... Cuidado con los rígidos, crrr... No sean autorreferenciales, crr... Más misericordia, crrr... Cuiden la madre tierra, crrr...
Tal vez Parolin o el desaparecido Maradiaga le enseñen otra cotorreada, o tal vez el oculto Zanchetta; ¿y por qué no, su homosexual camarlengo? Aunque es sabido que a este jesuita, nadie le enseña nada.
Tantas cotorreadas generan el mismo efecto que el exceso de publicidad, producen el efecto contrario a lo que se busca, algo que este cotorro no tiene ni la menor noción.
Es que ya constatamos el efecto opuesto, ¿qué te dice la pancarta Bergoglio? Tal vez se alegre, pues de alguna manera se debe llenar la plaza que cada día está más vacía.
Pero el porteño solo quiere hacer la política que nunca hizo, y transformar la catolicidad, en una religión política, al estilo de los iconoclastas musulmanes. En esto, Bergoglio imita fielmente a Mahoma.
Lo curioso, es la sensatez de estos políticos de Forza Nova, cuando afirman que la fe de Roma no puede ser usada como un caballo de Troya para promover ...
...“a los que quieren que los italianos no tengan más hijos y que nuestras mujeres aborten, para reemplazarnos con inmigrantes”.
Y ya no están ocultan las intenciones del cotorro, cuando estos siguen afirmando:
Ahora Bergoglio es el hombre de Soros, el papa de los romanos, de los inmigrantes y del globalismo. 1
Esto es lo que sucede, cuando se denigra el catolicismo en pura política.
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domingo, 5 de mayo de 2019

Carta abierta para los obispos


Continúa el papado virtual de Bergoglio, dentro de su estructura mental y estratégica, esto es, tropezando con la realidad del catolicismo, para provocar ex profeso rechazos, y de esta forma llamar la atención sobre su neomodernidad relativista.
A esto se ha sumado otro rechazo, como era de esperarse, de un grupo de laicos intelectuales.
Que surjan rechazos sobre sus acciones, a este viejo cura de los 70, lo tiene sin cuidado, después de todo, es lo que está buscando.
Por tal motivo, estos buenos laicos se pusieron de acuerdo en hilvanar una carta abierta dirigida a los obispos, acusando a Bergoglio, alias Francisco, de Papa hereje.
La misiva no deja de ser muy valorable por cierto, sobretodo para mover a estos inmóviles, que frente los lobos solo se desperezan. En su contenido pueden observarse aciertos, desaciertos y contradicciones, todo lo cual paso a exponer, para quienes puedan estar de acuerdo o en desacuerdo frente estas opiniones.
I. Los aciertos
La extensa carta expone minuciosamente los errores de Bergoglio, por los cuales se lo declara hereje. Nada hay que objetar en esto, y el que lo cuestione, es porque vive en Alemania y enrolado en su idealismo relativista.
II. Los desaciertos
1. Los firmantes parten de la base sin ninguna discusión o duda, que Bergoglio es efectivamente el único papa de la Iglesia. Esto no hace sino confirmar en silencio el papado emérito de Benedicto XVI.
Afirmaba Juan Pablo II que en la Iglesia no había lugar para un papado emérito, estos intelectuales, parece que le encontraron un lugar, al menos en forma tácita.
Quienes cuestionamos este utópico papado emérito, nos sentimos relegados de la discusión y del planteo de la nota, por tal motivo no firmé la misiva. No se puede estar, donde no quieren que estés.
Como se puede deducir, el contenido de la carta indirectamente divide el catolicismo en cuestión.
2. No se analiza la realidad del heresiarca en pleno. Bergoglio era hereje antes de ascender al papado. Los cardenales nombraron un papa que ya había dado muestras patentes de herejía, sobretodo al arrodillarse ante pastores pentecostales, prueba contundente para todo católico. Nada se dice en la nota sobre esta triste realidad. Estos intelectuales, no dejan de ser ingenuos o ignaros, ante un Bergoglio que nadie conocía al subir al papado, pero que en la Argentina se conocía perfectamente su triste condición y personalidad. Por tal motivo, deberían comenzar por explicar coherentemente, como un hereje, puede ser elegido el único Papa de la catolicidad, sin que su elección cayera en la nulidad; cosa que la misiva no hace.
III. Las contradicciones
Los desaciertos hacen que comiencen a surgir contradicciones serias.
El sacerdote Giovanni Cavalcoli afirma y con acierto según mi pobre criterio, que la nota está viciada en su misma raíz.
Si Bergoglio es el Papa de la catolicidad, no puede presentar un magisterio ordinario de tono herético. Aquí de hecho se niega la Gracia de estado en la autoridad más alta de la catolicidad.
La objeción es de mucho peso, y solo se puede salvar de dos maneras:
a. Que Benedicto XVI renuncie al Papado emérito, se vista de rojo, se haga llamar Ratzinger, y se encierre en un monasterio, con lo cual saldríamos de toda duda.
b. Que Bergoglio era hereje al ascender al papado, y por tal motivo, su nombramiento como Papa es totalmente nulo.
Nada de todo esto aparece en los intelectuales, quienes al explicar persisten en poner como ejemplo el caso del Papa Honorio y el de Juan XXII. Cfr. en este link, Dos casos insuficientes para demostrar fehacientemente por medio de la historia, la tesis del magisterio herético en un Papa.
Los firmantes
El sábado 4 de mayo se afirmaba que los firmantes eran 61, me parece un crecimiento muy escaso, teniendo en cuenta que no la firmarán obispos, pues va dirigida a ellos, ni la firmarán sacerdotes, si no quieren que los echen. Muy superior fue el crecimiento de otras peticiones.
Es indudable que la cantidad no tiene peso en sí misma, si bien puede crecer con el paso del tiempo, pero aquí se puede argüir, que la misiva lleva errores que retraen firmantes, como es mi caso.
Ya piden que Bergoglio les conteste
Puede ser este un motivo para ampliar la campaña en adherir firmantes. De otro modo, pueden imaginar la carcajada de Bergoglio ante 61 firmantes y sobretodo, frente al resultado que él mimo ha provocado, pues es en el fondo, un gran provocador. ¿Le contestó a Viganò? ¿Le contestó a Burke y Brandmüller? ¿Contestó la nota donde se le pedía que rectifique sus herejías?
Ya todas las cartas están sobre la mesa, y lamentablemente, quienes tienen que jugar no lo hacen. Tal vez la carta los pueda hacer pensar en el repudio que nos inspiran.

