Calesita

viernes, 29 de junio de 2018

Estos son


29 de junio. Fiesta de San Pedro y San Pablo
Porque estos son los héroes, o Roma, quienes hicieron brillar a tus ojos el Evangelio de Cristo; y que de maestra del error; te hicieron discípula de la verdad.
Estos son tus padres, los verdaderos pastores, que para hacerte entrar en el reino celeste supieron fundarte mucho mejor y más felizmente que aquellos que procuraron colocar los primeros cimientos de las murallas, entre los cales quien te dio el nombre estaba manchado por el asesinato de su mismo hermano.
Estos son los que te han elevado a tanta gloria, que te han convertido en una nación santa, un pueblo elegido, una ciudad sacerdotal y real y, por la augusta Sede del bendito Pedro, la capital de todo el mundo, extiende tu supremacía, gracias a la religión divina, mucho más lejos de lo que era para la dominación terrenal.
Puesto que, si te han hecho poderosa por muchas victorias, extendiendo el derecho de tu imperio sobre la tierra y los mares, sin embargo, los que te sometieron a la paz cristiana fueron más suaves que los que te sujetaron con las fatigas de la guerra.
San León Papa 1
Porque estos son los que te volvieron a sujetar a la oscuridad de la confusión y al descrédito, cargando sobre tus hombros las fatigas de los errores de la modernidad.
Y así, como Rómulo asesinó a Remo, así uno de estos dos, está manchado con la conspiración y la renuncia de su propio hermano.
Y así, te quiere hacer insensible a la depravación de un mundo conducido por el demonio y sus secuaces; porque si fuiste maestra de la Verdad, serás ahora el hazmerreír de la mentira.


