Los obispos teutones siguen
produciendo su presión bien planificada hacia la Iglesia Católica,
para que la eucaristía se otorgue a los iconoclastas luteranos.
Para arrojar un poco de Luz
sobre este tema, se hace indispensable analizar ciertos aspectos:
1. Los obispos teutones,
siempre hicieron lo que quisieron, y si alguien cree que aplican
el Vaticano II, a este ingenuo se le debe decir que el Vaticano II
nunca admitió las innovaciones personales, nacionales o regionales.
Motivo por el cual, este Concilio, ya admitido por personas de buen
criterio, es un fuerte dolor dolor de cabeza dentro de la Iglesia;
causa primordial por la cual el Santo Padre Pío militó siempre en
su contra.
2. Los obispos teutones,
siempre se pavonean con la billetera repleta de euros. Esta
es la causa de su peso dentro de la Iglesia Católica. Y la causa de
su riqueza nos la brinda el punto siguiente.
3. Para los teutones, es
luterano o católico quien aporta en el impuesto religioso a una fe o
a la otra, motivo por el cual
no se sabe bien si el católico es católico o si el luterano arrimó
a posiciones católicas. Si cinco siglos nos separan de la protesta
de Lutero por la venta de las indulgencias, mirando los latinos este
aporte de dinero religioso, nos preguntamos si alguna vez estos
teutones, tan organizados, aprendieron algo. Esto puede producir lo
que ha trascendido, que en algunos casos un católico que no aporta,
se le niegue en caso de enfermedad mortal, el sacramento de la
extrema unción.
4. ¿Qué es la
eucaristía para un luterano tradicional?
Nos dice la declaración
luterano-católica sobre la Eucaristía firmada en la Argentina:
Católicos y luteranos
aunque reconocemos la existencia de diversas explicaciones de esta
presencia de Cristo por parte de nuestras comunidades, afirmamos la
realidad de la presencia de Jesús muerto y resucitado en la
Eucaristía. Hacemos esta afirmación por fidelidad a nuestras
respectivas tradiciones que así lo mantienen, y convencidos de que
en la presencia eucarística se cumple de manera eficaz la promesa de
Jesús: “Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin de mundo
(Mateo 28,20). 1
Se reconoce la presencia
de Cristo, pero se afirman diversas explicaciones; estas
explicaciones manifiestan dos miradas absolutamente diversas. De modo
que no son dos explicaciones, sino dos dogmas de Fe opuestos y en
paralelo, el uno contra el otro.
No nos extraña esta
redacción, siendo el primer firmante de la misma por parte de los
católicos argentinos el “obispo” Maccarone, de tristísima
memoria.
Mientras que para los
católicos, ya que la declaración dice – por fidelidad a
nuestras respectivas tradiciones – la
explicación no es otra que la transustanciación,
para los luteranos es en cambio el término de Lutero, la
consustanciación.
5. ¿Cuál es la
diferencia?
Transustanciación indica un
cambio de substancia, y así lo expone la Secuencia de la Solemnidad
de Corpus Christi:
Es dogma que se da a los
cristianos, que el pan se convierte en carne, y el vino en sangre.
...Bajo diversas
especies, que son accidente y no substancia, están ocultos los dones
más preciados.
La substancia de pan se
cambia en el cuerpo de N. S. Jesucristo, manteniéndose los accidentes
de pan.
Quien redacta esta Secuencia
es Santo Tomás de Aquino, quien afirma que substancia equivale al
término griego hipóstasis. La base última de todo ser es la
hipóstasis, de allí que si se cambia la hipóstasis, se cambia el
ser. Esto es una transhipostación, donde Jesucristo pasa a ser la
hipóstasis y asume la forma externa (accidentes para Santo Tomás)
de pan o vino.
Por su parte la
consustanciación luterana, puede compararse a
la empanada criolla: Es pan, y dentro en vez del relleno de carne
picada bien adobada, lleva la presencia de Cristo. Esta presencia no se
produce por la consagración del sacerdote, pues los luteranos no los
admiten, sino por la fe de los presentes, con lo cual dicha presencia
tiene fecha de vencimiento; concluido el oficio, Cristo se retira de
la empanada y se vuelve al Padre. Típico acto de subjetivismo
moderno, la empanada tiene su relleno siempre vacío, pero mi fe me
dice que está lleno.
Justamente para eliminar
este error, la Iglesia Católica occidental dio forma a la adoración
eucarística con su correspondiente bendición, cosa que los
neomodernos del Novus Ordo del masón Bugnini no conocen, porque
dejaron de hacerla.
6. Los teutones, ya no
distinguen entre el Cuerpo de Cristo y la empanada luterana.
Y cuando os reunís no es
para comer la cena del Señor. (1Cor. 11,20)
Por lo tanto, si se entrega
la comunión al católico a la par del iconoclasta luterano, el
católico come el cuerpo de Cristo, mientras el luterano saborea una
sabrosa empanada.
7. Si la autoridad
religiosa admite este hecho, es porque otorga empanadas tanto a
luteranos como a católicos. De este modo, los teutones con sus
billeteras llenas de dinero, nos dicen que ya no creen en la
transustanciación, tal como se le criticó a Müller. Esto
hace que afirmen que solo basta la Fe para comulgar, planteo de neto
corte luterano.
Todo lleva a una sola
conclusión, los teutones no consagran porque perdieron la Fe,
simplemente dan a saborear unas vacías empanadas a sus fieles que
les aportan dinero, y que estos no sean vagos, y aporten su buena fe,
creyendo que están llenas de Jesucristo.
En tal caso, que otorguen
empanadas tanto a católicos como a luteranos, puesto que ya no
existen diferencias entre uno y otro; pero no vengan a decir que
forman parte de la Iglesia Católica; ahora estos teutones, son
buenos luteranos que aportan dinero para las arcas católicas.
1
Cfr. http://ierp.org.ar/eucaristia/;
Punto 3. Redacción final: 11.VII.1995.
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