Calesita

miércoles, 30 de enero de 2019

Revolución y Evangelio (III)


Comentaba un pensador :
Si robas gallinas serás un ladrón, si robas un reino serás un rey.
En esto consiste la toma del poder revolucionario, no en asaltar la diligencia tapándose la cara con un pañuelo, sino en asaltar el estado. Tal como hacen en nuestro país ciertos piqueteros, quienes hasta se cubren la cara. Lógico, si están en pleno asalto.
La toma del poder
La tentación de la toma del poder, es tan vieja como el Génesis. Fue lo que realizó la mujer al tomar el fruto prohibido y dárselo al hombre. Lo que se buscaba era el poder total para ser igual a Dios, en alianza con el Dragón, quien deseaba erigirse en dios.
Decía San Pablo:
Todos habéis de estar sometidos a las autoridades superiores, que no hay autoridad sino por Dios, y las que hay, por Dios han sido ordenadas, de suerte que quien resiste a la autoridad resiste a la disposición de Dios, y los que la resisten se atraen sobre sí la condenación.  (Rom. 13, 1 y 2)
Como lo afirma el apóstol la autoridad civil proviene de Dios. Pero dentro de la Revolución Neutral, donde la divinidad fue desplazada por el hombre, transformándose en un mero concepto abstracto, la legitimidad del poder sufre cambios severos en el espíritu de este mundo. 
La toma del poder, consiste en caer en la primera tentación de la humanidad, y abre interrogantes sobre la legitimidad del poder.
Quien sintetizará magistralmente el cambio producido dentro del orden político, será Maquiavelo, quien ya en su primer capítulo del Príncipe, describe los detalles del fruto tomado por la Mujer en el Edén, y enumera las distintas formas para que el hombre se haga del poder:
Todos los Estados, todas las dominaciones que han ejercido y ejercen soberanía sobre los hombres, han sido y son repúblicas o principados. Los principados son, o hereditarios, cuando una misma familia ha reinado en ellos largo tiempo, o nuevos. Los nuevos, o lo son del todo, como lo fue Milán bajo Francisco Sforza, o son como miembros agregados al Estado hereditario del príncipe que los adquiere, como es el reino de Nápoles para el rey de España. Los dominios así adquiridos están acostumbrados a vivir bajo un príncipe o a ser libres; y se adquieren por las armas propias o por las ajenas, por la suerte o por la virtud.
Lo que en esta reseña nos ocupa, es el concepto de revolución, dentro del cual se desarrolla la toma del poder, como asalto al estado, o como decía Maquiavelo, por las armas propias o por las ajenas.
Sin embargo este planteo de Maquiavelo es anterior al Sturm und Drang, al que hoy se deben añadir las distintas insurrecciones, con o sin apoyo de las masas.
Dentro del catolicismo la forma por la cual se da la legitimidad del poder que viene de Dios, presentó distintas teorías, no las expondré aquí porque no deseo abrumar al lector en esta ligera exposición.
Fuera del catolicismo, a mi criterio, todo estaría sintetizado en una máxima que Mussolini le dio a un político conservador argentino, cuando este le pidió un consejo:
Suba como pueda, – le dijo – pero haga buen gobierno.
Suba como pueda, es la toma del poder; pero este poder no es legítimo, por ello debe buscarse legitimarlo de alguna forma, y la legitimidad se obtiene con los resultados positivos de un buen gobierno. En última instancia, quien otorga legitimidad en la era moderna, ajena a Dios, es el resultado del gobierno, de allí el terreno propicio para las distintas revueltas que presenta la política.
La toma del poder papal
Si robas gallinas, eres un ladrón; si robas un reino serás rey; por lo tanto, si robas un papado, serás papa. En el 2013 asistimos no al asalto de la diligencia, sino al asalto del Vaticano.
La forma como se realizó el asalto al poder papal, está escrito en parte en la biografía de Godfried Maria Jules Danneels, cardenal belga, arzobispo metropolitano de Malinas-Bruselas y presidente de la conferencia episcopal de su país natal desde 1979 hasta 2010. Este fue quien según la televisión flamenca, trató de convencer al Rey Balduino para que firmase la ley de aborto.
En esta biografía se exponen los conciliábulos que mantuvo para “ascender” un Papa “progresista” a la sede de san Pedro.
El Papa Sol, San Juan Pablo II, había traído para el belga un período de tinieblas. Por ello, algunos buscaron reunirse, para ayudarse “espiritualmente” en este feroz período, y así conspirar sobre el papado; de esta forma formaron el grupo “San Galo” en Suiza.
El problema consistía en evitar que Ratzinger llegase a Papa.
Luego el problema consistió en ver como se salía del “desastroso” papado de Benedicto XVI.
