Calesita

Ostrov

 Ostrov (Octpob) pertenece al cine ruso, y fue conocida en 2006, al cerrarse el festival de Venecia. Reconocida por su brillante elaboración, recibió varios premios.
El guion elaborado por Pavel Lungin, Sergei Shumakov y Olga Vasilieva plantean un cuadro novelístico sobre la vida monástica oriental eslava, dentro de las circunstancias históricas del bolcheviquismo de la época. El relato destaca, como el comunismo reinante, no logra imponer su filosofía atea en el alma de los hombres, ni siquiera sobre un almirante; todos recurren en sus necesidades al hombre santo.
Su director, Pavel Lungin, elaboró una película, sobre un escenario natural, sin mayores costos, pero con el fondo poético de la naturaleza viva, en las costas del frío mar Blanco.
Su título fue traducido por La Isla, y otros le pusieron El Exorcismo, aunque los títulos siempre responden a motivos de marketing.
La historia narrada, posee una introducción fechada en 1942: un remolcador ruso con dos tripulantes, transporta un cargamento de carbón, y es interceptado por un navío de guerra alemán. Mientras los alemanes colocan una carga explosiva, se da una escena, donde el fogonero de la caldera actúa de un modo inexplicable, traicionando a su capitán o piloto, donde llega incluso a dispararle con el arma que le ponen en la mano. El miedo irracional del fogonero de la caldera, se verá explicado al final de la película, si se la sigue con atención, y se entenderá que era perfectamente lógico.
Solo destaco el motivo para disparar sobre él: ¿Por qué Caín mató a Abel? Esta será la pregunta del subconsciente desarrollo del film. En este momento, el fogonero Anatoly dispara pues le dicen que matando será un hombre.
Luego del fogonazo del disparo, El capitán Tijón cae al agua, sin verse ya rastros de él. El navío alemán se retira, mientras el fogonero se alegra por conservar la vida. La explosión del remolcador, pone fin a la escena. A la mañana siguiente, tres monjes ortodoxos recogen a Anatoly inconsciente sobre la playa.
El desarrollo de la historia se fecha en 1976. El monje Anatoly ahora es fogonero del convento de monjes, para ello emplea el mismo carbón del cargamento que transportaba, pues con la explosión, el navío que lo contenía quedó varado en la costa de la isla donde está el monasterio. Un puente construido por los monjes conduce desde la caldera, hasta el barco varado, donde se ve que se le ha quitado casi todo el carbón. Diría que este al producir el fuego, es el símbolo de la vida terrenal, que ya marca la muerte de este monje.
Anatoly hace vida de eremita al lado de la caldera, apartado del resto de los monjes, quienes ni lo entienden, ni lo aprecian, excepto Filaret, Padre Superior del monasterio. Muchas personas van en su busca cruzando las aguas, pues lo consideran un hombre santo. Anatoly no se da a conocer, y oficia como secretario de sí mismo, al respecto es curiosa la escena donde una campesina le relata el sueño de su esposo muerto en la guerra.
Uno de sus rasgos, es la profecía sobre los acontecimientos diarios, y la extraña forma como la comunica. Su modo de decir las cosas, lo tachan de bromista y excéntrico. En vez de advertir a su superior inmediato que lo ensucia con su lenguaje ante el Padre Superior, ensucia la manija de la puerta donde este debe ingresar para que deba limpiarse las manos. En otra escena, arroja un palo quemado al paso de Filaret, para preanunciarle el incendio de su aposento.
Su vida transcurre entre su trabajo de fogonero y los diálogos con los visitantes, quienes le dejan alimento para vivir. Luego se retira a una isla solitaria, para hacer oración. Con la oración de Jesucristo, es como se abre la película, oración que es el alma de la piedad oriental. En la isla, que es en realidad un símbolo del eremitorio interior, notamos que arrastra la culpa del pecado, cuando disparó sobre Tijón, a quien cree muerto. El Salmo 50, será maravillosamente interpretado en estas escenas. Todo este clímax, estalla en una súplica a Dios, pidiendo levante de su corazón el peso de este pecado y la súplica es escuchada.
Un almirante ruso se presenta con su hija, la cual está poseída por un demonio, y la presenta al 'hombre santo' de Anatoly.
Los encuentros entre la hija del almirante y Anatoly se dan en un diálogo de gallinas. ¿Por qué? Es el gallo que señala el fin de la traición de Pedro a Jesucristo. El demonio de Caín, el demonio de la traición es expulsado de la mujer, en la solitaria isla; figura del monje que en su eremitorio expulsa el demonio de su pasado y se purifica para hacerse grato a Dios.
El diálogo entre el almirante Tijón y Anatoly es la apertura del final de este hermoso film.
Petr Mamonov, interpreta al monje Anatoly. Petr es un monje ortodoxo converso, de allí que su director haya dicho que se interpretó a sí mismo.

Muchas son las enseñanzas del relato, entre ellas destaco cómo los hombres son siempre reacios ante lo que Dios les pide, y en esto, el film no hace excepciones, mostrando que se aferran a las cosas cotidianas sin poder depositar en Él toda la confianza. Este es el motivo de presentar esta obra: los hombres piden a Dios, Dios se lo concede, pero ellos no quieren dar nada a cambio. Podríamos decir, que el tema es la mezquina humanidad y el motivo por el cual esta no se santifica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario