Velación de las imágenes |
Afirma Mario Righetti en su Historia de la Liturgia al describir la Semana de Pasión:
«Con la dominica de Pasión se abre la última fase de la Cuaresma, que precede inmediatamente a la Semana Santa.» 1
LA ÚLTIMA FASE. – Es indudable, que esta última etapa, hace referencia al principio que se predica del movimiento: “motus in fine velocior” 2. Significa que se acentúa lo que se propuso al inicio y en el desarrollo cuaresmal.
LA DINÁMICA DE PASIÓN. – El pecado es un movimiento, algo que busca destruir lo creado mediante el mal. Es una vuelta consciente hacia las tinieblas y al caos que relata el inicio del Génesis. Es una “descreación”.
Con la Cuaresma se camina hacia la Luz de la resurrección, que marca la llegada de la redención por la pasión y la muerte de Jesucristo. La Luz es dinámica, y mientras más nos aproximamos a ella, más nos atrae y nos pide incorporarnos en la Pasión del Redentor. Es la Nueva Creación.
La Semana de Pasión, es un hito en esta dinámica de la Luz.
SU ORIGEN. – Mario Righetti lo explica de este modo:
«Sino que hacia el final del siglo VII, con el decaer de la disciplina del catecumenado y con el difundirse en Occidente el culto de la santa cruz, se delinea la tendencia de volver principalmente el pensamiento a los sufrimientos de Jesús al declinar de la Cuaresma. De aquí una acentuación del misterio doloroso de Cristo en los textos litúrgicos, que, insertos entre los precedentes, dieron forma en esta semana a una liturgia compuesta o de transición, tanto en la misa como en el breviario.» 3
DÍAS DE DOLOR. – Como bien lo explica este historiador, esta semana se centra en los dolores de los sufrimientos de Jesucristo, a modo de introducción o eje, entre la Cuaresma y la Semana Santa. La cuaresma en sí misma tiene varias etapas. Los monjes la inician en la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz, que cae el 14 de septiembre, y recibe el nombre de Cuaresma Monacal, dando inicio a los acostumbrados ayunos de los días viernes.
Para el católico, ajeno a la “cultura” monacal, tres domingos anteriores al Miércoles de Ceniza, marcaban una preparación a la cuaresma misma.
¿Cómo se hará entonces para que esta semana señale el fin de la cuaresma y una entrada en la Semana Santa?
Lógicamente todo debe nacer del católico en particular, para concentrarse en los dolores de Jesucristo y en la transfixión de su Madre, por ello la liturgia tradicional tridentina efectuaba los siguientes actos:
1. Velación de las imágenes. A partir de este domingo de Pasión, toda cruz e imagen del templo se vela con un paño púrpura, tal cual lo vemos reflejado en la imagen. El fiel al entrar al templo sufre el impacto de la velación y esta es una señal que le indica, la tristeza de la próxima pasión del Señor, y le señala que toda devoción particular se debe mirar por medio de los sufrimientos de Jesucristo.
Hoy esta práctica fue deliberadamente destruida por el masón Bugnini, con su invento del Novus Ordo. Para este rito “descafeinado”, tan solo se colocan algunos paños morados, sin ocuparse de las imágenes, pues ya no estamos en la “cultura monacal”, ni en la rigidez 4 de la tradición católica, sino en un rito protestantizado con toda alevosía.
Las normas surgidas del Novus Ordo, hundieron las tradiciones, para ir preparando la crisis que hoy estamos viviendo.
Sin embargo, lo hermoso siempre renace y ya no saben como eliminarlo, pues no se puede eliminar lo que es bondad. Así este rito crece nuevamente, como superior.
Lo curioso de este aspecto, es que los neomodernistas con una fuerte influencia iconoclasta, no cubran las imágenes, aunque se debe destacar, que la nueva arquitectura minimalista y oriunda del Vaticano II, las ha reducido a una expresión muy reducida. Pero que nadie se engañe, es probable, que aquí gane la ley del menor esfuerzo.
Según Righetti existe una causa que fue el detonante de esta costumbre tradicional:
«Cuando la disciplina de la penitencia pública decayó, y todos los fieles en la Cuaresma, con la imposición de las cenizas, fueron considerados como puestos espiritualmente en penitencia, no fue, naturalmente, posible expulsarlos de la iglesia, como en otro tiempo, pero se quiso esconder a su vista el sancta sanctorum para separarlos, en cierto modo, del santuario hasta que en la Pascua no se hubiesen reconciliado con Dios.» 5
Esto hará, que como muchas otras cosas, el Novus Ordo rompa con la Tradición vigente, en dos aspectos: Uno al suspender la costumbre, de velar las imágenes, y lo más grave, al dar un salto hacia atrás en el tiempo.
Basados en esta afirmación de los historiadores, el Novus Ordo considerará a esta semana, como una vulgar semana de cuaresma y todo continuará como un Quinto Domingo. Si la Tradición es una vida, el ser adulto de hoy, dio un salto hacia su infancia para restablecer la vieja usanza anterior al Siglo VII. Nunca se ha visto una actitud tal en la historia, como la de saltar hacia atrás en el túnel del tiempo. Con este tipo de medidas, el genio nefasto del masón Bugnini, se agiganta día tras día.
