Calesita

viernes, 16 de noviembre de 2018

La ideología de la Revolución Vaticana

Ha sido el peronista Bergoglio, en iniciar su falso papado considerando la Teología como una ideología, para luego imponer su propia ideología.
Esta inversión teológica es el recurso reversible de su desgraciada mente, indicar al católico ortodoxo de hereje, y exaltar al hereje como ortodoxo; la figura del monje rebelde Lutero es el mejor ejemplo de lo que afirmo.
Por su recurso, el de invertir causas, somos juzgados como pelagianos y gnósticos, siendo él un gigantesco gnóstico y pelagiano.
La Fe, afirma la carta a los Hebreos, es una hipóstasis: εστιν δε πιστις ... υποστασις. (Hebreos 11,1) El término hipóstasis, posee connotaciones filosóficas, pues es única base fundamental. Hipóstasis, es lo que está debajo, lo que subyace a todo. Muy bien lo tradujo la Vulgata:
Est autem fides sperandarum substantia rerum.
El término hipóstasis, fue traducido al latín por substantia, el cual proviene de sub-stare, es decir estar debajo y es lo que corresponde.
La fe subyace a la esperanza y a las obras. Subyace a la esperanza por un lado, es decir aquello que se espera (ελπιζομενων) y por otro lado, subyace a aquellas cosas que se hacen (πραγματων). Tanto esperanza como obras (sperandarum rerum) van unidas en la misma naturaleza de la Fe. La Fe, es su hipóstasis, substantia.
También la Fe es el argumento de las cosas que no se ven, argumentum non apparentium. (Hebr. 11,1) ¿Qué hace la carta a los Hebreos? Definir la teología: el argumento, la prueba de lo que no se ve, pero que se espera y se actúa.
Tanto el argumento como la prueba, indican el aspecto racional de la Fe en lo que no se ve; pues si se ve, no requiere prueba.
Desde el ángulo de la Fe, la diferencia entre Teología e ideología es abismal.
Mientras la Teología se basa en la Fe, la cual es otorgada por la Gracia; la ideología brota en forma opuesta. Nace de la realidad concreta a la cual pretende interpretar, de donde nacen distintas creencias y un baremo conciso de principios relativos.
Mientras la teología se basa en verdades reveladas que son estrictas e inmutables, la ideología parte de la base que sus principios interpretativos no son estrictos ni inmutables.
Como se expuso, desde un inicio Bergoglio calificó la Teología de ideología, y por este mismo recurso, su ideología filoperonista pasó a ser una “sorpresa del Espíritu Santo”. Como decía el anglicano Tony Palmer, uno de sus grandes amigos, el “Espíritu Santo nos dirá en lo que tenemos que creer”; como si el Espíritu Santo hablara.
Bergoglio odia la teología, de la cual nada sabe (ni quiere saber); pues para su mente infantil y pragmática, la fe no se basa en ideas abstractas, tal como lo expuso en su primera encíclica, Lumen Fidei, 45, asentando desde ese momento, la destrucción de la teología.
Las contradicciones en Bergoglio no son ninguna novedad.
Es un predicador de la parresía como una manera de hablar con franqueza; pero ay del que la use, Viganò es el mejor ejemplo.
Y como dicen que hablo difícil, expongo a continuación unos ejemplos de textos rebosantes de parresía según la ideología bergogliana:
Hemos sido testigos también de ataques a la persona del Santo Padre desde dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene precedentes, lo que genera la escasa difusión de su pensamiento y de su prédica. Esto se extiende a la Iglesia toda ya que parecería que decir algo bueno sobre ella no es políticamente correcto. 1
Sentimos en principio un profundo dolor cuando Usted es agredido tan cruel e injustamente, tanto desde dentro como desde fuera de la Iglesia. 2
Esto es parresía. Lo otro es agresión cruel o despiadado ataque personal.
