Calesita

sábado, 24 de marzo de 2018

Revolución sitiada



Los hechos se precipitan día a día. La situación del papado periférico de Roma, es crítico. Algunos hechos dan la pauta de su descomposición paulatina: como la alarma por los visitantes que siguen bajando en número, dejando los lugares vacíos cuando antes estaban llenos. En la presentación del libro, Dio è giovane, solo hubo 25 personas notándose la total ausencia de cardenales y obispos de la curia romana.
Ya el asedio contrarrevolucionario asusta y pone cada día más nerviosos a los bergoglianos.
Y a todo esto, se suma la incapacidad manifiesta del gran discernidor Bergoglio, quien políticamente no logra un solo acierto, dando rienda suelta a sus torpezas y berrinches personales.
El Asedio
Como algunos periodistas manifiestan, Santa Marta es una ciudadela bajo asedio del fuego contrarrevolucionario. 
El aislamiento se hace notar, pues ha perdido el apoyo internacional brindado por Obama y la Clinton; se han rendido ante el gobierno chino, rifando la Iglesia que le fue fiel; y en Italia se ha quedado sin el dudoso apoyo del partido hasta ayer gobernante.
Ante el aislamiento político se suma el aislamiento de los católicos que perciben en Santa Marta un germen extraño al Cuerpo de Cristo.
¿Cómo se rompe este asedio? De dos modos, abriendo las puertas y saliendo al ataque, simulando un regreso hacia el catolicismo de siempre.
Los medios elegidos para esto por Bergoglio en estos últimos días fueron:
Primero, salir piadosamente de peregrinación a la tumba del Padre Pío y mostrar una falsa imagen de católico ortodoxo.
Segundo, forzar un apoyo de Benedicto XVI a su Revolución.

El Lettergate.
La desgracia o ironía del Santo Padre Pío, fue que mientras concurría “piadosamente” a Pietrelcina estalló en Santa Marta el torpedo del lettergate del cual ya hablamos en una entrada anterior.
Hoy, con indignación, no se habla de otra cosa. Un Vaticano que ataca la falsedad informativa por un lado, y por otro la practica en las tinieblas sin escrúpulos.
Socci y muchos blogs, advirtieron por el análisis de los textos de la renuncia de Viganó y su aceptación por parte de Bergoglio, que la orden de la manipulación de la carta partió del mismísimo Bergoglio, indignado y enojado por la falta de apoyo del Papa Benedicto XVI.
Viganó no pide una disculpa por la manipulación manifiesta y Bergoglio no le reprocha lo sucedido, dejando a persona tan obediente dentro de su entorno. Viganó aprendió en la escuela de Benedicto: renunciar para quedarse.
En Santa Marta como en Argentina, nada se hace sin el consentimiento de Bergoglio. Por lo tanto, el gran manipulador es el porteño, quien también buscó inútilmente, usufructuar la figura del Santo Padre Pío.
El lettergate, ahora es una explosión en las manos de este iluso sentado en la silla ocupada de Pedro, quien tan superior se siente que tomó al periodismo por estúpido.
Populismo Bergogliano contracorriente.
Ha sido el peronismo una especie de movimiento de masas, nacional, revolucionario y de acuerdo a su fundador, de raíz cristiana.
Sin embargo el peronista Bergoglio, como gran discernidor no se percata que el populismo europeo es reaccionario, pagano, anticristiano, agnóstico y en algunos casos hasta xenófobo. De allí que el pobre porteño no salió aún del cascarón de la década del 70. Su nuevo error fue apoyar en Italia a la izquierda tradicional, concretamente al P.D. Nuevamente los hechos le mostraron la cruda realidad, esa que se niega a ver. Los grandes triunfadores fueron la Liga Norte que busca insertarse en el paganismo celta; y en el sur, un partido llamado “Cinco estrellas”, movimiento de fuerte carácter agnóstico y antisistema. Los dos hoy están unidos en una coalición gubernamental.
La política de Bergoglio se parece mucho a la política de los filósofos de izquierda, donde para ellos los hechos se suceden de acuerdo a la dialéctica; y no es así, los hechos tienen su marcha propia independientemente de las ideas de la filosofía, como en la política italiana.
Caos financiero.
Las finanzas vaticanas son un total caos, donde no se conocen directivas ni directores claros. Como buen argentino, Bergoglio pidió a una fundación 25 millones de dólares, que a pesar de su malhumor, le fueron negados.
Todas son críticas a la ineptitud de la cabeza, en un plato donde todos ponen la mano y nadie sabe poner orden.
¿Parresia?
Parresia es lo que ya no se puede hacer. Aplaude o calla. Algunos blogs con muchas entradas, llenos de parresia, se fueron cerrando; es que la etapa dogmática de estos revolucionarios vaticanos se hace sentir con toda su fuerza. A esto se suma el juicio del Vaticano contra la web Infovaticana, una publicación que lentamente abrió los ojos y entró en las limpias corrientes de la parresia.
Los próximos días nos sorprenderán con más situaciones, pues el Río de la Plata hace tiempo inundó el minúsculo Tíber.



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