1 Sermo sancti Leonis Papae. Sermone 1. in natali Apost. Petri et Pauli.

viernes, 22 de junio de 2018

Doble lenguaje


Existe un lenguaje tramposo, pero elocuente y por medio de esta grandilocuencia se hace el hombre señor de sí mismo, ya no necesita de Dios.
Extermine el Señor todos los labios: los tramposos y la lengua jactanciosa.
Ellos han dicho: «Nuestra lengua engrandeceremos; nuestros labios son nuestros, ¿quién es Señor de nosotros? (Ps.11,3 y 4)
Este salmo pertenece según el redactor a la colección del Rey David y presenta el lenguaje visto desde la maldad del ser humano.
Pero no deja de alabar el lenguaje divino:
Las palabras del Señor son palabras sinceras, como plata limpia de escoria, refinada siete veces. (Ps. 11, 7)
Toda trampa se elabora con el lenguaje. Este pasa a ser camino para desviarse de Dios y elabora la autodeificación personal.
Raíz de los pensamientos es el corazón, y él hace brotar cuatro ramas: el bien y el mal, la vida y la muerte, y la que decide siempre en todo esto es la lengua. (Eclesiastés 37,17 y 18)
¿Fue el lenguaje del Vaticano II plata limpia de escoria, refinada siete veces? ¿Qué decidió la lengua en este Concilio?
EL LENGUAJE DEL VATICANO II
Con el Vaticano II se inauguró un nuevo lenguaje, donde con el mismo se dio inconscientemente razón a los pensadores de la modernidad, quienes afirman que el pensamiento es el lenguaje o el lenguaje es el pensamiento. Estamos en la inversión de esta cita del libro de Sirac: El lenguaje produce el pensamiento que se aloja en el corazón. Ya el pensamiento no nace del corazón sino del lenguaje.
Con este principio se abre la puerta para afirmar que las diferencias de pensamiento no son tales, sino que el problema radica en que no han encontrado un lenguaje que los unifique.
Esto termina con una consecuencia lógica, el Cordero puede hablar como serpiente o la serpiente bala: el lenguaje es uno en apariencia, pero las diferencias persisten o se profundizan aún más. Es el doble lenguaje del cual habla el Apocalipsis, donde el Cordero se expresa en el lenguaje serpentino (Cfr. 13,11).
¿Sucedió esto en el Vaticano II?
He aquí un ejemplo bien concreto en el Art. 21 de la Constitutio Sacrosanctum Concilium.
He aquí la bomba de tiempo, que el inocente Paulo VI firmó y posteriormente coaccionó a toda la Iglesia occidental para que acate sin chistar el invento de Bugnini, llamado “a similitud” del billete de un dólar, Novus Ordo (Missæ):
Polo a: Reformemos todo:
Para que en la sagrada Liturgia el pueblo cristiano obtenga con mayor seguridad gracias abundantes, la santa madre Iglesia desea proveer con solicitud a una reforma general de la misma Liturgia.
Comentario: Aquí el tema es la reforma general (generalem instaurationem) de la Liturgia. Concretamente se habla de la totalidad de la Liturgia.
Polo b: No reformemos nada:
...si es que en ellas (partes sujetas a cambio) se han introducido elementos que no responden bien a la naturaleza íntima de la misma Liturgia o han llegado a ser menos apropiados.
Comentario: Aquí el tema ya no es la totalidad de la Liturgia, sino partes de la misma y estas partes están absolutamente condicionadas con la filtración de elementos ajenos o inapropiados. Si son partes o elementos, ya no es la totalidad.
¿Por qué se contrapone totalidad a partes condicionadas? Porque el problema del Vaticano II no era una feroz división entre sus miembros, sino un problema de lenguaje que se debía solucionar. Y así los hombres pusieron en práctica este nuevo lenguaje, el de la unidad que borra la división.
Tramposa transición entre los dos polos:
Entre los dos polos, los redactores, para disimular el contraste existente entre la totalidad y las partes o elementos, escriben una transición que disimule esta contradicción. Este pasaje de un polo al otro, trabaja de causa, como si entre la totalidad y las partes no identificadas, existiese una causa que las unifica, de tal modo que la totalidad, ya no es total y las partes ya no son partes, sino algo total:
Porque la Liturgia consta de una parte que es inmutable por ser la institución divina, y de otras partes sujetas a cambio,
Evidentemente se juega maliciosamente con el significado de parte. Todos los términos son genéricos, sin recibir definición precisa. ¿Acaso las partes divinas y las partes humanas sujetas al cambio, no forman la totalidad? ¿Acaso los elementos que se filtraron en la Liturgia no son minúsculas partes? ¿O es que todo el rito está infiltrado? De esto no se dice nada en general, tan solo pasarán a indicar lo que se debe revisar.
Como se puede apreciar, los términos se contradicen.
La causa es objetable bajo estos puntos de vista:
1. No especifica qué partes pertenecen a la institución divina, ni mucho menos a las partes sujetas al cambio. Siempre es hermoso caminar a ciegas.
Esto sucede porque este lamentable Concilio no afirmó que la Liturgia es una columna de la Sagrada Tradición. Al faltar esta definición, o mejor dicho, es mejor que esta definición falte, caso contrario no se puede afirmar que existen vulgarmente partes divinas y más vulgarmente partes humanas que obligatoriamente deben cambiar.
Con esta definición se parte en dos la unidad de Jesucristo: en Dios por un lado y en hombre por otro.
2. Esta causa abarca a la totalidad de la Liturgia, ya no a las partes, pues la Liturgia no deja de ser una forma para poner en acto la institución divina.
3. Cincuenta años antes de la renuncia de Benedicto XVI quien separa materia y forma del papado, aceptando la primera y renunciando a la forma; luego de estos cincuenta años ya se separaba la Liturgia en materia y forma: la materia pasa a ser la Institución divina y la forma es lo que los hombres montaron llena de filtraciones humanas que pueden no responder a su esencia divina.
Por lo tanto, y es doloroso decirlo, ya no se trata de simples elementos inapropiados, sino de una forma inapropiada.
Las consecuencias fueron nefastas:
1. La Liturgia, con esta afirmación, ha dejado de ser un pilar de la Tradición, pues como vimos, se evitó dar este pronunciamiento en este descalabrado Concilio del papa Juan. ¿Puede poseer la Liturgia afiatada con el paso del tiempo, es decir, con la experiencia y la asistencia del Espíritu, pues es un pilar dentro de la Tradición, puede poseer elementos que no responden bien a la naturaleza íntima ...o han llegado a ser menos apropiados?
Esta afirmación se basaba en el aggiornamento pedido por Juan XXIII, y en el planteo. ¿Cómo aggiornamos la liturgia?
Esta afirmación también es de matriz luterana, quienes reformaron la Liturgia porque se introdujeron con el tiempo elementos que no responden bien a la naturaleza íntima.
Si la Liturgia es la Persona mística de Jesucristo, a partir de esto se rompió la unidad de su persona. Podemos decir que Cristo no ha resucitado.
2. La irrupción del dios tiempo. Medio siglo antes de la catástrofe de Bergoglio, aparece el dios historia solapado en el documento:
...(partes) que en el decurso del tiempo pueden o también deben variar,...
¿Por qué se separa pueden (possunt) de deben (debent)? Esta es otra evidencia de la unidad del lenguaje y de la diferencia de pensamiento. Si deben no es necesario decir que pueden.
Este debent es impuesto por el tiempo, es decir por el dios historia de Bergoglio. Si no existiera el tiempo no existiría ni el debent ni el possunt.
¿Cómo explicamos ahora el regreso triunfal al rito tridentino? El tiempo ha pasado desde este lenguaje bipolar, y el mismo tiempo demuestra que los católicos regresan a las partes que según los reformistas debían variar.
El caso es, que como no se puede explicar este retorno, tachado de vulgar moda por Bergoglio, quien como el Padre eterno todo lo sabe, se agudiza la coerción ejercida por Pablo VI, transformándose ahora en una persecución despiadada. Es que el rito del masón Bugnini al que Paulo VI obligó, está herido de muerte, y combate con sus últimas fuerzas para no fenecer. Esta es la explicación coherente de la saña de Bergoglio con quienes ejecutan el rito tridentino.
¿Podemos decir con este artículo básico de la Constitutio Sacrosanctum Concilium que este lenguaje posee palabras sinceras, como plata limpia de escoria y refinada siete veces?
Cuando el lenguaje se seculariza se hace de la tierra y podemos hallar cumplida en la Liturgia la profecía del Apocalipsis:
Vi después otra bestia que subía de la tierra, y que tenía dos cuernos, semejantes a los del Cordero, mas su lenguaje era como el del dragón. (13,11)



