Calesita

jueves, 18 de junio de 2020

Los 48 errores de la Renuncia de Benedicto


Fray Alexis Bugnolo, expone un análisis exhaustivo de la histórica renuncia de Benedicto XVI. A sus errores, agrego uno más que no tuvo en cuenta, pues la renuncia de Benedicto fue corregida y Fray Alexis trabaja con el texto posteriormente pasado a limpio.

He aquí su análisis:

Primer párrafo (12 observaciones)

Texto original

Errores

Fratres carissimi:

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Non solum propter tres canonizationes

1. Decir propter tres canonizationes significa, por el bien o por causa de tres actos de canonización.

Esta estructura gramatical en latín significa, no que el Papa haya convocado a los cardenales para llevar a cabo o anunciar la canonización de tres grupos o individuos, sino que de alguna manera los cardenales han sido convocados para honrar los actos de canonización o porque los actos en sí mismos no pueden completarse sin ellos.

Pero el acto de canonización es un acto papal que no requiere los Cardenales. Por lo tanto, el latín correcto debe ser in trium canonizationum annuntiationem, es decir, anunciar mi decisión de decretar tres actos de canonización, ya que la construcción latina que comienza con la preposición in se utiliza para expresar el propósito.

Este es un error común de aquellos que nunca han leído cuidadosamente ningún texto latino y que imponen un significado moderno sobre lo que piensan que significa una preposición latina.

ad hoc Consistorium

2. Sin embargo, decir ad hoc Consistorium puede ser la costumbre de la corte papal, (sobre esto no puedo hacer comentarios) sin embargo, en latín, dado que el consistorio es un acto de estar juntos, no un lugar en el que se convoca a los Cardenales, sino una forma solemne de reunirse, la estructura gramatical correcta debe ser in hoc consistorio.

vos convocavi,

3. Un papa cuando actúa oficialmente, habla en primera persona plural, es decir, el plural magestático "Nosotros".

El hombre que es el papa, en la medida en que es el hombre y no el papa, habla con la primera persona del singular, "yo".

Por lo tanto, la forma correcta del verbo aquí debería ser convocavimus.

sed etiam ut vobis

4. El verbo latino communicem toma la preposición cum no el dativo de referencia, y por lo tanto en vez de vobis debería leerse en su lugar vobiscum. Tal como está, la única función gramatical posible de vobis sería como dativo de posesión para decisionem.

decisionem

5. Concuerdo aquí con el Dr. Stroh, en que la palabra debe ser consilium no decisionem, porque esta última palabra latina significa un "acto de corte", o en el mejor de los casos, un "acto de tomar una decisión", que claramente no es apropiado para la cosa en cuestión, porque el Papa no los ha incluido en el proceso de tomar decisiones, solo declara una decisión que ya ha tomado. Y consilium es la palabra adecuada para algo así, cuando lo hace un superior con autoridad.

magni momenti pro Ecclesiae vita

6. Este es el error más absurdo de todos.

La persona que escribió esto ni siquiera entiende que en latín se usa el dativo de referencia, no una frase que comienza con una preposición como en los idiomas modernos.

Esto debería leerse Ecclesiae vitae, porque tal como está, dice en nombre de la vida de la Iglesia o por el bien de la vida de la Iglesia; a menos, por supuesto, que esté haciendo referencia a una grave amenaza para la vida de la Iglesia para la cual este acto tiene la intención de defender esa vida.

Puede ser, pero como casi todos los modernos se equivocan de esta manera, se presume que en sí mismo sea producto de la ignorancia, no una pista.

communicem

7. Dado que la renuncia es por parte de la persona, no del Papa, vemos en la siguiente oración que Él comienza a hablar en primera persona como hombre, pero creo que, dado que esta cláusula subordinada sigue siendo esa parte del texto dicho por el Romano Pontífice, como pontífice, debería estar en primera persona del plural. communicemus.

La oración que sigue, por lo tanto, en primera persona, debe comenzar un nuevo párrafo, para mostrar esta distinción de poder.