viernes, 3 de mayo de 2019

Episcopado con ataque de esquizofrenia

El último capricho y berrinche de Bergoglio, es subir al difunto obispo Angelelli a los altares. Cuando este porteño peronista se decide por una cosa, nada ni nadie lo hace retroceder.
Nada pudo contra este disparate, la investigación sensata y seria.
Nada pudo contra este disparate, la falta de pruebas que admitan estos martirios.
Nada pudo contra este disparate, el pedido de muchos católicos para que abandone este dislate.
La única respuesta a todas la voces que se interpusieron, es capricho y berrinche, o si lo prefieren, berrinche y capricho. No existe otra respuesta.
La iglesia soy yo, – se dice Bergoglio para sus adentros – y hago lo que se me ocurre.
Y para que Colombo, Ojea y su pandilla, no digan que soy un oligarca que ve con malos ojos esta acción que afecta mis intereses, les respondo a este superestrato de obispos esquizofrénicos:
Tuve dos sacerdotes que fueron mis buenos amigos, quienes en la era del 70 fueron muertos por la represión de esos tristísismos años; pero ni por asomo se me ocurrió en algún momento, pensar que eran mártires. Cada uno murió en lo suyo. Se hicieron un camino, peligroso y controvertido, caminaron por él y murieron cada uno en lo suyo. No pienso levantar una bandera por cada uno de ellos, allá ellos con la misericordia divina.
Este estrato nefasto de obispos, no sintió el zumbido de las balas en los años 70, como lo sentí yo; no respiraron la atmósfera de los años 70, como la respiré yo. Estos son los que ahora nos dicen, no solo políticamente, sino religiosamente, como se termina esta historia.
Política y catolicismo, son dos polos que pueden congeniar o excluirse. Mientras en una época se buscaba colocar la política al servicio de la catolicidad. Hoy esto se ha invertido, a tal punto que podemos decir que la religión se ha atado al carro inútil de la política.
¿Qué saben estos obispos de Historia? ¿Qué saben quien es santo? El único que santifica es el Padre eterno, y ni Colombo, ni Ojea, ni Bergoglio se le parecen.
¿Se imaginan un paraíso montado por Colombo, Ojea, y Bergoglio? Esto es lo que quieren hacer, después de todo, se creen los dioses eternos.
Sabíamos que el episcopado argentino es uno de los peores del mundo, ¿pero dónde radica su incapacidad?
Aquí no estamos ante un problema teológico, tampoco estamos ante una presión de cierto grupo de católicos que intentan imponer un personaje, nada de eso, estamos ante la versión más cruda y cruel de un clericalismo en todo su esplendor, bien al estilo jesuita, que se ha alejado tanto de la realidad que solo respira su propio mundo.
El episcopado argentino, entendiendo siempre los inútiles que lo encabezan, está metido en un agudo ataque de esquizofrenia. Los supuestos mártires riojanos, son la puebla palpable y contundente que su ideología radica en su total alejamiento con la realidad.
Estos son los obispos que afirman que no se deben difundir manifestaciones marianas, porque en ellas la gente pierde la Fe. Y yo les pregunto: 
¿Quién puede creer en estos martirios sin perder la Fe?
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Hoy, viernes 3 de mayo, sabemos con precisión en qué consistió esa "multitud" que según AICA asistió a este desatino. Esperaban cien mil personas, solo asistieron doce mil, en su mayoría ajenos a la provincia de La Rioja. ¡Cuánta multitud!, cuando para la beatificación del cura Brochero se superaron los cien mil.
Tampoco podemos cargar esto sobre todos los obispos argentinos, cuando solo asistieron a la ceremonia el 25 % de ellos, en fin, otra "multitud".
Es el porcentaje de obispos argentinos presentes, que no son buenos, tampoco son malos, simplemente son esquizofrénicos.