Calesita

viernes, 29 de marzo de 2019

¿Qué hacer con este papado herético? Disputant auctores (I)


Seis años demoró esta dormida iglesia, para constatar que Bergoglio es hereje.
Pasaron por alto su arrodillamiento para venerar pastores pentecostales, las reiteradas bendiciones y avivamientos del espíritu que recibió de ellos, su camaradería con rabinos, musulmanes y otras yerbas sin mencionar la rehabilitación del monje rebelde Lutero. Hoy se percatan, que este papa, de santo no tiene nada y de padre mucho menos, por mas que él diga que hace cola junto con Benedicto para subir a los altares.
Ahora bien, ¿qué hacer con un hereje bien o mal sentado en la cátedra de Pedro?
Este es hoy, el laberinto de la discusiones centrales entre los que dan a Bergoglio como Papa caído en franca herejía.
A este nivel se perfilan tres teorías:
I. La teoría quietista
Esta posición pertenece al obispo auxiliar de la archidiócesis de Santa María en Astana, Athanasius Schneider. Damos aquí algunos puntos centrales de su pensamiento, el cual puede consultarse completo desde este enlace--->:
1. La Iglesia, en los muy raros casos concretos de un pontífice que comete graves errores teológicos o herejías, definitivamente podría convivir con un Papa así. La práctica de la Iglesia hasta ahora fue el de dejar el juicio final sobre un Papa herético reinante a sus sucesores o a un futuro Concilio Ecuménico, como en el caso del Papa Honorio I.
Schneider parte de una falsa base, como es una iglesia unida y coherente con su doctrina. En este aspecto, su inicio del razonamiento falla por no ver la realidad, que se resume en una profunda crisis de Fe en toda la iglesia. Esta no es una iglesia unida, sino dividida en miles de partes doctrinales, a tal punto que no se sabe en qué cree un cardenal o un simple presbítero. Esta es una iglesia al borde del cisma formal y dentro de un cisma real. Esta posibilidad no logra percibir este inocente obispo.
2. El Papa obtiene su autoridad directamente de Dios y no de la Iglesia; por lo tanto, la Iglesia no puede deponerlo por ninguna razón.
La elección de un Papa y el papado mismo, es una sinergia entre Jesucristo y su Iglesia. En este punto, Schneider presenta otro error. El papado fue creado por Jesucristo, pero su elección reside dentro de la unidad de su Iglesia. No viene Jesucristo a nombrar el Papa. Si el Papa se declara hereje, la misma sinergia debe ponerse en práctica, sin embargo, Schneider deja todo librado a las manos de Dios sin que ninguno de los responsables mueva un dedo para deponerlo. Esta es una posición quietista donde los obispos y cardenales se quitan la responsabilidad de poner manos a la obra para restaurar el papado. Y Schneider lo hace con estos términos:
3. Los episodios narrados en el Evangelio acerca de cómo Nuestro Señor calmó el mar tormentoso y rescató a Pedro que se estaba hundiendo en el agua, nos enseñan que incluso en la situación más dramática y humanamente desesperada de un Papa herético, todos los Pastores de la Iglesia y los fieles deben creer y confiar en que Dios intervendrá en su Providencia y Cristo calmará la tormenta y restaurará en los sucesores de Pedro, sus vicarios en la tierra, la fuerza para confirmar a todos los pastores y fieles en la fe católica y apostólica.
El caso es, que no solo se hunde Pedro, sino la misma barca sufre la tormenta y parece hundirse. El quietismo como Jonás, duerme en la bodega de la nave. Solo se espera que la Providencia calme la tormenta y restaure las cosas.
4. Toda la Iglesia debe tener una perseverancia sobrenatural en tal oración y una confianza sobrenatural en el hecho de que es Dios quien gobierna a Su Iglesia en última instancia y no el Papa.
Nuevamente, Schneider pierde de vista la sinergia y carga todas las responsabilidades sobre Jesucristo. ¿Quién eligió un hereje para el papado? Fue acaso Jesucristo o un ciego cardenalato?
5. Al lidiar con el trágico caso de un Papa herético, todos los miembros de la Iglesia, comenzando con los obispos, hasta los simples fieles, tienen que usar todos los medios legítimos, como las correcciones privadas y públicas del Papa errante, constantes y ardientes oraciones y profesiones públicas de la verdad para que la Sede apostólica pueda nuevamente profesar con claridad las verdades divinas, que el Señor confió a Pedro y a todos sus sucesores. “Así el Espíritu Santo fue prometido a los sucesores de Pedro, no de manera que ellos pudieran, por revelación suya, dar a conocer alguna nueva doctrina, sino que, por asistencia suya, ellos pudieran guardar santamente y exponer fielmente la revelación transmitida por los Apóstoles, es decir, el depósito de la fe.” (Concilio Vaticano I, Constitución Dogmática Pastor Aeternus, cap. 4)
Este punto 5 ya fue realizado, y la Santa Sede hace oídos sordos y se ríe de las correcciones efectuadas. Peor aún, hasta este presente y no hablo del futuro inmediato, el Espíritu Santo brilla por su ausencia en esta Santa Sede repleta de pederastas. No creo que el Espíritu de Dios se proponga iluminar una administración declaradamente homosexual.
6. En la misma sesión, el Concilio de Constanza decretó que todo Papa recién elegido debía hacer un juramento de fe, proponiendo la siguiente fórmula, de la cual citamos los pasajes más importantes:
Yo, N., elegido Papa, con corazón y boca confieso y profeso al Dios todopoderoso, que creeré firmemente y mantendré la fe católica según las tradiciones de los apóstoles, de los concilios generales y de otros santos padres. Conservaré esta fe sin cambios hasta el último punto y la confirmaré, defenderé y predicaré hasta el punto de la muerte y el derramamiento de mi sangre, y seguiré y observaré en todo sentido el rito transmitido de los sacramentos eclesiásticos de la Iglesia Católica.”
¡Qué oportuno es tal juramento papal y cuán urgente es ponerlo en práctica, especialmente en nuestros días! El Papa no es un monarca absoluto, que puede hacer y decir lo que le gusta, que puede cambiar la doctrina o la liturgia a su propia discreción. Desafortunadamente, en los siglos pasados, contrariamente a la tradición apostólica de los tiempos antiguos, el comportamiento de los papas como monarcas absolutos o como semi-dioses se aceptó comúnmente en la medida en que dio forma a los puntos de vista teológicos y espirituales de la mayoría prevaleciente de los obispos y los fieles, y especialmente de la gente piadosa. El hecho de que el Papa debe ser el primero en la Iglesia que debe evitar las novedades, obedeciendo de manera ejemplar la tradición de la Fe y de la Liturgia, fue a veces borrada de la conciencia de los obispos y fieles por una aceptación ciega y piadosa de un absolutismo papal.
El mismo juramento papal nombró, en términos concretos, fidelidad a la lex credendi (la Regla de la fe) y a la lex orandi (la Regla de la oración). Con respecto a la lex credendi (la Regla de Fe), el texto del juramento dice:
Prometo mantener con todas mis fuerzas, hasta el punto de la muerte y el derramamiento de mi sangre, la integridad de la verdadera fe, cuyo autor es Cristo y que a través de sus sucesores y discípulos fue entregado a mi, humilde servidor, y que encontré en su Iglesia. Prometo también soportar con paciencia las dificultades de la época”.
Con respecto a la lex orandi, el juramento papal dice:
Prometo mantener la disciplina y la liturgia de la Iglesia tal como las he encontrado y como fueron transmitidas por mis predecesores”.
Lo dicho. Los cardenales eligieron un hereje. Como se puede constatar, no existe entre esta generación de cardenales, una constancia cierta, que quien asciende a la sede, ocupada o libre de Pedro, pueda ser católico. La constatación de herejes en la sede de Pedro, desgraciadamente la tenemos hoy, no solo en la sede, sino en toda la corte de un Papa celosamente absolutista.
7. En los últimos cien años, hubo algunos ejemplos espectaculares de un absolutismo litúrgico papal. Cuando consideramos los cambios radicales en la lex orandi, hubo cambios drásticos realizados por los Papas Pío X, Pío XII y Pablo VI y, en relación con la lex credendi, por el Papa Francisco.
Pío X se convirtió en el primer Papa en la historia de la Iglesia Latina que realizó una reforma tan radical del orden de la salmodia (cursus psalmorum) que dio como resultado la construcción de un nuevo tipo de Oficio Divino con respecto a la distribución de los Salmos. El siguiente caso fue el Papa Pío XII, quien aprobó para el uso litúrgico una versión latina radicalmente cambiada de los milenarios y melodiosos textos del Salterio de la Vulgata. La nueva traducción al latín, el llamado “Salmo Piano”, era un texto artificialmente fabricado por académicos y, en su artificialidad, difícilmente se podía pronunciar. Esta nueva traducción latina, acertadamente criticada con el adagio “accessit latinitas, recessit pietas”, fue de facto rechazado por toda la Iglesia bajo el pontificado del Papa Juan XXIII. El Papa Pío XII también cambió la liturgia de la Semana Santa, un tesoro litúrgico de la Iglesia de milenios de antigüedad, al introducir rituales inventados parcialmente ex novo. Los verdaderos cambios litúrgicos sin precedentes, sin embargo, fueron ejecutados por el Papa Pablo VI con la reforma revolucionaria del rito de la Misa y de del rito de todos los otros sacramentos, una reforma litúrgica de tal radicalidad ningún Papa antes osaba efectuar.
Aquí Schneider se embarca en una crítica al espíritu reformista, es buena, pero merece algunas pequeñas observaciones:
a. Una de ellas consiste en pasar por alto las reformas efectuadas en la contrarreforma, así tenemos el caos general producido por la reforma del calendario con Gregorio XIII en 1582, como también tenemos la reforma sobre los textos durante la era de Urbano VIII en 1632. El espíritu reformista es anterior a Pío X, y se fue incrementando en el siglo XX.
b. Otra es la reforma del orden de la salmodia que critica en Pío X. Existe una corriente, que parece no percatarse que anterior a esta reforma, existían dos órdenes de salmodia: una que seguía la iglesia romana y otra distinta seguida por el monacato benedictino. De allí que no es cuestión de ver la reforma de la salmodia en sí, sino el criterio que se empleaba. El mismo lo da la Regla de San Benito:
Sobre todo advertimos, que si acaso esta disposición no agradare a alguno, ordénelo de otro modo si le pareciere mejor, con tal que en todo caso se atienda que cada semana se cante enteramente todo el Salterio de ciento y cincuenta Salmos, y que se comience siempre a los Maitines del Domingo por un mismo Salmo. Porque muy poca devoción, y celo para el servicio divino muestran los monjes, que en el transcurso de una semana cantan menos de un Salterio con los Cánticos acostumbrados, cuando leemos que nuestros Santos Padres hacian con fervor en un solo día, lo que quiera Dios ejecutemos nosotros en toda una semana. (Cap. XVIII)
Este es el criterio de la Tradición, no el simple orden de la salmodia. Por supuesto, qué diría San Benito de los adictos al Vaticano II que necesitan para recitar toda la salmodia ¡nada menos que cuatro semanas! Y para colmo, ya no son 150 salmos, sino muchos menos y algunos salmos del resto están mutilados.
8. Un cambio teológicamente revolucionario fue hecho por el Papa Francisco en cuanto el aprobó la práctica de algunas iglesias locales de admitir a la Sagrada Comunión en casos excepcionales e particulares a los adúlteros sexualmente activos (que cohabitan en las llamadas “uniones irregulares”). Incluso si estas normas locales no representan una norma general en la Iglesia, significan, sin embargo, una negación en la práctica de la verdad de la indisolubilidad absoluta del matrimonio sacramental rato y consumado. Otra modificación radical en cuestiones doctrinales consiste en el cambio de la doctrina bíblica y de la doctrina tradicional bimilenaria en relación con el principio de la legitimidad de la pena de muerte. El siguiente cambio doctrinal representa la aprobación del Papa Francisco de la frase en el documento interreligioso de Abu Dhabi del 4 de febrero de 2019, que establece que, la diversidad de los sexos, de las naciones y de las religiones corresponden a la sabia voluntad de Dios. Esta formulación como tal necesita una corrección papal oficial; de lo contrario, constituiría una evidente, contradicción del Primer Mandamiento del Decálogo y de la enseñanza inequívoca y explícita de Nuestro Señor Jesucristo, contradiciendo por lo tanto la Revelación Divina.
En este contexto es impresionante y pensativo el episodio narrado en la vida del Papa Pío IX, quien, a petición de un grupo de obispos para hacer un ligero cambio en el Canon de la Misa (introduciendo el nombre de San José), respondió: “No puedo hacerlo. ¡Solo soy el Papa!
Esto no es un cambio teológicamente revolucionario, sino un ingreso formal en la herejía. Como siempre, Schneider se queda corto en el análisis.
9. El caso extremadamente raro de un Papa herético o semi-herético debe ser soportado y sufrido en última instancia a la luz de la fe en el carácter divino y en la indestructibilidad de la Iglesia y del Oficio Petrino. El Papa San León Magno formuló esta verdad, diciendo que la dignidad de San Pedro no está disminuida en sus sucesores, por indignos que puedan ser: “Cuius dignitas etiam in indigno haerede non deficit” (Serm. 3, 4).
Schneider es genial, pero no logra ver que si este punto no se cumple, es porque algo mal se ha realizado. Es el olfato de muchos críticos, que notan que lo que nos vendió este cardenalato donde unos estaban sumidos en un profundo sueño y otros en la idólatra pederastia, es pescado podrido. Schneider como otros autores, parten de la base real, de que todo se hizo bien y en perfecta armonía. ¿Y si esto es falso? Si la elección de un Bergoglio herético, es porque algo salió mal, ¿qué son capaces de responder? Nada. Por lo visto esta situación no existe, ni su posibilidad remota se toma en consideración.
10. Podría haber una situación verdaderamente extravagante de un Papa que practica el abuso sexual de menores o subordinados en el Vaticano. ¿Qué debería hacer la Iglesia en tal situación? ¿Debería la Iglesia tolerar a un Papa depredador sexual de menores o subordinados? ¿Por cuánto tiempo debe la Iglesia tolerar a un Papa así? ¿Debería perder el papado ipso facto debido al abuso sexual de menores o subordinados? En tal situación, se podría originar una nueva teoría u opinión canónica o teológica de permitir la deposición de un Papa y la pérdida de su cargo debido a delitos morales monstruosos (por ejemplo, abuso sexual de menores y subordinados). Tal opinión sería una contraparte de la opinión que permite la deposición de un Papa y la pérdida de su cargo por herejía. Sin embargo, tal nueva teoría u opinión (deposición de un Papa y la pérdida de su cargo por delitos sexuales) seguramente no correspondería a la mente y práctica perennes de la Iglesia.
Lo dicho, quietos y de algún modo sigamos durmiendo.
11. La tolerancia de un Papa herético como una cruz no significa pasividad o aprobación de sus malas acciones. Uno debe hacer todo lo posible para remediar la situación de un Papa herético. Llevar la cruz de un Papa herético no significa bajo ninguna circunstancia consentir sus herejías o ser pasivo. Así como las personas tienen que soportar, por ejemplo, un régimen inicuo o ateo como una cruz (cuántos católicos vivían bajo un régimen semejante en la Unión Soviética y soportaban esta situación como una cruz con espíritu de expiación), o como padres tienen que soportar como una cruz a un hijo adulto, que se convirtió en un incrédulo o inmoral, o como miembros de una familia tienen que soportar como una cruz, por ejemplo, un padre alcohólico. Los padres no pueden “destituir” a su hijo errante de ser miembro de su familia, así como los hijos no pueden destituir a su padre errante de ser miembro de la familia, o de su título como “padre”.
