Calesita

martes, 30 de mayo de 2017

Papado dialéctico


Las últimas acciones del che Bergoglio, parecen confirmar la hipótesis que insinuamos en artículos anteriores:
¿LLEGÓ EL DIVORCIO? – Este matrimonio vaticano entre Kasper y Bergoglio, ha pasado por el doble lenguaje de los Amores de Leticia, entonces es más que probable que un gran acto de discernimiento de alguno de los cónyuges, haya demostrado la imposibilidad de seguir conviviendo. De hecho, no se los ve juntos. La consecuencia es inevitable: llegó el divorcio.
¡A DISCERNIR! – Vayamos al gran acto de discernimiento: tesis eje de la moderna vanguardia jesuítica. Pasaron cuatro años largos, y el programa de la Mafia de San Galo, ha quedado postergado y “en aguas de cerrajas”, por un Papa que no se animó a las reformas para actualizar la Iglesia, que según su manager, el cardenal Martini, llevaba 200 años de retraso frente a la evolución histórica. Así hablaba de Bergoglio un biógrafo argentino, Andrés Bello, antes de su trágica muerte:
A simple vista se diría que Francisco quiere llevar su Iglesia hacia atrás, jamás empujará a una evolución drástica que no tenga retorno. Claro que ese retroceso no pasa por lo dogmático sino por una vuelta al contacto con la gente. Sabe que al limpiar la institución de brillos y formalidades tiene la mitad del camino ganado, al menos es lo que llama la atención hoy. 1
PAPADO BREVE. – ¿Cómo procede la Mafia de San Galo? El patrón es oculto, pero legible en los acontecimientos: probablemente le solicitaron la renuncia, tal como lo hicieron con Benedicto XVI. Algo que el che Bergoglio tiene sabido, como también opinaba en este sentido Bello:
Dado su espíritu práctico, resulta extraño que esté pensando en un reinado de diez años, como mucho, no creo que planifique más allá de los tres o cuatro, es decir, está allá sabiendo que tiene poco tiempo. 2
DIFERENCIAS ENTRE LOS DOS CÓNSULES PAPALES. – El problema es que Bergoglio no es Ratzinger. Entre ambos existe un abismo. Ratzinger es un sutil teólogo hasta el punto de generar lo imposible: un papado Dasein, que se asemeja a una jubilación del papado.
Por su parte el che Bergoglio es un pragmático, donde lo que importa es la dialéctica, y esta de cuño propio.
¿EL CISMA DE LOS TRIUNFADORES? – El posible divorcio vaticano con Kásper, debe verse desde las incompatibilidades de ambos cónyuges virtuales.
Kásper representa la escuela idealista de Tubinga, a la que Bergoglio no da la mínima importancia, según su dialéctica, podría tomarse como una ideología.
El cisma está entre los triunfadores de este nuevo papado.
¿Qué hará el grupo San Galo? No lo sabemos, juegan siempre a las sombras; pero si ellos se definieron como una mafia, es probable que actúen como tal.
EL PODER DE LA MASA. – Para hacerse fuerte, el che Bergoglio comenzó a conectarse con la masa, sea esta católica o no; da igual, lo que le importa, no es el idealismo de Tubinga, ni los dubia de Burke, sino el hombre de la calle. Así es como Bello, vio en Bergoglio al gran manipulador de las masas:
Ante todo, el Bergoglio público es lo que la gente quiere (o necesita) que sea. En el mejor de los sentidos, es un gran manipulador de masas... También disparará dardos al poder, internos y externos. 3
Si Perón tuvo un discípulo dentro de la Iglesia argentina, este debe ser el che Bergoglio. El sábado pasó por Génova, donde las cifrar arrojan unas cien mil personas ante su paso, según Il Secolo XIX de Génova. Ya lo había hecho días atrás, movilizando la masa de Milán y sus alrededores. Estos movimientos también indican su debilidad. Es como ya lo anunciaba Bello cuando pintaba su figura:
Francisco arrancó con una línea tan clara que nadie va a poder cambiar el rumbo sin que se note, aunque quede postrado en una cama o tenga algún tipo de impedimento físico. Por eso se recostó con tanta velocidad en la gente. Sabe bien que su popularidad es un escudo contra aquellos que quieren ponerle piedras en el camino. En un reinado donde todos miran hacia adentro, él arrancó sacando la cabeza por la ventanilla del papa móvil. 4
LA POLÍTICA DE LOS NOMBRAMIENTOS. – Los verdaderos golpes de Bergoglio, se dan en sus nombramientos. El de obispos rayan generalmente en lo mediocre de los personajes; lo cual es tan útil para él, cuanto para quienes en este momento lo enfrentan. Con una dirigencia de esta clase, todo puede quedar como está. A los católicos de Reggio Emilia, que salen para defender el matrimonio no digamos católico, sino simplemente natural, alguien los declaró fuera de la iglesia pues no obedecen la estructura jerárquica, algo propio de mediocres.
