Calesita

jueves, 28 de febrero de 2019

El Vaticano perdió su autoridad moral


Nada es más preocupante, que observar una estructura eclesial sin ninguna autoridad moral.
Michael Matt, editor de The Remnant, lo lamenta en sus opiniones sobre la última cumbre del 21 de febrero.


martes, 26 de febrero de 2019

Con la cabeza gacha

Como ya dijimos, Bergoglio es peronista, y entre los peronistas existen máximas, entre ellas una es esta:
Cuando quieras que no se haga nada, forma una comisión.
Aquí se formó una cumbre, un summit. Se movió el avispero, se sacudieron con costosos viajes, se hizo un pantallazo para el marketing, se aburrieron con consideraciones que todo el mundo conoce, y este es el resultado: La nada.
La vaticanista Valentina Alazraki, corresponsal de la TV mexicana, zamarreó a los adormilados miembros del summit, con un fuerte mensaje.
La periodista, empleó en su discurso, los términos de Carl Schmitt cuando define la política, la cual, según sus conceptos, gira sobre las categorías de amigo-enemigo. Alazraki es muy consciente de que esto es una guerra, en la cual los adormilados prelados están indefinidos; peor aún, muchos han buscado la aberrante pedofilia como amiga, tal como surge de este summit, donde la homosexualidad es un tema tabú. Si así no fuese, Bergoglio tiene los días contados delante del lobby gay que lo gobierna.
Realmente vergonzosa la actitud de los silenciosos prelados educados en el Vaticano II, donde la carne no es ya nuestra enemiga, término que no figura en el novedoso catecismo actual, luego de abandonar el de Pío X.
Ante la pregunta de Alazraki: ¿De qué parte están?, en esta guerra, se muestra una clerecía indefinida, amante de todo lo que la aplauda. Aquí no hay aplausos, aquí hay vergonzosos reproches. Quedó claro que Bergoglio y sus adormilados prelados, no están en guerra, no muestran una iglesia militante sino complaciente.
Bergoglio tomó todas las precauciones, para que el summit no se le vaya de las manos y podría ser esto una señal de triunfo; pero la sensación es otra y la escribe Specola en su página del 24 de febrero:
Esto se está terminando y las cosas se complican cada vez más. Todo apunta a que hemos vivido durante decenios en la Iglesia Católica una cadena de mando que estaba corrompida y se escudaba detrás de lo más santo y sagrado para ocultar y destruir pruebas...
Más antes que después el velo caerá y veremos con total claridad el mundo corrompido que ha intentado gobernar la iglesia.
Y el 25 febrero, al ver como se encerraban cobardes, Bergoglio y sus prelados, en una misa “a puertas cerradas”, escribía:
Se nos habla de iglesia de puertas abiertas, de hospital de campaña, de la iglesia en salida, del diálogo, de tantas tonterías, y lo que estamos viendo es unos pastores acobardados que se encierran en la imagen más absurda de la ‘autorreferencialidad’ que tanto critican.
Y mientras se desarrollaban las obsoletas recetas de una cumbre de cobardes, los laicos dejaron al descubierto al maricón Zanchetta, de quien se rumorea que está oculto en Madrid, con un alto prelado amante. Mientras por su parte, en Argentina se conocían las andanzas del obispo castrense Olivera, uno de los protegidos de Bergoglio, poderoso amante de las riquezas y gran encubridor de prelados maricones, a tal punto, que se filtraron en la web espantosas fotografías (advierto que no son aptas para mujeres ni menores...), de sus protegidos maricas.
Si Dios creó el mundo de la nada, Bergoglio, el gran miembro del clericalismo, lleva sus propios clérigos del summit a la nada.