Existe una enorme distancia entre un padre de familia y un Papa. Aquí el único vínculo es la Fe y no la sangre. Si el Papa es hereje, no posee nuestra Fe, dejó de llevar nuestra sangre, y ya no cumple con su misión por la cual fue electo. Su autoridad no existe en absoluto. ¿Cómo se impide que el mal avance entre quienes siguen embobados con sus enseñanzas fuera de toda lógica católica? La respuesta es insuficiente.
11. Es más seguro y conforme a una visión más sobrenatural de la Iglesia no deponer a un Papa herético. Procediendo de este modo, con sus contramedidas prácticas y concretas, en ningún caso significa pasividad o colaboración con los errores Papales, sino un compromiso muy activo y una verdadera compasión con la Iglesia, que, en el tiempo de un Papa herético o semi-herético, experimenta sus horas de Gólgota. Cuanto más un Papa difunda ambigüedades doctrinales, errores o incluso herejías, más luminosamente brillará la Fe Católica pura de los más pequeños en la Iglesia: La Fe de los niños inocentes, de las hermanas religiosas, la Fe, especialmente de las gemas ocultas de la Iglesia, las monjas de clausura, la fe de fieles laicos heroicos y virtuosos de todas las condiciones sociales, la fe de sacerdotes y obispos individuales. Esta llama pura de la fe católica, a menudo alimentada por sacrificios y actos de expiación, arderá más que la cobardía, la infidelidad, la rigidez espiritual y la ceguera de un Papa herético.
El problema de Schneider es que no se toma en cuenta el mal producido, pues no todos están capacitados para sobreponerse a esto. La Iglesia no estaba preparada para una situación de este tipo, y lo da el hecho que este tema no tiene muchos pensadores y hoy saltan las dudas sobre su acción futura. Quien transige y no actúa es corresponsable de lo que sucede, por más oración que haga.
12 La Iglesia tiene un carácter tan divino que puede existir y vivir por un período limitado de tiempo, a pesar de un Papa herético reinante, precisamente por la verdad de que el Papa no es sinónimo o idéntico a la Iglesia. La Iglesia tiene un carácter tan divino que incluso un Papa herético no puede destruirla, aunque dañe gravemente la vida de la Iglesia, pero su acción tiene una duración limitada. La Fe de toda la Iglesia es mayor y más fuerte que los errores de un Papa herético y esta Fe no puede ser derrotada, ni siquiera por un Papa herético. La constancia de toda la Iglesia es mayor y más duradera que el desastre relativamente breve de un Papa herético. La roca verdadera sobre la que reside la indestructibilidad de la fe y la santidad de la Iglesia es Cristo mismo, siendo el Papa solo su instrumento, como cada obispo y sacerdote es solamente un instrumento de Cristo Sumo Sacerdote.
Schneider se coloca en lugar de Jesucristo, como miope general en jefe, expone la doctrina de la no destrucción de la Fe, y desde esta óptica ingenua, minimiza los males al decir que se da un desastre relativamente breve de un Papa herético. Un Papa hereje no destruye la Fe, pero el daño puede ser enorme, a pesar de su relatividad, tan enorme como un cisma de inmensas proporciones, lo cual ya deja de ser un desastre relativo y mucho menos breve pues perdurará en el tiempo hasta su destrucción.
14. El acto de deposición de un Papa por herejía o declarar vacante su cátedra por pérdida del papado ipso facto por herejía, sería una novedad revolucionaria en la vida de la Iglesia, y tiene que ver con un tema muy importante de la constitución y la vida de la Iglesia. Uno tiene que seguir en un asunto tan delicado, incluso si es de naturaleza práctica y no estrictamente doctrinal, el modo más seguro (via tutior) del sentido perenne de la Iglesia. A pesar del hecho de que tres concilios ecuménicos sucesivos (el Tercer Concilio de Constantinopla en 681, el Segundo Concilio de Nicea en 787 y el Cuarto Concilio de Constantinopla en 870) y el Papa San León II en 682 excomulgaron al Papa Honorio I por herejía, ellos no declararon ni siquiera implícitamente que Honorio haya perdido el papado ipso facto por herejía. De hecho, el pontificado del Papa Honorio I fue considerado válido incluso después de haber apoyado la herejía en sus cartas al Patriarca Sergio en 634, ya que reinó después de eso otros cuatro años hasta el 638.
El siguiente principio, formulado por el Papa San Esteban I (+ 257), aunque en un contexto diferente, debe ser una guía para tratar el tema altamente delicado y raro de un Papa herético: “Nihil innovetur, nisi quod traditum est”, es decir”: “Que no haya innovación más allá de lo que se ha transmitido”.
Lo que Schneider no logra ver, es que si la deposición es revolucionaria, obedece a una situación inédita y revolucionaria en su misma vida institucional. A grandes males, grandes remedios; a grandes revoluciones, grandes contrarrevoluciones.
Realmente, me impresiona la ingenuidad de Schneider. Con este obispo, puede Bergoglio dormir tranquilo, no sé porque se le prohibió viajar, si no mata una mosca.