Conscientia mea iterum atque iterum coram Deo explorata

8. Esta palabra está completamente equivocada.

Porque esta palabra en latín se refiere a la exploración de un lugar o región o la investigación de una cosa que tiene dimensiones físicas o sobre su grandeza, o es el término militar para espiar o mirar algo para obtener información.

Nunca se usa con cosas espirituales, porque ciertamente su conciencia no es un mundo en sí misma, es una facultad de conocimiento.

El término correcto debe ser uno que signifique expuesto o establecido, a causa de la referencia a estar delante o en presencia de Dios.

ad cognitionem certam

9. Estas palabras no solo están mal elegidas sino que son insuficientes para sostener el discurso indirecto que sigue.

La forma latina correcta de decir esto es escribir nunc bene cognosco quod (ahora conozco bien que) en lugar de ad cognitionem certam perveni (he llegado a un conocimiento certero).

perveni

10. Este verbo no tiene el sentido de “haber llegado”, en asuntos que tratan con el conocimiento.

Más bien significa alcanzar, lo que tendría sentido si se estuviera espiando al enemigo, pero decir que has alcanzado cierto conocimiento al examinar tu conciencia es absurdo, porque la conciencia solo reconoce verdades morales, no es la fuente del conocimiento o la certeza.

vires meas ingravescente aetate non iam aptas esse

11. Aquí hay una cláusula en el discurso indirecto que sigue a cognitionem certam.

La forma correcta, si tal expresión se mantiene (cf. n. 9 arriba) debe introducirse con quod y estar en nominativo, no acusativo, porque el objeto de cierto conocimiento es un hecho conocido, no un “saber que” .

Y así, a causa del error en n. 9, el verbo aquí debe ser sunt, leyendo toda la frase: vires mihi ingravescente aetate non iam aptae sunt.

Creo que el dativo enfático de la posesión mihi debería usarse en lugar del adjetivo posesivo meae, porque la fuerza de la que se habla es íntima para su ser físico, no solo una posesión exterior.

ad munus Petrinum aeque

12. El doctor Stroh señala acertadamente que este es un adverbio equivocado.

El correcto debe ser recte o apte o, yo propongo, constanter (correctamente, apropiadamente o coherentemente).

administrandum.

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Segundo párrafo (I-12 observaciones)

Texto original

Errores

Bene conscius sum

1.El uso de conscius es más común al hablar del conocimiento que se tiene de los demás, pero cuando se habla del conocimiento de uno mismo, en el raro uso del poeta latino, Terencio, esta construcción debe formarse así: mihi sum conscius, y no conscius sum, para mostrar que el conocimiento es de uno mismo pero el adjetivo pide el discurso indirecto.

Y por lo tanto, se debe colocar una coma después de conscius para cumplir con los estándares modernos de puntuación latina.

hoc munus secundum suam

2. Aquí simplemente figura el error de alguien que piensa en italiano, porque el adjetivo posesivo para la tercera persona, en latín, NUNCA se usa para una cosa en una oración, solo para el sujeto de un verbo.

El latín correcto, por lo tanto, debe ser eius, aunque podría omitirse por completo, ya que la frase secundum essentiam spiritualem es un estándar de medida y su objeto se entiende implícitamente.

El Dr. Stroh señala acertadamente que debe usarse naturam en lugar de essentiam.

Estoy de acuerdo, porque san Buenaventura dice que la naturaleza se refiere al ser de una cosa como un principio de acción.

essentiam spiritualem non solum agendo

3. Aquí quien escribió el texto ignora que en latín agere se refiere a todas las acciones, físicas o espirituales, y por lo tanto es una pareja impropia con loquendo que también es un acto.

Es difícil entender a qué se refiere el escritor, ya que casi todo lo que hace un papa es hablar.

No es como si limpiara baños o realizara trabajos manuales. Quizás, la mejor palabra sería scribendo, que es escribir.

et loquendo exsequi

4. El verbo en latín aquí está mal elegido, porque exsequi se refiere a un trabajo realizado, pero el tema no es un trabajo sino un munus o carga, que es una cosa.

