Calesita

jueves, 10 de octubre de 2019

Nuevo diálogo con Chirolita


Lo que hemos dado a entender en nuentras entradas anteriores, se cumplió plenamente: Bergoglio es arriano.
Ayer Chasman, decía que no existía el infierno, hoy dice por boca de Chirolita, quien escribe en su diario La Repubblica:
Los que tuvieron la fortuna, como la tuve yo varias veces, de encontrarse con él [Bergoglio] y hablarle con la máxima confianza cultural, saben que el papa Francisco concibe a Cristo como Jesús de Nazareth, como hombre, no como Dios encarnado. Una vez que se encarnó, Jesús deja de ser Dios y se convierte en hombre hasta su muerte en la cruz...
...Son la prueba definitiva que Jesús de Nazareth, una vez que se convirtió en hombre, incluso si fue un hombre con virtudes excepcionales, no fue Dios en absoluto. 1

La herejía de Arrio, según lo relata nuestro Chirolita, ha dado un nuevo giro de tuerca.
El arrianismo fue un proceso que culmina en el hereje Arrio (256-336). Básicamente se negaba la divinidad de Jesucristo, tal como lo confiesa el Chirolita de Bergoglio.
Esta herejía fue condenada por el Concilio de Nicea (325) donde se formula el Credo de Nicea.
El proceso continuó, y es el historiador Hilaire Belloc quien lo relata de este modo:
El adversario derrotado aprende de su primer revés las características de la cosa que ha atacado; descubre sus puntos débiles; aprende la forma de confundir a su oponente y percibe los compromisos hacia los cuales el adversario puede ser conducido. Por consiguiente, después de esta prueba, el derrotado está mejor preparado que antes de la primera batalla. Eso fue lo que sucedió con el arrianismo. 2
Y podríamos agregar nosotros, esto fue lo que sucedió con el modernismo.
Estaban dispuestos a admitir que Cristo había sido de la esencia divina, pero no plenamente Dios; no increado. 3
Y siguiendo la nota de su traductor...
...Fue la famosa “guerra por una letra”. La letra i (ι). Los seguidores de Arrio utilizaron la palabra “homoiusius” (ὁμοιούσιος) para indicar que Cristo había sido “semejante” a Dios mientras que la ortodoxia empleaba el término “homousius” (ὁμοούσιος) para indicar “de la misma naturaleza” que Dios. Siendo “usia” (ουσία) un concepto que significa “sustancia”, los herejes afirmaban que Cristo había sido de una sustancia semejante pero no de la misma sustancia que Dios. 4
Hoy Chirolita expresa la teología de Chasman, en este nuevo espectáculo al que Bergoglio nos somete, donde en un acto vemos las plumas de aborígenes paleolíticos, vestidos a la occidental adorando al dios tierra, y en el nuevo acto, sale con su muñeco Scalfari, para desarrollar su teología. ¿Cuál es la novedad?
Una vez que se encarnó, Jesús deja de ser Dios y se convierte en hombre.
¿Cómo se entiende esto? Solo encuentro dos respuestas, y no le pidamos al muñeco Chirolita que razone.
1. Dios evoluciona de la divinidad hacia la humanidad. Lo cual es propio del gnosticismo, o del panteísmo bergogliano y jasídico; pues ahora estamos evolucionando, de la humanidad, hacia la divinidad, tal como lo relata la filosofía de Plotino. Esta “chirolitada”, es propia del idealismo de Tubinga, con Kasper a la cabeza y del judaísmo jasídico. Todos amigos de Bergoglio.
2. Dios solamente envía al Jesús de Nazareth, que cual otro Buda o Mahoma habla con los hombres. Este pensamiento estaría en consonancia con el sincretismo puesto en práctica por el descabellado porteño, al que todavía llaman Papa.
Por supuesto, la prensa vaticana, como hizo en otra ocasión, desmiente a Chirolita, tal vez fue otro el ventrílocuo, lo importante es conservar el poder papal.
Con este nuevo diálogo, se cierra por completo el pensamiento del hereje Bergoglio donde Chirolita nos explica muchas cosas. Una es la causa por la que no se arrodilla ante la Eucaristía, y lo creo. También se explican ciertas actitudes y medios dichos de sus discursos. Recordemos que alertamos sobre su propio credo en esta entrada y dijimos que dudaba de la Trinidad.
También se explica que en el Novus Ordo, montado por el masón Bugnini, no se recite el Credo de Nicea.
Adelante siempre, y como dice él ¡cuántas sorpresas da el Espíritu Santo!
¿Pero dónde está la sorpresa, Chasman, si esta ideología arriana tiene más años que Matusalén?

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2 Hilaire Belloc, Las Grandes Herejías. Cap. III. Traducción de Denes Martos Tomado de ‘Lux Domini’ de Jesús Hernández Roldán.
3 Ibídem.
4 Ibídem.

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