domingo, 24 de febrero de 2019

El usurpador Bergoglio

Continúan los estudios dando amplia confirmación a nuestra tesis que expusimos ya en 2013, afirmando que el Papa que fuese electo en el consistorio no sería Papa.
Por supuesto, nos tildaron de cismáticos.
Hoy dejaré algunas reflexiones de Álex Holgado, dejando al fin de esta entrada, el link correspondiente para que nuestros lectores lean la detallada exposición de los hechos que relata, demostrando que Bergoglio es un usurpador y al mismo tiempo, un católico excomulgado.
Por tal motivo, a la inválida renuncia de Benedicto XVI, no solo tenemos razones de lógica, razones de derecho canónico, sino que Álex Holgado agregará razones surgidas de la procesión de los acontecimientos.
Y como dice él:
Nada resulta más terco que la verdad de los hechos. La realidad no es creíble, sino que es, simplemente, obligatoria.
Por ello, no afirmo que Jorge Mario Bergoglio no es Papa porque no me guste. Es cierto que no me gusta, pero no soy como esa masa que prioriza lo que le apetece y soslaya la realidad. No sostengo que Bergoglio no es Papa porque sea hereje, que lo es. Ni digo que está excomulgado porque sus herejías me duelan, que me duelen. No. Jorge Mario Bergoglio no es Papa y está excomulgado porque así lo decretan las leyes que rigen la Iglesia. ¿Qué puedo hacer yo?
Ah, los medios de comunicación, ya se sabe: no te puedes fiar”. Así hablan quienes rechazan los hechos contrastados y publicados por diversas fuentes. Y así hablan quienes a continuación te espetan que dejarán de considerar Papa a Bergoglio cuando la Iglesia lo decrete. ¡La misma Iglesia que controla el usurpador! El candor o el miedo coinciden en hacer a los hombres ridículos.
Concluyo con sus mismas palabras: La Verdad, no es negociable.