De su ideología surgen todos sus epítetos peyorativos contra quienes siguen su Fe. Así oímos de sus oscuros labios estas tristes expresiones contra los católicos sinceros:
...cristianos de caras largas, momificados, rígidos, superficiales, ideológicos, vagabundos, viejas solteronas, madres conejas, fomentadores de capofragía, desgrana rosarios, contadores de Ave Marias, banco de rosarios, Prometeo cerrado en si mismo, neo pelagianos, restauradores, esclavos de la superficialidad, momias de museo, príncipes de renacimiento, obispos de aeropuerto, cortesanos pegajosos, carrerista, cristianos con cara de pepinillo en vinagre, cristianos papagayos, moralista pedante, contemplador remoto, terroristas del cotorreo”. 3
A partir del mayo francés de 1968, en toda ideología se coloca sobre la cima del baremo a la ecología. Es lo que Bergoglio hizo con la Laudato si. Este principio conduce entre otras cosas hacia el animalismo; como ejemplo de este patético fenómeno, hallamos al Obispo de Luján que prohibió peregrinar al santuario montado a caballo, por el mal trato que reciben los nobles cuadrúpedos.
Siguiendo el baremo ideológico moderno, a la ecología le sigue el divorcio, por no hablar del libre amor marxista. Bergoglio no se quedó rezagado y lanzó Los amores de Leticia que le valieron los dubia. En este punto, la Iglesia al fin comenzó despertar de su letargo primaveral.
La base ideológica puede darse en esta modernidad, entre el socialismo o el liberalismo. En esta opción Bergoglio siendo un aborto de los curas para el tercer mundo, eligió el socialismo, lo cual está afín con su peronismo de 1970. De aquí nacen los falsos mártires, como el obispo Angelelli.
Entrando en el siglo XXI, los magnates ocultos de esta decadente civilización, se percatan de un grueso error cometido en el inicio de la era industrial. Los adelantos científicos y técnicos llevaron a una tasa geométrica de crecimiento en la población mundial. A este ritmo en unas centurias la tierra será insuficiente para contener tanta población. ¿Cómo solucionar tamaño error? Afirmar que se equivocaron, es negar el dogma moderno del progreso constante. Por lo tanto, buscaron dar libre curso a las perversiones sexuales. De aquí nace el libre aborto y de aquí nace la opción por el mariconismo en masa, o lo que contienen las siglas LGBT.
Aquí la Iglesia vuelve a despertar y se percata que los clérigos maricones, oscilan entre un 30 a un 40 por ciento, sin incluir los clérigos amancebados. Sólo se persigue a los pedófilos cuando ya no se los puede seguir escondiendo bajo la alfombra. Así la ideología bergogliana, opta por el orgullo gay, junto a Coccopalmerio, Maradiaga y el obsecuente Cupich.
Toda ideología se basa en la acción, esto lleva a la dialéctica, y la dialéctica expone sus propios principios. Sobre este tema ya hablamos en Los cuatro principios activos del cardenal Bergoglio.
La ideología moderna se basa en el pacifismo. Es el gran evangelio de Bergoglio. Nótese la gran diferencia, los evangelios traen la Paz, pero el quinto evangelio de Bergoglio solamente la ausencia de armas.
Para la ideología no importa la Fe, pues se considera una idea transversal a todas las religiones. Es el ecumenismo de Bergoglio, quien dice ser judío porque recita algún que otro salmo, hizo retiro espiritual con los pentecostales y ama los musulmanes, y si estos se quieren infiltrar en Europa, tanto mejor, pero que no se metan en el Vaticano, ni acampen en las iglesias.
En este ámbito ideológico, se llega a la dialéctica entre relativismo y dogmatismo. Los principios del movimiento son relativos, pero existen dogmas que se imponen hasta por la inquisición. La economía es relativa, pero la ideología LGBT es dogmática. Si ataco a los maricas, puedo sufrir un juicio, este juicio es la novedosa inquisición moderna.
