El dedo místico de Dios

Para la Teología “de Tucho”, hoy arzobispo de La Plata, – ciudad fundada y construida por los masones del Río de la Plata, – para la Teología tuchoneana, la masa es el dedo místico de Dios que señala su voluntad.

El “César” Bergoglio está en estado de discernimiento por las acusaciones que como plomo fundido caen sobre su cabeza.

La oficina de prensa vaticana censuró sus palabras ofensivas sobre los homosexuales. Señal que de infalible no tiene nada, y al lobby gay nadie lo toca. Ni el mismo papa o quien lo represente. El lobby gay es el infalible.

Dicen estos censores que el “César” no está amargado, ni piensa renunciar. Señal que está irritado.

Caen sobre su negro papado los carbones ardientes de los dubia, las acusaciones de herejía manifiesta, pedidos de renuncia y ahora el detalle que faltaba, la masa que victorea su acusador.

¿Qué dijo Viganò?

Dejo su dosier a continuación para su lectura en castellano. Como dice Bergoglio, juzgue cada uno por sí mismo.

Esto no se soluciona con más ecología, tampoco con salir a misionar para ofrecer un servicio. No se soluciona con un misericordismo donde se abraza la depravación humana.

Los vítores a Viganò, el cardenal que lo acusó de complicidad con el lobby gay, señalan la pérdida total de su autoridad moral. Ya no se lo acusa de confundir la Iglesia, tampoco se lo acusa de hereje, ni tampoco se le echa en cara una avaricia por el dinero; ahora se lo acusa de inmoral con cara de circunstancia.

Los vítores a Viganò, señalan el fin de su credibilidad como persona, ya se sabe que oculta, manipula y tuerce la verdad, acomodándola a su propio capricho.

Si la masa es el dedo místico de Dios, primero lo dejó en soledad y ahora lo señala con este mismo dedo victoreando su acusador.

Bergoglio que está en estado de discernimiento, debe percatarse de lo que sucede.

Así es "César", esto no se soluciona poniendo cara de payaso, tampoco comenzando a arrodillarte ante el Santísimo, cosa que siempre evitas como diciendo que tu padre es el demonio. Esto tiene una sola solución: la renuncia.