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viernes, 23 de mayo de 2025

La Revolución Romántica: La Historia como Espíritu evolutivo


Mientras el judaísmo se aferraba a la letra de su Torá, la nueva generación de luteranos de finales del siglo XVIII, buscará una salida por el Espíritu, quien influye en cada sujeto para interpretar la letra de su “Biblia”. La dicotomía entre judaísmo y espíritu alemán, son dos vertientes que se oponen y también se complementan.

El buen romántico tiene un padre que es Lutero y una madre que es la logia a la cual se afilia. Protestantismo y masonería son siempre dos padres sin divorcio.

Herder

El romántico primogénito de esta familia fue Johann Gottfried von Herder (1744-1803). Este ministro luterano hijo de pietistas, fue formado en la filosofía de Kant, quien fue el maestro de todos los primeros románticos. En Riga, recibe su primer golpe de gracia al observar canciones populares letonas. Es el caminante pintado por Friedrich que en este caso no mira el paisaje sino las danzas en un casamiento, o tal vez de un bautismo. Todo es movimiento, por lo tanto es vida. También pudieron dejar huella en su mente la celebración del solsticio, viendo como todo se volcaba hacia la poesía. ¿Cómo se explica este fenómeno de la Kultur?

Esto lo mueve a dos conceptos iniciales que todo romántico debe asimilar, el Nationalcharakter de la gente, y “das Genie” de cada pueblo, cuyo texto se vuelca en “Poesie”.

¿Pero por qué se dan culturas tan diversas?

La ceremonia del solsticio puede ser el ejemplo concreto de sus deducciones. Una ceremonia que se hace en un determinado momento del clima, y dentro de un lugar determinado, como puede ser en Riga, es distinta a la ceremonia popular de la noche de San Juan celebrada en el norte de España. La misma fecha, pero las condiciones del clima difieren, por lo tanto, la peculiar geografía de cada pueblo que vemos en el clima y la historia, determinan das Genie y este se plasma en Poesie. Así llegamos no solo a las influencias, las cuales de hecho existen, sino al determinismo romántico, la geografía y el tiempo señalado en la historia.

Estando en Riga, durante 1766, Herder ingresa a la logia Zum Schwert. En su Gespräch explicita la logia como una sociedad global, dado que es el objetivo de la masonería, y cuyo fin es die Humanität. El Drang o impulso, lo recibe de esta humanidad que es la unión definitiva hacia la cual va el Volksgeist o espíritu del pueblo.

Aquí está la síntesis herderiana. La Humanität tiene una historia, que se origina en la naturaleza, esta Natur se hace Kultur y lleva en sí misma el movimiento a la unificación, o sea una evolución. Acaba de nacer la Filosofía de la Historia.

La historia de la humanidad está determinada por la continuación racional de la historia natural. Es un determinismo inmanente en una naturaleza, la cual recibe de Roussseau. Es una naturaleza que se mueve como se mueve la Razón. Este es el principio fundamental del idealismo.

Lo que le importa es la vida propia de cada pueblo, de cada lugar que visita. Esta vida diferenciada en cada uno, se llamará Kultur, la cultura. Si la vida representada en sus manifestaciones, no es otra cosa que un Geist, un espíritu diferente en cada Kultur y este espíritu se manifiesta en la poesía, se da entonces el Volksgeist, el espíritu del pueblo, en el cual el papel de la “Biblia” luterana, será ejercido por la poesía, cual otro escrito “divino”, inspirado por la Kultur.

El Clima moldea la sensualidad y el modo de pensar de la gente, a su vez la gente moldea su país de manera funcional, cultivando el Yo. Este es el objetivo de la historia humana:

Es parte de la perfección de la naturaleza humana el que ésta se organice y se forme de nuevo bajo cada cielo, según cada tiempo y estilo de vida. 1

Su carrera masónica continúa en 1783 donde se inicia con los “Illuminati”, abandonando esta logia al año siguiente.

Su primer viaje

Con estas ideas, nuestro romántico deja Riga y emprende un viaje con sus “hermanos” de logia. Cuando se vio sobre una nave para embarcarse a la aventura por los mares, ya había tirado su teología por la borda. Hizo su recorrido partiendo de Riga a Nantes, y de allí a París. Por supuesto en el viaje confraterniza con sus “hermanos tres puntos”, entre ellos Diderot y D’Alembert.

Alemania destrozada en la guerra de los Treinta Años del siglo XVII, comenzaba “a tomar conciencia” de sí misma. Todo el romanticismo se inicia arrojando por la ventana ciertos dogmas luteranos, pero conservando su estructura mental, la cual se aplica a todas las cosas. Todos los primeros románticos son luteranos que dan un paso hacia afuera, o sea hacia las logias de los delantales.