¿LA VERDAD EMANA DE LA ESTRUCTURA? – Esta es una acusación muy usual, hecha a medida de los dialécticos. Dicen lo que no se es, pero nunca dicen lo que es. Algo muy propio también en la iglesia argentina.
Es la dialéctica la gran ideología bergogliana.
IDEOLOGÍA CONTRA DOCTRINA. – Una de sus tesis dialécticas la explayó el viernes 17 de mayo, donde enfrentó la ideología con la doctrina, algo propio de su tortuosa manera de pensar:
No nos debemos asustar, cuando oímos estos puntos de vista de los ideólogos de la doctrina. La Iglesia tiene su propio magisterio, la autoridad de la enseñanza del Papa, los obispos, los consejos, y tenemos que ir en ese camino que viene de la predicación y la enseñanza de Jesús, y la asistencia del Espíritu Santo está siempre abierta, siempre libre. 5
Como vemos, la ideología nace de la doctrina y se diferencia de ella porque no es libre.
IGLESIA SIN AUTORIDAD CENTRAL. – El problema del che Bergoglio es su falta total de autoridad, y esta ausencia de autoridad emana de su dialéctica, no de la doctrina, y contra la cual actúa a diario. Desde Arrio hasta Lutero, todos se sentían inspirados por el Espíritu Santo. ¡Qué fácil es confundir el Espíritu de Lucifer con el Espíritu de Dios! De allí que nuestro papado que reivindica a Lutero, prosigue afirmando:
Es la ideología la que divide, pero para ellos es más importante la ideología que la doctrina: dejan de lado al Espíritu Santo. 6
Lo curioso es, que lo que divide no es la ideología, sino la doctrina. Esta oposición entre doctrina e ideología es falsa; pues la doctrina también a su modo es una ideología; pero la dialéctica bergogliana, es totalmente extraña a la doctrina, pues se basa en una hermenéutica manipulada para apoyar sus falsas tesis.
¿QUIÉN ES EL QUE DIVIDE?. – ¿Qué le pasa a Bergoglio? La Iglesia vivía unida, se divide con su presencia y sobretodo con la ideología de Kasper, la cual no emana de la doctrina, sino de la Evolución Histórica de Hegel. ¿Acaso ya se olvidó lo que dijo a la prensa alemana? Lo recordamos:
No se debe excluir que pasaré a la historia como aquel que ha dividido la Iglesia Católica. 7
¡Qué falta total de memoria!
Repetimos: La Fe no surge de la Estructura eclesial, sino de la doctrina de Jesucristo, y cuando la doctrina es vilipendiada por la estructura eclesial concreta, cada católico es un soldado en la defensa de la Fe.
EL GRAN IDEÓLOGO: BERGOGLIO. – Y aquí repetimos lo que dijimos ya el 3 de noviembre de 2013, existe un gran ideólogo, el che Bergoglio con sus tesis dialécticas. No son ideólogos quienes defienden una doctrina inmutable, tan inmutable que la estructura eclesial no puede romper, pues en tal caso se hace herética. Quien nos hace libres es la doctrina inmutable y eterna porque procede de Dios Padre, el cual es Luz inmutable. Por este motivo, la doctrina con sus dogmas, no es “abierta”, sino bien cerrada. Tan solo se abre para sus distintas contemplaciones; pero ella no muta. De este modo el sofisma de Bergoglio queda al desnudo, pues no diferencia el ser de su contemplación.
RAYANDO EN LA DEMENCIA. – Y sigue desarrollando la forma de ser de un ideólogo, en su frenética homilía, donde más se percibe su herida que la Verdad:
En realidad son fanáticos de las cosas que no están claras, como aquellos fanáticos que iban sembrando zizania para dividir a la comunidad cristiana. 8
Si este párrafo se refiere a los “dubia”, debo decir que la ira lo trastorna. Si justamente se le pide que aclare su doble lenguaje, lenguaje que él mismo generó para dejar algo que estaba claro, en oscuro. Ahora resulta que los claros son quienes oscurecen. ¿Se dan cuenta que no puede seguir ejerciendo un papado un hombre en estas condiciones y con estas contradicciones?
EL PACTO CON EL MUNDO. – ¿Acaso a usted no lo declararon fuera de la Iglesia, por no acatar las normas de una jerarquía que no sabe defender la Verdad? Más aún, no la quiere defender en absoluto, pues el pacto con el mundo lo prohíbe. Son los perros que no ladran, puesto que el ladrón del rebaño es su dueño.
CARACTERÍSTICAS DE LOS NUEVOS CARDENALES. – Otro capítulo aparte merecen sus nombramientos de cardenales, en esto destaco la observación de un blog argentino, el cual me parece muy acertado en este punto (enlace).
El che Bergoglio busca quitar a Europa del centro de gravedad. Es el papado periférico del cual hemos hablado, y mediante el nombramiento de cardenales de la periferia no es descabellado pensar que busca dar un golpe a quienes piden su renuncia.
Tal vez sea este el hecho más destacado de su inútil papado dialéctico.

