Calesita

lunes, 13 de mayo de 2019

Efecto de las cotorreadas


Recomienda Bergoglio que no se rece como cotorros, pero no recomienda que se den mensajes públicos como cotorras, y este gran anticotorro cayó en en el cotorreo:
Abran los puertos, crrr... Traigan inmigrantes, crrr... Qué buenos son los gays, crrr... Cuidado con los rígidos, crrr... No sean autorreferenciales, crr... Más misericordia, crrr... Cuiden la madre tierra, crrr...
Tal vez Parolin o el desaparecido Maradiaga le enseñen otra cotorreada, o tal vez el oculto Zanchetta; ¿y por qué no, su homosexual camarlengo? Aunque es sabido que a este jesuita, nadie le enseña nada.
Tantas cotorreadas generan el mismo efecto que el exceso de publicidad, producen el efecto contrario a lo que se busca, algo que este cotorro no tiene ni la menor noción.
Es que ya constatamos el efecto opuesto, ¿qué te dice la pancarta Bergoglio? Tal vez se alegre, pues de alguna manera se debe llenar la plaza que cada día está más vacía.
Pero el porteño solo quiere hacer la política que nunca hizo, y transformar la catolicidad, en una religión política, al estilo de los iconoclastas musulmanes. En esto, Bergoglio imita fielmente a Mahoma.
Lo curioso, es la sensatez de estos políticos de Forza Nova, cuando afirman que la fe de Roma no puede ser usada como un caballo de Troya para promover ...
...“a los que quieren que los italianos no tengan más hijos y que nuestras mujeres aborten, para reemplazarnos con inmigrantes”.
Y ya no están ocultan las intenciones del cotorro, cuando estos siguen afirmando:
Ahora Bergoglio es el hombre de Soros, el papa de los romanos, de los inmigrantes y del globalismo. 1
Esto es lo que sucede, cuando se denigra el catolicismo en pura política.
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