El latín apropiado sería geri, es decir, realizado en el sentido de lo moderno cumplido o ejecutado.

debere

5. Este es el verbo incorrecto para expresar lo que se pretende.

Es justo, o necesario que se cumplan los deberes del cargo.

Pero no es un débito, que es lo que significa debere obligación.

En el latín correcto debe decirse oportere, esto es, apropiado o necesario para alcanzar la meta deseada.

sed non minus patiendo et orando. Attamen in mundo nostri temporis

6. Quien escribió esto no tiene experiencia en la lectura del latín, ya que tempus se refiere a las estaciones.

El concepto de tiempo en latín no es el mismo que con los modernos.

La idea que parece ser la intención de la expresión está en nuestro mundo contemporáneo, pero el latín diría eso como in saeculo nostro, porque saeculum es el término latino para el mundo en el sentido del tiempo, esta generación o cultura, no mundum, que se refiere al cosmos como una realidad o lugar físico.

rapidis mutationibus subiecto

7. Y a causa del error n. 6, esta frase debe reescribirse por completo, como velocium o celerium mutationum utilizando el genitivo de la descripción no dativo de referencia, y por lo tanto no hay necesidad de subiecto.

El latín rapidus se usa para cambios apresurados o rápidos, lo que simplemente no es históricamente exacto.

et

8. Y así, asimismo, debido a la caída de subiecto, esta conjunción puede omitirse por completo.

quaestionibus magni

9. Aquí el magni, “de gran valor”, parece poco oportuno, porque las cuestiones de fe en los tiempos modernos son casi todo producto de los incrédulos que se preocupan por su imaginación de un mundo sin Dios; magnis para estar de acuerdo con quaestionibus o magni momenti sería más correcto.

Pero magni puede admitirse porque es tan Ratzingeriano como cualquiera puede deducir de sus escritos.

pro vita fidei

10. Aquí se da el mismo error que antes y, por lo tanto, en latín debería decir fidei vitae o fidei.

perturbato ad navem Sancti Petri gubernandam et ad annuntiandum Evangelium

11. Aquí se produce el error de un estudiante latino de primer año que olvida que ese objeto va antes que los verbos en latín, no después: la lectura debe ser Evangelium annuntiandum.

etiam vigor quidam corporis et animae necessarius est, …

12. Aquí se elige la palabra equivocada, porque claramente el alma no envejece ni se debilita con la edad, pero el espíritu sí. Y así, el latín correcto debería ser animi. El Dr. Stroh está de acuerdo conmigo.

Segundo párrafo (II-12 observaciones)

Texto original

Errores

...qui ultimis

1. En latín significa cosas recientes al decir praecedentibus no ultimis.

El Dr. Stroh sugiere: su praeteritis ya que el énfasis es reciente en el pasado.

mensibus in me modo tali minuitur

2. Aquí el tiempo es incorrecto, ya que la referencia es a lo que ha sucedido en los últimos meses, y todavía está sucediendo, el tiempo correcto es el minuebatur imperfecto y toma mihi como dativo de referencia, no in me.

ut incapacitatem meam ad ministerium mihi commissum bene administrandum

3. No tiene sentido decir que está administrando un ministerio, la mejor palabra debería ser gerere, como antes.

Pero toda la frase está formada incorrectamente, ya que incapacitatem debería seguir la regla de capax y tomar un infinitivo en las predicciones (como en la Vulgata) o un genitivo (Seneca) con adjetivos o gerundios, por lo que el conjunto debería decir ministerii mihi commissi bene gerendi.

agnoscere debeam.

4. Al ver que el texto se está leyendo como si ya se hubiera tomado una decisión, decir que "debe reconocer" está contextualmente fuera de lugar, según el tiempo.

Además, como una cláusula subordinada a un imperfecto, debe estar en el subjuntivo perfecto. La frase debería decir algo como iustum fuerit, "era propiamente eso".

Quapropter bene conscius

5. El abogado Lambauer señala acertadamente que esta construcción con conscius toma el pronombre reflexivo mihi antes que él.

Pero en la sintaxis adecuada, ponderis huius actus debe preceder a conscius.

