Calesita

jueves, 26 de julio de 2018

Guareschi, el anti Bergoglio


El 22 de julio se cumplieron 50 años de la muerte de Giovanni Guareschi (Parma 1908 – Rávena 1968). Fue un periodista y escritor italiano. Su novela Don Camilo es la obra más conocida. Es el escritor italiano más traducido en el extranjero.
Las tesis de Guareschi en Don Camilo.
Su novela El pequeño mundo de Don Camilo, llevada al cine en 1952, con Don Camillo, retrata el 1946 del norte italiano y la división de esa penosa posguerra. Su acción en la novela es ágil y risueña donde sus antagonistas, el párroco Don Camilo y el intendente comunista Don Peppone se enfrentan en el texto. Esto no quita que el autor presente en su introducción, su pensamiento acerca de su personal visión histórica y lo hace con estas tesis:
1. La tesis anti Hegel: Que los hombres hacen la historia es la concepción básica en el pensamiento hegeliano que ha dado de comer y beber, tanto al nazismo como al comunismo. Hoy esta tesis da limosnas con sus residuos en este descalabrado siglo, a todo el pensamiento del iluso Bergoglio, dentro de su pequeño planteo dialéctico, con su peronismo desencajado del catolicismo y de toda realidad.
Guareschi afirma todo lo opuesto:
La historia no la hacen los hombres, sino que la soportan, como soportan la geografía. 1
Esta tesis hace que Guareschi sea hoy un anti Bergoglio.
Guareschi soportó la historia, como la tuvieron que soportar sus adversarios. Vivió en campos de concentración, luego lo encarcelaron los magnates de la Democracia Cristiana italiana con un juicio irregular, porque denunció que su presidente, De Gasperi, había solicitado en tiempos de guerra a sus aliados de la democracy, el bombardeo sobre su patria.
Guareschi soportó enrolarse como voluntario en la era de Mussolini para eludir la cárcel, soportó el asedio del Partido Comunista, como la frialdad de la Iglesia católica. Hoy sus películas son promocionadas por organizaciones católicas, pero mientras vivía el Vaticano miraba con ojo torvo su planteo. ¿Era acaso un romántico? Nada de eso. Era un monárquico, pero antes que esto, era un católico que amaba la sensatez.
Italia soportó su historia reciente, lejos de la Paz católica: guerrillas, bombardeos, fusilamientos de todo tipo, destrucción, hambre y miseria. Todo bien conocido por Guareschi.
También soportó su cruel geografía luchando contra ella, desde los albores de los benedictinos, quienes dieron el ejemplo de la forma en que se reconstruye un imperio caído en desgracia por sus invasiones, y salvando la distancia, son las mismas invasiones que hoy promueve el peronista Bergoglio.
2. El espacio está en función del tiempo. Segunda tesis anti Bergoglio: Significa que el tiempo no es superior al espacio. El tiempo es el esclavo de la geografía.
Y la historia, por lo demás, está en función de la geografía. 2
3. La Historia no es lineal sino cíclica. Tercera tesis anti Bergoglio:
Los hombres procuran corregir la geografía horadando montañas y desviando ríos, y obrando así se ilusionan de dar un curso diverso a la historia, pero no la modifican absolutamente, ya que un buen día todo irá patas arriba: las aguas engullirán los puentes, romperán los diques e inundarán las minas; se derrumbarán las casas y los palacios y las chozas, la hierba crecerá sobre las ruinas y todo retornará a ser tierra. Los sobrevivientes deberán luchar a golpes de piedra con las fieras y volverá a empezar la historia. 3
Desde Hegel hasta el jesuita de vanguardia Teilhard de Chardin, nos propusieron una Historia lineal y ascendente, que va de menor a mayor. Es la concepción masónica.  Es la infantil visión histórica que propuso Perón y ahora el peronista Bergoglio. La Historia en manos del hombre y de su fundamental estupidez termina en su propia destrucción.
4. Cuarta tesis anti Bergoglio: Dios termina con la Historia atada al progreso:
Y (los hombres) se afanarán para organizar las mismas estupideces de los lejanos antepasados, porque los hombres son criaturas desdichadas condenadas al progreso, el cual tiende irremediablemente a sustituir el viejo Padre Eterno por las novísimas fórmulas químicas. Y de este modo, al final, el viejo Padre Eterno se fastidia, mueve un décimo de milímetro la última falange del meñique de la mano izquierda, y todo el mundo salta por los aires. 4
Es lo que leemos en la primera parte del Génesis. El diluvio llega entre otras cosas, luego del progreso aportado por los descendientes de Caín (Cfr. Gén., 4,17-22).
El escenario
En su novela, El pequeño mundo de Don Camilo, el autor presenta un piccolo mondo, es decir, un microcosmos donde la geografía juega el papel de sus tesis, y en un momento determinado, 1946. Este microcosmos es el espejo donde se refleja el mundo moderno, y dentro de este piccolo mondo se mueven las estupideces humanas de siempre.
Guareschi elige como escenario una sociedad de tipo folk, huyendo de la ciudad abierta a la nueva invasión de la democracy. En estas sociedades, se mantienen las tradiciones, donde el comunismo impulsado por las urbes colonizadas ideológicamente, solo es una superestructura, la cual no llega a suplantar el fondo de la sociedad. Por ello vemos al intendente comunista bautizar a su hijo y confesarse.
Y el escenario de esta sociedad lo da la Tradición, donde su centro es una plaza, hija del ágora griego o del foro romano, a cuyos extremos se ubica la iglesia y la intendencia del poder político. Es la Tradición oriunda de la cultura cristiana, con sus dos cabezas, el Papa por un lado y el emperador por el otro. Es lo que vemos en la película, donde el hijo de Don Peppone diseña este escenario en un dibujo infantil y su padre orgulloso regala a Don Camilo en su despedida.
Los personajes
Los presenta el autor:
En estas historias habla a menudo el Cristo crucificado, pues los personajes principales son tres: el cura don Camilo, el comunista Peppone y el Cristo crucificado.
El párroco, es un hombre viril. Lejos está de los maricones con que a veces nos tropezamos, quienes nos hablan con voz aflautada, a los que los obispos cobijan, vaya uno a saber el motivo. Don Camilo, es el cura que todos añoramos.
Don Peppone, un mecánico que se hace cargo de la Intendencia, sin la preparación propia para el cargo. Es que los campesinos solo cursaban hasta el tercer grado elemental.
Que Jesucristo hable en la novela, es secuela del modernismo literario, al que nadie cuestiona. Guareschi adopta por momentos actitudes del surrealismo, como en el Capítulo IV, donde nos narra la mujer ideal. Esta espera a su admirador todos los días en el mismo lugar del camino, a pesar de los años que pasan. Esta mujer ideal no es la mujer ángel o demonio del romanticismo, sino tan solo un espectro.

