Calesita

miércoles, 28 de febrero de 2018

Al corazón de Ratzinger. Al corazón del mundo.



Vivimos en época de profunda crisis, como el mismo término griego lo indica, crisis (κρίσις) es un juicio. Hoy todo está en tela de juicio, de allí los días de tinieblas que nos tocan vivir. Juicio sobre la Tradición, juicio sobre las modernas doctrinas, juicio sobre la pastoral, juicio moral, juicio sobre las acertadas o desacertadas decisiones de las personas.
No se puede transitar una época de cambio como la actual, sin estar aferrados a una sólida doctrina, y esta doctrina se ha intencionalmente oscurecido. La Iglesia, es la luna que ha adoptado el color de la sangre, pues la luz del sol no le llega con nitidez, existiendo un cuerpo que impide este pasaje lumínico. Este cuerpo es la doctrina del hombre.
Este proceso de enrojecimiento de la luna, no es un hongo que sale de la noche a la mañana, sino un proceso gradual de ocultación de la verdad, con épocas radiantes de blanca luna llena y épocas de enrojecimiento hasta llegar a las tinieblas actuales.
Todo nace del Vaticano II y llega al clímax de nuestros días. Quienes vivimos este proceso hemos comprobado los altos y los bajos de cada década hasta llegar al oscuro túnel en el que estamos insertos.
Enrico Maria Radaelli es profesor y docente de Filosofía de la estética. Además, ...
Radaelli es alumno e intérprete de Romano Amerio, el autor del libro “Iota Unum. Estudio de las variaciones de la Iglesia Católica en el siglo XX”, en el cual se sostenía la presencia del “modernismo teológico” en la constitución conciliar Gaudium et spes y en otros textos del Vaticano II. 1
En estos días, Radaelli presenta un nuevo estudio: Al cuore di Ratzinger. Al cuore del mondo 2, cuyo índice puede leerse en italiano desde Aurea Domus.
Dice de este ensayo La Stampa:
El volumen se propone “convencer al antiguo profesor, después Papa, ahora de nuevo cardenal 3, a repudiar públicamente, lo antes posible y completamente” todos los conceptos “impropios” de su “Introducción al cristianismo” que “infectan las páginas, antes de que, para él se entiende, sea demasiado tarde”. Y quiere “demostrar al mayor número de lectores posible, ser falsas y engañosas una por una y todas juntas las doctrinas enseñadas, en modo de contribuir para que la Iglesia vuelva a la solidez de la fe de siempre”. 4
Es importante en este nivel, tomar las cosas como son. Por supuesto, los ciegos de siempre, acusan el ensayo como crítico y dicen:
Criticaban a Francisco y ahora, además, a Benedicto XVI. (Vida Nueva)
De las acusaciones a Francisco a aquellas contra Ratzinger (La Stampa)
Son los bergoglianos de siempre. Radaelli no hace una crítica, sino un análisis y del mismo se desprenden acusaciones. Por supuesto que La Stampa no analiza el ensayo, y mucho menos los modernistas de Vida Nueva, como si existiera una vida caduca y otra novedosa. Ni siquiera leyeron el libro, solo se basan en los comentarios del bergogliano Tornielli.
Al escribir, no analizan la obra que critican; pues es mejor mantener la gente informada en la ignorancia, y si es posible, bien lejos de la Verdad; ignorancia a la que ellos, como buenos hipócritas, siempre han criticado. Como hacen los inútiles en la calle, todos son epítetos desacreditadores, como afirmar que Radaelli es ultraconservador. Lo mismo puedo hacer yo, y decir sin análisis de ninguna especie, que Vida Nueva es ultraneomoderna y ultrasecularista rayando en la herejía, y ¿qué ganamos con esto?
Recuerdo a quienes me siguen desde 2012, que he sido un crítico de Benedicto XVI, a quien respeté y obedecí como Papa, pero hallaba en sus escritos incoherencias llamativas, cosa que a los papólatras no les gustó.
Es difícil adoptar en esta época una posición comprensiva, y es lo que deseo hacer.
Ratzinger fue un neomodernista, ya elogiado por Juan XXIII. Con el andar de los años, le sucedió lo que a muchos, se dio cuenta de los errores de juventud y buscó desandar en silencio su pasado, aunque tal vez no lo logró del todo. Su vuelta a la Liturgia tridentina, es tal vez su mejor regreso, motivo por el cual se granjeó la simpatía y el odio de muchos.
Con Juan Pablo II se destacó en la defensa de la Verdad, pero la base ya estaba minada, y ya siendo Benedicto XVI lanzó su absurda renuncia que nos condujo a este túnel de tinieblas. Ni Benedicto XVI, ni Bergoglio pueden salir de esto con las manos limpias.
Rahner y Ratzinger durante la "primavera ingenua"
Radaelli analiza a Ratzinger en sus primero años, aquellos donde se mostraba junto a Rahner con saco y corbata. Eran los años donde la teología católica había sido tomada al abordaje por los "teólogos" protestantes.
Veamos como ejemplo, tomado de Aurea Domus 5, tan solo algunas afirmaciones de Ratzinger, allá por 1968:
... el creyente puede vivir su fe únicamente y siempre flotando sobre el océano de la nada, de la tentación y la duda, encontrándose asignado al mar de la incertidumbre como el único lugar posible de su fe, ... 6
Es la estructura fundamental del destino humano el poder encontrar la dimensión definitiva de la existencia únicamente en esta interminable rivalidad entre la duda y la fe, entre la tentación y la certeza. 7
El creyente siempre experimentará la oscura tiniebla en la cual lo envuelve la contradicción de la incredulidad, encadenándolo como en una prisión tenebrosa de la cual es imposible escapar, … 8
Luego de leer estas afirmaciones, si no se me dijeran que las escribió Ratzinger, las atribuiría a alguno que continúa el pensamiento del protestante Bultman.
Así eran esos dichosos años de primavera ingenua, donde nadie, ni Ratzinger incluido, podía vislumbrar hacia donde nos llevaría este camino.
Si esta premisa de la metódica duda modernista no es corregida, se puede llegar a decir, lo que Benedicto XVI afirmó, que Dios...
...queda como la hipótesis mejor, a pesar de que sea una hipótesis... 9
Como muy bien se analiza en La nota al margen del ensayo 10, esto atañe a la Fe.
Ahora bien, la Fe no es una hipótesis, sino una hipóstasis, y quien lo afirma es la Carta a los Hebreos (11,1). Desde este ángulo, el autor observa que existe en Ratzinger una grieta entre la escritura y el pensamiento del hombre o como se lo llama en el análisis, “la carne”.
La conclusión es obvia, decir que la fe es una hipótesis, es un grave error que lleva a la herejía.
De este modo, continúa el análisis de Radaelli, al que dejé los link para quienes desea profundizar el tema.
La trinidad de la Luna Roja
Es indudable que la génesis de este túnel de tinieblas, posee tres personajes bien diferenciados, pero que se complementan maravillosamente. Es la trinidad de la luna roja.
El primer personaje es Martini, quien como el Padre actuó en las sombras de la Mafia de San Galo. Martini, un gran opositor al papado de Juan Pablo II, supo generar a su “hijo” Ratzinger, a quien dio en el cónclave todos los votos de los partidarios de “la mafia de San Galo” para alcanzar el papado, condicionándolo para una futura renuncia.
Benedicto XVI, hijo de facto de Martini, fue la doctrina, con aciertos e incoherencias, y en nuestro ejemplo, que tomamos de La nota al margen del ensayo, hasta con errores heréticos. De esta manera, con su bizantina renuncia dividió al papado: uno sería la materia pasiva e indeterminante (el Papa emérito) y el otro sería la forma activa (el Papa en ejercicio).
De este razonamiento utópico, procederá la tercera persona papal, el hombre irracional, el espíritu misericordioso que solo verá la acción, la pastoral, la casuística y sobretodo la política. Es Bergoglio, quien jamás se arrodilla delante del Santísimo expuesto, pues solo lo hace ante los pastores pentecostales.