Dos errores aquí.

ponderis huius actus plena libertate

6. Ahora vienen los errores que tocan la nulidad, invalidez e irregularidad del acto.

Porque la renuncia tiene que hacerse libremente.

Que se declare libremente también es bueno, pero se presume y no es necesario, a menos que haya alguien apto para pensar que fue forzado.

¿Por qué decir esto?

Por lo tanto, esta frase, si se mantiene, debería estar con el verbo renuntiare, y ambos NO deberían estar en un discurso indirecto, porque anunciar o declarar que estás renunciando, no es renunciar a nada, sino anunciar algo, y ese no es el acto. especificado en Canon 332 §2 que requiere una renuncia como acto esencial, no una declaración.

declaro

7. Este verbo, si se deja, debe introducir una frase que prepare a los oyentes sobre la intención o algo semejante, no el acto de la renuncia.

me ministerio

8. Este es el objeto equivocado de la Ley de renuncia, que según el Canon 332 §2 debería ser muneri.

El Dr. Stroh, al escribir que parece en febrero de 2013, señala que este error invalida la renuncia. ¡Estoy de acuerdo!

Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per manus Cardinalium

9. El Munus petrino y el Ministerium no se confían al Papa elegido, sino que son recibidos por él en la sucesión petrina inmediatamente cuando dice: "Sí, acepto mi elección".

Esta es la teología papal básica. Si uno se equivoca, se puede cuestionar si se estaba en el momento del acto compos menti (sano de mente).

A menos que, por supuesto, toda la frase ministerio ... per manus Cardinalium ... commisso esté destinada a reprender a los Cardenales por permitirle un ministerio pero sin otorgarle ninguna autoridad real.

Aunque tal intento sería sarcástico y afectaría la invalidez de la renuncia.

Así que esto debería decir in successione petrina o algo similar.

die 19 aprilis MMV commisso

10. Esto debería ser a me accepto o a me recepto, es decir, "aceptado por mí" o "recibido por mí".

renuntiare ita ut a die 28 februarii MMXIII, hora 20, sedes Romae

Obs.: En el texto redactado, decía hora 29, luego fue modificado.

Es correcta la frase, pues se modificó.

11. Esta es la única frase correcta, pero que nadie más que un experto en la Secretaría de Estado sabría, porque, como me dijo un eminente latinista del Vaticano, es la forma habitual de indicar la zona horaria romana en latín.

El Dr. Stroh y el abogado Lambauer, escribiendo desde Alemania, no sabían esto.

sedes Sancti Petri vacet et

12. Aquí el discurso indirecto debería terminar, o más bien, la expresión de la primera persona, yo, debería terminar, porque el llamado de un cónclave es un acto papal, el hombre que es papa, que acaba de renunciar, NO tiene autoridad para llamarlo.

Así que aquí el latín debería resumirse con el Nos pontificio et declaramus.

Conclave ad eligendum novum Summum Pontificem ab his quibus competit convocandum esse.

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Tercer párrafo (6 observaciones)

Texto

Errores

Fratres carissimi, ex toto corde gratias ago vobis

1. De nuevo, el error de un estudiante de primer año de latín.

La frase debería decir gratias vobis agimus.

Primero, por el orden correcto de las palabras en latín, segundo, porque ahora les agradece como el Romano Pontífice, porque colaboraron con él, no como hombre, sino como Papa, el verbo debería volver a la primera persona del plural. Dos errores aquí.

pro omni amore et labore

2. Si está agradecido por su servicio y colaboración, no se dice amore et labore, que se refiere al trabajo físico y el afecto físico; se dice, más bien, omnibus amicitiabus operibusque para mostrar que la amistad y las obras eran múltiples y unidas una con la otra. Cuatro errores aquí.

quo mecum pondus ministerii mei portastis et veniam peto pro omnibus defectibus meis

3. Nuevamente, el error típico del estudiante latino de primer año al interpretar mal el orden de las palabras.

Debe decir: pro omnibus defectibus meis veniam peto y la frase debe ser introducida por de vobis o de omnibus. Dos errores aquí. También aquí es incómodo volver al uso de la primera persona del singular, aunque sea necesario con respecto a la confesión hecha.