"Sin dudas la elección de Bergoglio fue preparada en San Galo. Y los contornos de su programa son aquellos sobre los cuales Danneels y sus colegas discutían desde hace más de diez años" 1
El jefe del grupo San Galo, era el Cardenal de Milán Carlo Maria Martini, un buen jesuita de vanguardia, para quien Bergoglio fue siempre su pupilo y candidato al papado. Danneels riendo, definió al grupo como "un club mafia y llevaba el nombre de San Galo".
Desde un comienzo, la Mafia de San Galo se movió como una logia secreta, una iglesia dentro de la Iglesia. Fue el “club revolucionario”, que tomó decisiones secretas, tal como lo acostumbran hacer las logias. Sus miembros parecen estar familiarizados con estas prácticas. No es casual, que al grupo San Galo, Danneels lo haya tildado de “club”.
La logia secreta de San Galo, revolucionaria y conspiradora, fue el “club” para la toma del poder, en este caso el poder papal, se movió con este mecanismo, tal como lo describe Agustín Cochin en su análisis de la Revolución Francesa:
1. El lazo de unión obligatoria entre los adeptos, después entre las sociedades, presionando sobre los vacilantes.
2. El secreto sobre los manejos de orden interior, que aseguran el funcionamiento de cada grupo, después de las federaciones de sociedades.
3. La eliminación de los recalcitrantes o de aquellos que son superados por los acontecimientos. Es lo que en el lenguaje social se llama la clásica depuración.
Unión, secreto, depuración; tales son los medios constantemente puestos en práctica en las sociedades, en las logias, en los clubs. 2
Existen dentro de la Iglesia muchos miembros que sospechan maniobras fraudulentas por las cuales esta logia secreta de San Galo se hizo del papado, entre ellos como observador, me incluyo. Todos sentimos olor a gato encerrado. Es lo que Antonio Socci trató de explicitar en sus últimos libros. El olor del fruto arrancado del árbol prohibido, es nauseabundo.
El Vaticano fue asaltado en el consistorio de 2015, pues esta iglesia era como una diligencia en marcha, dentro de la cual sus viajeros venían dormitando plácidamente, el sueño de los angelitos. Con el asalto se privó a Beneldicto XVI del papado, donde muy pocos constataron que la renuncia llevaba señales de perfecta invalidez. Bergoglio al sentarse en la silla del poder, se sacó el pañuelo que le cubría el rostro y se vio su sonrisa, aquella que nunca mostró en Buenos Aires y despertó a los ocupantes de la diligencia saludándolos, como saludan los sacerdotes al comenzar la Misa vespertina en Buenos Aires:
Hermanos y hermanas, buenas tardes.
Entonces se produjeron los acontecimientos revolucionarios, como afirma Carl Schmitt en la Época de la Neutralidad:
El más audaz siempre impone sus concepciones a su semejante, se erige en su carcelero y le obliga a realizar su propio parecer. 
Es lo que estamos viviendo hoy en esta Revolución Vaticana, un líder al que llaman “papa”, se ha erigido en carcelero de los miembros de la iglesia y por todos los medios, les impone un nuevo paradigma. Ya no se habla de doctrina, ni de teología, esto es lo abstracto y forma parte de un pasado teológico anterior a la Revolución Neutral, forma parte de otra época; ahora lo importante es la acción y dentro de ella la nueva forma que tomará la iglesia, llamada vulgarmente un paradigma. Hemos llegado a la “teología adecuada” de mis viejos apuntes de 1969.
Dentro del catolicismo, es la doctrina tradicional la que da legitimidad al papado, no su simple elección, puesto que este posee como misión fundamental su enseñanza. Si el papa no sigue la doctrina tradicional, pierde su autoridad.
Siguiendo en parte el consejo de Mussolini, Bergoglio subió como pudo; pero su papado fue desastroso.
Hoy quienes todavía dormitan en esta diligencia asaltada por el “club” de San Galo, no despertaron a toda la realidad que los rodea. Me refiero al nuevo paradigma, o a la nueva imposición del “carcelero” Bergoglio, a quien todavía llaman “papa” y los más dormidos lo tildan de “santo padre”.
¿Dónde está la sacralidad en el nuevo paradigma? Si se profana la eucaristía, se debe forzosamente profanar la iglesia, la cual es usada para conciertos, actos públicos o simplemente para algún banquete. El nuevo paradigma, no tiene casas para comer 3, por ello la casa de Dios es un restaurante.
Por último, si el βδέλυγμα 4 ingresa en la Casa de Dios como fruto de la toma del poder papal, es lógico que aparezca la ἐρήμωσις 5, y cada día notemos como lentamente se vacía la plaza San Pedro. Es el triste fruto, no ya del árbol que comió la Mujer, sino de la nueva toma del poder.