jueves, 21 de febrero de 2019

Siguen los sofismas

No es fácil ser sofista, para esto se requiere práctica y tiempo, y Bergoglio la tiene. Como ya dijimos el sofisma se parece a la verdad, pero es mentira. El sofisma de la serpiente engañó a la Mujer, que comió en el Edén del fruto de la muerte. Los sofismas de Bergoglio engañan a los durmientes de este edén y comen de esta vieja serpiente.
¿Cuál es el nuevo sofisma? Lo relata la oficina de prensa en las palabras que Bergoglio dio a los participantes en la peregrinación de la arquidiócesis de Benevento, con motivo del centenario de la aparición de los estigmas permanentes de San Pío, y del cincuenta aniversario de su muerte. Dice Bergoglio a los peregrinos:
...Padre Pío. Se distinguió por la firme fe en Dios, la firme esperanza en las realidades celestiales, la generosa dedicación a la gente, la fidelidad a la Iglesia, que siempre amó con todos sus problemas y sus adversidades. Me detengo un poco en esto.
Amó a la Iglesia, con tantos problemas que tiene la Iglesia, con tantas adversidades, con tantos pecadores. Porque la Iglesia es santa, es esposa de Cristo, pero nosotros, los hijos de la Iglesia, somos todos pecadores, ¡y algunos grandes! – pero él amaba a la Iglesia tal y como era, no la destruyó con la lengua, como está de moda hacerlo ahora. ¡No! El ama. El que ama a la Iglesia sabe perdonar, porque sabe que él mismo es un pecador y necesita el perdón de Dios.
Y yo también "me detengo un poco en esto". Afirma la dialéctica de Bergoglio en su tercer principio, que la realidad es superior a la idea.
Por lo tanto, la realidad de la Iglesia del Santo Padre Pío, era muy distinta a la crisis de la Iglesia presente, en la cual nos metió este inútil jesuita, siempre incapaz para resolver los problemas que se le plantean.
Tanto aquella, como esta son dos realidades distintas, por lo tanto el juez Bergoglio, no puede juzgar a los críticos de hoy que le señalan sus garrafales errores, amparándose en la Iglesia de hace más de medio siglo.
Los papas de la iglesia del Padre Pío no dividían, no insultaban los católicos, no aportaban confusión entre los creyentes, no mentían, no ocultaban hechos, no decían una cosa para hacer lo opuesto, no ensalzaban los corruptos en altos cargos...
¿Y quién le dijo a este jesuita ignorante que el Padre Pío no criticaba por amor, la Iglesia de su tiempo? Sus ironías al Vaticano II, su voluntad de no doblegarse a los cambios litúrgicos de su tiempo dicen todo lo contrario.
Ignorancia y realidad, dos componentes que Bergoglio pasa por alto, pues para él, somos los tontos de esta iglesia.
Sigue el maestro sofista:
..., porque el Señor quiere arreglar bien las cosas pero siempre con el perdón: no podemos vivir una vida entera acusando, acusando, acusando a la Iglesia.
Nuevamente... "me detengo un poco en esto".
Bergoglio se pone en el único intérprete de Jesucristo. No existen otros intérpretes. El absolutismo de Bergoglio dicta que él es la Iglesia; el resto no somos Iglesia, vaya a uno a saber lo que somos.
Que el perdón es necesario, nadie lo discute. Pero para que haya perdón debe existir arrepentimiento, confesar el pecado y hacer penitencia. Si este pecado es público, se debe pedir perdón en público y hacer penitencia pública. Si el pecador no se arrepiente debe ser anatema.
Los anatemas de Bergoglio solo existen con aquellos que celebran la Misa en latín.
Hoy la realidad de esta revolución vaticana afirma con claridad que quien quiere ocupar altos cargos, debe ser homosexual o no atacar esta red de pederastas. Lo dicen sus asensos a los altos cargos de la Iglesia, como Cupich, Farrell, Coccopalmerio, Parolin, Paglia, Forte, etc., etc.
Sigue nuestro ilustre sofista:
¿El oficio de acusador de quién es? ¿Quién es el que la Biblia llama el gran acusador? ¡El diablo! Y aquellos que se pasan la vida acusando, acusando, acusando, son: no diré hijos, porque el diablo no tiene ninguno, sino amigos, primos y familiares del diablo. Y no, esto no va, debemos señalar los defectos que corregir, pero en el momento en que se señalan los defectos, se denuncian los defectos, se ama a la Iglesia.
Otra vez... "me detengo un poco en esto".
Lógicamente, existe el gran acusador, Mons. Viganò, que es lo que al pobre jesuita le revuelve las tripas, debiendo hacer silencio porque no tiene una realidad para responder, por tal motivo lo llama demonio, pues es su odio contenido desde el fondo de su estómago, que no puede vomitar libremente. Da pena ver sangrar al jesuita por esta herida.
Por otro lado, una cosa es acusar, otra cosa pedir. Yo no acuso, pido. ¿Y qué pido? Que toda la red de corruptos homosexuales sea anatema y no que ascienda a los altos cargos. Como dice san Pablo, entregar todos estos cuerpos putrefactos al demonio, para que puedan salvar el alma.
Y sumamos otro sofisma:
Sin amor, eso es del diablo.
Y... "me detengo un poco en esto".
El amor no es caricia, y muchas veces debe ser corrección, advertencia y en casos de impenitencia manifiesta, anatema. El anatema, es amor.
El diablo no corrige, no advierte, no practica el anatema, como hace Bergoglio, su hijo.
Y vayamos al último sofisma:
Ambas cosas tenía San Padre Pío, amaba a la Iglesia con todos sus problemas y sus adversidades, con los pecados de sus hijos.
Y por último... "me detengo un poco en esto".
El Santo Padre Pío no amaba los pecados de sus hijos, sofisma puro “a lo Bergoglio”.
Ahora pregúntense por qué Bergoglio vacía las plazas y las iglesias, a tal punto que al ver estos concurrentes exclama sorprendido:
¡Buenos días! ¡Sois tantos los que habéis venido, parece una canonización!
¡Pobre jesuita! Ya no ve las multitudes de sus inicios. ¿Por qué será? ¿Esto también es del demonio?
Yo le propongo una solución a este peronista. Haga como su amigo Fidel Castro, obligue a los fieles a concurrir, y así podrá llenar a plaza y la basílica para decir:
¡Buenos días!



martes, 19 de febrero de 2019

¿Arde Roma?


