Calesita

sábado, 17 de marzo de 2018

¿Así que Bergoglio es filósofo? (2)



Siguiendo la síntesis de “Francesco Nominedeo”, analizamos otro ensayista, en este caso el jesuita de vanguardia Juan Carlos Scannone. 1
Scannone es uno de los autores de la teología del pueblo, la cual es un desprendimiento autóctono de la teología de la liberación. Si la teología de la liberación posee un trasfondo marxista, la del pueblo parece sugerir las aguas rioplatenses del peronismo.
Este argentino observa en Bergoglio el influjo del modernista Blondel.
Para Scannone el principio donde la unidad es superior al conflicto, es fundamental para entender la “filosofía” bergogliana; principio atado al jesuita Ismael Quiles junto a Blondel.
En este principio se lee en Evangelii Gaudium la comunión de las diferencias, la unidad multiforme, la unidad reconciliada, y los conflictos que generan nuevos procesos.
Para Scannone el esquema de Bergoglio es el...
...de la dialéctica blondeliana de la acción. 2
En esta dialéctica hallamos una ley, la de la solidaridad de las fuerzas discordantes.
Si para Blondel estas fuerzas discordantes son un paralelogramo, para Bergoglio serán un poliedro:
El modelo no es la esfera, que no es superior a las partes, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él conservan su originalidad. Tanto la acción pastoral como la acción política procuran recoger en ese poliedro lo mejor de cada uno. Allí entran los pobres con su cultura, sus proyectos y sus propias potencialidades. Aun las personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos. 3
Y resume Francesco Nominedeo:
Para Francisco, la diversidad reconciliada es «un don del Espíritu» 4, pero es un don procesual en el devenir donde una nueva tensión desestabiliza nuevamente provocando un nuevo proceso de armonización de la diversidad. 5
Bergoglio no sigue a Hegel sino a Blondel. Según Scannone, Bergoglio no habla de contradicciones como Hegel, sino que habla de posiciones enfrentadas, lo cual se ajusta a Blondel cuando habla de alternativas y de oposiciones (d’alternatives et d’oppositions).
El mundo está lacerado por las guerras y la violencia, o herido por un difuso individualismo que divide a los seres humanos y los enfrenta unos contra otros en pos del propio bienestar. En diversos países resurgen enfrentamientos y viejas divisiones que se creían en parte superadas. 6
Iguala Bergoglio con Blondel el conocimiento sapiencial, no intelectual, el cual está dentro de la acción; la oposición blondeliana entre la voluntad queriente (volontà volente) y voluntad querida (volontà voluta):
Hay una tensión bipolar entre la plenitud y el límite. La plenitud provoca la voluntad de poseerlo todo, y el límite es la pared que se nos pone delante. El «tiempo», ampliamente considerado, hace referencia a la plenitud como expresión del horizonte que se nos abre, y el momento es expresión del límite que se vive en un espacio acotado. Los ciudadanos viven en tensión entre la coyuntura del momento y la luz del tiempo, del horizonte mayor, de la utopía que nos abre al futuro como causa final que atrae. De aquí surge un primer principio para avanzar en la construcción de un pueblo: el tiempo es superior al espacio. 7
También los iguala la contraposición hacia la integridad católica en el nombre de la lógica del amor.
***
Observaciones y crítica:
1. Al “católico” Maurice Blondel (1861-1949) se lo puede catalogar como el hijo póstumo del romanticismo de cuño protestante.
2. Es un autor que concentra su pensamiento en la acción, tal como lo iniciara el Fausto de Göethe:en el principio fue la acción”. Su pensamiento goza de una llamativa esterilidad, si bien influyó en diversos autores como Karl Rahner; además de ser condenado por Pío X en su encíclica Pascendi contra el modernismo.
3. Esta actitud de iniciar todo en base a la acción, nos recuerda la Trinidad invertida: El origen de todo es la acción, la cual genera la doctrina para llegar al Padre. Ya no es la acción una procesión de la doctrina, sino la máquina que la forja. He aquí el gran cambio de paradigma. Esta es la gruesa rotura bergogliana con todo la historia pasada del cristianismo.