1 Jürgen Mettepenningen en Karim Schelkens, Godfried Danneels - Biografie, Polis, 558 blz., 39,50 euro.
2 Antoine de Meaux. Génesis de las Revoluciones. Cap.III.
3 Cfr. 1 Cor. 11,22.
4 Monstruo, idolatría.
5 Desolación.

lunes, 28 de enero de 2019

Modo y causa de una renuncia inválida



En reiteradas ocasiones expusimos la absurda renuncia de Benedicto XVI al papado. Siguen aumentando quienes se han percatado del engaño perpetrado a toda la catolicidad latina en ese diabólico febrero de 2013. Hoy lo hacemos traduciendo un artículo desde Veri Catholici. La particularidad de esta redacción es la sencillez y claridad, demostrando que la renuncia de Benedicto XVI va contra el Derecho Canónico.
A continuación ofrecemos un tranquilo y razonado argumento sobre el tema de la invalidez de la renuncia del Papa Benedicto XVI, en beneficio de los católicos que desean saber la verdad.
¿Por qué un católico debería defender la validez de la renuncia del Papa Benedicto XVI?
¿Estamos obligados a hacerlo de acuerdo con el derecho canónico? – No.
¿Es un pecado hacerlo cuando hay evidencia de invalidez? – No.
¿Existe algún requisito legal sobre la validez? – No.
¿Hay alguna evidencia de invalidez? – Sí.
¿Por qué la renuncia del Papa Benedicto XVI no es válida?
Para entender el motivo recordamos el texto original de la renuncia y del Derecho Canónico;
Transcribimos a continuación el texto de la renuncia en el texto original latino:
Quapropter bene conscius ponderis huius actus plena libertate declaro me ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commisso renuntiare…
¿Cuáles son los requisitos de validez para la renuncia del Papa?
Estos se encuentran en el Código de Derecho Canónico de 1983, Canon 332 §2;
§ 2. Si contingat ut Romanus Pontifex muneri suo renuntiet, ad validitatem requiritur ut renuntiatio libere fiat et rite manifestetur, non vero ut a quopiam acceptetur.
¿Cuál es entonces la primera condición o requisito de validez, de acuerdo con el Canon 332 §2, para la validez de la renuncia del Papa?
El requisito es que el Romano Pontífice renuncie a su munus (muneri suo renuntiet).
¿Está en el texto de la dimisión, la renuncia al munus?
No, dice claramente: declaro me ministerio renuntiare.
Si la renuncia no concierne al munus, ¿encuentra su aplicación Canon 332 §2?
Sí y No.
, porque desde el momento en que no cumple con las condiciones para la renuncia dentro de los términos (en este caso el munus) del Canon 332 §2, no es válida.
Y No, ya que siendo un acto jurídico que se coloca fuera de los términos del Canon 332 §2 no se refiere a la renuncia del Papa, sino simplemente a la renuncia del servicio activo.
¿Puede interpretarse como válida la renuncia del papa Benedicto XVI?
Algunos dicen, aparentemente con razón, que el Papa puede renunciar al munus al renunciar al ministerium.
¿Es este un argumento válido?
No, no lo es, porque no se trata de una mera afirmación, la Ley misma debe declararlo.
Se recuerda que no puede haber innovación en la Ley de la Iglesia en ausencia de un acto positivo de un superior competente.
¿Pero no es un acto de renuncia un acto legal que establece un nuevo modo de renuncia?
No.
Los actos jurídicos no son actos tiránicos, no pueden justificarse a sí mismos, sino que deben estar de acuerdo con la Ley de la Iglesia.
Esto se debe a que, según lo declarado por el Concilio Vaticano I, incluso el Papa no tiene autoridad para inventar novedades.
Pero si se mantuviera el hecho de que el ministerium se puede suponer o puede entenderse como munus, ¿cómo se debería probar?
Como se indica en el Canon 17, cuando el significado de la Ley está en duda, se deben usar otras partes de la Ley y, si no hay claridad, el legislador debe ser apelado.
¿Autoriza el Código de Derecho Canónico a suponer que el "ministerium" es “munus” o el "munus" como “ministerium”?
No, en ninguna parte del Código se dice que el ministerium es munus o el munus es ministerium.
De hecho, según el Canon 17, las definiciones de los términos contenidos en el propio Código deben aceptarse como la expresión AUTÉNTICA de la mente del legislador (Papa Juan Pablo II) al promulgar el Código de Derecho Canónico. Canon 145 §1 define cada oficio eclesiástico (oficium) como munus, non ministerium.
¿Y la tradición canónica requiere la renuncia al munus como una renuncia válida al oficio papal?
, esto está claro, porque en todas las renuncias anteriores no solo se renuncia al munus (o sinónimos: onus, honor, dignitas, o nombres propios: papatus, episcopatus) sino que ni siquiera se menciona ministerium.
Ni siquiera existe una tradición canónica donde podamos suponer términos que no signifiquen munus, como munus según la tradición canónica. El Papa no crea ni inventa lenguajes o formas de significados lingüísticos, de lo contrario nada sería seguro u objetivo en la Iglesia.
Si ambos: el texto del Código de Derecho Canónico y la tradición canónica requieren la mención del munus en una renuncia al Papado, entonces, en virtud del Canon 17, aquellos que afirman que la renuncia de Benedicto XVI es válida, ¿tienen razones válidas?
No, ninguna.
Por lo tanto, ¿deberían todos los católicos reconocer que en virtud de la ley, la renuncia no es válida?
Sí.
¿Significa algo que todos los cardenales actúen como si fuera válida?
No, porque según el Canon 332 §2, incluso si el mundo entero sostuvo que la renuncia es válida, si no cumple con las condiciones del Canon 332 §2, no es válida. No existe la menor posibilidad de distorsión.
¿Pero el hecho de que se celebrara un cónclave para elegir a un nuevo Papa en marzo de 2013 no hace válida la renuncia de Benedicto XVI? ¿Su consentimiento tácito no la hace válida?
No a las dos preguntas. En primer lugar, porque nada hace válida la renuncia, excepto el cumplimiento con el Canon 332 § 2. En segundo lugar, porque por la institución divina el Munus Petrinum no se puede compartir con otros.
Por tanto si Benedicto no lo ha renunciado, lo posee. Si él lo posee, elegir a otro Papa es contrario a la ley divina mientras esté vivo. Y en su acto de renuncia, él no ordenó expresamente que se convocara un Cónclave mientras viva. El hecho de que haya dado su consentimiento para tal cosa puede deberse al temor o al error de fondo respecto de lo que es necesario para renunciar a su Oficio.
Si es debido al temor, esto no lo hace válido. Si él está en un error sustancial, de acuerdo con el Canon 188, su acto es expresamente no válido iure ipso, es decir, de acuerdo con el derecho.