lunes, 18 de junio de 2018

¡Soledad!


Soledad es lo que siente el militante católico argentino ante su jerarquía que le dio la espalda, y se burló de él cuando más la necesitaba.
Todo se inició con la iniciativa del ateísmo occidental, buscando despenalizar el aborto en Argentina.
La primera reacción de la cabeza eclesial fue la de Ojea, pidiendo que se discutiera “a fondo”. Nuevamente profetizó, esta burra de Balaam. Más a fondo no pudo haberse discutido y se le dio media sanción a la despenalización.
Contra esta profecía salió un obispo del interior de Córdoba, afirmando con sensatez, que sobre este tema no había nada que discutir.
Y para cerrar el círculo, el episcopado reunido, bajo libreto de Bergoglio, afirmó, ¡oh novedad!, que la Iglesia estaba muy preocupada.
Para bajar los aires de superioridad de esta “Iglesia”, los hijos de Moloch, le recordaron que los obispos percibían sueldos del estado, con lo cual bajaban los obispos a la jerarquía de simples empleados estatales.
Luego los golpearon donde más les duele, afirmando que podían suspender el subsidio a los colegios privados, en su mayoría católicos.
En el devenir de los acontecimientos, bien recitado por Ojea el libreto bergogliano, esta jerarquía nunca fue un cuerpo, sino una sombra tétrica que se alarga hasta el abismo. Todo fue razonamiento a nivel humano. Aquí parece que Dios ya no existe.
Sacando honrosas excepciones, este deshilachado cuerpo de obispos, nunca estuvo a la altura de las circunstancias.
En tanto el presidente argentino, conociendo de antemano que esta jerarquía eclesiástica no posee agallas, afirmaba su propia estupidez, explayando que él defiende la vida, pero que no se la impone a los demás; por supuesto, son los hijos internacionales de Moloch los que se la imponen a él.
De este modo llegamos al clímax de los acontecimientos, donde el militante católico acampaba en la calle y se turnaba en oraciones; mientras tanto en Roma, a la misma hora, Bergoglio encendía velas a su ídolo, la cultura; esta vez representado por un redondo cuero inflado. Por ello hablaba de fútbol. Así fue percibido en el mundo católico, este despreciable “papa”.
Y para agregar una píldora de confusión, abrió Bergoglio algún libro de historia, de esa historia que él predica, pero que ignora por completo, y salió hablando de nazismo y de espartanos. Había de algún modo que disimular el contraste de su torpe figura con el militante católico. Con esto dejaba fuera de terreno a Ojea que cumplió fielmente el libreto bergogliano.
La conclusión es simple. Bergoglio firmó la paz con los hijos de Moloch, paz que el militante católico nunca firmará. El combate continúa. Esta jerarquía episcopal argentina, forma parte de la Iglesia de la neutralidad.
¿Quién vive ahora en soledad, el militante católico que fue traicionado por su “papa” o el “papa” de quien huyen sus católicos?