4. Con este pensamiento bergogliano todo entra en una gigantesca y enmarañada confusión, la misma que genera en la Iglesia, igual a su alambicada mente:
a. ¿Esta dialéctica es ciencia o filosofía? Cuando se habla de ley, es ciencia. ¿Quién comprobó la medición de estas supuestas leyes?
b. O tal vez no sean mas que principios que no se cumplen con el rigor científico, en este caso estamos ante un planteo filosófico tal como lo da el título.
c. Por otra parte, ¿esta dialéctica se ocupa de la acción o del pensamiento? Contrariando a Hegel, la acción no es pensamiento y no se mueve con la lógica de la inteligencia; pues en la acción hallamos la confluencia entre inteligencia y voluntad, siendo el querer del que actúa, muchas veces contra su misma inteligencia. Es lo que decimos de la Fe. Cree no quien entiende, sino quien quiere. Del mismo modo, la acción actúa por antítesis, por contraposición, o por diversidad; pero esta oposición no le otorga un camino ascendente, ni crecimiento alguno. Todo puede caer en el mismo infierno, donde todos se oponen a todos sin salida de ningún tipo, siendo necesaria la guerra. ¿Qué dialéctica hallamos entre San Miguel y el antiguo Dragón?
d. Acontece que entra la lógica del amor. ¿Es el amor procesión de la inteligencia o de la voluntad? Si es de la inteligencia es dialéctica, pero si es de la voluntad no existe lógica. ¿De qué amor estamos hablando, del eros, del amor filial, del amor de amistad, o del ágape griego?
¿Qué es esto: mística, ascética o el etéreo discurso de un gurú desconectado de la realidad?
5. Todo el cosmos solo se puede reconciliar en Jesucristo, y se reconcilia no por leyes o principios activos, sino por la Fe actuada, lo cual no forma ni un paralelogramo, ni un poliedro, ni una esfera, ni un triángulo. Forma una única Iglesia, fuera de ella solo queda el infierno de los personalismos caprichosos.
6. Aquí el conocimiento está dentro de la acción. Esto agrega un dato más a esta enmarañada confusión. Las tinieblas de este planteo son el Mal, si bien necesario; pues es la acción la que genera el pensamiento. Afirma Scannone que aquí no existe conocimiento intelectual sino sapiencial, ¿pero de qué sabiduría hablamos? ¿La sabiduría precede a la acción o le sigue en consecuencia? Los hombres sabios, toman determinaciones sabias porque la inteligencia les precede. Aquí como se lo presenta, sabiduría es el producto de la acción; y como todo es un oscuro caos activo, cobra dimensión el término mágico del discernimiento jesuítico que todo lo soluciona, pero que nunca lo aclara.
7. Por último se habla del “don del espíritu”. Hay muchos espíritus y es muy fácil confundirlos y un jesuita de vanguardia, como Bergoglio, que hace del discernimiento la ley universal, puede verse totalmente confundido. Afirmo esto porque en política nunca acierta. ¿Dónde aflora su discernimiento?
Este tema del Espíritu nos conduce a Hegel, quien fue el primero que lo ligó, no a la Iglesia sino a la Historia, haciendo de todos los hombres como una pan-iglesia.
¿Estamos ante un nuevo joaquinismo donde toda la humanidad es conducida por el Espíritu Santo?
El difunto Tony Palmer afirmaba ante los pentecostales amigos de Bergoglio, que no nos debemos preocupar por las doctrinas, pues el Espíritu nos dirá en qué creer.
¿Cuándo habló el Espíritu? El Espíritu Santo no habla, actúa. Para hablar está Jesucristo quien ya habló por la Revelación y en este ámbito nada se puede esperar ni agregar.

¿Dónde está en este planteo la Fe de Bergoglio? ¿Acaso no se ve con claridad su herejía? ¿Acaso un desordenado mental puede ser estrictamente un filósofo?


1 http://chiesaepostconcilio.blogspot.com.ar/2018/03/francois-philosophe.html
2 Francisco Filósofo. Pág. 57.
3 Evangelii Gaudium 236.
4 Francisco Filósofo. Pág. 58.
5 Ibídem. Pág. 59.
6 Evan. Gaud. 263.
7 Ibídem 222.

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