Dicen que Roma ya es un hervidero y que se percibe por las esquinas. De todos modos, hoy se dieron en Roma dos manifestaciones.
Una de las víctimas de abusos por culpa de los ocultos prelados homosexuales y pedófilos.
Otra de fieles cristianos que incitan a los obispos para que dejen la cobardía y enfrenten la situación actual de la iglesia, por esto piden valentía y transparencia.
De esta manifestación, se reunieron cerca de cien católicos oriundos de todo el mundo en la Plaza de San Silvestre, que está en el corazón de Roma, desde las 14 hasta las 15 hs.
Marcaron los límites de la plaza, con los cuatro símbolos de los evangelistas: el ángel de San Mateo, el león de San Marcos, el buey de San Lucas, y el águila de San Juan.
Permanecieron en fila de pie, en perfecto silencio recitando el rosario o leyendo los clásicos de la fe católica. Silencio contra silencio.

Es el silencio que busca romper el muro de silencio de los prelados, ante la crisis doctrinal y moral que devasta la Iglesia.
Este silencio solo se rompió por dos veces tanto al inicio como al final, con la invocación a la Santísima siempre Virgen: Acies Ordinata, ora pro nobis. 1
Posteriormente se reunieron en la iglesia de San Silvestre para recitar el Santo Rosario, mientras tanto sus organizadores dieron una conferencia de prensa.
Estos son:
John Smeaton (GB), presidente de la Society for the Protection of the Unborn Child.
Michael Matt (USA), director de la revista Remnant.
Scott Schittl (Canadá), representante del portal Life Site News.
Julio Loredo (Perú), socio fundador de Tradición y Acción por un Perú Mayor.
Jean-Pierre Maugendre (Francia), presidente de Renaissance Catholique.
Arkadiusz Stelmach (Polonia) – Vice-Presidente del Instituto Piotr Skarga
Roberto de Mattei (Italia), presidente de la Fondazione Lepanto
Modera: Giuseppe Rusconi.



1 Ejército ordenado para la batalla, ruega por nosotros.

lunes, 18 de febrero de 2019

La Misa del Novus Ordo (masónico)


Vetus ordo, contra Novus Ordo, y distintos problemas de la actual y feroz crisis por la cual atraviesa la Iglesia, son explicadas por este sacerdote italiano, que como pocos, comprendió lo que está sucediendo y se lanzó a proclamarlo; lo cual, le valió la excomunión por parte de su obispo, seguidor del heresiarca Bergoglio.
Don Minutella, es un sacerdote que se ha despertado.