1 Andrés Bello. El Verdadero Francisco. Página 94.
2Ibídem. Página 202.
3 Ibídem. Página 201.
4 Ibídem. Páginas 202 y 203.
5 http://w2.vatican.va/content/francesco/it/cotidie/2017/documents/papa-francesco-cotidie_20170519_dottrina-e-ideologia.html
6 Ibídem.
7 http://www.spiegel.de/panorama/gesellschaft/vatikan-kritik-an-papst-franziskus-nimmt-vor-weihnachten-zu-a-1127247.html
8 Ibídem a nota 5.

jueves, 18 de mayo de 2017

La generación perdida


Muy poco estudiado está el proceso por el cual luego del Vaticano II se produce una feroz implosión dentro de las filas del clero postconciliar. En estas breves líneas tan solo pretendo introducir el tema y ponerlo sobre la mesa de laboratorio con unas rápidas pinceladas de impresionismo. En mi somero análisis contrapongo un observador de esos años, el cual opina desde fuera de la Iglesia latina, para que se perciba la diferencia.
BERGOGLIO, EL GRAN ICONO. – Este es un fenómeno que merece un estudio; por supuesto, hoy todavía pululan miembros entusiastas de esta generación perdida, con los cuales nada se puede y oponerse a ellos es una pérdida de tiempo. Daré más detalles de este planteo, tan solo es conveniente decir que Bergoglio es el icono que mejor los representa a todos, por ello es “su papa por naturaleza” de este catolicismo en plena decadencia.
Este planteo abarca dos décadas, podemos definirla entre 1960 y 1980, con la dificultad que los límites siempre nos marcan.
OBEDIENCIA GENERADA DESDE UN GRUESO ERROR DE AUTORIDAD. – Durante este período se produce dentro del clero un gigantesco fenómeno, el cual jamás se había dado dentro de la Iglesia occidental; se somete al clero universal por obediencia “perinde ac cadaver1, a todos los cambios planteados por una minoría de intelectuales desde el Vaticano.
El uso normal dentro de la Iglesia consistía en introducir un cambio y aparejarlo con el uso normal diario, si resistía o aumentaba su adhesión se constituía en norma, es lo que nos enseñó el derecho romano. El proceso usado por Pablo VI fue inverso, fue un proceso “a lo liberal”, dio la norma y sometió con ella al cambio, no solo del clero, sino de los mismos fieles.
El error crucial, consiste en tomar una autoridad que es garantía de Verdad, por una autoridad central que se inmiscuye en las procesiones que son incumbencia de quienes aplican dicha doctrina; más aún, con dichos cambios se buscó modificar ladinamente la doctrina.
CUANDO SE ESTÁ CIEGO. – Pablo VI merece un breve comentario desde esta óptica. No discuto su santidad, tan solo señalo su miopía absoluta. Para que salga a decir que el “humo del infierno” se introdujo en la Iglesia, es que era ciego o miope; pues él fue quien encendió la llama que produjo el humo. Hoy los cabecillas de esta generación perdida buscan desesperadamente santificar todos los papas posteriores al Vaticano II, pues los cambios son endebles y corren el riesgo de desplomarse en cualquier momento, cosa que comienza a suceder, gracias a la reacción antibergogliana.
VISIÓN EXTERNA DEL PROBLEMA. – Esta obediencia “perinde ac cadaver” produjo la primera implosión.
En 1969, Jean Meyendorff, teólogo ortodoxo, viendo lo que sucedía en la iglesia latina, escribía:
Una autoridad que equivocadamente se consideró a sí misma, durante siglos, como única responsable de la verdad y que consiguió un notable éxito educando para la obediencia a los miembros de la Iglesia a la par que los exoneraba de la responsabilidad, está siendo claramente cuestionada hoy en día, aunque siga manteniendo posiciones insostenibles. 2
El concepto de Meyendorff es duro, pero no deja de tener razón en ciertos aspectos. Esta brutal obediencia que impuso Pablo VI y que Meyendorff percibe, se impuso en el campo litúrgico. Si el Vaticano II no hubiese determinado minar su liturgia con su primer documento, posiblemente el Concilio hubiese pasado en ciertos lugares casi desapercibido. Fue la liturgia quien le dio universalidad absoluta.
ULTRAOBEDIENCIA. – Esta obediencia es el resultado de una serie de errores, no doctrinarios, sino de aplicación y de procesión. Nos encontramos con una autoridad papal, que se siente con derecho absoluto a cambiar no la doctrina, sino la procesión que le es implícita, basada en un Concilio que desnaturalizado en sí mismo, ya no determina verdades, sino que absolutiza procesiones nuevas y las impone sin alternativas, ni paliativos, ni excepciones.