martes, 12 de junio de 2018

Vino viejo, vino nuevo


En estos días parece que la Revolución Vaticana, entra en su etapa crucial. Las decisiones por tomarse son para ella altamente trascendentes.
Estos revolucionarios han demostrado que solo se les sirve en la mesa vino nuevo, y rechazan el vino añejo porque es retrógrado e involutivo.
Comencemos por el vino de la Amazonia. Estamos en una región considerada por Bergoglio, como periferia. Todas las periferias son para esta revolución lugares de experimentación, de cambio y de evolución. Lugares donde crece una cepa novedosa.
Decía Bergoglio al CELAM en Río de Janeiro, allá por julio de 2013:
La Misión Continental se proyecta en dos dimensiones: programática y paradigmática. La misión programática, como su nombre lo indica, consiste en la realización de actos de índole misionera. La misión paradigmática, en cambio, implica poner en clave misionera la actividad habitual de las Iglesias particulares. Evidentemente aquí se da, como consecuencia, toda una dinámica de reforma de las estructuras eclesiales. El "cambio de estructuras" (de caducas a nuevas) no es fruto de un estudio de organización de la planta funcional eclesiástica, de lo cual resultaría una reorganización estática, sino que es consecuencia de la dinámica de la misión. Lo que hace caer las estructuras caducas, lo que lleva a cambiar los corazones de los cristianos, es precisamente la misionariedad. De aquí la importancia de la misión paradigmática.
Lo que veremos en el Amazonia es la aplicación práctica de este criterio, del cual se deduce explícitamente los siguientes puntos básicos:
1. La Iglesia adolece de una estructura eficiente para ocuparse de las periferias.
2. Lo que no se dice, pero resulta evidente, es que las reformas del Vaticano II son una antigualla. Peor aún es el regreso al pasado anterior al Vaticano II, sobre lo cual afirma:
La propuesta pelagiana. Aparece fundamentalmente bajo la forma de restauracionismo. Ante los males de la Iglesia se busca una solución sólo en la disciplina, en la restauración de conductas y formas superadas que, incluso culturalmente, no tienen capacidad significativa. En América Latina suele darse en pequeños grupos, en algunas nuevas Congregaciones Religiosas, en tendencias a la "seguridad" doctrinal o disciplinaria. Fundamentalmente es estática, si bien puede prometerse una dinámica hacia adentro: involuciona. Busca "recuperar" el pasado perdido.
3. El Concilio Vaticano II forma parte de su vino viejo; lo que busca Bergoglio es el vino nuevo que solo se encuentra en el nuevo paradigma del poliedro.
4. Todas las reformas que se siguen, son invención pura, o acomodamiento a las estructuras del mundo, pues la mal llamada “cultura” para su ideología, posee un ritmo propio, donde late su dios evolutivo, el cual es una metamorfosis del Espíritu Santo. Por eso decía:
Si nos mantenemos solamente en los parámetros de "la cultura de siempre", en el fondo una cultura de base rural, el resultado terminará anulando la fuerza del Espíritu Santo. Dios está en todas partes: hay que saber descubrirlo para poder anunciarlo en el idioma de esa cultura; y cada realidad, cada idioma, tiene un ritmo diverso.
Las consecuencias de esta ideología, son aterradoras. ¿Sacerdotes casados? ¿Diaconisas? ¿Sacerdotisas? Todo es posible, pues la ideología evolucionista adolece de todo elemento de contención.
Mientras tanto los revolucionarios se frotan las manos esperando la ocasión para hacer dos cosas que ya saben que siempre salen bien:
1. Imponer férreamente sus cambios utópicos contra viento y marea, como ya vimos que se hizo luego del Vaticano II. La historia en este caso puede repetirse.
2. Capacitar las nuevas generaciones para que produzcan en todo el orbe los cambios diagramados y pisen el vino nuevo, tal como hicieron con el rito de la comunión en la mano. Otra historia que puede repetirse.
El vino bergogliano está en plena efervescencia.
Esta ideología, explica las alabanzas de Bergoglio a Gustavo Gutiérrez inventor de un vino nuevo, llamado Teología de la Liberación, este se sirve en botellas fabricadas por los dominicos: vino que se bebe en ciertos seminarios, donde los seminaristas no pueden cotejar con otros sabores. La felicitación de Bergoglio para el anciano Gustavito es calurosa, pues este producto es una...
...contribución a la Iglesia y a la humanidad.
Por otro lado, el gran reformador, se contuvo de aprobar la comunión a los protestantes. Algo que le ganó la ira del rico episcopado teutón.
Estos ricachones tienen razón. ¿Por qué se los debe comprimir en algo que hicieron siguiendo las normas bergoglianas? Comprobaron que las reformas del Vaticano II son un vino viejo, y desde el corazón de su cultura basada en los iconoclastas protestantes, oyeron al dios evolutivo de Hegel, que les proponía comulgar a los luteranos. Era el vino nuevo, que Bergoglio les aguó.
Ahora este cisma puede ser peligroso para la vida de Bergoglio, no para la Iglesia, pues hace tiempo que los obesos ricachones de Alemania están afuera de toda ortodoxia. Y se pueden decir entre ellos:
¿Pues para qué lo elegimos papa gastando tanto dinero de las arcas, si luego nos hace dar marcha atrás en una reforma ya consolidada?
Si tomamos en cuenta los dichos de Benedicto XVI sobre este tema, podrían decir también:
Con Ratzinger esto no hubiese pasado.
Y como dice una novela siciliana, para mantener todo como está, algo tiene que cambiar. Y así es en la desacreditada iglesia chilena. El vino chileno, es de los mejores. Con aroma a ritos incaicos y araucanos y un sabor especial a pedofilia.
Si algo debe cambiar, cambiemos a Barros y dos más y seguimos adelante como siempre. El vino no deja de ser bueno, y sobretodo, es nuevo.
Por mi parte prefiero los vinos añejos, y cuanto más viejo, tanto mejor. Tienen más cuerpo y mejor gusto y son vinos que proceden de una vid, donde su dueño no es Bergoglio sino Jesucristo.