1 http://www.lastampa.it/2018/01/02/vaticaninsider/es/vaticano/de-las-acusaciones-a-francisco-a-aquellas-contra-ratzinger-Ny4U1JdKTqT7t0iTi72S5J/pagina.html
2 Al corazón de Ratzinger. Al corazón del mundo.
3 Obsérvese lo que hace Vatican Inside. Elude el papado emérito de Benedicto XVI y lo trata de cardenal. Esto es manipulación pura, no solo para desinformar y sino para que no se lo tilde a Bergoglio de antipapa. Ratzinger es Papa emérito, no cardenal.
4 http://www.lastampa.it/2018/01/02/vaticaninsider/es/vaticano/de-las-acusaciones-a-francisco-a-aquellas-contra-ratzinger-Ny4U1JdKTqT7t0iTi72S5J/pagina.html
5 http://enricomariaradaelli.it/emr/aureadomus/convivium/convivium_gesu_dice_bianco_ratzinger.html
6 Introducción al cristianismo, pág. 37.
7 Introducción al cristianismo, pág. 39.
8 Introducción al cristianismo, pág. 73.
9 (Joseph Ratzinger, L’Europa di Benedetto nella crisi delle culture, Cantagalli, Siena 2005, p. 123).
10http://enricomariaradaelli.it/emr/aureadomus/convivium/convivium_gesu_dice_bianco_ratzinger.html

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