EL ANTROPOCENTRISMO. – Con este concepto implícito, junto al cambio de la liturgia se impusieron los nuevos planteos, entre el ellos el de la New Theology, la cual abandonaba el teocentrismo y colocaba al hombre en el centro del pensamiento.
Hasta Meyendorff se siente arrastrado por el ímpetu antropocéntrico de esa década y escribe:
El teólogo ortodoxo puede e incluso debe aceptar, a partir de este presupuesto, el slogan de que la teología debe hacerse antropología y dialogar, con tal que adopte -desde los comienzos- una visión abierta del hombre. 3
Sin embargo, sabe poner el freno a tiempo, cosa que muchos latinos no supieron hacer, por ello continúa:
Si la visión antropológica de los Padres es cierta, toda teología cristiana tiene que ser necesariamente cristo-céntrica. 4
LA ACCIÓN QUE GENERA LA DOCTRINA. – Los cambios litúrgicos se usaron como caminos para abrir a una nueva concepción teológica. Por primera vez en la Iglesia, la acción generaba el logos o doctrina. Algo que Bergoglio, miembro de la generación perdida, hace sonriente y sin tapujos todos los días.
¿Pero cómo se veía este proceso desde afuera? Veamos que decía el teólogo ortodoxo Jean Meyendorff de este fenómeno:
No necesitamos de una "teología nueva", en el sentido de que rompa con toda tradición y continuidad, sino de una teología que, más allá de limitaciones culturales, de provincialismos y de mentalidad de ghetto, resuelva los problemas de hoy y no nos repita las viejas soluciones de problemas antiguos. 5
En otras palabras, la New Theology nacía muerta, cosa que el tiempo irá marcando más nítidamente, pues será un atajo para la apostasía general.
DESERCIÓN GENERALIZADA. – Esto hizo que muchos sacerdotes y seminaristas abandonaran su misión. Los optimistas ingenuos pensaban que con el Vaticano II se llenarían los seminarios; curioso, pues estaban casi llenos. Sin embargo el proceso fue a la inversa, los seminarios se vaciaron, tal como vemos hoy a los clérigos de la generación perdida lamentarse por la falta de vocaciones.
Como he sido protagonista de esta época, puedo opinar libremente acerca de ella: Si un soldado en el frente de batalla está convencido de lo que hace, luchará hasta el final de su vida. Los sacerdotes son milicianos de Cristo en el frente de batalla. La Iglesia vive en batalla permanente contra las fuerzas ocultas del mal y los espíritus perversos que moran junto a los hombres. Si este miliciano se pregunta para qué está y duda de lo que hace; la desbandada del ejército es inminente. Esto es lo que pasó casi en una tercera parte o más de los sacerdotes, sin contar obispos. Por supuesto ¿quién entrará en un seminario dividido y en conflicto, donde no se sabe a qué se va, y todo es endeble y efímero?
LA ORDEN QUE DIVIDE. – Esta cuestionada obediencia “perinde ac cadaver” de Pablo VI produjo la división de toda comunidad religiosa. Los que aceptaban los cambios por un lado, los que querían más cambios por otro lado y los que querían volver a la usanza tradicional. Esta convivencia estalla aproximadamente en los años 70. He visto con mis ojos, una comunidad de religiosas totalmente dividida: Unas permanecían con los hábitos y otras, las conciliares, se vestían a lo burgués, trabajando en el mundo como otras laicas. Por supuesto, detrás de las religiosas estaban los sacerdotes que asesoraban. La rotura se dio de distintos modos, según los individuos de cada comunidad. Algunos religiosos con sacerdotes a la cabeza, se separaron viviendo en comunidades cismáticas. El resultado fue inevitable, las nuevas comunidades conciliares se perdían lentamente en la apostasía del mundo. Cuando Mons. Lefevbre se alza contra el Vaticano, no es nada anormal. Él vive lo que sucedía en cada comunidad religiosa y abre una puerta para que una minoría que deseaba volver a la vieja usanza.
LA OBEDIENCIA QUE GENERA DESOBEDIENCIA. – Esta utópica obediencia “perinde ac cadaver” fue acatada, pero tuvo dos desobediencias masivas y significativas: Los que desobedecían para obtener más cambios y los que desobedecían para volver a sus viejas costumbres. Quienes adherían a dichas desobediencias fueron dejando la comunidad religiosa. Mons. Lefevbre después de todo, hacía lo que hacían todos: desobedecer. Digamos con todo a su favor, que esta obediencia generada por una falsa concepción de autoridad, solo podía generar lo opuesto, es decir, la desobediencia.
LA GENERACIÓN PERDIDA. – ¿Pero qué sucedía con quienes permanecían? Lentamente fueron acatando los cambios planteados y cambiaron su mentalidad. Hoy es imposible reconocer en los sacerdotes actuales, a uno de 1958. Sin embargo, esta generación también desobedecía a su modo. Fue una criptodesobediencia, por fuera se acataba y por dentro se desobedecía. Ejemplo flagrante de esta desobediencia es el hecho de comulgar con las manos. Ya lo hacía yo en 1969, si bien estaba totalmente prohibido. Era la desobediencia que se hacía abriendo las puertas a la New Theology.
Todo esto motiva que los miembros de la generación perdida sean personas ladinas y cuyo pensamiento nunca se haga patente, pues desconfían de todo y de todos, tal como se muestra Bergoglio.
Luego surgió un paréntesis de espera con el papado de Juan Pablo II, quien no venía de una comunidad dividida, sino de un cristianismo que peleaba en la clandestinidad contra el feroz régimen del marxismo-leninismo. Era de esperarse que algún miembro de la la generación perdida llegara al Vaticano, y es lo que sucedió con Bergoglio “Papa”. Bergoglio muestra todos los traumas, bajezas y lagunas teológicas de la generación perdida de Buenos Aires. Obsérvese lo que hace con los miembros de los Franciscanos de la Inmaculada. Nótese como una orden próspera es reducida a cenizas porque no acepta los cambios del Concilio, el cual les es impuesto como si se tratara de una nuevo dogma, constituyéndose él en jefe de una nueva inquisición. Así actúa la generación perdida, con su concepto erróneo de obediencia.
GENERACIÓN PROTESTANTIZADA. – Este clero novedoso se protestantiza lentamente, pues comienza a estudiar y a valorar los teólogos protestantes, tal como me los presentaron a mí, y hace realidad esta otra afirmación de Jean Meyendorff:
Es cierto que para Tillich -al igual que para Bultmann- 6 el Jesús histórico y su enseñanza permanecen en el centro de la fe: "La norma material de la teología sistemática hoy tiene como preocupación fundamental el nuevo ser que acontece en Jesús, en cuanto es el Cristo". Pero uno no acaba de ver que existan razones objetivas que nos impelan a optar por Él. Y si el cristianismo es definido en términos de una respuesta a los anhelos naturales y eternos del hombre, bien pudiera hallarse esta respuesta en cualquier otro lugar que no fuera Cristo. 7
Es lo que Bergoglio predica a cada paso. De allí que el catolicismo latino entra en la crisis actual, que a pesar de los ciegos, se muestra de proporciones gigantescas.
LA OLA ECUMÉNICA. – El ecumenismo es otra feroz ola de esta generación perdida, y Meyendorff tampoco puede sustraerse a ella:
La Iglesia ortodoxa se está comprometiendo cada vez más profundamente en el diálogo ecuménico y en la evolución social. Se trata de un proceso histórico del que, queramos o no queramos, es imposible desentenderse.
Sin embargo Meyendorff no se embarca en la línea modernista y destructiva de la generación perdida:
La Iglesia ortodoxa y su teología deben definirse como tradición y fidelidad al pasado y como respuesta al presente. 8
LA IGLESIA QUE SE MIRA AL ESPEJO. – Otra ola de esta época es lo que leemos en Meyendorff, ola esta que le vimos escribir a Bergoglio:
Al enfrentarse con el presente, la Iglesia -en mi opinión tiene que evitar un doble peligro muy concreto: no debe considerarse a sí misma como una "denominación" ni como una secta. Denominación y secta son términos partidistas. El primero porque, por definición, es relativo a algo y supone considerarse como una de las posibles formas de cristianismo, y el segundo porque encuentra una satisfacción en el aislamiento, la separación, la distinción y el complejo de superioridad. 9
Es la iglesia que gira sobre sí misma, la que para Bergoglio es una mundanidad. La diferencia entre Bergoglio y Meyendorff, es que mientras para el porteño Bergoglio todas las religiones se encuentran en un mismo plano, para Meyendorff la solución está en otro concepto:
La teología ortodoxa debe excluir y condenar ambas actitudes, ayudándonos a la vez a descubrir y amar a nuestra Iglesia como Iglesia católica, es decir, universal. 10
Es lo que dijimos en otras oportunidades: nuestra Fe es la Cultura, y como tal, siguiendo el concepto griego de Cultura, nuestra Fe es universal: Un solo Dios trinitario, una sola religión, una sola Humanidad: este es el auténtico ecumenismo, el de la universalidad, el católico.


