Calesita

martes, 25 de mayo de 2021

En los últimos ocho años, el Espíritu Santo nos dio un curso intensivo de Eclesiología.

« ¿Cómo sería la Iglesia Católica si no tuviera el oficio de San Pedro?

¿Qué le pasaría a la Iglesia Católica si la Iglesia perdiera el oficio de San Pedro?

¿Qué pasaría si casi todos en la Iglesia pensaran que un no católico es el Papa, en lugar de reconocer al verdadero Papa católico como Papa?

Estas son las tres cuestiones teológicas, cuyas respuestas el Espíritu Santo nos ha estado mostrando en los últimos ocho años, para aquellos que quieren ser sus discípulos.

Si se sabe algo sobre la debacle del protestantismo, entonces se sabe que de una generación a otra las “iglesias” protestantes se desgajan y caen, mutan y se corrompen. Son como un pan dejado al aire libre que se pudre progresivamente hasta convertirse en polvo. El resultado no se parece en nada al pan que alguna vez fue.

¿Y por qué las iglesias protestantes sufren este destino? No tienen el Espíritu Santo viviendo en ellas.

Y no tienen el Espíritu Santo viviendo en ellas, porque están separados de la Cabeza de la Iglesia que es Cristo. Y es así porque el Espíritu Santo descendió sobre la Cabeza de Cristo, para mostrarnos que Él habita en el Cuerpo de Cristo solo a través de la Cabeza.

Pero la mayoría de los católicos, incluidos los teólogos, no han reflexionado sobre el hecho de que están desconectados porque voluntariamente se separaron del verdadero Sucesor de San Pedro, a pesar de todas las pruebas contrarias, que sin Pedro no se puede construir algo con Cristo o como Cristo ha querido para Su Iglesia. Y así, separarse voluntariamente de Pedro es separarse de Cristo la Cabeza.

Explico esto diciendo que Pedro es el cuello místico de la Iglesia. No se puede conectar a una cabeza a menos que se conecte a través de un cuello. Y así es con Cristo y Pedro.

Entonces, si no se tiene la intención de volver nunca al Papa Benedicto XVI, se está condenado, porque se está unido a un cadáver en descomposición y que se pudra, puede ser tu queja diaria, pero que permanezcas en él, es tu perdición.

Cerrando los ojos delante de la abundante evidencia de que Benedicto XVI es el Papa, y al elegir cardenales, obispos o sacerdotes ignorantes o malintencionados para que sean su cuello, se ha elegido pertenecer a una iglesia sin cabeza, como los protestantes, la cual estallará corrompiéndose ante los ojos del mundo entero.

Y solo porque naciste católico o crees en la fe católica o asistes a la misa en latín, todo esto no significa que tengas garantizado el Espíritu Santo si te apartas a sabiendas de los hechos y de la evidencia de que Benedicto XVI es el Papa.

De hecho, el Espíritu Santo no tiene necesidad de todos estos. Y La noche pasada dio un ejemplo de lo que expongo, porque en ocasión de Su Fiesta, ningún católico excepto dos vinieron a suplicar a Dios Padre que enviara el Espíritu Santo, en Santa María la Mayor. Por lo cual, el Espíritu Santo inspiró a tres hindúes para rezar el Padre Nuestro junto a nosotros.

Y eso debería ser motivo de asombro y temblor.» 1

Hno. Alexis Bugnolo

24 de mayo de 2021

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1 https://www.fromrome.info/2021/05/24/in-the-last-8-years-the-holy-spirit-has-been-giving-us-a-crash-course-on-ecclesiology/

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

Bergoglio y su anacronismo matriarcal

 

En la revista "Franciscanus", en su número Mayo-Agosto de 1959, Fray Luis Acevedo Quirós redacta un artículo sobre “La Religión en los Pueblos más Primitivos”. En el punto IV, luego de trazar un panorama de los mismos, describe la Civilización MATRIARCAL-AGRARIA 1 y nos dice:

«Hemos visto ya que la civilización más primitiva, no conoce ni la agricultura ni el pastoreo. Ahora bien; en esta fase el primitivo da un paso más; de la simple recolección de frutos y raíces, pasa a la producción, ya que experimenta la imposibilidad de conservar por largo tiempo tanto las frutas como la carne.

Viene un cambio: la mujer lentamente va adquiriendo un dominio notable sobre el hombre ya que como vimos antes, la mujer es la encargada de la recolección, poco a poco con el conocimiento de los vegetales se convierte en hortelana, mientras el hombre se encarga de desmontar el terreno, ella es quien lo cultiva; de aquí que el mayor trabajo le corresponda a la mujer. Y como al desarrollarse la agricultura se van conociendo también las propiedades aromáticas y embriagantes de algunas plantas, aparece el "shamismo" (magia) y es el principal oficio de la mujer.

En esta época el hombre es poco padre, pues, siendo extraño al clan de su esposa (exogamia), el verdadero padre de sus hijos viene a ser el hermano de ella, y así los hijos están más unidos a la madre y al tío que a su propio padre. El jefe de la familia es la madre; el del clan o tribu es la madre de la generación más antigua, o en su defecto, la mayor de las hermanas. Esta clase de gobierno y organización de la familia, es lo que se llama MATRIARCADO, en donde la descendencia se traza por la línea materna.