miércoles, 23 de enero de 2019

Revolución y Evangelio (II)


Hemos comprobado en la entrada anterior, la base de la tesis hegeliana, concepto no científico sino ingenuo, tal como lo define su crítica. Una tesis que solo siguen por puro acto de fe los socialistas y los evolucionistas, como los viejos marxistas; y en nuestro país, seguida por los escasos peronistas que todavía piensan.
Como explicitamos, la hipótesis de Hegel afirma que la razón es inmanente a la procesión de la historia:
Además se halla esa razón inmanente en el devenir histórico, dentro del cual y mediante el cual se realiza. 1
Si la Razón es inmanente a la procesión histórica, la Historia se moverá como se muevan las ideas. De aquí se originan las distintas dialécticas, entre la cuales Bergoglio desarrolla la suya con sus cuatro principios, de los cuales ya he hablado en este artículo.
Lo nefasto del pensamiento de Bergoglio, jesuita devenido en heresiarca, es que eleva los principios dialécticos igualándolos a la doctrina de fe, caso contrario no estarían presentes en sus encíclicas.
En este punto se hace necesario explicitar el espectro revolucionario y la amplia gama de sentidos que abarca el concepto de revolución, de tal modo que Bergoglio, el dialéctico, quede expuesto en lo que enseña.
La gran Revolución de la neutralidad
Con acierto afirmó Carl Smichtt:
Ninguna revolución intelectual ha tenido mayor repercusión que tuvo en el siglo XVII el paso de la teología al espíritu científico. Todavía estamos pagando hoy las consecuencias. 2
Esta fue la gran revolución que abrió las puertas a la era moderna. Es el fin del mundo antiguo y de la cultura cristiana. De estar Dios en el centro del universo, se pasó a colocar al hombre en su lugar. Es lo que se afirma con los términos del teocentrismo al antropocentrismo. Revolución esta que con el nefasto Vaticano II se introdujo de lleno en la teología católica. Tal como lo escribía en los apuntes de teología, mi profesor en el año 1969:
La Teología, si no quiere ser inadecuada, tiene que ser antropocéntrica; fundada en la Historia de la Salvación, existencial, personalista, dialogal, comunitaria, social; y volcada en las categorías dinámicas de una visión evolutiva del mundo.
Consecuencias de esta Revolución
Esta revolución trajo como consecuencia que ...
...(Dios) dejó de ser un ente para convertirse en un concepto. 3
¿Qué causó esta revolución?
La causa profunda de esta primera gran revolución se explica simplemente por la preocupación harto característica de procurar al espíritu humano un terreno de conciliación común y neutro. Después de las polémicas y de las luchas (religiosas) del siglo XVI, a nadie puede ya extrañar esa necesidad. 4
La Revolución de la Neutralidad, a lo largo de las centurias seguirá dando sus pasos cruciales, pues toda revolución es obra de varias generaciones, y donde muchos perderán la visión de este desafortunado proceso.
La Historia reemplaza la Teología
A esta Revolución Neutral, se hace indispensable insertar a Hegel, para quien la Historia es conducida fatalmente por el Espíritu:
La historia universal es precisamente ese largo proceso implicado en el nacimiento y desarrollo ascendente del espíritu, constituyendo una verdadera teodicea, vale decir la justificación de Dios en la historia, prescindiendo de la espectacularidad de sus muchos y variados capítulos. 5
Sumando a Hegel dentro de esta profunda revolución neutral, la teología es reemplazada por la historia y no tan solo por la historia sagrada, sino también por la historia profana, la cual para algunos pasará a ser toda en su conjunto una fatal Historia de Salvación. Como enseñaban mis viejos apuntes de idealismo:
La Teología, si no quiere ser inadecuada, tiene que ser ... fundada en la Historia de la Salvación,...
Revolución Mística
Luego de establecer esta mentalidad se dará otro paso fundamental y se reemplazará la historia por la política.
Decían mis viejos apuntes:
La Teología, si no quiere ser inadecuada, tiene que ser ... existencial, personalista, dialogal, comunitaria, social;...
En otras palabras, la teología debía configurarse como política.
Según el planteo de Carl Schmitt, el cual puede ser discutido, se produce este fenómeno consecuente al anterior:
En el siglo XIX, el monarca primero y después el Estado, van a convertirse también, a su vez, en órganos neutros; y la neutralidad cierra así un ciclo, que luego se hace clásico bajo el nombre de teología política, gracias a la doctrina liberal del poder neutro, que pone el poder político al alcance de su mano.