sábado, 9 de junio de 2018

Los adoquines del lenguaje modernista


Para Wittgenstein el lenguaje era un juego, pero existen juegos peligrosos y hasta mortíferos, el lenguaje de la Liturgia es uno.
El lenguaje no es el ser, sino una expresión del mismo. El primer problema es que los modernistas confunden el lenguaje con el ser.
Escribía Juan Rubio, ex director de Vida Nueva:
¡Cuántas veces el problema es el lenguaje! Hay ocasiones en que la palabra corrompe el pensamiento. 1
Si Rubio seguía a Wittgenstein, debe reconocer que esto es un juego. La palabra no puede corromper el pensamiento ni siquiera como figura metafórica. La palabra es una expresión del pensamiento y si alguien cree que corrompe el pensamiento es porque se expresó mal o el auditorio no comprende el mensaje oral, pues adolece de cierto contexto. Concretamente, si intervengo en un simposio médico, por lógica no comprenderé las exposiciones, porque no es mi contexto. Así como los médicos no pueden entender una exposición en un simposio filosófico, están fuera de ese contexto.
Según Wittgenstein el significado es el uso.
De este lenguaje supuestamente corrupto, pasa Rubio a criticar el lenguaje presente:
Hablamos un lenguaje tan cartesiano y atado al duro banco de la escolástica aprendida, que a la gente le cuesta trabajo entendernos. 2
Francamente a mí me cuesta entender a Rubio, porque si el lenguaje es cartesiano, entonces no es escolástico, excepto que escolástica sea lo que aprendió él en la escuela de Descartes. Caso contrario debo decir que Rubio algo ignora. Aquí estamos ante otro juego de Wittgenstein, mezclar con los labios embusteros de los que habla el Salmo 11, cartesianismo con escolástica.
Y pasa Rubio a los ejemplos de este juego o entuerto:
Hay palabras en la liturgia y en la predicación que son como adoquines en la calle, estorbos para caminar, cuando lo que debe de ser es el mejor vestido del pensamiento. 3
Otro juego de Wittgenstein. Una cosa es el lenguaje de la liturgia y otra cosa es el lenguaje de la predicación.
Si Rubio pretende que la Liturgia descienda hasta el lenguaje en uso, alguien le debe explicar, que esto jamás fue así. En los orígenes del cristianismo, en Roma se hablaba griego y latín. La lengua cultural era el griego, y la Liturgia era en griego. Cuando el griego dejó de usarse, en Roma se hablaba dos clases de latín, el clásico y el de la gente simple, usado por la milicia y el comercio, era el latín vulgar. La Liturgia se hacía en el latín clásico: aquel que seguía las reglas gramaticales de los grandes escritores. La Liturgia no descendía al uso corriente. Cuando diversos pueblos ocuparon regiones del Imperio Romano, se hablaba una lengua romance, pero la Liturgia perduró con el latín clásico.
Si la liturgia presenta adoquines, es porque los prelados son adoquines, incapaces de enseñar.
Y los prelados predican adoquines, lo cual es cierto en muchos de ellos, y lo he comprobado. Pero dicen adoquines, porque les falta capacidad y preparación. ¿Quién de estos tomó clases de oratoria? Otro hermoso juego de Wittgenstein.
Y se engola Rubio afirmando:
Pero abunda el empeño de un lenguaje engolado, con acento de bóveda y que echa para atrás como olor fétido. 4
Aquí por fin entendemos lo del lenguaje que corrompe el pensamiento. Algo insólito. Mas allá de sus metáforas, el pensamiento de Rubio es realmente fétido, y Rubio predica desde su bóveda, no como yo, que no predico y solo hablo desde el llano de la calle.
Esta crítica de Rubio, se cura no cambiando el lenguaje, sino capacitando al que habla y al que escucha. Es triste ver como Rubio iguala hacia abajo, hacia el fango, hacia lo fétido. Es lo que oímos en ciertas diócesis de Buenos Aires, donde al fiel se le da el trato de usted, pero en la Liturgia al Dios Padre se da el tratamiento de vos, pero el vos del voseo rioplatense: como por ejemplo:
- ¡Qué bueno sos  Padre Dios!
Así oímos a Bergoglio hablar como jesuita ignorante: "Dejáte sorprender." O sus nuevos verbos: "Dios te misericordea". O como escribó en Gaudete et Exsultate: "Se trata de ofrecernos a él que nos primerea"... (56), y nuevamente vuelve a sacarle brillo a esta joya del lenguaje: "Jesús nos primerea en el corazón de aquel hermano"...(135)