miércoles, 13 de febrero de 2019

Estado de pánico


Son llamativas las intervenciones periodísticas del teutón Kasper.
Este anciano prelado del idealismo relativista ha pasado en estos días, del silencio a los gritos.
En Il fatto quotidiano, expresó que existía un complot contra Bergoglio.
Luego se desdijo, afirmando que nunca mencionó la palabra complot. ¿Acaso chochea?
Seguramente, no imaginó el alcance de sus declaraciones y algo de lucidez en su ancianidad le debe quedar, por lo tanto, torpemente trató de dar marcha atrás, puesto que ahora afirma taxativamente que nunca habló de complot.
¿Y En qué consiste el no complot? En pedir la renuncia de Bergoglio a su papado y ahora ya no es un complot, sino una posición de sitios de la web que piden su dimisión.
Favor que nos hace este adinerado teutón. Hace tiempo dije que Bergoglio debe al menos dimitir, puesto que está acabado, pero nunca pensé que estas miserables páginas y la de tantos otros, fuesen tan significativas. Pero ahora que Kasper lo menciona, sería bueno que Bergoglio renuncie, si es que en su revuelto cerebro todavía existe algo de sentido común, cosa que dudo, porque este porteño siempre adoleció del sentido de ubicuidad. El pobre pretendiente a papa, siempre actúa a destiempo.
Por esto estoy seguro que ni dimitirá ni renunciará. Además el porteño es más terco que una mula empacada. Es aquí donde yo me pregunto, ¿a qué vienen estas declaraciones? Tanto Kasper, hombre de logias secretas y clubes, como los “complotistas” de la web sabemos que el porteño ni por asomo piensa renunciar. ¿Por qué abre Kasper su paraguas antes de tiempo, si todavía no llueve? Todo me dice que el teutón sin decirlo, abre un espacio para que alguno se cargue un papa que no quiere renunciar o que sería inválido si dimitiese. ¿Quién? ¿Acaso son ellos, los de la Mafia de San Galo?
Pero tal vez Kasper chochea más de la cuenta, sobretodo cuando analiza el manifiesto de Muller, afirmando que es otro Lutero. Al pobre anciano se le han cruzado todos los cables en su mente, produciendo un gran cortocircuito. A esto nos lleva el idealismo teutón calcado de Hegel.
Por supuesto que el manifiesto que Muller clavó en la web, se parece a la acción de Lutero al clavar las 95 tesis en la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg. Pero el manifiesto nada tiene que ver con las tesis del monje rebelde. Es aquí donde las neuronas de Kasper entran en cortocircuito. Sin embargo no es el único, ¿acaso no está la estatua de Lutero en el Vaticano? ¿No era Lutero un buen hombre, incomprendido por los papas? Significa que comparar a Muller con Lutero es elevarlo a su excelsa categoría; pero no, Kasper lo afirma para denigrarlo, he aquí el cortocircuito mayor.
Todo esto puede ser, pero existe algo que es: Kasper está nervioso y ha entrado en estado de pánico. Por primera vez notan que todo este gigantesco esfuerzo de años en este santo y “milagroso” club de San Galo, puede derrumbarse en un momento como un hermoso castillo de naipes.



miércoles, 6 de febrero de 2019

Revolución y Evangelio (IV)