La mística vendrá con el Sturm und Drang (tormenta e ímpetu). Este movimiento alemán proporcionará a la política su visión mística, la cual tomará su gran base con la afirmación de Goethe en su Fausto:
Está escrito: En un principio existía el Verbo. Ya, aquí, tengo que pararme. ¿Quién me ayudará para ir más lejos? Es esta traducción tan difícil, que tendré que darle otro sentido si el espíritu no me ilumina. Escribo: En el principio existía el espíritu. Reflexionemos bien sobre esta primera línea, y no permitamos que la pluma se deslice. Es indudable que el espíritu lo hace y lo dispone todo; por tanto, debiera decir: En un principio existía la fuerza. Y, sin embargo, al escribir esto, siento en mí algo que me dice no ser este el verdadero sentido. Por fin, parece venir el espíritu en mi auxilio; ya empiezo a ver con más claridad y escribo con mayor confianza. En un principio existía la acción.
La acción antes que el Logos, nuevo proceso revolucionario, que junto al nefasto Vaticano II ingresará en la nueva teología católica, donde la acción será más importante que el pensamiento, y la pastoral será más importante que la teología. Como está escrito en mis apuntes de 1969:
La Teología, si no quiere ser inadecuada, tiene que ser … volcada en las categorías dinámicas...
La mística política se hace acción con el Sturm und Drang, y con ella aparece en el romanticismo el oficio de revolucionario, el sacrificado servidor de la tormenta y el ímpetu.
Esta política devenida en teología la cual se transforma en acción mística, incorporará el proceso revolucionario para explicar de algún modo la procesión de la Historia. Perón que fue un gran sintetizador, lo hizo en estos términos:
Es posible que la revolución sea tan vieja como el mundo, porque el mundo nunca ha sido estático, sino que ha estado siempre en evolución permanente, y las revoluciones siempre son parte de esa evolución. 6
Bergoglio, revolucionario peronista
Con esta óptica, entendemos al peronista Bergoglio, cuando afirma que el evangelio es revolucionario. Negarlo sería como excluirse del proceso evolutivo tan querido por los jesuitas de vanguardia y aceptado por los obispos latinoamericanos, a quienes los confirma en su visión evolutiva con estas significativas palabras, en las cuales comprendemos su aversión hacia los Franciscanos de la Inmaculada y su firme voluntad de destruir toda organización anclada en la Tradición anterior al Vaticano II:
Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la restauración de conductas y formas superadas que, incluso culturalmente, no tienen capacidad significativa. ... Fundamentalmente es estática, si bien puede prometerse una dinámica hacia adentro: involuciona. Busca “recuperar” el pasado perdido. 7
Palabras que se desprenden de las enseñanzas de la década del 60, cuando se escribía en las aulas de teología:
La Teología, si no quiere ser inadecuada, tiene que ser … volcada en las categorías ... de una visión evolutiva del mundo.
Por tales palabras, piensen los que han hecho del arcaico Vaticano II un dogma de fe, que no hacen más que dar un virtual apoyo a Bergoglio en su destrucción hacia toda organización católica basada en los principios de 1960.
Bergoglio, el fósil
Bergoglio es el mejor fósil que podemos dar de esta Revolución Neutral que se inició en el siglo XVII, donde el teocentrismo se hace antropocentrismo, donde la teología se hace acción pastoral, donde la acción pastoral pasa a ser política, donde la política se hace mística, y por consiguiente, las enseñanzas evangélicas pasan a ser revolucionarias para insertarse en la evolución.
Bergoglio es el gran fósil de esta generación perdida de Argentina, donde se evoluciona cuando se profesa la Revolución Neutral del siglo XVII, cuando se considera a Jesucristo hecho Historia, y cuando se opta por los pobres o los inmigrantes, para acompañarlos en un proceso revolucionario.
Ahora podemos apreciar las afirmaciones del Cardenal Martini, quien propuso a Bergoglio para el papado en el cónclave de 2005, para quien la Iglesia estaba atrasada en doscientos años. Lógico, no había entrado de lleno en la Revolución Neutral.
Como es fácil apreciar, con este criterio revolucionario, toda la doctrina de Jesucristo quedó patas arriba. Hoy nos quejamos de las consecuencias de esta Revolución Neutral, la cual tomó el poder en el Vaticano, donde el demonio no existe, el mundo se hizo amigo y la carne en todas sus formas, ya no es mi enemiga, sino mi gran amiga y donde la iglesia es un inmigrante y si el inmigrante es musulmán, tanto mejor.