Como características religiosas están, el culto a la ”Madre divina" que reemplaza al Ser Supremo o dios del cielo. Esta mujer trascendental es adorada a la vez como Madre Tierra debido a la analogía que la mujer percibe con ésta: la tierra produce frutos y ella engendra hijos; también como Madre Luna por la relación que ésta tiene con la menstruación de las mujeres. Están también las ceremonias de la Iniciación especialmente para las mujeres. Aparecen el culto craneal, el culto a los muertos y los sacrificios cruentos con el fin de prolongar la vida.

En contraposición a la preponderancia femenina, se forman sociedades de hombres que ejecutan ritos con máscaras; practican la ridicula costumbre de la"covada" y dan lugar al animismo y aún al canibalismo, por lo que la religión matriarcal fue por excelencia la de la "barbarie religiosa".

La civilización matriarcal tiene su origen en aquellos países que son aptos para la agricultura; se encuentran en Australia, en las islas de Salomón, en Sumatra, en la costa oriental de la India, en la región del Congo y la alta Guinea; en las civilizaciones incaica y andina de la América meridional; en la América del norte, al surdeste de los Estados Unidos.

Mas, por el hecho de que el Matriarcado exista en gran número de pueblos salvajes y bárbaros, no se infiere que constituya una fase necesaria de la evolución social de todos los pueblos, ya que las investigaciones hechas al respecto demuestran lo contrario.» (Páginas 47-49).

Así es, y una prueba que demuestra todo lo contrario, es haberla llevado en procesión al altar de San Pedro, por un jesuita inepto y amante de lo bárbaro. Más aún, el ingenuo sueña con un rito de la Madre Tierra, como si los ritos se hiciesen detrás de un escritorio ocupado por una mente enferma.

Como bien ilustra el fraile, estos dioses forman parte de las sociedades matriarcales, lo cual no dista de esta sociedad que tiende a lo matriarcal, con diaconisas, sacerdotisas y ahora ya bien establecido, con el ministerio de las catequistas. Bergoglio siempre llega a donde quiere y lo que ahora busca es una iglesia con estructura matriarcal.

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1 Cf. SCHMIDT,W., The Religión of Later Primitive Peoples, London, 1948, Id.,4ss.; GORDON, PIERRE in BRILLANT, M. , o.c. 15.


miércoles, 5 de mayo de 2021

Cionci llegó al “consulado papal”: Benedicto no abdicó

Como veníamos diciendo desde 2015, los católicos se enfrentan desde 2013 con dos hechos inequívocos. Por un lado un consulado compuesto por dos papas, y por el otro, una desidia absoluta de un cuerpo formado por inútiles cardenales.

Andrea Cionci sigue su investigación y llega a esta triste realidad. Por ello escribe en el Libero Pensiero:

«Texto inequívoco de Ratzinger: “No he abdicado”.

Si un Papa no abdica, no puede haber otro cónclave. Bergoglio sería inválido.

No tendríamos dos Papas, sino “la mitad”: un Papa sin ejercicio práctico del poder.

Sólo hay un Papa”, repite Benedicto XVI desde hace ocho años, sin explicar cuál es.

Después de una discusión con eruditos autorizados, he aquí un documento donde el Papa Ratzinger explica inequívocamente que, aunque con la Declaratio de 2013 haya dimitido renunciando al "ministerium" (a las funciones prácticas), a la inversa no "abdicó" al "munus", el título divino de papa. (Las palabras son importantes: renunciar es renunciar a funciones, abdicar es renunciar al título de soberano).

¿Aburridos "legalismos clericales", como dice Bergoglio? - No. Se trata de un problema enorme, uno que se evita cuidadosamente en el debate público, porque si un Papa vivo no abdica, al dejar completamente a un lado el munus, no se puede convocar otro cónclave. Incluso desde un punto de vista teológico, el Espíritu Santo no dirige la elección del Papa en un cónclave ilegítimo. El “Papa Francisco” por lo tanto, nunca habría existido, solo sería un “obispo vestido de blanco”, como en el Tercer Secreto de Fátima, y nadie más, en su línea de sucesión, sería un verdadero Papa.

Por eso, antes de criticar a Francisco, o de hacer conspiraciones, valdría mucho más aplicarlo a la pregunta que precede y presupone la validez del cónclave de 2013. Esto explicaría todo.

Por tanto, vale la pena aplicarnos a la pregunta.

Pero vayamos al documento en cuestión: en la pag. 26 de "Últimas conversaciones" (Garzanti 2016), libro entrevista de Peter Seewald, el periodista pregunta a Benedicto XVI:

"Con usted, por primera vez en la historia de la Iglesia, pontífice en el pleno y efectivo ejercicio de sus funciones dimitió de su “oficio”. ¿Hubo un conflicto interno por tal decisión? ".