martes, 26 de marzo de 2019

Tres tácticas para apurar la noche

Bergoglio ha iniciado su séptimo año de un pontificado, que jamás ni el mismo hubiese imaginado en su contradictoria vida. Ya nadie ignora el descalabro al que ha sumido la Iglesia, a él mal confiada. A tal descalabro, se lo llama suavemente como crisis.
Séptimo año de un falso papado carente de todo tipo de autoridad, al que se escucha, solo para ver que nueva ingeniosidad es capaz de aducir para ocultar la verdad de los hechos; que nuevo razonamiento retorcido es capaz de proferir para desarmar la Verdad; que nuevo pecado es capaz de justificar en su insana mente; que nuevo argumento esgrime para manotear los capitales que apetece; que nuevo desorden administrativo sale a rodar por las redes del mundo; que astucia esgrimirán sus fanáticos seguidores para mostrarnos lo hermoso de la decadencia emprendida.
Inmiscuido en las capas más ocultas del vicio al que no se detesta, un cómplice cardenalato es copartícipe ineludible de esta decadencia manifiesta, en la que el mundo ha puesto su impaciente esperanza, para contemplar la pronta destrucción de la iglesia.
El estudio de este falso papado, cada día nos revela nuevas tácticas puestas en práctica. Hoy mostramos tres:
1. La Escritura como pretexto
Esta táctica consiste en poner la Sagrada Escritura como fundamento del error. Es lo que hace el demonio con Jesucristo en el desierto después de ayunar durante cuarenta días. Cada tentación se justifica con una cita.
Hoy, el gran profeta de la decadencia, sale a proclamar que no se juzgue.
Por supuesto, el único juicio que interesa es el suyo, no el de los otros, ni el de su corrupta corte de pederastas, ni el de los obsecuentes jesuitas que tienen siempre vía libre para enjuiciar e insultar a quien les place.
Dice el evangelista San Lucas (6,37):
Y no juzguéis (κρινετε), y no se os juzgará. Y no condenéis (καταδικαζετε), y no se os condenará. Perdonad, y se os perdonará.
El verbo empleado en el texto griego para juzgar es κρινω, el cual posee varios significados, como separar, acusar, juzgar o condenar. Por su parte en condenar usa el verbo καταδικάζω que significa declarar a uno culpable. Por lo que debe verse el significado de juzgar dentro del contexto y no fuera del mismo. Por ello San Gregorio Niceno al comentar el pasaje dice:
No pronunciéis vuestra sentencia sobre vuestro siervo con acritud, para que no sufráis un castigo semejante; el juicio provoca una condenación más rigurosa. De donde prosigue: "No condenéis y no seréis condenados". No prohíbe, por tanto, el juicio en el perdón. (Catena aurea)
Cuando el texto habla de no juzgar, no significa que cerremos los ojos y nos tapemos los oídos. Es que Bergoglio está acorralado y no sabe como salir del encierro en el que él mismo estúpidamente entró; por cuyo motivo, pide a gritos que no se lo juzgue, mientras él y su corte emiten sus degradantes juicios.
Cuando una cita sale como pretexto, se debe emplear otra cita para rebatirla; es lo que hizo Jesucristo en la tentaciones del desierto. Por este motivo, afirma San Pablo en su Primera Carta a los Corintios (5,12 y 13) :
¿Qué tengo yo que juzgar a los de afuera? ¿No es a los de adentro a quienes debéis juzgar? A los que son de afuera los juzgará Dios.
Como vemos, no se trata de abstenerse de pensar, ni de emitir una opinión; se trata de no condenar.
2. La paradoja de los opuestos
Consiste en usar los dos opuestos al mismo tiempo. Veamos los hechos.
Barbarin anuncia que renuncia a la diócesis de Lyon por ser condenado por un tribunal francés por encubrir delitos de pedofilia, Bergoglio no se la acepta; pero, oh paradoja, Barbarin debe irse.
El pederasta McCarrick es reducido al estado laical, pero oh paradoja, sus “amiguitos” ascienden a los más altos cargos vaticanos, como el de Camarlengo.
El Cardenal Pell parece ser inocente, por tal motivo debe sufrir seis meses de cárcel. Para que no te encierren, oh paradoja, hay que ser culpable de algo. El ejemplo más claro es Zanchetta.
A esta táctica otros lo han llamado el imperio de la tolerancia cero.
En Argentina se proclamó enfáticamente que se debe dar un corte radical a situaciones de abusos,...
...“a no encubrir ni de lejos una denuncia que amerite una investigación para proteger a los menores y a los adultos vulnerables”. (Ojea dixit)
Pero oh paradoja, quien lo dice es obispo de la diócesis donde mayores encubrimientos se dieron.
3. El gaslighting
Los amiguitos de Coccopalmerio protagonizaron hace meses un escandalete homosexual con estupefacientes incluidos, de lo cual hablamos en esta entrada --->.
En dicha fiesta negra, se filtró la noticia que el “Cocco”, también estaba presente. El escándalo fue policial, debiendo intervenir la gendarmería. Pero según los labios del Cocco todo fue mentira. Vaya, qué pésima gendarmería tienen en el Vaticano, que tales mentiras propala... Es que lo que se ve, se ve, pero no es. Y lo que se oye, se escucha, pero tampoco es; ¿no sé si me explico?
Los psicólogos llaman a esta táctica el gaslighting. El nombre surge de una película del año 44, Gaslight que se la tradujo como La luz que agoniza, donde la mujer ve que las luces de las lámparas de gas disminuyen por la noche y oye ruidos en el altillo. Es su marido, que busca allí un tesoro oculto, quien enciende las luces de gas, de modo que por contrapartida, disminuyen la luces de las lámparas en la casa de la esposa. La respuesta de su esposo, es que se está volviendo loca, imaginando lo que no es.
Esta es una táctica destinada a desestabilizar el sentido común del oponente.
Del mismo modo, el “Cocco” arroja gaslighting para la "gilada", no podemos olvidar que su secretario debió ser internado para quitarle los efectos de los estupefacientes. Pero hoy Capozzi, su secretario pederasta, es párroco en Italia. Es la táctica de los opuestos, y del gaslighting mezcladas. Cappozzi no es lo que se dice que es, además ya hizo un sinnúmero de penitencias...
Si en la primera táctica se nos prohibía pensar, en la tercera táctica te dicen que lo que ves o que escuchas no es. De esta forma se anula la persona por completo, no ve, no oye y no piensa; el esclavo e imbécil perfecto.
Estamos al inicio de un séptimo año de un falso papado, acorralado, descreído, inmoral y falso, donde se dice una cosa para hacer otra. El pobre hombre, es cada día más impopular, y esto lo dice la soledad en que las masas lo han confinado para su desolación.
Las ovejas reconocen la voz del pastor, pero ¿de quién es esta voz?
Lo que se ve, se ve; así como lo que es oído, se escucha. Juzgar no es cerrar los ojos ni taparnos los oídos, como tampoco emitir opiniones. Como asimismo, no ver lo que vemos y no oír lo que escuchamos es el gaslighting de Bergoglio, al cual no lo mandamos al infierno, lo único que queremos es que sus pretextos, su gaslighting y sus paradojas, se las meta en el bolsillo; puesto que ningún católico es esclavo de los caprichos de un hombre.