Y remata su corrupto pensamiento el sesudo Rubio, pasado a limgüista:
Los límites del lenguaje son los límites del mundo, que dijera Wittgenstein. 5
Por supuesto aquí se habla del lenguaje secularizado y ateo; pues el lenguaje católico es el Logos divino, palabra del Padre transmitida por su Hijo encarnado. Aquí radica la diferencia entre el lenguaje de los adoquines del secularismo moderno y el lenguaje divino, usado en la Liturgia, cuyo límite es el Logos, Hijo único del Padre.

1 http://www.vidanuevadigital.com/archivo/pentecostes-el-lenguaje-va-mas-alla-de-las-palabras-juan-rubio/
2 Ibídem.
3 Ibídem.
4 Ibídem.
5 Ibídem.

domingo, 3 de junio de 2018

Los “aparatos” de Bergoglio


Afirmaba Perón que el conductor debía organizar su propia organización, pues los hombres pasaban, pero las organizaciones garantizaban la permanencia en el tiempo. Muchos peronistas, como Bergoglio, encontraron en esto la fórmula mágica para montar su organización personal y de este modo perpetuarse en el cargo a través del tiempo. En la Argentina a esta estructura se la llamó el “aparato”. Quien posee “aparato”, se perpetúa en su cargo indefinidamente y vence todo escrúpulo democrático o clerical. Al aparato bergogliano, se lo llama fuera de la Argentina el Team Bergoglio.
Bergoglio es un Papa con un buen aparato: Maradiaga, Cupich, Coccopalmeiro, Becciu, Spadaro, son algunas de sus cabezas visibles.
Santa Marta es el fortín criollo del aparato, con personajes muy “persuasivos” que controlan y ejercen fuerza moral y física para que los “díscolos” no saquen “los pies del plato”. Es el aparato.
El aparato se adueñó de la Iglesia, y se pretende ocultamente que con este sistema se cambie la Fe; pero acontece que la base no es bergogliana, es católica y dicho aparato podrá respirar con el peronista Bergoglio, pero la base seguirá siendo católica y adversa a sus reformas que pretender avanzar contra dicha Fe.
Begoglio no es la encarnación del Espíritu Santo. Bergoglio es el rayo caído del cielo en esa noche tormentosa.
El aparato del lobby gay
Existe otro aparato, este es oculto, mucho más fuerte que el aparato bergogliano. Es al que se lo tilda de lobby gay. Estos personajes subyacen en todo el cuerpo de la Iglesia, y hace que un católico coloque todo sacerdote y prelado en la mira, para ser observado si pertenece a esta inaudita abominación.
Los gays sobresalen sobre el resto, por su amaneramiento o por las pistas que dejan escapar para que se los reconozca. Existen sacerdotes que por su voz aflautada, yo les aconsejaría recurrir a un fonólogo, para que modifiquen esta fétida señal y adopten una voz varonil.

¡Alerta con estos individuos! Su unidad es más fuerte que la del aparato bergogliano porque se basa en la carne corrupta de la cual se ceban permanentemente. Si alguien se pregunta la causa que no se persiga estos abominadores, la hallará en el temor que infunden a estos obispos de cartón
Apareció una apelación en las redes para que los sacerdotes fieles firmen, instando a los obispos para hacer lo que deben y no hacen; deficiencia que ellos ven desde el Vaticano II. Es la Cura pastoralis. A este miserable punto hemos llegado.

Ya en 2013 Bergoglio afirmó la existencia de este aparato gay. Hoy sabemos con certeza que nada puede contra él.
Y recojo dos notas periodísticas:
El lobby gay, integrado por cuatro o cinco personas, trató de ejercer su influencia pero Benedicto XVI trató de romper este grupo de poder. Benedicto no tuvo un papado fácil. Sufrió por parte de su mayordomo la filtración de documentos personales. Según la prensa italiana, fueron prelados que querían forzarle a dejar el puesto. 1
El renombrado psicólogo holandés Gerard van den Aardweg al hablar el 19 de mayo en el Rome Life Forum advirtió sobre este aparato:
Hubo una red homosexual subversiva dentro de la Iglesia, incluso en altos niveles, para hacer que la homosexualidad sea considerada normal. 2
Este aparato explica lo sucedido en la iglesia chilena. Este es el motivo por el cual la idólatra Iglesia en Chile está como estaba antes de recurrir al Vaticano por los escándalos de la carne. Todo es palabrería barata, sin acciones que las acompañan. Como siempre las acciones definen la doctrina, no la crean. Al presente se dio un visto bueno a la situación planteada, el resto es cháchara.
Es que Bergoglio fue apoyado por este lobby y su vida pende de un hilo ante estos feroces depredadores. Los gays son los auténticos homófobos. Odian profundamente en sus entrañas al ser humano. Ante ellos todo ser normal es su enemigo natural. Este lobby adolece de toda misericordia, ante el cual la vida de un hombre es nula.
Esto explica en parte el silencio de muchos prelados. Temen al aparato gay. Nótese el terror impuesto por Maradiaga ante quienes denuncian un prelado de su país implicado en una infinidad de abominaciones de la carne. ¿Acaso es que si lo remueve, peligra su vida?
En la Argentina, Bergoglio fue montando lentamente su aparato, el cual se extendió por el sur de esta única América. Hoy concluyó la cima de su aparato colocando al gran Tucho al frente de la diócesis de La Plata, la cual estaba ocupada por un obispo conservador 3 adverso.
Hoy en Argentina, su poder es omnímodo. Ya puede acariciar su satisfacción de poder. Cuando el miope Ojea, presidente del episcopado argentino sale a decir que se le teme al liderazgo de Francisco, cambia la esencia del sentir del católico argentino.
Partiéndose la cara
Para ejemplificarlo, diría que así como encontramos en la madrileña revista Vida Nueva que se van a partir la cara por este Papa, – por supuesto, este partir la cara es una metáfora; – por el contrario yo a estos modernistas de Vida Nueva, que avalan con los hechos los dos aparatos, les digo que a este Papa yo le partiría la cara, – lo cual es también una metáfora.
Sucede que el cielo ya le partió la cara una vez y esta no fue una metáfora; pero cuando este peronista se da ínfulas de saber descifrar los signos de los tiempos, acontece que no logra descifrar los signos de su propia persona.






1 http://www.lavanguardia.com/internacional/20160701/402902050807/benedicto-xvi-lobby-gay-vaticano.html
2 https://www.gloria.tv/article/P74a2RacRxCd3Kb1x2SiJGpiL
3 Esta palabra no es sinónimo de tradicionalista.