Calesita

jueves, 8 de febrero de 2018

Táctica revolucionaria al desnudo


El cisma chino puso al desnudo la traidora y torpe táctica de la Revolución Vaticana.
EL MANUAL DE LAS ACCIONES. – La acción de reconocer a los obispos colaboracionistas del partido comunista chino, hasta ahora excomulgados, y confundir a los obispos fieles, es un manual que trae una serie de enseñanzas.
TUFO BERGOGLIANO. – A cargo de la maniobra encontramos al Secretario de Estado de esta desastrosa revolución: Pietro Parolin, personaje que ya se está midiendo la sotana blanca, dada su alta aspiración al papado. Parolin como Müller y como O'Malley no dan un centavo por el papado de Bergoglio, al cual consideran como estancado y contraproducente. Todos piden internamente un cambio de aire fresco.
BENEDICTO XVI, ¿AL BORDE DE LA MUERTE? – Mientras este tufo se respira, ya los medios han comenzado a preparar la muerte de Benedicto XVI. Es indudable que la desean con premura, pues su figura es una señal roja contra esta Revolución. ¿La desean o la producirán? ¿Acaso temen que se alce para liderar la resistencia? Esta Revolución Vaticana da para cualquier cosa.
LAS TORPEZAS DE BERGOGLIO. – Las acciones de la política china no podían caer en las manos de Bergoglio, quien cotidianamente, da muestras de torpezas políticas en todas las líneas. El ejemplo clásico de su incapacidad lo revela el hecho que en su viaje reciente no pisó suelo argentino, habiendo tenido en su mano la posibilidad de hacerlo. Ni siquiera cruzó por un minuto la frontera chilena.
ACCIONES QUE MUESTRAN OTRA DOCTRINA. – Las acciones son procesiones de la doctrina, y cuando la doctrina cambia, las acciones giran vertiginosamente en otra dirección, como en el caso chino. El cardenal José Zen Zekiun, obispo emérito de Hong Kong lo dijo en forma suave: Parolin es hombre de “poca fe”. Yo diría que es hombre de otra fe, y este episodio lo demuestra en todas las líneas.
Por ello nos preguntamos: ¿A qué Fe pretenden llevarnos? La misma existe, pero no se dice, o se hace como Bergoglio, quien manda decirla a terceros, como su torpe afirmación, que Jesucristo es un extraterrestre...
TÁCTICA AL DESNUDO. – La táctica empleada por el modernista Parolin en el conflicto chino, consistió en pactar con el régimen político vendiendo a los obispos fieles, y exigiéndoles someterse a los colaboracionistas que estaban excomulgados. De este modo se "empuja" a los católicos fieles de Roma fuera de la Iglesia. Como estos harán resistencia, pues con justo motivo se sienten traicionados, serán próximamente excomulgados para ser tildados de “cismáticos”. 
BREVE RESEÑA DE ESTA TÁCTICA. – Pero yo esta película ya la vi. Esto ya lo presencié en otros acontecimientos.
¿Se acuerdan de Monseñor Lefebvre? Hombre fiel a la Iglesia y a sus tradiciones, ¿no lo empujaron hacia afuera de la Iglesia, para después tildarlo de cismático? No me imagino cómo se puede ser cismático, cuando la bandera vaticana flamea al lado del altar y cuando se reza por el Sumo Pontífice en curso todos los días. ¿Quién es el cismático? ¿Quien empuja hacia el cisma, o el arrojado al cisma?
En China sucede lo mismo: Incluir al opositor para excluir a los fieles, y de este modo el cismático empuja al fiel fuera de la frontera. La táctica no puede ser más clara y más vieja.
El mismo proceder lo vimos con los Franciscanos de la Inmaculada. La diferencia en este caso consiste, en que los franciscanos no optaron por la resistencia, cosa que tenían todo el derecho de hacer.
EL CANDIDATO DEL MUNDO. – Mientras tanto, Parolin ya se prueba la sotana blanca. Es que un papable por la modernidad abierta y entregada al mundo no puede faltar.
LA FRONTERA. – En todo ataque de esta desastrosa Revolución Vaticana, existe una línea que marca el próximo elegido para ser empujado al cisma, como la Familia Christi. La línea, frontera o frente de batalla, como se lo desee pensar, está dada por la Liturgia Tridentina. Que esta liturgia es una moda, solo se lo cree el inútil Bergoglio, el resto ve con preocupación su avance silencioso, y se les hace indispensable empujar, como a los sacerdotes de Lefebvre, a todos quienes sigan la Liturgia Tridentina hacia el cisma, pues de lo contrario, los cismáticos serán ellos.
A TODO O NADA. – El hecho que los revolucionarios se muestren ahora tan burdos en sus acciones y revelen a cara descubierta sus planes, tal como lo hace el teutón Marx bendiciendo a los homosexuales, solo indica que esta Revolución se juega ya al todo o nada.



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