lunes, 25 de marzo de 2019

Ola celeste


La "ola celeste" es la ola de la esperanza.
Ellos son la “ola celeste” que el sábado pasado volvió a estrellarse contra la indiferencia de las elites nacionales. Una vez más marcharon en todo el país en defensa de la vida y contra la imposición del aborto.
Marchan en familia o en grupos de colegios o parroquias. Van cantando y rezando, casi todos con un pañuelo celeste anudado en alguna parte del cuerpo, y la enorme mayoría portando banderas argentinas que ondean sin vergüenza. Podría arriesgarse que es predominante la presencia femenina, en especial de adolescentes y jóvenes que a fuerza de frescura y vitalidad desmienten el estereotipo de que aborto y mujer son sinónimos.
Ellos son la “ola celeste” que el sábado pasado volvió a estrellarse contra la indiferencia de las elites nacionales. Una vez más marcharon en todo el país en defensa de la vida y contra la imposición del aborto, pero también levantaron la voz frente a la ideología de género disfrazada de “educación sexual integral”, y denunciaron la ceguera de una clase dirigente que se empecina en no escuchar sus reclamos.
En un país secuestrado por ideólogos, oportunistas o peones de intereses espurios, ellos representan la parte más sana de una población que está perdiendo la paciencia. Por eso todas las metáforas que se aplican a sí mismos los militantes provida tienen plena validez: en efecto, hay un "gigante dormido que se despertó", y sí, es verdad que la ola celeste acumula fuerza para convertirse en un auténtico “tsunami”.
Sus demandas son muy simples, pero con aquella simpleza que parece revolucionaria en un mundo trastornado. Afirman que la vida comienza en la concepción y que, por lo tanto, el aborto comporta el asesinato de un ser humano. Defienden la santidad de la familia, primer y último baluarte de toda persona de bien. Aman a la patria, a la que no quieren ver desgarrada ni sometida a designios oscuros. Creen en Dios y quieren seguir proclamando su Fe sin las intimidaciones de ateos o laicistas.
El sábado último hicieron una demostración de fuerza difícil de ignorar. Como ocurrió varias veces el año pasado, se movilizaron sin aparatos, en la mayor orfandad política, víctimas del desprecio de los grandes medios y de las burlas de los abortistas, que por su desmesurada soberbia no alcanzan a comprender la dimensión del fenómeno que tienen enfrente.
En un año electoral de resultado incierto, “Con aborto no te voto” fue una de las consignas que más se escuchó en la marcha de alrededor de 300.000 personas que partió de Plaza Italia y desembocó en la Facultad de Derecho porteña. Sería imprudente pasarla por alto. Los políticos que conserven algo de dignidad harían bien en tomar nota de ese clamor de una porción considerable del pueblo al que dicen representar. Todavía tienen tiempo de hacerlo.
La manifestación culminó con un breve mensaje del coronel Esteban La Madrid, heroico veterano de guerra de Malvinas. Habló de una nueva batalla, la batalla que desató el “debate” del aborto. Si la metáfora es real, también lo son los dos bandos. De un lado, están los poderosos de la Tierra, con todo su dinero, su capacidad de presión, sus artimañas para fijar y cambiar las reglas del juego. Del otro, un pueblo que se siente amenazado en lo más íntimo, la vida de sus hijos y la tierra de sus padres, y que ya anunció que está dispuesto a dar pelea hasta el final. ¿Cómo no abrigar la esperanza de que otra vez David vencerá a Goliat?
Jorge Martínez
@JorgeGMar
25.03.2019



viernes, 22 de marzo de 2019

Benevacantismo no es el término

Parece que en la actualidad, se la tomaron con nosotros, lo digo en plural, puesto que no somos los únicos que lo afirmamos. Ya la corriente tomó cuerpo, a tal punto que esta posición no se puede ignorar como hacían hipócritamente en 2013.
Veamos otra opinión contra nuestra posición.
La propala una página, donde en su resumen salen a relucir contradictoriamente todas las opiniones, unas diametralmente opuestas a otras.
Dicen estos o (estas) pues hoy nadie firma nada:
Existe una corriente que se ha ido popularizando últimamente la cual se denomina Benevacantismo (aquellos que sostienen que Benedicto XVI sigue siendo el Papa reinante de la Iglesia), la cual desde luego, es errónea y herética en algunos puntos, la inquietud es ¿qué harán los que sostienen esta propuesta una vez fallezca Benedicto XVI? ¿Se declararán sedevacantistas a partir de Benedicto XVI o qué harán? 1
Analicemos este texto.
1. Existe una corriente que se ha ido popularizando últimamente...
No sé quien es el fundador de esta corriente que se inició en 2013, y yo no fui el único, éramos muchos. Lo que sucede, es que estos tienen la vista corta, y en su tiempo ignoraban este pensamiento, o por contrapartida nos decían que estábamos locos. Ahora que ha crecido, ya no nos tildan de locos, porque esta es una iglesia donde la verdad no es lo que es, si no va acompañada de la cantidad.
Con el andar del tiempo, lo que se veía oscuramente, hoy se ve con mucha mayor claridad, por cuyo motivo sabemos con certeza, que quienes ayer nos tildaban de locos, hoy algunos están muy callados y otros están más locos que nosotros.
Y la corriente toma cuerpo, porque la Verdad siempre prevalece sobre la mentira. Peor para ellos, irá creciendo cada día.
2 ...la cual se denomina Benevacantismo (aquellos que sostienen que Benedicto XVI sigue siendo el Papa reinante de la Iglesia), ...
A la etiqueta, de estos nominalistas modernos, he respondido en mi entrada anterior.
3 ...la cual desde luego, es errónea y herética en algunos puntos...
Me gusta la precisión: ...en algunos puntos... ¿Qué puntos son, mis buenos inquisidores?
Esta posición podrá ser errónea o tal vez cismática, pero no herética. No veo el dogma que negamos. Y a esta opinión respondo con mi artículo tomado de Veri Catholici--->.
En la iglesia existen cosas dogmáticas y cosas opinables, parece que en esta Torre, todo es dogma.
Me pregunto, ¿por qué no llaman herejes a los que en el mismo sitio web, en su resumen, propalan opiniones diametralmente opuestas a las que ellos sustentan? Y la única respuesta que me puedo dar, es la hipocresía con la que se manejan entre ellos mismos.
4 ...la inquietud es ¿qué harán los que sostienen esta propuesta una vez fallezca Benedicto XVI?
Es indudable que esta “Torre” no es de “marfil”, sino de las “Parcas”. Parece que ya las parcas de esta Torre terminaron de hilar la tela vital de Benedicto XVI, y como la tela está completa, una de ellas está inquieta con la tijera dispuesta a cortar el hilo de su vida.
Mientras esto sucede, otra nefasta Parca, se pregunta: ¿qué harán los que sostienen esta propuesta?
Me pregunto, ¿cómo saben que Benedicto morirá antes que el nefasto Bergoglio? Y la única respuesta que me puedo dar, es pensar jocosamente que el nombre de este sitio podría llamarse “La torre de las Parcas”.
También me pregunto, el motivo de esta inquietud, ya que nos han condenado a la herejía, y si somos herejes (como taxativamente dicen ellos, “desde ya”), no veo la inquietud, seguiremos siendo herejes sin que nadie nos excomulgue, pues en estos últimos tiempos a nadie se excomulga.
Y como la Torre es de las Parcas, ya preparan los hilos para tejernos la tela cuando esto suceda, me pregunto: ¿Qué apuro tienen?, ¿o es que también tienen la bola de cristal?
5 ¿Se declararán sedevacantistas a partir de Benedicto XVI o qué harán?
Respondo a estas Parcas: Seguiremos siendo católicos, y dejamos la muerte en las manos de Dios, no de las Parcas; no tenemos bola de cristal y siempre hemos acatado las decisiones dogmáticas de la Iglesia y por esto mismo no estamos dispuestos a obedecer decisiones que van contra la doctrina inmutable de Jesucristo, por eso miramos si los caprichos y berrinches de Bergoglio representan la voluntad divina. Si esto es una herejía, ¿qué esperan?, produzcan el cisma formal de una vez.
Y si esta respuesta no les satisface, a mí no me satisface este nefasto y falso papado, después de todo, todos debemos sobrellevar algo que no nos gusta.
Benevacantismo no me parece el término correcto, pues indica que Benedicto XVI dejó la sede vacante, y no es así, la sede está ocupada, siendo él el único Papa; que no actúe es un problema suyo, no mío. Bergoglio en su afán de poder, se sentó tontamente sobre una sede que no estaba libre.
Desde ya” no los condenamos a ustedes a la herejía, como hacen ustedes de antemano con nosotros. Y para decirlo en pocas palabras, parafraseo una famosa frase sin ánimo de ofender:
Esto es la crisis, estúpidos.”