1 G. F. W. Hegel. Fiolosofía de la Historia. Bs. As. Ed. Claridad. 1976. Pág, 56.
2 Carl Schmitt. La época de la neutralidad.
3 Ibídem.
4 Ibídem.
5 G. F. W. Hegel. Fiolosofía de la Historia. Bs. As. Ed. Claridad. 1976. Pág, 460.
6 J. D. Perón. Discurso a la CGT del 30 de junio de 1973.
7 Palabras dirigidas al Comité de Coordinación del CELAM, en Río de Janeiro, el 28 de julio de 2013,

domingo, 20 de enero de 2019

En la cuerda floja


Traduzco un artículo de este sitio...>, publicado el 19 de enero de 2019 con el título:
Tiembla la Santa Sede
Un complot para obligar al Papa Francisco a renunciar, tal como le sucedió a su antecesor Benedicto XVI. Quien hace temblar el Vaticano esta vez, no es un "cuervo", sino el prestigioso cardenal alemán Walter Kasper, un gran partidario de la candidatura de Bergoglio en el dramático cónclave de 2013.
Sus palabras, explica el director de Il Tempo Franco Bechis, evocan la posibilidad de una especie de "nuevo golpe" que abra la puerta a un nuevo papa cerca de una línea más conservadora.
Bechis, sin embargo, ha recogido rumores del Oltretevere en las últimas semanas: "Ya habría un lugar y un tiempo fijado para la conjura".
Entre el 21 y el 24 de febrero habrá una especie de "sínodo extraordinario de los jefes de las presidencias episcopales de todo el mundo sobre el tema de la pedofilia y las reglas que la Iglesia debe dar y respetar".
El encuentro fue propuesto por el mismo Bergoglio, pero ahora podría transformarse en un proceso contundente contra sus intereses "y el ataque también podría ser de una dureza considerable".

jueves, 17 de enero de 2019

Revolución y Evangelio (I)


Yo soy un revolucionario, – decía el peronista Bergoglio al ateo Scalfari, y nuevamente vuelve a la carga en nuestros días, al enseñar nuestro papado peronista que el evangelio es revolucionario.
Es que Bergoglio forma parte de la generación perdida de Argentina, dentro de la cual es papa por naturaleza para un catolicismo en plena decadencia.
Para constatar esta afirmación, basta tan solo escuchar la hueca y extrema retórica de Ojea, su más típico representante argentino.
¿Es el evangelio revolucionario?
Para explicitar este concepto, se debe ver todo el pensamiento bergogliano en su conjunto.
La Razón es inmanente en la Historia
Todo toma cuerpo dentro del planteo antropocéntrico, en el idealismo de Hegel, porque es la visión de Hegel que perdura en la mente de la generación perdida de Buenos Aires.
Para Hegel, la Razón de la Ilustración junto al iluminismo del siglo XIX, es inmanente a la Historia. Con este postulado se procede a decir que el movimiento histórico se da de acuerdo a las ideas. Significa que dentro del desorden de los hechos, existe una lógica. Sin embargo esta tesis no pudo ser demostrada por Hegel quien nos dice:
1. Los pueblos actúan sin saber que están metidos en un plan racional del movimiento histórico:
El hecho de que la vitalidad de los individuos y los pueblos, empeñados en buscar y satisfacer lo suyo, es al mismo tiempo medio y herramienta para un algo más elevado y amplio, que ignoran y que ejecutan inconscientemente, es un aspecto que puede plantear una interrogante. 1
2. Considerar la Razón como inmanente en la Historia fue considerada como una jocosidad:
Digamos que esto se ha hecho muchas veces, que la tesis enunciada enfrentaba al desprecio, que fue calificada de inexacta poniéndosele el sayal de filosofía o sueño ingenuo. 2
3. Esta tesis no nace de una demostración sino de un simple acto de fe del idealismo absoluto de Hegel:
Al respecto hice desde un comienzo mis aclaraciones y reafirmé mi concepción y mi fe de que es la razón la que dirige al mundo y que ha dirigido también a la historia universal. 3
4. La demostración no se puede hacer ahora, sino cuando toda la Historia concluya, por eso agrega Hegel entre paréntesis:
(Algo que habría de darse como resultado recién al finalizar). 4
Personalmente no pienso esperar que la Historia termine para aplaudir el acierto de la utopía de esta tesis.
Análisis católico de su tesis.
El luterano Hegel acierta al decir que la Razón existe dentro de la Historia, si tomamos la Razón, no como la concibieron los iluministas, sino como el Logos engendrado por el Dios Padre, con cuya Palabra se crearon los cielos y la tierra, y quien afirma:
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin de todas las cosas, dice el Señor Dios, que es, y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso. (Ap. 1,8)
El grueso error de Hegel, consiste en afirmar la inmanencia del Logos en la Historia. Con este tesis indemostrable se le da un carácter de determinismo a la Historia. Es lo que Perón afirmaba luego de su posterior llegada a la Argentina:
Nosotros, los hombres, creemos ser los que hemos hecho evolucionar al mundo y a la humanidad. Estamos equivocados. Hay un determinismo histórico, un fatalismo histórico, que es quien actúa subterráneamente, con fuerzas invisibles, empujando esa evolución. Los hombres le vamos colocando arriba y periféricamente un sistema para acompañar esa evolución. Eso es lo más que podemos hacer. 5
Era en este aspecto Perón un hegeliano, tal como lo es Kásper y el peronista Bergoglio.
Si la Historia es una procesión, como toda procesión no puede ser inmanente a la razón, dado que se le añadiría un fatalismo al mejor estilo musulmán.
Desde el punto de vista católico, existe un plan del Logos, que es alfa y omega, pero dicho plan se cumple no como fatalismo, sino como promesa surgida de una redención del género humano. No es la Historia que contiene el Logos, sino el Logos que trata de corregir la desafortunada Historia.
He aquí la diferencia entre el católico y el luterano Hegel.
He aquí la diferencia entre un católico y los herejes obispos teutones.
He aquí la diferencia entre un católico y un musulmán. El hombre no adhiere a la promesa de forma fatal o bajo pena de ser degollado, como hacen estúpidamente en público. El hombre adhiere a la redención y su promesa, de modo libre.
El drama de la Historia
Por tal motivo, la Historia procede bajo la libertad del ser humano, bajo la promesa del Logos que es principio y fin, y bajo las feroces pruebas a las que se somete el ser humano cuando niega dicho plan, haciendo de la Historia una procesión realmente dramática e insoportable.
Por tal planteo católico, toda procesión no es ascendente. Podemos evolucionar o involucionar. Ser mejores o ser peores. Existen santos y por contrapartida, pecadores que se autodestruyen día a día, como ciertos sectores de este clericalismo revolucionario, que lejos de la moral católica, se transformó en depravado, luciendo pecados realmente innombrables.