1 Como si se tratara de un cadáver.
2 Ortodox Theology Today, St. Vladimir's Seminary Quarterly, 13 (1969) 77-94
3 Ibídem.
4 Ibídem.
5 Ibídem
6 Teólogos protestantes.
7 Ibíden a la Nota 2.
8 Ibídem.
9 Ibídem.
10 Ibídem.

jueves, 11 de mayo de 2017

The Political Pope.


George Neumayr, quien es editor de Catholic World Report y periodista crítico del California Political Review, acaba de editar un libro: The Political Pope.
Maike Hickson lo entrevistó, y su diálogo completo con el autor, puede leerse desde aquí.-->
Marco Tosatti hace una síntesis de dicha entrevista, la cual puede verse desde este otro enlace.-->
Como era de esperarse, estamos ante otro intelectual que se suma a la crítica de este monstruoso papado, producto de la génesis del ambiente clerical argentino del 60-70. Una generación clerical perdida y llena de lagunas teológicas, la cual arrastra aún en la actualidad, los vicios de acción que tal laguna generó; todo un panorama que podemos sintetizar, como el gran fruto que nos dejó el triste Vaticano II.
He aquí algunos puntos de su entrevista:
El programa de Francisco ha sido implantado evidentemente para promover el liberalismo político y al mismo tiempo reducir al mínimo la doctrina; esta era la fórmula del catolicismo vacío y de moda que vi en la vidriera de la Universidad de los Jesuitas en San Francisco.
Si Neumayr lo vio, ¿qué podemos decir lo que lo hemos erróneamente practicado en un momento de nuestra vida? ¿Acaso erramos cuando decimos que Bergoglio es un fósil de la década del 60? Junto a los años 70, estaban estas décadas plagadas de una postmodernidad aplastante, que giraba sobre el Telar Chardón 1, jesuita modernista de vanguardia, que con su filosofía evolutiva, otorgó una forma de pensar a los prelados que buscaban desesperadamente una nueva cosmovisión integrada con lo religioso. Este es el lazo que unió a Martini con Bergoglio: ambos pertenecían fervientemente a la generación perdida.
Afirma Neumayr que trató de informarse sobre Bergoglio con muchos eclesiásticos y que todos opinaron pero ocultando sus nombres. Algo que hemos llamado en nuestros artículos, el “terror seco” de esta Revolución Vaticana. De sus consultas en la clandestinidad con los prelados, llega el autor a esta tesis:
La conclusión es innegable que la Iglesia Católica está sufriendo bajo un mal Papa, y que los cardenales deben hacer frente a esta crisis.
Es lo que venimos planteado en los artículos anteriores, que esto merece una intervención de quienes tienen autoridad para hacerlo; donde parece que no se tienen agallas ni responsabilidad alguna, para enfrentar la situación crítica que ellos mismos generaron.
Sin embargo el título del libro hace mención a la política papal, y allí el autor da los motivos:
Este pontificado es un ejemplo flagrante de clericalismo fuera de control. El Papa Francisco utiliza el púlpito del papado no para presentar las enseñanzas de la Iglesia, sino, más bien, para promover su propia agenda política.
Estamos ante una suerte de resurrección del Papado medieval, donde se combinaba el orden temporal con el orden espiritual. La diferencia entre lo medieval y Bergoglio, es que mientras muchos papas medievales defendían la doctrina, esta resurrección de la bestia del orden temporal, la oculta y suprime.
La tentación de intervenir, para ejercer directamente el orden político, ha sido siempre una de las tentaciones de la Iglesia; sin mas consideraciones, fue una de las tentaciones que rechazó Jesucristo en el desierto.
Y esta es la definición del autor, que a mi entender, es la más acertada de lo que estamos viviendo:
Es un pontificado que combina liberalismo político con relativismo doctrinal y moral, el cual está de acuerdo con su política de auto indulgencia. También aman un toque de espiritualismo no amenazante para su política, ofrecida por el aficionado jesuita de América Latina.
Bergoglio, el fósil, es la domesticación mejor elaborada, que se ha logrado hacer con la doctrina de la Iglesia. Algo espiritual, pero que no moleste la política de conjunto, la cual lleva a la sociedad a una liberalidad siempre más destructiva.
Si se observa, la portada web de uno de los periódicos más vendidos en la Argentina, se notará que siempre aparece un artículo sobre espiritualidad; pero este artículo siempre está desencajado de lo que sucede, y al margen de toda una ideología oculta que dicho periódico predica, pues su unidad con los dogmas de esta mortífera civilización, es más que evidente.
Marco Tosatti, concluye su artículo diciendo sobre sobre el autor:
Neumayr nació en 1972. Dice sobre sí mismo, pertenecer a aquella generación de católicos que "pidió pan y recibió piedras".