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1https://www.gloria.tv/photo/Xk6b94Dkg1xC1kbrrcJKsuyr9

jueves, 21 de marzo de 2019

No es equívoco, es realidad


Que Benedicto XVI es aún Papa, no lo digo yo, ni lo dicen otros, lo dice el Vaticano mismo, tal como se lee en esta misiva interna.
Esta redacción ha jaqueado una serie de páginas donde se afirma taxativamente que Bergoglio es el único Papa existente.
Lógicamente, estos sitios en la web, muy leídos por cierto, han quedado shockeados y trinan porque como se puede leer, a Benedicto se lo trata de Papa, y ni siquiera figura el apelativo de “emérito”.
Levantan sus gritos al cielo, contra el mal servicio de la administración vaticana, afirmando que el Vaticano promueve el equívoco. Son los mismos que nos llaman “benevacantistas”, pues en el fondo, algo de modernismo asimilaron, y los modernos, como no pueden pensar, le ponen etiquetas a todo lo que ven. Esta es la etiqueta que estos necios nos pegaron. Es esta una civilización donde el vino es vino porque la botella tiene una etiqueta que así lo afirma, a pesar que por dentro contenga vinagre. Estos son los que se las saben todas.
La redacción prueba varias cosas, que los necios no quieren ver:
1. Tal como lo afirmó arzobispo Georg Gänswein este es un solo papado extendido con dos papas, Benedicto en su faz pasiva y Bergoglio en su carácter activo. Algo que escribimos el sábado, 28 de mayo de 2016 --->.
2. La mafia de San Galo, que de santa no tiene nada y todo de mafia, produjo indudablemente hechos que son secretos para la renuncia al “ministerio” de Benedicto, pero no al “munus” papal. Indudablemente existe un acuerdo oculto, al que solo los perros olfatean, pues en este caso hay olor a gato encerrado. Estos etiqueteros, son perros que han perdido el olfato, y solo creen lo más cómodo, como si este Vaticano fuese tan solo una cueva de santos.
3. Que el Vaticano promueve el equívoco, es una opinión, que solo la "gilada" puede creerse.
Más claro imposible, tal como salimos a decirlo en 2014, afirmando que esta Revolución copió en cierto modo el viejo consulado romano, transformando el reinado papal en un consulado de dos papas--->.
¿Que la meticulosa administración es deficiente y promueve el equívoco? No, por favor, a otro con esta fábula.