Nunc autem Sanctam Dei Ecclesiam curae Summi eius Pastoris, Domini nostri Iesu Christi confidimus

4. El Dr. Stroh señala acertadamente que este es el verbo incorrecto, el latín correcto es committimus.

sanctamque eius Matrem Mariam imploramus, ut patribus Cardinalibus in eligendo novo Summo Pontifice materna sua bonitate assistat. Quod ad me attinet etiam in futuro

5. El Dr. Stroh nuevamente recuerda que la expresión temporal latina correcta es in futurum.

vita orationi dedicata Sanctae Ecclesiae Dei toto ex corde servire velim.

6. En latín no existe condicional.

El subjuntivo se usa para expresar deseos, ¡pero no con el verbo desear!

Se diría más bien serviam, "puedo servir", no servire velim, "puedo desear servir", lo cual no tiene sentido, simplemente se puede ser más directo y decir: "quiero servir" (servire volo).

Ex Aedibus Vaticanis, die 10 mensis februarii MMXIII

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Texto Fuente---->

Finalizado este análisis, no desmentiré la hipótesis de Fray Bugnolo, que se expuso en la entrada anterior, pero sigo creyendo lo que dije en su oportunidad.

1. Es de suponer que Benedicto matuvo el texto de su renuncia en secreto y sin revisar, de allí los llamativos errores, sobretodo el de la hora 29.

2. Para aprender bien un idioma, se debe conocer su lógica. Cada lengua tiene la suya. No basta con entender la lengua al leer, se debe aprender la lógica al hablar. Se puede hablar correctamente otra lengua sin cometer errores gramaticales, pero no usando su lógica. Es lo que aquí sucede. Es indudable que el redactor de esta ignora olímpicamente la lógica latina.

3. Surge a la superficioe una clara intención de reforma papal. Llama la atención que menciona el munus pontificio correctamente por dos veces, pero cuando renuncia apela al ministerium. Esto no es simple casualidad.

4. Sostengo lo dicho en otras entradas, Bededicto dividió el papado en materia y forma. Benedicto es la materia pasiva, Bergoglio es la forma activa. Y apelo a la filosofía, pues ¿qué es la filosofía griega asimilada por nuestros santos filósofos, sino un razonamiento del sentido común? Estamos ante una jerarquía eclesial ciega, insensata y en muchos casos totalmente pervertida.

Por supuesto, seguirán diciendo los sofismas de siempre para convencernos de lo opuesto. Esto será así, porque son ellos los que se quieren convencer a sí mismos que Benedicto renunció; por eso sus argumentos no realizan ninguna mella en nosotros.

Por último, no me vengan con que la Iglesia aceptó su renuncia, nadie puede renunciar a un papa. Lo que han hecho estúpidamente, es aceptar su reforma al papado, algo de por sí sumamente grave.


sábado, 13 de junio de 2020

La renuncia de Benedicto fue un mamarracho, ¿por qué?


El franciscano Alexis Bugnolo, es experto en textos escolásticos y en argumentos canónicos sobre la renuncia papal. Ha traducido más de 9000 páginas de San Buenaventura del latín original y domina el idioma de la Iglesia, o sea el latín, como pocos lo hacen.

Dice de él Andrea Cionci en el Libero de Italia, este 11 de junio:

Mediante una lectura atenta del texto de la Declaración de la renuncia de Benedicto XVI, siguiendo un hilo de la lógica en derecho canónico y el significado del latín original, el hermano Bugnolo sostiene que el texto fue escrito por Benedicto, con extrema habilidad y sutileza, con la intención que eventualmente se descubriría para que no fuese válido. Al hacerlo, Ratzinger permitió que la "Mafia de San Galo", el lobby eclesiástico progresista y masónico que lo obligó a abdicar, tome el poder apresuradamente y así se se revele a sí mismo. Benedicto renunció de tal manera que todos los actos, nombramientos y cambios en la doctrina realizados por la "falsa iglesia" puedan ser eliminados de una sola vez, precisamente por la invalidez de su renuncia al papado.

