Calesita

miércoles, 11 de julio de 2018

La Eucaristía Luterana

Los obispos teutones siguen produciendo su presión bien planificada hacia la Iglesia Católica, para que la eucaristía se otorgue a los iconoclastas luteranos.
Para arrojar un poco de Luz sobre este tema, se hace indispensable analizar ciertos aspectos:
1. Los obispos teutones, siempre hicieron lo que quisieron, y si alguien cree que aplican el Vaticano II, a este ingenuo se le debe decir que el Vaticano II nunca admitió las innovaciones personales, nacionales o regionales. Motivo por el cual, este Concilio, ya admitido por personas de buen criterio, es un fuerte dolor dolor de cabeza dentro de la Iglesia; causa primordial por la cual el Santo Padre Pío militó siempre en su contra.
2. Los obispos teutones, siempre se pavonean con la billetera repleta de euros. Esta es la causa de su peso dentro de la Iglesia Católica. Y la causa de su riqueza nos la brinda el punto siguiente.
3. Para los teutones, es luterano o católico quien aporta en el impuesto religioso a una fe o a la otra, motivo por el cual no se sabe bien si el católico es católico o si el luterano arrimó a posiciones católicas. Si cinco siglos nos separan de la protesta de Lutero por la venta de las indulgencias, mirando los latinos este aporte de dinero religioso, nos preguntamos si alguna vez estos teutones, tan organizados, aprendieron algo. Esto puede producir lo que ha trascendido, que en algunos casos un católico que no aporta, se le niegue en caso de enfermedad mortal, el sacramento de la extrema unción.
4. ¿Qué es la eucaristía para un luterano tradicional?
Nos dice la declaración luterano-católica sobre la Eucaristía firmada en la Argentina:
Católicos y luteranos aunque reconocemos la existencia de diversas explicaciones de esta presencia de Cristo por parte de nuestras comunidades, afirmamos la realidad de la presencia de Jesús muerto y resucitado en la Eucaristía. Hacemos esta afirmación por fidelidad a nuestras respectivas tradiciones que así lo mantienen, y convencidos de que en la presencia eucarística se cumple de manera eficaz la promesa de Jesús: “Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin de mundo (Mateo 28,20). 1
Se reconoce la presencia de Cristo, pero se afirman diversas explicaciones; estas explicaciones manifiestan dos miradas absolutamente diversas. De modo que no son dos explicaciones, sino dos dogmas de Fe opuestos y en paralelo, el uno contra el otro.
No nos extraña esta redacción, siendo el primer firmante de la misma por parte de los católicos argentinos el “obispo” Maccarone, de tristísima memoria.
Mientras que para los católicos, ya que la declaración dice – por fidelidad a nuestras respectivas tradiciones – la explicación no es otra que la transustanciación, para los luteranos es en cambio el término de Lutero, la consustanciación.
5. ¿Cuál es la diferencia?
Transustanciación indica un cambio de substancia, y así lo expone la Secuencia de la Solemnidad de Corpus Christi:
Es dogma que se da a los cristianos, que el pan se convierte en carne, y el vino en sangre.
...Bajo diversas especies, que son accidente y no substancia, están ocultos los dones más preciados.
La substancia de pan se cambia en el cuerpo de N. S. Jesucristo, manteniéndose los accidentes de pan.
Quien redacta esta Secuencia es Santo Tomás de Aquino, quien afirma que substancia equivale al término griego hipóstasis. La base última de todo ser es la hipóstasis, de allí que si se cambia la hipóstasis, se cambia el ser. Esto es una transhipostación, donde Jesucristo pasa a ser la hipóstasis y asume la forma externa (accidentes para Santo Tomás) de pan o vino.
Por su parte la consustanciación luterana, puede compararse a la empanada criolla: Es pan, y dentro en vez del relleno de carne picada bien adobada, lleva la presencia de Cristo. Esta presencia no se produce por la consagración del sacerdote, pues los luteranos no los admiten, sino por la fe de los presentes, con lo cual dicha presencia tiene fecha de vencimiento; concluido el oficio, Cristo se retira de la empanada y se vuelve al Padre. Típico acto de subjetivismo moderno, la empanada tiene su relleno siempre vacío, pero mi fe me dice que está lleno.
Justamente para eliminar este error, la Iglesia Católica occidental dio forma a la adoración eucarística con su correspondiente bendición, cosa que los neomodernos del Novus Ordo del masón Bugnini no conocen, porque dejaron de hacerla.
6. Los teutones, ya no distinguen entre el Cuerpo de Cristo y la empanada luterana.
Y cuando os reunís no es para comer la cena del Señor. (1Cor. 11,20)
Por lo tanto, si se entrega la comunión al católico a la par del iconoclasta luterano, el católico come el cuerpo de Cristo, mientras el luterano saborea una sabrosa empanada.
7. Si la autoridad religiosa admite este hecho, es porque otorga empanadas tanto a luteranos como a católicos. De este modo, los teutones con sus billeteras llenas de dinero, nos dicen que ya no creen en la transustanciación, tal como se le criticó a Müller. Esto hace que afirmen que solo basta la Fe para comulgar, planteo de neto corte luterano.
Todo lleva a una sola conclusión, los teutones no consagran porque perdieron la Fe, simplemente dan a saborear unas vacías empanadas a sus fieles que les aportan dinero, y que estos no sean vagos, y aporten su buena fe, creyendo que están llenas de Jesucristo.
En tal caso, que otorguen empanadas tanto a católicos como a luteranos, puesto que ya no existen diferencias entre uno y otro; pero no vengan a decir que forman parte de la Iglesia Católica; ahora estos teutones, son buenos luteranos que aportan dinero para las arcas católicas.


1 Cfr. http://ierp.org.ar/eucaristia/; Punto 3. Redacción final: 11.VII.1995.

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