El viaje para Herder, fue una nueva “revelación”, la de la vida. Su huida fue ir al encuentro de la vida, la cual es existencia y espontaneidad, pero juega la estructura mental luterana. Esto hace que se plantee el papel de los modelos clásicos existentes. Como reformista aplica su fobia a la tradición, la cual, evidentemente, está representada por los moldes clásicos de su época.

Herder, ya no es el Caminante de la pintura de Friedrich parado sobre la cúspide del monte, sino el navegante que mira las olas en movimiento. Como lo concebía Tales de Mileto. El movimiento es vida, es alma, es ψυχὴ. Esta vida llega a la consciencia del Volk y de allí a la Gewissen del Yo. El Yo por su fantasía es creativo, lleno de sentimientos, móvil en la naturaleza. El Yo es romántico.

La lengua vernácula como logos

La lengua para un luterano, es algo importante, porque ella es el único camino para expresar una “Revelación”. De allí, que la lengua posee una vida propia. Es un logos griego. ¿Pero dónde se encuentra la “revelación” en cada lengua? En la poesía particular de cada pueblo. Es el poeta, que está inspirado por el “espíritu de cada pueblo”. El Volksgeit, crea la nueva revelación. Por lo mismo, el poeta debe “crear desde la nada”, para lo cual no se emplea la razón, sino la imaginación.

Herder, no hará sino aplicar el subconsciente luterano a la vida de cada comarca. Si el Espíritu me ayuda a interpretar la “Biblia” y es algo personal, es coherente aplicar la misma estructura en la vida de los pueblos.

El Espíritu habla por la “Biblia”, pero cada pueblo tiene su “Biblia” popular, o sea la poesía que inspiró el Espíritu del pueblo. Dicha poesía es sagrada, y quien escribe poesía, escribe movido por der Geist, el Espíritu.

Dogma es muerte

La vida es movimiento. He aquí un texto de Herder. Como se podrá apreciar, nunca deja su pesado y ampuloso esquema de predicador. Es la oratoria protestante, donde la lengua adquiere más movimiento que las ideas:

Si nos introducimos algo más en las circunstancias de todas las llamadas ilustraciones del mundo vemos siempre lo mismo. Aquí en gran escala, allí en pequeña escala, azar, destino, divinidad. Lo que puso en marcha las reformas fueron siempre pequeños detalles que nunca iban inmediatamente acompañados del grandioso plan que exhibieron posteriormente. Al contrario: cuantas veces ha sido un hecho ese grandioso plan humano previo, meditado, otras tantas ha fracasado. Todos vuestros grandes concilios eclesiásticos, emperadores, cardenales y señores del mundo, nunca cambiarán nada. Lo hará, en cambio, Lutero, ese monje sin finura, ignorante. Y lo hará a partir de cosas pequeñas, cosas con las que lo que menos pensaba era llegar tan lejos; con medios que, en términos de nuestra época, expresado filosóficamente, nunca hubiesen hecho esperar tal resultado; las más de las veces él fue quien menos lo produjo; simplemente incitó a otros, suscitó reformadores en todos los demás países; él se puso en pie y dijo: «Yo me muevo; existe, pues, el movimiento.» Así se produjo lo que resultó, ¡la transformación del mundo! ¡Cuántas veces habían surgido Luteros anteriormente y habían desaparecido! ¡Cuántas veces se les tapó la boca con humo y con llamas, o bien su palabra no encontró el ambiente donde resonara! Pero ahora es primavera: la tierra se abre, el sol la incuba y surgen mil plantas nuevas. Hombre, nunca has sido, casi contra tu voluntad, más que un pequeño instrumento ciego. 2

Si todo se mueve, el movimiento es vida, lo opuesto es muerte. ¿Dónde encontramos esta oposición? En los dogmas, y en las estructuras clásicas que fijan una literatura. Ya el pietismo había abandonado lo dogmas y su discusión. Es el caso de Kant. Ahora se los rechaza por retrógrados e inmóviles, lo mismo dígase de la filosofía medieval cristiana, con su lenguaje babilónico:

El genio de la metafísica sabrá quizá bajo qué elemento gráfico inventaron los escolásticos sus entidades y quididades, y quizá sepa también qué esquemas tienen las intuiciones y las formas del pensar anteriores a toda experiencia,
where entities and quiddity
the ghosts of defunct bodies fly
(donde hay entidades y esencias
los fantasmas de cuerpos difuntos vuelan)
Aquí reside, pues, el embrollo que durante tanto tiempo ha hecho —que seguirá haciendo, especialmente entre nosotros, los alemanes— del lenguaje metafísico un dialecto babilónico. 3

Sin embargo, ese lenguaje “babilónico” hablaba de un Dios infinito y perfecto, y por eso mismo no se movía. Por lo tanto, toda revelación, debe mover no a un movimiento, sino a una relativa quietud.