Doy otro ejemplo, más concreto y real. Es un dogma que los nazis mataron 6.000.000 de judíos. Ahora bien, todos sabemos que eso es mentira. Pudieron ser 5.999.999 ó 6.000.001, pero jamás seis millones. Si digo que es mentira, sufro un juicio, tal juicio es la moderna inquisición. Como ejemplo observen lo que le sucedió al obispo Williamson.
Esta dialéctica entre relativismo y dogmatismo no puede ser usada por el simple individuo, sino solamente por la estructura que lo gobierna, la cual determina por dogma, lo que es relativo. El ejemplo concreto es la Revolución Vaticana actual. Bergoglio, Parolin, Maradiaga, Cupich, Coccopalmiero, Marx, son relativistas, pero el católico debe ejecutar lo que estos relativistas dicen como dogma inmutable.
Ya los clérigos jerarcas, no son administradores, sino fehacientes elaboradores de nuevos dogmas. Pueden cambiar la naturaleza humana, las escrituras, las tradiciones, la liturgia, las oraciones, o la moral, según su antojo.
Vayan unos ejemplos.
Maradiaga es una muestra de esto, cuando afirma que se debe cambiar el concepto de sexualidad. Es lo que decimos, la estructura eclesial está más allá de la Escritura, más allá de la Tradición, más allá de la moral.
Otro lo tenemos en Cupich, el campeón de la obsecuencia, quien afirma:
No es nuestra política negar la comunión a los ‘matrimonios’ gays”. 4
Cupich es obsecuente pero muy revelador. La moral, con la ideología, pasó a ser ahora, una simple política.
Otro ejemplo lo dan los obispos argentinos en masa negando las leyes naturales, que son dadas por el orden divino, cuando escriben:
Para todos los fieles que hayan hecho cambio civil de identidad de género (ley 26.743) y solicitasen sacramentos de iniciación cristiana para sí (…), en el respectivo libro de bautismos marginalmente se dirá: “Civilmente han cambiado su género. Nombre actual. Autorizado por el Ordinario del lugar. Fecha. Firma. Y en el libro de confirmaciones se dirá: Nombre según el bautismo, entre paréntesis (nombre civil actual)”. Autorizado por el Ordinario del lugar. Fecha y firma”. 5 
En otras palabras, si el catecúmeno es varón, pero pide ser bautizado como mujer, si el obispo lo avala con fecha y firma, el varón ahora es mujer.
Es lo que decimos, la estructura eclesial está más allá de la ley natural.
***
Las conclusiones son elementales:
Esta iglesia fue invadida. Bergoglio es un invasor ambiguo y eclético. Judío, pentecostal, luterano, musulmán, quiso ser también ortodoxo, pero algunos lo expulsaron por archihereje. Divorcista, miembro ideológico de clérigos maricones, protector de pedófilos, ecologista, etc.
La segunda conclusión, es más elemental que la primera, Bergoglio quiere serlo todo, y por ello alcanzó la nada. 
La tercera es reveladora. Toda ideología trabaja con un concepto de inclusión. A la inclusión solo le importa la cantidad, nunca la calidad. De este modo se pone en la bolsa la mayor cantidad posible de inútiles. Todos estos idiotas son muy útiles a la estructura. 
A esta ideología la llamaron, el Nuevo Paradigma.
¡Qué lejos estamos del concepto de una Iglesia fuerte y viva por la Gracia!



1 116° Asamblea Plenaria (Pilar): Homilía de Mons. Oscar V. Ojea
2 Carta “unánime” de apoyo a Bergoglio por parte del clero (o el clericalismo) de La Plata, Cfr. https://infovaticana.com/blogs/adoracion-y-liberacion/exclusiva-la-estafa-de-la-carta-de-apoyo-del-clero-de-la-plata-a-francisco/
3 https://infovaticana.com/blogs/specola/insultos-pontificios-papa-francisco-jefe-de-la-masoneria-fin-de-la-pedofilia-de-una-vez-por-todas-disolucion-de-las-finanzas-vaticanas/



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