2. Al principio de la Misa tridentina se omitirá el Salmo 42 que se iniciaba con el Judica me, Deus (Hazme justicia, ¡oh Dios!,...). Hoy con el Novus Ordo no existen problemas, pues se suprimió este salmo en todas las Misas, otro de sus tantos saltos a la infancia dentro del túnel del tiempo. En esto nos dirá Righetti:
«Para dar razón de estas anomalías, ayuda notar que el salmo 42 entra repetidamente en los formularios de las misas de esta semana, y por esto sería una repetición inútil el recitarlo al pie del altar.» 6
3. Se omite la doxología del Gloria en los responsorios mayores y menores. Durante el triduo sagrado también se suprime la doxología de los salmos. Ya vimos que para el Novus Ordo esta es una vulgar V Semana de Cuaresma, por ende todo sigue igual, eso sí, “conviértete y cree en el evangelio”...
Righetti nos dirá sobre esta supresión:
«En cuanto a la doxología, es de notar que su adición al final de los salmos y de los responsorios no se remonta más allá del siglo VI, es decir, posteriormente a la institución de estos antiguos oficios. Pero alguno ha observado agudamente que la Iglesia en este tiempo, a diferencia de cuanto sucede en otras épocas del año, aplica a Cristo directamente los salmos, poniéndoles en cierta manera en su boca. Es El el que, substituyendo al salmista y a nosotros pecadores, grita al Padre, en medio de los sufrimientos y persecuciones, el propio dolor, la propia inocencia, el propio abandono en sus manos. Es, por lo tanto, natural que, reservando el Salmo 42 a Cristo, sea quitado de la boca del celebrante y que, evocando sus humillaciones, sea suprimida la doxología festiva del Gloria, que sonaría inoportuna.» 7
4. Como en las tres semanas primeras de cuaresma, no suena el órgano o armonio, más aún se llegará hasta la supresión del sonido de las campanillas, pues denota alegría, las mismas serán reemplazadas por matracas o caracas. Mientras tanto, en el Novus Ordo la fanfarria no se detiene y siguen sonando campanas, campanillas y guitarras; y no falta quien dé un concierto en una iglesia.
LOS SUFRIMIENTOS DE JESUCRISTO. – Continúa Mario Righetti en su Historia de la Liturgia:
«En efecto, las oraciones y las lecturas de la misa de dominica ... se refieren manifiestamente al ayuno y a la penitencia cuaresmal, sin alusión alguna a la pasión. Esta, en cambio, es evocada en las perícopas evangélicas, en los cánticos y en el prefacio de la Cruz, compuesto originalmente para la misa votiva de la Santa Cruz. Este doble carácter puede constatarse igualmente en el oficio canónico. El invitatorio Hodie si vocem eius audieritis... excita a la penitencia, mientras los himnos de Venancio Fortunato, Vexilla regis y Pange lingua y tantos otros textos son una exaltación de la cruz y de los dolores de Cristo.» 8
LA LITURGIA, ES EL CUARTO PILAR DE LA TRADICIÓN. – Los textos litúrgicos tradicionales, forman una de las cuatro fuentes en que se transmite la parádosis (παραδοσις), llamada en el mundo latino: Tradición. Las otras tres fuentes, la encontramos en la Sagrada Escritura, los escritos de los Santos Padres y en las decisiones dogmáticas de los Concilios Ecuménicos o del Papa hablando por ex-cathedra.
EL AYUNO MEZQUINO. – Hoy nos encontramos con dos días obligatorios de ayuno, que no son más que un símbolo que recuerdan otros tiempos donde las operaciones no eran simbólicas, sino reales, en momentos donde la fe era una realidad, no un recuerdo, y mucho menos un simple símbolo.
AYUNO SOLEMNE Y SAGRADO. – En el rito gregoriano, se tilda al ayuno cuaresmal de solemne y sagrado, el cual contrasta con nuestro ayuno actual mezquino y simbólico.
Texto de los responsorios
Es el Responsorio un canto dialogado entre el solista y el pueblo. Su origen es antiquísimo, se remonta a la sinagoga hebrea. El responsorio cumplía un fin práctico al no existir partituras. El solista iniciaba el tema, y el coro lo repetía.
El texto para los responsorios del tiempo de pasión, semana extirpada por la neoliturgia moderna, se toma del Salmo 20 que dice:
Erue a gladio animam meam de manu canis solitariam meam.
Salva me ex ore leonis et de cornibus unicornium exaudi me.
Los símbolos de perros (canis), boca de leones (ore leonis) y cuernos de los unicornios (cornibus unicornium) indican los malvados sanguinarios.
El Salmo es profético, pues anuncia la pasión de Jesucristo, y las distintas pasiones del católico perseguido. Así lo expresaba San Pablo (2 Timoteo 4,17):
«El Señor me asistió y me confortó para que por mí la predicación fuese completada y la oyesen todas las gentes; y fui librado de la boca de león.»
Cuando se habla de los unicornios no son los caballos mitológicos del medio evo. El término hebreo fue traducido por los hebreos de la ciudad de Alejandría como μονοκερώτων, es traducción del hebreo cuyo término “ram” o “rim” parece aludir a un antílope salvaje; si bien como el resto, es simbolismo del hombre sanguinario.
Posee el responsorio una doxología que en tiempo de pasión se elimina, y va preparando el dolor del viernes santo.
A continuación damos el responsorio para las Vísperas de día domingo, cantado de acuerdo al Rito Monástico.
El Texto
℣ De la boca del león * líbrame Señor.
℞ De la boca...
℣ Y de los cuernos de los unicornios mi debilidad.
℞ Líbrame Señor.
℞ De la boca del león * líbrame Señor.
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1Historia de la Liturgia. Tomo I Por Mario Righetti. 4. La Cuaresma.
2El movimiento es más veloz sobre el final.
3Historia de la Liturgia. Tomo I Por Mario Righetti. 4. La Cuaresma.
4Recuerdo que para Bergoglio, esta es una mala palabra.
5Ibídem.
6Ibídem.
7Ibídem.
8Ibídem.
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