Por esta razón, según el hermano Bugnolo, el Vaticano ha falsificado deliberadamente las traducciones de la Declaración latina de Benedicto, intentando remediar sus fallas intencionales en el texto original, pero de hecho, demostrando así mayor malicia. Hace cuarenta años, Juan Pablo II y el entonces cardenal Ratzinger ya sabían, gracias al Tercer Secreto de Fátima, que el lobby del clero gay-masón intentaría tomar el poder, y por esta razón cambiaron el Código de Derecho Canónico a tiempo, estableciendo un sistema de emergencia para "hacer saltar la banca" en caso de usurpación. Esto, en esencia, es la tesis de Bugnolo.

A todo esto afirma Bugnolo:

Pero el mayor problema es la construcción del texto de Ratzinger que invalida la renuncia papal. Desde que fue reformado por Juan Pablo II y Ratzinger en 1983, el Código de Derecho Canónico exige la renuncia del "munus petrino", – el oficio, el cargo del papado que proviene de Dios y de San Pedro.

(Anteriormente, el Papa solo tenía que decir "renuntio" - "Yo renuncio" - y la modificación de 1983 para el requisito, probablemente se agregó para reforzar posibles futuras abdicaciones papales).

Luego subraya:

Entre otras cosas, Ratzinger ni siquiera escribe "renuntio" sino más bien "declaro renuntiare", lo que no implica que su renuncia sea sincera, al igual que "declarar amar" no necesariamente corresponde a "amar". Suponiendo que Benedicto fue sometido a presión, ante la opción, por ejemplo, de renunciar o hacer que el Vaticano se declare en bancarrota (sobre esto, refiérase al conocido asunto de la cancelación del código SWIFT del Vaticano y el bloqueo de las cuentas bancarias del Vaticano que ocurrió en las semanas anteriores a la renuncia en 2013), podría haber elegido libremente "declarar su renuncia", lo cual es muy diferente a decir "renuncio libremente".

Fray Bugnolo, experto latinista, contabiliza en el texto de la renuncia 42 errores, algunos bastante groseros. En una ocasión dije que tal vez se debía a la forma apresurada de su redacción sin observar ni corregir el escrito. Fray Bugnolo, en cambio, nos da con su tesis, otra interpretación, que tal vez devele el enigma de la Esfinge de Ratzinger, de allí su conclusión:

Creo que no sería exagerado decir, que si casualmente alguien vio algunos de estos errores y no le pidió al Santo Padre que se corrigieran antes de que el acto se publicara, él pecó mortalmente contra su deber de lealtad al Romano Pontífice. También creo que la cantidad de estos errores es evidencia forense calificada de que Sí Benedicto escribió este texto y lo leyó libremente, él no estaba en un estado mental adecuado o no actuó con una madura deliberación.

Finalmente, si alguien dice que el Acto de Renuncia no tiene errores o debe ser aceptado como una renuncia papal, no simplemente una renuncia al ministerio para dedicarse a la oración, entonces claramente está hablando de otro documento, porque hay muchos errores en este Acto que ninguna persona en su sano juicio podría afirmar que es vinculante para nadie.

Porque si fue pensado como un acto de renuncia papal, y fue escrito por el Papa, entonces claramente él ya ha perdido mucho de su facultad mental para renunciar válidamente, porque para renunciar válidamente, al menos debe saber escribir una sentencia inteligible, en cualquier idioma que elija renunciar, y debe nombrar el oficio con una palabra que signifique oficio. Duh!1

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1 Expresión del habla coloquial, que responde exclamativamente a una estupidez.



viernes, 12 de junio de 2020

viernes, 5 de junio de 2020

Oración a la Santísima Trinidad

La Trinidad, tomado de Andréi Rublev (¿1360-1430?)

Lo que presentamos aquí es una oración dirigida a la Santísima Trinidad compuesta por la mística Santa Catalina de Siena (1347-1380).