En esta Revolución Vaticana, como en toda otra revolución, existen dos verdades: la Verdad que es el Padre eterno y la verdad gestada por los revolucionarios eclesiales. Como los hebreos en el desierto, una es la revelación dada por Dios a Moisés en el Sinaí, y otra la febril construcción del becerro por las manos de Aarón, donde Bergoglio es quien mejor lo representa.
Por su parte mirando los hechos, siempre existe una doble verdad: La verdad oficial, que es la que transmiten los revolucionarios y la verdad real que simplemente es. La verdad de los medios profesionales y la verdad que surge por la web.
Dentro de las estructuras humanas, la verdad oficial, es obra de los hombres; en cambio dentro de la Iglesia, la verdad real es Jesucristo mismo, enviado por el Padre para dar su Palabra de vida eterna a los hombres.
En esta crisis de la Iglesia, la verdad oficial, es la que transmiten Bergoglio y sus operadores revolucionarios. Hoy los que se despertaron constatan la contradicción entre Moisés y Aarón, entre la verdad oficial de la Revolución Vaticana y la doctrina de Jesucristo. Es la misma contradicción que existe entre Viganò y el mutismo oficial de Bergoglio. Es la misma contradicción existente en el caso del pederasta Zanchetta, entre lo que dice el Vaticano y lo que se vio en la realidad.
La verdad oficial es circunstancial y se ajusta a los intereses humanos; la verdad real es la doctrina de Jesucristo que se ha transmitido por tradición.
La doctrina del relativismo es la que mejor se ajusta a la verdad oficial, mientras que la doctrina de Jesucristo se ajusta a la verdad de los apóstoles.
Si la Iglesia contó siempre con una realidad objetiva enseñada por Tradición, ¿cómo se llega a la verdad revolucionaria? ¿Cómo se llega a fabricar el becerro de oro?
Nada nuevo en este desierto
Hemos visto en las entradas anteriores, que los románticos hicieron del hecho revolucionario, un fenómeno religioso, el cual llegó hasta lo místico. Bergoglio y los pocos miembros ancianos que restan de la generación perdida del 60 en Argentina, y sobretodo del 70, son revolucionarios y en el caso específico de Bergoglio, además de revolucionario se debe agregar que es peronista.
A este respecto afirma Antoine de Meaux:
Hace más de medio siglo, Tocqueville creía ya que la Revolución presentaba un carácter religioso por los procedimientos que ella ha empleado. Pero se detenía a medio camino y, siguiendo las ideas entonces en vigor, la consideraba como puramente política en su objeto y en sus resultados.
Se podría muy bien presentar esta opinión al revés y sostener, por tanto, que se trata de una Revolución de orden religioso que se cumple y continúa cumpliéndose por procedimientos políticos. Pero todavía es más exacto unir los dos puntos de vista: Revolución política y Revolución religiosa, unidas la una a la otra, mezcladas y formando un todo en el que los elementos no podían ser dispares. 1
En la década del 60 se fue formando al calor del Vaticano II un espíritu nuevo, se lo llamó el Espíritu del Concilio, fue el espíritu hebreo que olvidaron a Moisés y pedían un becerro. Es el mismo espíritu al que invoca Bergoglio, al firmar un acuerdo con el Islam en el desierto de Arabia.
Primero fue un espíritu de crítica donde la verdad se vació de contenido:
...ya que no sabemos que ha sido de ese Moisés... (Ex. 32,1)
Luego se pasó a la ironía y al escepticismo:
         ...ese Moisés, ese hombre que nos ha sacado de la tierra de Egipto...(Ex. 32,1)
Todo terminó en lo que muchos denunciaron, un espíritu de demolición. y siempre se demuele para construir algo nuevo:
Haznos un dios que vaya delante de nosotros. (Ex. 32,1)
Bergoglio absorbió este espíritu, el cual lo hizo una personalidad, tal cual la vemos hoy en sus enseñanzas. Sus críticas al católico tradicional son el fruto acabado de los demoledores años del 70 de esa inútil generación perdida.
Todo esto trajo como consecuencia una nueva manera de razonar y otra forma de concebir los problemas, y una nueva manera de hacer teología y como consecuencia, una nueva forma de hacer la exégesis. Es el becerro de oro que fue plasmando su forma.
De este espíritu nace una pastoral y de esta pastoral la Teología de la Liberación, hoy enseñada en ciertos seminarios de Argentina, donde no sería extraño hallarnos con la adoración del becerro.
La generación perdida de Argentina, era revolucionaria y siguiendo una de las tesis revolucionarias de Agustín Cochin, el método siempre precede a la doctrina, y luego pasa a engendrarla. Es la tesis de Goethe, en el principio fue la acción.
Todo nace de...
...la experiencia informante y realizadora, la cual es la verdad que se hace; en lugar de la que realmente es; el impulso creador es lo que ha de hacerse sustituyendo a lo real...; la idea misma de la verdad se desvanece...2
La Iglesia como voluntad general del episcopado
El sistema actual aplicado en la Iglesia podría definirse como una aristocracia episcopal de neto corte absolutista. Nada valen razones de presbíteros o laicos, lo que el cuerpo aristocrático define en sus conferencias, es palabra de Dios, y no admite obispos discrepantes; o como lo dice Bergoglio, sus decisiones son la sorpresa del Espíritu Santo. El episcopado es absoluto en sus decisiones y no admite réplicas ni críticas y muchísimo menos revelaciones personales que lo limiten.
En este clericalismo, del cual Bergoglio es su más fiel Aarón, se aplican en teoría las ideas de los pensadores del siglo de las luces, quienes todavía añoran las cebollas de Egipto.
Francamente, las cebollas revolucionarias ya nos hartaron.
Por ello esta iglesia está embebida del espíritu del mundo, del cual es su amigo, por lo cual podemos afirmar:
La teoría de M. Durkheim está basada enteramente sobre una idea a priori, resumida de esta forma por Cochin: el hecho primitivo es la sociedad y no el individuo. La sociedad, primero; la doctrina, la convicción, la moral, después. 3
Es decir, primero está la Conferencia episcopal, a la que está sujeto la doctrina y por último la moral le sirve de esclava. Es lo que comprobamos luego de seis años de Revolución Vaticana. Es la síntesis del nuevo becerro-paradigma.
El novedoso becerro
Una vez tomado el poder por la logia o el club secreto de San Galo, comenzó a entrar en juego un nuevo concepto de verdad: El nuevo becerro-paradigma.
Por este becerro, la inmoralidad que surge de los prelados, no es un problema de por sí individual, sino un error que nace en la estructura de la iglesia mal ensamblada, que siempre es lo primero. Por tal motivo, la pedofilia o todo abuso sexual con los subordinados, es producto del clericalismo, el cual es un error en la concepción de la estructura eclesial, tal como se cansa de afirmar Bergoglio.
Este fenómeno, explica que los revolucionarios no hagan nada para detener este vicio detestable. Una inmoralidad no solo para los cristianos, sino para el resto de los hombres. Si todo depende de la estructura, ¿qué se puede hacer con los depravados? Por tal motivo, Bergoglio los trasplanta de una a otra estructura. Tal es el caso Zanchetta. ¿Depravado en Orán? Excomulgarlo sería una falta de misericordia, hay que incluirlo de alguna manera. Entonces insertémoslo en el Vaticano con un alto cargo, para que sienta la presión de la estructura y deje de pecar. Esta lógica es lo que los críticos sonámbulos, todavía no ven. El origen de esta concepción tiene que buscarse en la presión de la eclesial voluntad general como lo establece Rousseau.
Verdad objetiva y verdad revolucionaria
Esta es su diferencia:
Todas las doctrinas realistas consideran la verdad como objetiva, como relacionándola con un objeto exterior y que existe antes de la especulación, que lo enseña. La Verdad así concebida es, como las leyes de las que viene, inmutable: no podría variársela, estando fijada por su existencia misma. 4
No hay Verdad que haya pasado por un espíritu sin guardar su marca: la persona ser real, domina la idea y queda dueña para no someterse en último extremo más que al ser divino.» 5
Por lo tanto...
...cuando se trata de la Verdad religiosa, reclama de sus adeptos que les entreguen su fe; 6
Los discípulos de una misma religión son unidos entre sí por una creencia común adoptada previa y personalmente por cada uno de ellos, y esta creencia es la que sirve de base a su unión.7
En cambio la verdad revolucionaria es la que emana del método, luego de pasar por el espíritu de crítica y luego de pasar por la trituradora de la demolición.
La iglesia orfebre
Estando desprovista la Verdad de toda objetividad, se debe buscar el taller para elaborarla. Traigan todo el oro posible, para fabricar al nuevo dios. Estando el oro en el banco de trabajo, todo es cuestión de darle forma. El trabajo del taller no es obtener un objeto, sino una idea vacía de todo contenido real. Es el nuevo becerro-paradigma.