La crítica de la crítica

Herder aplica la máquina romántica, la cual sirve para “picar carne”, de la cual no se salva ni la crítica kantiana. Así hace su aparición la metacrítica. Una carne picada dos veces y ajustada en otros moldes. Ahora frente el dogma o la crítica, se opone la metacrítica. Es el Lutero llevado a sus últimas consecuencias:

La metacrítica es, pues, protestantismo; protesta frente a todo papismo dogmático, impuesto acrítica o afilosóficamente a la razón y al lenguaje. [... ] 4
Como el autor de la Crítica de la razón pura presenta su escrito como una obra «que expone la facultad pura de razón en toda su amplitud y todos sus límites» *, no debe ni puede leerse sino con un examen, es decir, críticamente. Las observaciones surgidas de tal examen no pueden llevar un nombre más modesto ni más apropiado que el de metacrítica, es decir, crítica de la crítica. 5

Frente el movimiento, frente la vida, frente el Drang de die Humanität, la Crítica de la razón pura de Kant, es un palabrerío hueco, sin creatividad alguna, falto de movimiento, falto de vida. Esta concepción deja detrás de sí, los restos de un inútil iluminismo kantiano.

La ruptura romántica

Como ya se expresó, no es casualidad, que quien vea el Espíritu, no ya en la letra, sino en la vida de cada pueblo, sea un ex-teólogo luterano.

Esta concepción se introducirá en el Círculo de Jena. Así como el Geist luterano romperá con Roma, del mismo modo el Geist de la Kultur romperá con la unidad clásica. La ruptura es doble. Por un lado aflora una cultura oficial, regida por los filósofos y la clase ilustrada que nada tienen que hacer con la vida del pueblo, con sus concepciones complejas y por momentos alambicadas, y por otro lado aparecerá la Kultur opuesta a la oficial, el sencillo Volksgeist.

El Geist romántico, deberá imbuirse del Volk simple, sencillo y diverso para plasmar literariamente, pues el Espíritu inspira, la divinidad de su poesía o de su literatura de masas. Así, la escritura alemana, con una lengua escrita que nadie habla, pues para esto están los dialectos, llega a todo el público. Nadie sigue a Kant, tan solo siguen los que leyeron a Kant y pretenden ir más allá de sus opiniones, pues Kant entró en la máquina romántica que pica toda la carne que encuentra. Por tanto, los filósofos dejan de tener peso, y toda la influencia recae sobre la novela, la poesía o el editorial de un periódico. No es Kant quien influyó sobre los albores del romanticismo, sino los escritores imbuidos de Kant, que lo vuelcan en los moldes que le proporciona el Volksgeist. No es el rosbif lo que le llega al público, sino la salchicha. Es la gran revolución romántica que se echa a rodar, desde las tertulias, sin guillotinas, ni napoleones. Tan solo ejerciendo el escrito para un público, que habla distintos dialectos alemanes. En respuesta, éste se une en esta lengua no hablada, para sentirse dentro del Volksgeist germano.

Multiplicidad de espíritus

Así se multiplicarán los espíritus. Ya el neoclásico Winckelmann (1717-1768) hablaba del “espíritu” griego al estudiar el arte clásico. No será el romanticismo alemán, quien conciba la antigua Roma como el modelo para imitar. Roma es Troya, la ciudad del papado a la que estos luteranos se rebelaron, como un anécdota más de una rivalidad milenaria entre germanos y romanos. Roma se copió de Grecia, por lo tanto, los alemanes siguen el modelo griego, de quienes se creen sus descendientes. Es la nueva Grecia que se rebeló a la nueva Troya, como ejemplo y cúspide de toda la Kultur, en la que Alemania podrá regenerarse a sí misma. La Grecia pagana será a partir de este instante, el modelo fáctico de toda nueva concepción.

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1 Johann Gottfried Herder: Obras completas, 33 volúmenes. Editado por Bernhard Suphan. Olms, Hildesheim 1967: aquí Vol. XII: 8.

2 Herder. Obras Selectas. Otra Filosofía de la Historia, 320

3 Herder. OBRA SELECTA. Metacrítica. 413.

4 Ibídem. 371

5 Ibídem. 372.

 

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