Es la teología la hipóstasis de toda oración, de allí que cuanto más profunda es la teología, más elevada se puede hacer la oración.
Es lo que enseña Evagrio Póntico (345-399), principio recogido por Nilo el Asceta (siglo V):
Si eres teólogo, orarás verdaderamente, y si oras verdaderamente, serás teólogo.
Cuando se reza, no se hace otra cosa que substanciar la teología, lo cual debería llevarnos a la contemplación.
LA ESCALA MÍSTICA. – Si la teología es la base de la oración, la contemplación del misterio es el primer peldaño para alcanzar la oración mística. Solo aquí se puede elevar el alma con la substanciación del misterio.
LA DESTRUCCIÓN DE LA MÍSTICA. – El demonio ha suscitado en el mundo moderno, muchos teóricos para destruir esta elevada oración del alma.
Quienes atacan la contemplación son los teólogos de la modernidad, con sus catecismos minimalistas, o como pregonaba Edward Schillebeeckx, no dar a creer más de lo que se necesita. Esto reduce la contemplación y profana la oración; es la escala inversa o descendente de la mística.
Existen muchas formas de oración; pero no podemos olvidar el proceso demoledor de este medio siglo transcurrido. El minimalismo destruyó la oración mística. En su lugar el demonio, que nunca duerme, ideó el carismatismo, el cual se hace con el cuerpo. Así pasamos de la oración del alma a la oración del cuerpo. Pasamos de la contemplación del alma, al baile similar de los coribantes o danzantes paganos de la diosa Cibeles. Este es el proceso de este medio siglo recientemente transcurrido, donde se destruyó toda piedad que pretendía ser elevada.
SE PARTE DEL CONOCIMIENTO. – ¿Cómo se hace esta oración mística en torno a la Trinidad? Primero se debe conocer. No se puede amar lo que no se conoce. En la oración de Santa Catalina, que era hermana terciaria dominica, la Trinidad es concebida al modo de la teología occidental.
LA DESTRUCCIÓN TRINITARIA. – Hoy nos encontramos con el heresiarca Bergoglio, en su magisterio líquido, que sin base de ningún tipo, vive una Trinidad invertida, tal como los demonios invierten la Cruz. Luego pasa a ridiculizar el conocimiento trinitario, tachándolo de idea abstracta. Esto es una prueba fehaciente de la ignorancia de nuestros días, donde luego vemos volcar bajísimos conocimientos, para hacer una oración hueca, la cual inevitablemente desemboca en el carismatismo de origen pagano.
En una oportunidad, escuché decir durante una homilía, que no era necesario explicar la Trinidad, pues era un misterio, y por ende toda explicación se hacía superflua. Error explícito del minimalismo moderno, de una civilización decadente y agotada. Sin conocimiento no se llega al misterio, pues cuando el conocimiento se ve superado, entonces llega la contemplación y el alma se entrega por entero, de donde surge la mística, y cuando surge la mística, el cuerpo al opuesto de los carismáticos, queda perfectamente inmóvil. Cuanto más elevada es la oración, más inmóvil permanece el cuerpo, y cuanto más superflua es la oración, más se hace danza profana.
LA ORACIÓN DE SANTA CATALINA. – La oración que dejo, es mística pura; es decir que descubriremos al leerla los pasos dados por la santa: conocimiento, contemplación del misterio y elevación mística del alma, formando un cuerpo sólido.
Personalmente la he rezado decenas de veces y cada vez que lo hago descubro algo nuevo. Parece ser inagotable.
LA INSUFICIENCIA DEL LENGUAJE. – Se debe tener presente que en la mística las palabras son totalmente insuficientes, pues no alcanzan a describir el grado de contemplación. Esto lleva inevitablemente a las imágenes, y de ellas se entra en la metáfora profunda, oscura y por momentos confusa; pues así es la contemplación del misterio. Esta es una oración que intenta, como Moisés, entrar en la tiniebla divina.
CATARSIS INICIAL. – La oración se inicia con una profunda catarsis del alma. Inicio necesario si uno desea ser elevado. Lo profano es un peso. Allí oramos en profundas antítesis, como esta:
Tú, Vida, no te has detenido en mí que soy muerte.
Es la vida movimiento, y la Vida Trinitaria no se puede parar, salió por propia iniciativa de sí misma e hizo la creación, donde tampoco se detuvo ante la elección de la muerte por parte de la estupidez humana. Ella avanza dando vida y movimiento vital, hasta derrotar la muerte.
Esto lleva la oración a un profundo agradecimiento hacia la Trinidad, por ser Vida, Luz, Sabiduría...
LA CATARSIS QUE ELEVA. – La catarsis hecha, eleva el alma, pues no se siente despreciada, sino elevada y ahora capacitada para dar Luz, hasta el amor divino que se traslada formando una unidad en la caridad. Esto empuja a preguntar:
¿Quién te ha obligado?
LA ILUMINACIÓN. – Y allí el alma descubre el amor o ágape divino. Con el amor llega la iluminación que se produce en el ojo de la inteligencia, para barrer la ignorancia. Entonces se pasa a la tiniebla del amor divino, lleno de metáforas oscuras como el fuego que germina la sangre, hasta salir de la tiniebla agápica con la llave de la obediencia.
Todo un ciclo de purificación de las pasiones por el fuego del amor, liberación de la ignorancia al iluminar el ojo de la inteligencia, y abandono total por medio de la obediencia.
Descubierto este tesoro, el alma pide que todos puedan contemplarlo, pues está por entrar en las profundidades de la tiniebla del amor divino, que amó la humanidad antes de su misma creación. Todo esto desemboca en la exaltación de la sangre del Hijo.
LA NUBE DEL CUERPO. – Ahora se adentra en la tiniebla divina, que es comparada con un mar profundo, allí dentro el alma busca satisfacción, pero no lo consigue, siempre tiene más apetito, y siempre impedida por el cuerpo de este mundo, que como una nube impide llegar a lo oculto de su abismo. Esto hace que se exclame:
¡Oh Trinidad eterna, fuego y abismo de caridad, disuelve de una vez la nube de mi cuerpo!
Su oración nos recuerda la contradicción poética de otra mística:
...que muero porque no muero. 1
MIRÁNDOSE EN EL ESPEJO. – A continuación, la luz del abismo le mostrará la pesadez de su cuerpo, y femeninamente se mirará en en espejo de la Trinidad, el cual le devolverá la bella imagen de la Trinidad en ella: belleza de potencia, sabiduría y amor. De esta belleza, percibirá el enamoramiento de la Trinidad por su obra, por cuyo amor pasa la Trinidad a darse por entero. La entrega es fuego que quema y alumbra.
MAR, LUZ Y TINIEBLA. – Lo que sigue es la contemplación de la Luz divina, Luz que certifica la Fe, y nuevamente se adentra en ella, y comprobará que es el mar antes enunciado. Luz que es espejo de la unión mística entre la divinidad y la humanidad. Entonces exclamará:
Belleza sobre toda belleza, sabiduría sobre toda sabiduría...
Toda esta contemplación, finalizará en el propósito de perfeccionar el alma, lamentando el tiempo perdido en poder hacerlo, donde nos recuerda a San Agustín:
No conocí tu verdad y por ello no la amé.
EL VESTIDO EMBRIAGANTE DE LA VERDAD. – Cierra la oración con una acción de gracias, por este don inapreciable y finaliza:
Vísteme, vísteme de ti, Verdad eterna, sí, que yo corra esta vida mortal con verdadera obediencia y con la luz de la santísima fe, con cuya Luz parece que nuevamente embriagas mi alma.
"Deo gratias."
Amén.
FORMA DE ORAR. – Para poder apreciar esta oración, de nada sirve leerla de corrido, así no se encontrará nada. Se debe entrar en el silencio interior, sentir el alma con paz, y a partir de allí leer con suma lentitud, deteniéndose en contemplar cada imagen que presenta. Como se puede deducir, la oración da muchísimo tiempo de contemplación, de allí que se puede tener la necesidad de detenerse y proseguir en otro momento.ración a la Trinidad ...>


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1Santa Teresa de Ávila: Vivo sin vivir en mí // y de tal manera espero, // que muero porque no muero.