Como dice Antoine de Meaux:
Nos encontramos ante el dominio de la «idea-palabra», idea vacía de todo contenido real. Las verdades de que se trata se apoderan del espíritu y métodos de exposición de las ciencias más claras para llevarlas a conceptos donde las ciencias no tienen nada que hacer: a la moral y a las actividades humanas. 8
Los talleres
Son las Conferencias Episcopales y sobretodo los sínodos de esta Revolución Vaticana los talleres apropiados para elaborar el trabajo. Algunos utópicos pedían el Vaticano III, Bergoglio es más realista y no pierde ocasión para implantar esta nueva verdad. Es la verdad de la Luna roja de sangre. Esta verdad no nace de las Sagradas Escrituras, sino de la ciencia o mejor dicho, de las hipótesis de la ciencia, como la encíclica Laudato sì. Como podemos comprobar, no se origina en las Escrituras, por lo tanto no hallamos teología.
Bergoglio arremetió primero con las encíclicas, donde hallamos ciencia y escasa teología. Su mérito como buen heresiarca, es llevar a la estructura eclesial a leer ciencia y que esta saboree las cebollas de Egipto como producto de su fe.
Luego agregó los sínodos, que no son otra cosa que talleres de elaboración, y donde a esta colección pseudocientífica deben agregarse "Los amores de Leticia".
Con el sínodo de la juventud, instituyó la sinodalidad, como taller confirmado para elaborar este nuevo becerro-paradigma, que obliga a la estructura eclesial para actuar en un mismo sentido.
Ahora en febrero nos enfrentaremos a otro taller, compuesto por los talleres de todo el mundo, las Conferencias Episcopales, donde la moral estará sujeta a la estructura, no puede caber otro resultado.
Ahora bien,...
...las doctrinas elaboradas de esa suerte no son objeto de convicción personal, no exigen la fe, sino simplemente la adhesión de hecho, a cuya adhesión los adeptos son llevados por presión recíproca en virtud del lazo que los une (esto es la estructura eclesial). Su ligazón a la verdad no es ni personal ni libre, es social y forzosa: la unión entre adeptos (católicos) no resulta de una convergencia hacia una misma idea, resulta de un “contrato”, que obliga solidariamente. 9
Es entonces donde vemos realizarse en qué consiste salir a misionar, no es el concepto de los primeros años del cristianismo, donde se llevaba la Palabra hasta los extremos del Orbe, ahora es otra cosa, y vemos explicitado lo que se entiende por no hacer proselitismo:
El pensamiento se ha socializado, y la difusión de este pensamiento no tiene por fin llevar a la verdad un mayor número de almas, sino de recoger para el movimiento social (llamado iglesia) un mayor número de reclutas. Se trata de reclutar, no de convencer: de hacer una propaganda, no de hacer un apostolado. 10
Ergo, como lo enseña Bergoglio, en las misiones, se trata de efectuar un servicio, no de hacer proselitismo.
La base y el fundamento teórico de esta verdad como ya dijimos, es el relativismo, puesto que la verdad dejó de ser real y objetiva, para transformarse en irreal y subjetiva, no al individuo, el cual nada importa, sino a la estructura eclesial, la cual dejó de ser una custodia de la Fe y administradora de la Gracia para pasar a convertirse en un nuevo pueblo que rinde culto a la obra de sus manos, el nuevo becerro-paradigma de oro. Pero...
...la verdad creada de esa suerte varía de una manera continua y no se fija nunca. 11
Y como se describe, esta verdad revolucionaria del Vaticano, es es una verdad social, no ya la verdad de Jesucristo, y su fin es la nada:
Esta verdad no estable, que se crea, ... progresa o desaparece...12
Mientras la Palabra del Padre creó el mundo de la nada, los revolucionarios vaticanos proceden a la inversa: llevan lo constituido por la Palabra generando el paradigma que conduce a la nada.
Muy poco trabajo costará destruir este nuevo becerro-paradigma, pues si no progresa se destruye solo; peor aún, cuando se formula, ya es viejo.


1 Antoine de Meaux. Génesis de las Revoluciones. Cap.V. Pág, 92.
2 Ibídem. Cap.V. Pág, 88.
3 Ibídem. Cap.V. Pág, 100.
4 Ibídem. Pág. 107.
5 Ibídem. Pág. 107.
6 Ibídem. Pág. 108.
7 Ibídem. Pág. 108.
8 Ibídem. Pág. 110 y 111.
9 Ibídem. Pág. 111 y 112.
10 Ibídem. Pág. 112.
11 Ibídem. Pág. 112.
12 Ibídem. Pág. 114.