Calesita

domingo, 14 de mayo de 2023

Las Rogativas



Del Evangelio del Quinto Domingo de Pascua, el cual habla de la oración impetratoria, cobran sentido los tres días anteriores a la ascensión de Jesucristo, como las tres Ferias de la Rogativas.
Escribe Righetti en su Historia de la Liturgia:
La alegría de la Quincuagésima pascual está interrumpida por las solemnes procesiones de penitencia (rogativas), prescritas oficialmente por la Iglesia durante este tiempo; es decir, la litania maior, que tiene lugar el 25 de abril, fiesta de San Marcos, y las litaniæ minores, que se celebran en los tres días precedentes a la Ascensión. 1
Las letanías menores o rogativas nacieron, por el contrario, en Francia, por obra de San Mamerto de Viena, en el 470, y en poco más de un siglo estaban ya difundidas en muchas diócesis de la alta Italia. En las ciudades se hacían desde la catedral; en las campiñas, desde las iglesias urbanas, a las cuales, por tanto, debían acudir el clero y el pueblo de las iglesias inferiores, lo cual hacía muy numerosas e imponentes aquellas procesiones.
El recorrido generalmente era muy largo, pero fraccionado con paradas, durante las cuales el pueblo podía descansar. Para que todos tuviesen modo de participar, el triduo de las rogativas era considerado, al menos en la primera mitad del día, como festivo. Como la letanía mayor, así también las menores tuvieron por fin el impetrar la bendición celestial sobre los frutos del campo, pero con un carácter penitencial más acentuado, que en parte se mantuvo no obstante su inserción en el gozoso tiempo de Pascua. 2
Con la llegada de la reforma litúrgica llevada a cabo sin escrúpulos por el masón Annibale Bugnini, hoy en boga y en plena decadencia, estos días de Rogativas, fueron exterminados. 
¿Por qué no se hacen? 
Parece ser que ya no existen terremotos, ni maremotos; no se ven erupciones volcánicas que cubren de cenizas el suelo; no existe el hambre ni la peste; no se suelen dar inundaciones ni sequías; no existen muertes violentas en las calles ni hay ya latrocinios; no mueren los cristianos a manos de los infieles como en otros tiempos. No existe el genocidio o la masacre del aborto. Los estados no ordenan matar niños no suministrando la medicación. ¡Esto ya no existe! Estamos en el mundo de jauja, por el cual, según la interpretación de Bugnini, ya no son necesarias las rogativas. Esta es la razón para no pedir la intercesión de los santos.
A este mundo de jauja, le llegó la epidemia que produjo la desolación en los lugares sagrados.
A esta Argentina de jauja, le llegó la sequía con las consecuencias que padecemos.
El mundo solo se salvará por la oración. No se salvará por el utópico poliedro de Bergoglio. 
En este catolicismo moderno y protestantizado, del cual Bergoglio es su exponente máximo, es la Iglesia triunfante un gran estorbo para erigirse en sumo sacerdote de las religiones mundiales, razón por la cual, es mejor no pedir la intercesión de los santos, tal como hizo en ese patético jueves 14 de mayo, rezando a un dios extraño.
Dejo en primer lugar el texto latino de las rogativas, extraído del Liber Usualis, 1962


A continuación, una traducción del texto:


Texto y canto de las letanías de los santos:

1 Mario Righetti. Historia de la Liturgia. Tomo I.
2 Ibídem.

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