Calesita

lunes, 17 de noviembre de 2025

Orígenes de la Ingeniería Religiosa

 

Moravia fue una región que había recibido influencias ya desde el mundo latino, ya desde el mundo ortodoxo oriental. La Chequia es hoy una nación mayoritariamente sin religión. Es el secularismo casi absoluto. En un principio, mientras los pueblos que los rodeaban eran mayoritariamente latinos, ellos se volcaron con los orientales, siendo Cirilo y Metodio quienes tradujeron la liturgia al eslavo. De allí la pregunta, ¿el moravo es europeo u oriental?

Dos eran las necesidades de fines del siglo XII. Por un lado el regreso a una vida de pobreza y por otro la predicación cristiana sobre un pueblo altamente ignorante. Por este motivo la Providencia suscitó dos grandes santos, San Francisco de Asís con sus “poverelli” y Santo Domingo de Guzmán que formó la Orden de Predicadores. Era la respuesta a lo que los neomodernistas llaman hoy, “los signos de los tiempos”.

Por su parte el poder de las tinieblas, actuó de la misma forma, volver a la sencillez evangélica y solicitar el poder de predicar, para divulgar errores. Esta misión desventurada estuvo a cargo del comerciante Pedro Valdo con sus “pobres de Lyon”. Junto con su colaborador Vivet, solicitó permiso para predicar. La iglesia los tomó como lo que eran, cristianos voluntariosos, pero ignorantes como el resto, por lo tanto dicho permiso nunca fue concedido. Por supuesto, como hacen todos los heresiarcas, no obedecieron y propagaron sus errores por donde iban, motivo por el cual se los expulsó. ¿Hacia dónde dirigió sus pasos Pedro Valdo? A Moravia, donde muere en 1218.

El detonante más grave de finales del siglo XIV y principio del siguiente, fue que la iglesia católica pasaba por uno de sus peores momentos sumergida en un agudo cisma, que había desembocado en tres papas distintos.

Dentro de dicho cisma, los moravos recibieron la predicación de Jan Huss (1369-1415), quien se basó en las ideas de Juan Wiclef. Este heresiarca había estudiado teología en Oxford. Fue un enemigo declarado de todo lo que tuviera que ver con la Eucaristía y la sujeción a Roma. Buscaba romper el puente imaginario que cruzaba el Canal de la Mancha. Era un claro antecedente del anglicanismo, y la profecía de un futuro próximo.

El concilio de Constanza (1414-1418) puso fin al cisma, pero quedaba pendiente una reforma en las costumbres y del clero en general. Era el ambiente propicio para la rebeldía y Huss la predicó. El concilio de Constanza comprobó sus errores, de los cuales no quiso retractarse y fue ejecutado en la hoguera.

Sus seguidores, los husitas, fueron el alerta que algo grave podía acaecer. Alerta que pedía una clarificación de una iglesia acostumbrada a las divisiones y a las discusiones entre teólogos.

Pedro Chelčický, un agricultor pacifista, era un reformador husita. Al igual que Pedro Valdo, no poseía la preparación cultural que se requería para la época, pero igual se dio a escribir. San Antonio en Egipto y los primeros monjes, tampoco sabían leer y escribir, justamente por esto dictaban a escritores y sobre todo poseían traductores, pues sólo conocían el copto.

Sobre Pedro Chelčický dice Miguel Atnip en su libro The Birth, Life, and Death of the Bohemian Revival:

Pedro escribió como un hombre común. En gran parte fue autodidacta, su ortografía no siempre fue correcta, y cuando usaba la palabra kopytopezuña» en bohemio), en lugar de kapitola (capítulo), sus enemigos no perdieron su oportunidad de mofarse de Pedro. Lo llamaban «Doctor Kopytarum» (Doctor Pezuña) y se burlaron de su obra más grande y significativa: La red de la fe verdadera, escrita entre 1440 y 1443. Esta fue quizás la culminación de su exposición del ‘Anticristo’ y el caos resultante que siguió a la boda entre la iglesia y el estado. (Pág. 48-49)

Sin embargo…

Su estilo era vívido y pintoresco, su lenguaje cortante y claro. (Pág. 54)

Jan Rokycana, teólogo husita del Reino de Bohemia, tenía contactos con Roma. El Papa era Nicolás V, hábil en las negociaciones diplomáticas. Rokycana no pudo verse con él, por lo tanto hizo lo de todo buen moravo, mirar hacia oriente. Era la política checa, donde se buscaba establecer una vía con Roma o con el oriente. De este modo entabló conversaciones diplomáticas con Bizancio. Rokycana planteaba una cooperación entre las iglesias husita y griega. No olvidemos que Jan Huss figuraba entre los santos de la ortodoxia griega. Toda la negociación quedó trunca cuando Constantinopla cayó en manos de los turcos otomanos en 1452. Rokycana quedó con las manos vacías.

Gregorio, sobrino de Rokycana, a quienes los husitas apodaron “El Patriarca”, decidió poner por obra los escritos de Pedro Chelčický, alias Doctor Kopytarum.

Él ya era un hombre de mediana edad. Era hijo de un caballero bohemio, y aunque era un noble, era tan pobre que se veía obligado a trabajar como sastre para a mantenerse a sí mismo. Y era sobrino del mismo Rokycana. (Pág. 57)

El Patriarca”, encontró en Silesia, un pueblo casi abandonado, llamado Kunvald. Allí se propuso poner en práctica lo que se predicaba. El principio es el mismo que algunos practican hoy, no importa lo que pienses, solo importa lo que vives. Consistía en dejar de lado las ideas y centrarse en la vida. De la absoluta ignorancia, había nacido la ingeniería religiosa. La misma que se aplica en Taizé y en Bosé.

Gregorio y Pedro recibieron husitas, adamitas y valdenses con esposas e hijos. Fue la Unitas Fratum.

Todo consiste en hacer un pueblo aislado con los creyentes. Entre los seguidores de la reforma, lo aplicaron los anabaptistas hasta nuestros días.

En el catolicismo actual esta experiencia la llaman CEB (Comunidad Eclesial de Base). Comparando los moravos con nuestra época, podemos decir que aquella fue la primera Comunidad de Base (CB).

Hoy se dice erróneamente, que esta experiencia avalada por el catolicismo neomoderno, nació luego del Vaticano II en Brasil y se propagó por América y otros sitios. Esto revela dos cosas. O quien lo afirma es un ignorante, o es un manipulador. La CB nace de los heresiarcas y fue el fabuloso invento de la ingeniería religiosa.

Regresando a Moravia, el transcurso de los años y de los sucesos históricos, iniciaron la decadencia del CB moravo. Todo este tipo de experiencias, no son más que un híbrido, que el tiempo difícilmente consolide, sobre todo si no están sujetos a la obediencia de una autoridad común. Y si así fuera, siempre están los rebeldes, los cuales instalados con sus posesiones, difícilmente pueden abandonar dicha “comunidad”. Otro peligro y muy actual dentro del catolicismo, es que se enfrentan al capricho de ciertos prelados, quienes manipulan en vez de ejercer un servicio. Así es como se infiltró dentro de los CEB católicos, la híbrida Teología de la Liberación, donde por momentos no sabemos qué hay de teología y de qué tiene que liberar. Todas son experiencias que enfrentan peligros. Solo una absoluta separación con el mundo circundante puede darle cierta continuidad, aún así muchos miembros se retiran para conocer lo que está “afuera”. Les sucede hasta a los judíos tildados por ellos mismos de ultra ortodoxos. Muchos miembros se van, algunos regresan y otros no.

Según Miguel Atnip en su libro ya mencionado, alerta sobre los peligros de los mismos y los expone como “avisos”:

Aviso 1. La desviación. Todo movimiento, aunque Dios lo inicie, sufre decadencia y corrupción con el tiempo, debido a la influencia de la malicia del enemigo. Eso le ocurrió a Unidad de Hermanos. Quienes observan pueden ver, comparando la Unidad con lo que era, lo que empezó en el Espíritu, terminó en la carne. (Pág. 155)

Aviso 2. Aplicaciones de los principios. La Unidad de hermanos tenía reglas y normas basadas en los principios del reino de Dios. No sé hasta qué punto fueron escritos realmente, pero la conclusión es que había requisitos que uno tenía que someterse si quería unirse y permanecer en la Unitas Fratrum. … Si la persona comienza con sólo las reglas y trata de orientarse a ellas aparte de cualquier otro principio, son tantas reglas que la gente buscará a todos lados para evadirlas. (Pág. 157)


Aviso 3. El protestantismo. ¿Ayudó la reforma protestante al avivamiento bohemio, o lo frenó aún más? La respuesta es bastante lúcida: los protestantes fueron más un obstáculo que un apoyo; aunque, no se les puede culpar por la decadencia que hubo en el fuego del avivamiento (revival) bohemio. Los mismos bohemios apagaron el Espíritu al alejarse poco a poco de las enseñanzas de Jesús. Pero, en vez de amonestarlos, los protestantes los alejaron aún más del evangelio. …

En la historia de la iglesia cristiana, nadie había creído en la justificación tal y cómo Lutero la enseñó —sólo por la fe y sin obras. Repito que nadie creyera así —ni siquiera los escritores prenicenos de la iglesia primitiva— antes de que Lutero llegara a escena. «Las Escrituras están contra ti», había escrito el obispo Lucas a Lutero. Sin embargo, no muchos años después, el gran grupo estaba firmando una declaración de fe que contenía esa contorsionada doctrina de Lutero. Cuando se separan la fe y las obras, la muerte espiritual ya está a la puerta. (Págs. 159-160)

La primera experiencia del revival bohemio o de la CB morava, fue desapareciendo lentamente. El detonante fue el luteranismo, que destruye todo lo que toca. Fue la búsqueda de instaurar una ciudad apocalíptica, o sea una ciudad, fuera del mundo y en algunos casos fuera del tiempo, como la de los amish o menonitas conservadores, o los judíos “ultra ortodoxos”, cuyo atuendo y costumbres viven ancladas en otro tiempo. Pero para los moravos, no todo terminó aquí. En nuestra próxima entrada, analizaremos su resurgimiento.



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