1 Jocosa interpretación del nombre Teilhard de Chardin del Padre Castellani.

martes, 2 de mayo de 2017

Full de Papas

Mientras los católicos ya se han acostumbrado a las inesperadas afirmaciones bergoglianas, las cuales navegan fuera de todo contexto católico. A tal punto se les ha hecho esto un hábito, que ya ni siquiera llaman la atención. Mientras todos esperan inermes la bergogliada del día, el Che Papa continúa con sus costosos viajes a la periferia: en esta ocasión se tomó el avión para Egipto. La tierra que baña el Nilo, ha sido en la antigüedad la tierra de los faraones, hoy es la tierra de los papas. 
Es Buenos Aires para la masonería argentina, una tierra similar a Egipto, con su Pirámide de Mayo, con su monumental Obelisco, con el estuardo del Río de la Plata que nace de un Delta, al que llegan sus afluentes, dando la imagen de otro Nilo; con su culto a la Virgen María, para quienes no es otra que la diosa Isis; con su Mesopotamia propia y sin contar la reiteradas alusiones al desierto, por el gran jefe de la masonería porteña: Don Domingo Sarmiento.
Así la esfinge de Keops mira desafiante al papa Bergoglio, quien surgido del nuevo Egipto, ajeno a todo este conocimiento esotérico de la logia de Buenos Aires, se reunió con el cismático papa copto Tawadros.
FULL DE PAPAS. – Ya estamos acostumbrados a multiplicar los papas, por ello es bueno recordarlos todos, sin contar los antipapas:
Benedicto XVI, el papa “dasein” de la falsa renuncia; Bergoglio, el falso papa de la cripto-herejía; Arturo Sosa Abascal, alias “Bigotito”, superior de la vanguardia jesuítica y “papa negro por excelencia”; Tawadros, papa de la Iglesia copta. Aquí no pueden faltar Bartolomé y Kirill, como papas de la iglesia cismática ortodoxa. Con este full de papas, rompemos el póker de esta baraja, repartida por los masones, y llegamos a la mano ganadora del juego que se llama: el poliedro de la unidad.
BERGOGLIO, EL BONAPARTISTA. – El bonapartista Bergoglio, pisó suelo egipcio, imitando a sabiendas o no, a Napoleón Bonaparte, quien antes de desembarcar en Egipto, había tomado la isla de Malta en 1798. Por supuesto, Bonaparte no destruyó la Orden de Malta, Bergoglio sí. Orden esta, que a destiempo comienza a percatarse de la intromisión de Bergoglio en sus estatutos. Es que los malteses no conocen esta novedosa generación eclesiástica argentina de los años 60, surgida en el nuevo Egipto, donde obedecían cuando les convenían y pisoteaban las normas y cánones cuando se presentaba la ocasión. Bergoglio, a pesar del tiempo, no ha cambiado en nada, es el mismo transgresor de su generación de los años 60. Por supuesto, luego exigen obediencia “como un cadáver”, una obediencia que ellos nunca tienen, tuvieron, ni piensan tener. Es el bonapartismo eclesiástico.