miércoles, 13 de marzo de 2019

Buenas noches


Un fatídico trece de marzo se sentó en la ocupada silla de Pedro, un magisterio que después de saludar con un frío “buenas noches”, lentamente fue haciendo tabla rasa con el pasado.
De la teología pasó a la ciencia; de la ética pasó a la misericordia; del centro de la cristiandad, pasó a las inútiles periferias, tanto musulmanas como judías y pentecostales; del ecumenismo pasó a la religión universal; de la pastoral pasó a la acción simple y llana; de los principios morales al reinado de la casuística; de lo sagrado a lo profano; de lo religioso a lo político; y dentro del orden político.
¿Todo esto en nombre de qué?
Cuando el dialéctico Bergoglio lanza al ruedo su pensamiento personal, ese mismo al que en Buenos Aires llaman “teología”, afirma:
Enunciaría cuatro principios fundamentales: El tiempo es superior al espacio, la unidad es superior al conflicto, la realidad superior a la idea, el todo es superior a la parte. 1
Superior e inferior.
El primer problema que se nos presenta, es el criterio usado, para presuponer de donde surgen las categorías mentales de inferior y de superior. ¿En qué criterio se basa? ¿Qué parámetros utiliza para esta medición?
Tan solo nos resta analizar los principios y observar en qué los fundamenta, para poder sacar algunas conclusiones coherentes.
Todo se hace en nombre de la realidad.
Personalmente, parto de la base que de los cuatro principios expuestos por el dialéctico Bergoglio, el más importante es el tercero, dice Bergoglio en Buenos Aires:
La realidad es. La idea se elabora, se induce. Es instrumental en función de la comprensión, captación y conducción de la realidad. ...
Sin embargo, entre realidad e idea: ¿qué está primero? La realidad. Por eso la realidad es superior a la idea. 2
Aquí el criterio de las categorías mentales de superior e inferior, se da por lo que aparece primero dentro del orden cognoscitivo de la persona. Primero está la realidad, luego le sucede la idea, ergo concluye nuestro dialéctico, que la realidad es superior a la idea.
Bergoglio, es un buen modernista, en el sentido que hace tabla rasa con toda la historia anterior al pensamiento. Bergoglio en este aspecto se iguala con Descartes. Su magisterio, si así se le puede llamar, es hacer tabla rasa de todo el magisterio pasado. Poco y nada encontramos de Tradición en su enseñanza.
Aquí el problema se plantea en quien está primero, y de allí surge la superioridad. Ahora bien, antes de toda realidad, está la idea divina que la concibe, y está el Logos que la plasma, por cuyo motivo, la superioridad no se encuentra en la realidad, ni en la idea humana, sino en la idea divina, o como lo definió San Buenaventura en la “idea expresa” del Dios Padre que es quien concibe el universo.
Por este principio, para conocer cualquier realidad debemos remitirnos a la idea expresa del Padre.
Acontece que el Dios Padre está dentro de la penumbra divina, y es imposible conocer a ciencia cierta como es tal idea expresa.
Solo queda un camino, recurrir al mediador, Jesucristo, que es el icono de la misma idea divina. Es en Jesucristo que conocemos la realidad, de allí acontece que ya la realidad no es superior a la idea; sino que la idea divina, usando las categorías mentales del dialéctico Bergoglio, es desde ya, superior a la realidad.
Por consiguiente San Buenaventura llama arte, a la idea divina plasmada por Jesucristo en el universo.
Por consiguiente el orden natural responde a la superioridad de la idea divina.
La doctrina de Jesucristo, es la doctrina visible del Padre que habita en la tiniebla divina, de allí que toda realidad de los hombres, que no cuadran ni encajan con la doctrina de Jesucristo, es inferior y lo es por error y/o falsedad.
Toda acción que atenta contra el orden natural, es inferior e inmoral.
Por tal motivo las elucubraciones de la atea sociedad moderna, a la que Bergoglio respeta y por momentos sigue, es inferior por confusión o mentira.
El feminismo moderno, la sociedad gay con sus múltiples géneros, la matanza de inocentes antes de nacer y todas las perversiones de una civilización que se encuentra en veloz y plena decadencia, son confusión y mentira.
Por lo tanto, cuando mi idea se ajusta al orden natural, cuando mi idea se ajusta al arte de Jesucristo, cuando mi idea se ajusta a la doctrina del enviado del Padre, cuando mi idea se ajusta a la idea expresa, mi idea es muy superior a lo que el dialéctico Bergoglio llama “realidad”.
Y desde la realidad del torpe papado de Bergoglio, la idea divina sobre la función o el munus papal es superior y totalmente opuesto al accionar de estos nefastos seis años.
Buenas noches, Bergoglio, total ya estamos en las tinieblas.


1 Conferencia del Sr. Arzobispo en la XIII Jornada Arquidiocesana de Pastoral Social: Buenos Aires, 16 de octubre de 2010. Fuente: http://www.arzbaires.org.ar/inicio/homilias/homilias2010.htm#XIII_Jornada_Arquidiocesana_de_Pastoral_Social
2 Ibídem.

jueves, 7 de marzo de 2019

Hi Paco!

¿Quién diría que escalaras la rosada cima gay? Un hito en toda tu furiosa carrera de prelado clericalista, puesto que clérigo fuiste, clérigo eres y clérigo pro gay por lo visto serás.
¿Qué papa se te puede comparar? Tu negra sombra de muerte los cubre a todos.
Vemos en la portada de este magazine gay, que ya los "raritos" adoran tu icono. Es que siempre al fin de tus muchos esfuerzos, se llega a la meta, y tu meta es la cima de la montaña rosa, desde cuya cumbre proclamas a las cuatro tormentas: tus nueve bienaventuranzas:
Bienaventuradas las religiones, porque todas son queridas por Dios.
Bienaventurados los rabinos, porque trabajarán mancomunados con los párrocos.
Bienaventurados los pentecostales, porque el Espíritu Santo les da todos los días una sor-presa.
Bienaventurados los ateos porque son mejores que los católicos cuentarrosarios.
Bienaventurados los inmigrantes, porque alcanzarán la Eurabia.
Bienaventurados los gay, porque son queridos por Dios.
Bienaventurados los encubridores, porque no pertenecen al demonio acusador.
Bienaventurada la iglesia del Concilio Vaticano II, porque sin duda llegará al nuevo paradigma.
Bienaventurado el montonero Angelelli porque yo lo haré llegar a la santidad.
Hi Paco! ¿Quién diría que plasmarías tus negros sueños y que acariciarías nuestras pesadillas?
Ya nadie se te puede comparar.