1 G. F. W. Hegel. Fiolosofía de la Historia. Bs. As. Ed. Claridad. 1976. Pág, 56.
2 Ibídem.
3 Ibídem.
4 Ibídem.
5 J.D. Perón. Discurso en la CGT. 2 de noviembre de 1973.

miércoles, 9 de enero de 2019

El heresiarca y la Virgen


Todo heresiarca inicia su carrera desdibujando la Virgen María. Una vez formulada su herejía, destruye su imagen, tal como hacen los iconoclastas pentecostales, cuando arrojan su icono al suelo.
El heresiarca Bergoglio, entre otras cosas, es un pentecostal, siempre y cuando, la unidad con los pentecostales le otorgue algún poder, caso contrario, será su enemigo.
EL GRAN ESCOLLO. – Es la Sma. Virgen María un escollo contra todas las herejías, y dado que quien las manipula es Lucifer, este demonio no puede pasar por alto a quien tanto daño le hizo.
La Tradición, esa que los neomodernos ignoran porque voluntariamente se volvieron necios, lo afirma abiertamente, en el Responsorio que sigue a la lectura se canta durante el día 7 de Octubre:
R. Tú eres la gloria de Jerusalén, tú eres la alegría de Israel, tú eres el honor de nuestro pueblo, tú has obrado virilmente:
* Porque solo tú has destruido todas las herejías.
V. Eres bella y graciosa, terrible como ejército ordenado en batalla.
R. Porque solo tú has destruido todas las herejías.
EL HERESIARCA. – Como Bergoglio es un heresiarca, ataca siempre su figura. Ya desde 2013, afirmaba que los mensajes de Nuestra Señora en las manifestaciones marianas son una mundanidad.
Esto sería lógico afirmarlo si se basara en los contenidos de los mismos; pero no es así. Bergoglio nada sabe de contenidos, como asimismo tampoco le interesa conocerlos. La mundanidad según sus mismas afirmaciones, solo se basa por la forma que se transmiten. Bergoglio siempre ha sido un cántaro hueco de ideas, adentro de su cráneo puede colocarse de todo: judaísmo, pentecostalismo, islamismo; es la virtud que ostenta este clericalismo moderno. Como símbolo del clericalismo hueco de ideas, es el cardenalato que elevó tontamente a la ocupada silla de Pedro, a un heresiarca.
Por otra parte, si Bergoglio afirmase que los mensajes de las manifestaciones marianas son mundanos por su contenido, el pobre hombre se ve obligado a indicar un contenido mundano, cosa que nunca hizo. Como no se encuentra una arista débil en el contenido, se ataca la arista de las formas, y por consiguiente, son un vulgar correo.
Si el heresiarca juzga las formas, ¿qué deberíamos decir nosotros de sus formas? Formas como la de introducir una estatua de Lutero en el Vaticano, la de rehabilitar pecadores impenitentes y destruir organizaciones católicas penitentes. ¿Qué correo hizo esto?
De la abundancia del corazón, habla la lengua (Mateo 12,34); por tal motivo de la lengua bergogliana conocemos lo que abunda en el corazón, y de su vípera lengua, nada bueno obtenemos de la Santísima Virgen María, sino todo lo opuesto.
UNA MÁQUINA DE HABLAR. – El Vaticano acaba de remover a Greg Burke y su equipo de prensa. El miembro saliente afirma que existe abundancia de información, por la cual se dificulta la tarea. Es que Bergoglio es una máquina de pronunciar palabras y por lo que cuenta Burke, una situación imposible de controlar.
Dentro de este mundo de palabras, el heresiarca Bergoglio es suave con la Virgen, no la ataca directamente, sino sutilmente.
MOVIENDO LA LENGUA. – Vayamos a sus declaraciones. A mi criterio, estas son las más importantes:
El Evangelio no nos dice nada si ella dijo o no una palabra… Era silenciosa,...
Si el evangelio no dice nada, poco o nada sabemos, base por la cual, todas sus posteriores afirmaciones no son otra cosa que sus subjetividades sobre Ella. Afirma el heresiarca que era silenciosa. ¿Cómo lo sabe? ¿Quién se lo dijo? Subjetividad pura. Que los evangelios no hablen mucho de Ella, no implica que sea silenciosa. De esta afirmación, pasamos a la segunda subjetividad del heresiarca sobre la Inmaculada Virgen María:
La Virgen tiene defectos, así como la Iglesia,... (septiembre 2013).
Si la Virgen tiene defectos, es que no fue concebida sin Pecado Original. Y si tuvo defectos, ¿cómo lo sabe? ¿Quién se lo dijo? Subjetividad pura. Por lo tanto destruyamos el dogma de la Inmaculada Concepción por la ocurrencia de un parlanchín.
BERGOGLIO, EL GNÓSTICO. – La declaración anterior, podría ligarse con esta otra:
¡Y ustedes me dirán: por supuesto! ¡Son la Virgen y san José! Sí, pero no pensemos que fue fácil para ellos: no se nace santo, nos convertirnos en santos, y esto vale también para ellos. (21 de diciembre de 2018)
¿Cómo lo sabe? ¿Quién se lo dijo? Subjetividad pura. Además de obtener otra negación sobre la Inmaculada Concepción, el heresiarca desnuda su gnosticismo. Es curioso que quien ataca a los gnósticos, sea a su vez un gigantesco gnóstico. La declaración deja volar el escenario de su pensamiento pueril: al decir nos convertirnos en santos dejamos expuesto, que lo hacemos solos y sin la ayuda de la Gracia. Aquí no existe sinergia divina en Bergoglio, sino voluntad propia de erigirse a sí mismo.
TEOLOGÍA DE NOVELA. – Si la Teología clásica fue teocéntrica, cuando llegó el desdichado Vaticano II comenzó a ser antropocéntrica; ahora con el genio de Bergoglio pasará a ser relato de ciencia ficción.
He aquí una hermosa página de esta novela:
El Evangelio no nos dice nada si ella dijo o no una palabra… Era silenciosa, pero dentro su corazón, ¡cuántas cosas decía al Señor! “Tú, aquel día —esto es lo que hemos leído— me has dicho que serás grande; tú me has dicho que le habrías dado el Trono de David, su padre, que habría reinado por siempre ¡y ahora lo veo allí!”¡La Virgen era humana! Y quizás tenía ganas de decir: “¡Mentira! ¡He sido engañada!”: Juan Pablo II decía esto, hablando de la Virgen en aquel momento. Pero Ella, con el silencio, ha cubierto el misterio que no comprendía y con este silencio ha dejado que este misterio pudiese crecer y florecer en la esperanza.” (Homilía en Santa Marta, 20 de diciembre de 2013)
MI ANÁLISIS A LA NOVELA. – Nótese la sutileza de su pensamiento destructor. Se introduce diciendo que hablaba mucho por dentro y poco por fuera:
Era silenciosa, pero dentro su corazón, ¡cuántas cosas decía al Señor!
Pasa a contraponer el reinado de Jesucristo, con su muerte:
«Tú, aquel día —esto es lo que hemos leído— me has dicho que serás grande; tú me has dicho que le habrías dado el Trono de David, su padre, que habría reinado por siempre ¡y ahora lo veo allí!»
Nótese la infamia. El heresiarca conjuga la subjetividad de su mente con la escritura. Que el ángel le anunciara a Jesucristo, está en la escritura:
...—esto es lo que hemos leído—...
Pero no está en la escritura lo que sigue, y por consiguiente, no lo hemos leído:
«Tú, aquel día me has dicho que serás grande; tú me has dicho que le habrías dado el Trono de David, su padre, que habría reinado por siempre ¡y ahora lo veo allí!»
Y como en toda novela, surge la tesis:
¡La Virgen era humana!
Tesis errónea. Era humana pero no como las otras mujeres: humana no contaminada por el pecado. Algo que el heresiarca nunca afirmará. Y continúa la novela:
Y quizás tenía ganas de decir: “¡Mentira! ¡He sido engañada!”
Y el vacuo Bergoglio debe dar una cita para dar formato de veracidad a la tesis de su novela:
Juan Pablo II decía esto, hablando de la Virgen en aquel momento. Pero Ella, con el silencio, ha cubierto el misterio que no comprendía y con este silencio ha dejado que este misterio pudiese crecer y florecer en la esperanza.” (Homilía en Santa Marta, 20 de diciembre de 2013)
Cita que no dice:
¡Mentira! ¡He sido engañada!”
MÁS FICCIÓN. – Como el cardenalato de este clericalismo, del cual Bergoglio es su típica cabeza, tiene poco seso, dejó pasar la novela; motivo por el cual el heresiarca volvió a la carga en 2015:
Muchas veces pienso en la Virgen, cuando le dieron el cuerpo muerto de su Hijo, tan destrozado, escupido, ensangrentado, sucio. ¿Qué hizo la Virgen? ¿Lleváoslo? No, lo abrazó, lo acarició. Tampoco la Virgen lo entendía. Porque, en aquel momento, se acordaría de lo que el Ángel le había dicho: Será Rey, será grande, será profeta, y dentro de sí, con aquel cuerpo −tan herido, que había sufrido tanto antes de morir− en sus brazos, por dentro seguramente tendría ganas de decir al Ángel: ¡Mentiroso! ¡Me has engañado! (Encuentro con niños gravemente enfermos, 30 de mayo de 2015)
¿Cómo lo sabe? ¿Quién se lo dijo? Subjetividad pura. Novela de ciencia ficción.
Sigan así cardenales, siempre en silencio...
Por todo esto, contradigo a Greg Burke, el problema no es que hay mucha información, sino una mala información, y esta nace de un cráneo hueco, que se llena de un surrealismo religioso, basado en la oquedad de un clericalismo fuera de contexto.