Respuesta: No es tan simple, por supuesto. Ningún Papa ha dimitido durante mil años, e incluso en el primer milenio esto fue una excepción: por lo que tal decisión debe meditarse detenidamente. Para mí, sin embargo, se hizo tan evidente, que no había ningún conflicto interno doloroso".

Una afirmación absurda si entendemos la palabra “dimisiones”. Porque en los últimos mil años (1016-2016) ha habido nada menos que cuatro papas que han renunciado al trono, (incluido el famoso Celestino V en 1294) y, en el primer milenio del papado (33-1033), hubo otros seis. - ¿Acaso el Papa Ratzinger, además de tener dificultades con el latín (dados los inexplicables errores en la Declaratio) ni siquiera conoce bien la historia de la Iglesia?

Su frase, en cambio, tiene un sentido perfectamente lógico y coherente si entendemos que "dimitir" (del ministerium como hizo el Papa Ratzinger) no implica en absoluto "abdicar" (del munus).

La distinción, – vagamente (y quizás intencionalmente) hipnótica – entre munus y ministerium se formalizó a nivel canónico en 1983, pero es útil para Benedicto XVI transmitir un mensaje muy claro: de hecho, no nos habla de los papas. que han abdicado, pero sí de los que dimitieron como él, es decir, los papas que perdieron sólo el ministerium, sin abdicar.

Todo tiene sentido: la "excepción" del primer milenio del que habla Ratzinger es la de Benedicto VIII – conocido en vida como Teofilacto de los Condes de Tusculum – que, derrocado en 1012 por el antipapa Gregorio VI, en fuga, tuvo que renunciar al ministerium durante unos meses, pero no perdió en absoluto el munus papal, tanto que más tarde fue reinstalado en el trono por el santo emperador Enrique II.

En el segundo milenio, sin embargo, ningún Papa ha renunciado nunca solo al ministerium, mientras que hasta cuatro papas abdicaron, renunciando al munus (y, en consecuencia, también al ministerium).

Consultado sobre esta cuestión histórica, el Dr. Francesco Mores, profesor de Historia de la Iglesia en la Universidad de Milán, lo confirmó diciendo: 

“De hecho, existe esta diferencia entre el primer y el segundo milenio. El punto decisivo es la reforma del siglo XI, que también llamamos "gregoriana" (1073). Aunque en conflicto con los poderes seculares, los papas del segundo milenio mantuvieron siempre un mínimo de ejercicio práctico de su poder, a diferencia de muy pocos casos en el primer milenio: Ponciano, Silverio (que perdió el ministerium durante unos meses, pero luego abdicó explícitamente n.d.r.) y Benedicto VIII (quien, habiendo perdido temporalmente el ministerium, fue reinstalado en el trono papal por el emperador Enrique II n.d.r.), el cual se coloca, no por casualidad, en el umbral de la transformación de la institución papal que tuvo lugar entre el primer y segundo milenio".

Benedicto XVI nos está diciendo claramente que renunció al ministerium como su antiguo predecesor homónimo, pero que ninguno de ellos han abdicado nunca del munus.

Si este no fuera el caso, ¿cómo podría Ratzinger decir que al renunciar como él, ningún Papa renunció en el segundo milenio y que en el primer milenio fue una excepción? No hay escapatoria.

Una confirmación adicional proviene del otro libro de entrevistas de Seewald, "Ein Leben", donde, en la pág. 1204, Benedicto XVI se distancia de Celestino V, que abdicó legalmente en el segundo milenio (1294): 

"La situación de Celestina V era extremadamente peculiar y no podía en modo alguno invocarse como (mi) antecedente".

También en Ein Leben, la palabra "abdicación" aparece ocho veces - nueve en la edición alemana ("Abdankung") - y nunca se refirió a Ratzinger, sino sólo a los papas que realmente abdicaron, como Celestino, o que realmente quisieron hacerlo, como Pío XII para escapar de los nazis. Para Ratzinger, sin embargo, solo se habla de dimisiones ("Ruecktritt").

Después de todo, Benedicto XVI también lo repitió en la última audiencia del 27 de febrero de 2013: 

"La gravedad de la decisión estuvo precisamente en el hecho de que desde ese momento (la elección de 2005 n.d.r.) en adelante yo estaba siempre y para siempre comprometido por el Señor . [...] Mi decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no revoca esto. [...] Ya no tengo el poder del cargo para el gobierno de la Iglesia, pero al servicio de la oración permanezco, por así decirlo, en el recinto de San Pedro ".

Hoy, por tanto, no tendríamos "dos papas", sino "la mitad" de los papas: Benedicto XVI, privado del poder práctico. Por ello, sigue vistiendo de blanco (incluso sin mozzetta), y firma como P.P. (Pontifex Pontificum), vive en el Vaticano e inexplicablemente disfruta de otras prerrogativas pontificias.

¿Hay otras explicaciones?

La pregunta no se puede pasar a la ligera: 1.285.000.000 de católicos tienen derecho a respuestas seguras y transparentes: una rueda de prensa del Papa Benedicto, por ejemplo, o un sínodo con discusión pública entre obispos y cardenales nombrados antes de 2013, para aclarar esto, de manera absolutamente transparente.

No se debe retrasar una aclaración.»