EGIPTO, LA OTRA PERIFERIA. – Egipto no es más que una periferia en el papado bergogliano, periferia a la que se acude a misionar, no para llevar a Jesucristo entre los musulmanes, sino para predicar la unidad del poliedro: Unirse con los cristianos de la diversidad, amigarse con los musulmanes “suaves” y condenar los musulmanes “duros”. Este es el estúpido servicio misionero que predica Bergoglio. Es su dialéctica misionera propia. Todo un papado, para atacar los “fundamentalismos”. Pero acontece que el catolicismo se basa en una Roca que es Jesucristo, es decir tiene un fundamento inamovible, ergo, como cristiano soy fundamentalista. ¿A que fundamentalista puede convencer Bergoglio, si no convence ni a los mismos católicos?
EL MUNDO DE LA NEUTRALIDAD. – La masonería y Bergoglio con ella, están empeñados en generar en el mundo, la “era de la neutralidad”. Nada es blanco, y nada es negro, todo es un gris neutral. No existen derechas, ni izquierdas: todos nos licuamos girando con distintas formas y contenidos, en la elipsis metódica del poliedro. La masonería logró amansar y “civilizar” con su neutralidad a los católicos más duros, hasta logró un papa que en este sentido, es su adalid en el mundo; pero no logra “civilizar” los feroces brotes islámicos. Aquí es donde pierde terreno, Europa es un ejemplo, y Egipto otro. Es una guerra a fondo, donde “los hermanos tres puntos”, se juegan el todo por el todo y siempre van hacia la derrota.
A CONTRAMANO DE LA REALIDAD. – Parece ser, que tanto Bergoglio como los masones que lo empujaron a este rol político-religioso, desconocen la realidad. Sandro Magister, en un artículo brillante 1, nos da esta feroz estadística:
De un relevamiento de campo en numerosos países musulmanes resulta, efectivamente, que Egipto está entre los más sensibles al radicalismo.
El 75% de la población egipcia considera que la sharia – es decir, la normativa extraída del Corán y de la Sunna – es palabra de Dios revelada.
El 74% quiere que la sharia sea ley del Estado.
El 74% quiere que la sharia sea aplicada no sólo a los musulmanes, sino también a los no-musulmanes.
El 95% quiere que sean jueces religiosos los que decidan las disputas sobre la familia y sobre la propiedad.
El 70% está a favor de castigos corporales para castigar crímenes como el robo.
El 81% está a favor de la lapidación de quien comete adulterio.
El 86% está a favor de la pena de muerte para quien abandona el Islam.
Contra esta realidad, es inútil pretender en Egipto una victoria del laicismo masón, generando el giro de un hermoso poliedro de neutralidades en la diversidad. De allí que frente a la realidad de la periferia de Egipto, podemos decir tomando algunas palabras de Napoleón, sin temor a equivocarnos: Desde lo alto de estas pirámides 40 siglos contemplan esta vacua y costosa misión bergogliana.



1 http://magister.blogautore.espresso.repubblica.it/2017/04/27/el-egipto-del-papa-francisco-entre-la-realidad-y-la-fantasia/