Dentro de los personajes secundarios, hallamos a Gina y Mariolino donde el autor presenta su versión personal de Romeo y Julieta, quienes son símbolo de la infelicidad de una sociedad divida por egoísmos y clases sociales, en donde el amor no se detiene y es el que puede curar las heridas y los golpes que los hombres se afanan por darse entre sí, sin llegar a una paz estable.

No falta la vieja maestra del pueblo, que a todos enseñó. Ella simboliza con su muerte el adiós al viejo rinascimento italiano y quien pide ser inhumada con la bandera real. Es el mismo Guareschi que sobre su féretro pedirá la bandera de los reyes de Italia.

El obispo simboliza la visión que Guareschi tiene de la jerarquía clerical. Aquí se debe leer su sátira en los hechos. Jerarquía anciana y etérea, que no sabe donde pisa y hasta llega a ser aplaudida por el Partido Comunista. Jerarquía que se apoya en el poder político que le coloca las trampas para llevarla con éxito donde pretende.

La acción.
En el film, la acción es dinámica, donde desde un inicio parece que todo está por estallar en guerra. Es el juego que propone Guareschi entre sensatez e insensatez. Los dos personajes humanos del centro de la novela son sensatos, pero no santos, rodeado cada uno de un grupo de extremistas insensatos; de allí que caen en los frecuentes errores que las diversas situaciones les otorga. El narrador es en el film quien liga los episodios y da unidad a la narración.
Guareschi soportó la Historia, así como Jesucristo en la novela soporta pacientemente las insensateces humanas, y así como hoy esta Iglesia tiene que soportar al iluminado peronista Bergoglio que viene como un hombre fuera de época, para hacer historia, ante el lavado de manos de los “Pilatos” que lo colocaron en una silla papal, la cual ya estaba ocupada.
Concluyo con Guareschi:
Y bien, aquí conviene explicarse: si los curas se sienten ofendidos por causa de don Camilo, son muy dueños de romperme en la cabeza la vela más gorda; si los comunistas se sienten ofendidos por causa de Peppone, también son muy dueños de sacudirme con un palo en el lomo. Pero si algún otro se siente ofendido por causa de los discursos del Cristo, no hay nada que hacer, porque el que habla en mi historia no es Cristo, sino mi Cristo, esto es, la voz de mi conciencia.
...


1 Il piccolo mondo di Don Camillo. Introducción.
2 Ibídem.
3 Ibídem.
4 Ibídem.

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