El
cisma chino puso al desnudo la traidora y torpe táctica de la
Revolución Vaticana.
EL
MANUAL DE LAS ACCIONES. – La acción de reconocer a los obispos
colaboracionistas del partido comunista chino, hasta ahora excomulgados, y
confundir a los obispos fieles, es un manual que trae una serie
de enseñanzas.
TUFO
BERGOGLIANO. – A cargo de la maniobra encontramos al Secretario
de Estado de esta desastrosa revolución: Pietro Parolin, personaje
que ya se está midiendo la sotana blanca, dada su alta aspiración
al papado. Parolin como Müller y como O'Malley no dan un centavo por
el papado de Bergoglio, al cual consideran como estancado y
contraproducente. Todos piden internamente un cambio de aire fresco.
BENEDICTO
XVI, ¿AL BORDE DE LA MUERTE? – Mientras este tufo se respira,
ya los medios han comenzado a preparar la muerte de Benedicto XVI. Es
indudable que la desean con premura, pues su figura es una señal
roja contra esta Revolución. ¿La desean o la producirán? ¿Acaso
temen que se alce para liderar la resistencia? Esta Revolución
Vaticana da para cualquier cosa.
LAS
TORPEZAS DE BERGOGLIO. – Las acciones de la política china no
podían caer en las manos de Bergoglio, quien cotidianamente, da
muestras de torpezas políticas en todas las líneas. El ejemplo
clásico de su incapacidad lo revela el hecho que en su viaje reciente no pisó suelo
argentino, habiendo tenido en su mano la posibilidad de hacerlo. Ni
siquiera cruzó por un minuto la frontera chilena.
ACCIONES QUE MUESTRAN OTRA DOCTRINA. – Las acciones son procesiones de la
doctrina, y cuando la doctrina cambia, las acciones giran
vertiginosamente en otra dirección, como en el caso chino. El cardenal
José Zen Zekiun, obispo emérito de Hong Kong lo dijo en forma
suave: Parolin es hombre de “poca fe”. Yo diría que es hombre de
otra fe, y este episodio lo demuestra en todas las líneas.
Por
ello nos preguntamos: ¿A qué Fe pretenden llevarnos? La misma
existe, pero no se dice, o se hace como Bergoglio, quien manda
decirla a terceros, como su torpe afirmación, que Jesucristo es un
extraterrestre...
TÁCTICA
AL DESNUDO. – La táctica empleada por el modernista Parolin en el conflicto chino, consistió en pactar con el régimen político vendiendo a los
obispos fieles, y exigiéndoles someterse a los colaboracionistas que
estaban excomulgados. De este modo se "empuja" a los católicos fieles
de Roma fuera de la Iglesia. Como estos harán resistencia,
pues con justo motivo se sienten traicionados, serán próximamente
excomulgados para ser tildados de “cismáticos”.
BREVE
RESEÑA DE ESTA TÁCTICA. – Pero yo esta película ya la vi.
Esto ya lo presencié en otros acontecimientos.
¿Se
acuerdan de Monseñor Lefebvre? Hombre fiel a la Iglesia y a sus
tradiciones, ¿no lo empujaron hacia afuera de la Iglesia, para
después tildarlo de cismático? No me imagino cómo se puede ser
cismático, cuando la bandera vaticana flamea al lado del altar y
cuando se reza por el Sumo Pontífice en curso todos los días. ¿Quién es el
cismático? ¿Quien empuja hacia el cisma, o el arrojado al cisma?
En
China sucede lo mismo: Incluir al opositor para excluir a los fieles, y de este modo el cismático empuja al fiel fuera de la frontera.
La táctica no puede ser más clara y más vieja.
El mismo proceder lo vimos con los Franciscanos de la Inmaculada. La
diferencia en este caso consiste, en que los franciscanos no optaron
por la resistencia, cosa que tenían todo el derecho de hacer.
EL CANDIDATO
DEL MUNDO. – Mientras tanto, Parolin ya se prueba la sotana
blanca. Es que un papable por la modernidad abierta y entregada al
mundo no puede faltar.
LA
FRONTERA. – En todo ataque de esta desastrosa Revolución
Vaticana, existe una línea que marca el próximo elegido para ser
empujado al cisma, como la Familia Christi. La línea, frontera o frente de batalla, como se
lo desee pensar, está dada por la Liturgia Tridentina. Que esta
liturgia es una moda, solo se lo cree el inútil Bergoglio, el resto
ve con preocupación su avance silencioso, y se les hace
indispensable empujar, como a los sacerdotes de Lefebvre, a todos
quienes sigan la Liturgia Tridentina hacia el cisma, pues de lo
contrario, los cismáticos serán ellos.
A
TODO O NADA. – El hecho que los revolucionarios se muestren
ahora tan burdos en sus acciones y revelen a cara descubierta sus
planes, tal como lo hace el teutón Marx bendiciendo a los
homosexuales, solo indica que esta Revolución se juega ya al todo o
nada.
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