En la entrada anterior el “erudito” Harnack efectuaba una Kritic sobre su propio luteranismo. Algo normal tratándose de la hermosa Torre de Babel que constituye el protestantismo. Ahora para no perder la costumbre, nos encontramos en la misma Torre con otro novedoso lenguaje.
Afirmaba Harnack que «cien veces lo aseveró Lutero, añadiendo que la eficacia está por entero en la Palabra.» La eficacia era la Palabra, pues ella era la Revelación de Dios a los hombres. Parece ser ahora, que esto no es tan así. Mas bien es un poco distinto.
Entremos en la visión de Wolfhart Pannenberg donde la “Palabra” parece ser relativa, pues la autorrevelación divina (Selbstoffenbarung), tiene lugar en la Historia (Geschichte).
Si para Lutero lo que valía era el texto escrito, como única fuente de Revelación; para el romanticismo puro, era el encuentro interior, desarrollado por el pietismo.
Si para “Fabricantedevelos”―Schleiermacher para los doctos―, lo que valía era la Intuición y el Sentimiento; para Rudolf Otto lo que valía era la Experiencia.
¿Se agotó con esto la Reforma? En absoluto, ahora aparece en escena, la “Geschichte”. Los luteranos son muy creativos y nunca dejan de sorprender, dado que el motor de la Kritic nunca se detiene.
El luterano Wolfhart Pannenberg (1928-2014), fue alumno de Karl Barth. Enseñó como profesor de Teología protestante en Maguncia y Múnich.
¡Atención católicos que han recibido el “fuego del espíritu” del Vaticano II! Pannenberg fundó un Instituto de Teología Fundamental y Ecumenismo, para promover el diálogo con la teología católica romana.
Para dar aquí una somera visión de sus conceptos básicos, debemos afirmar que Dios se autorrevela. Esta Selbstoffenbarung no se da en individuos, con eventos reveladores individuales (Offenbarungsereignisse), sino por acción divina (Gotteshandeln), y esta en su conjunto, dentro de la Historia (Geschichte).
Esta es la tesis primordial de Pannenberg, ahora veamos sus aplicaciones y consecuencias.
1- Para Pannenberg la resurrección de Cristo es Geschichte, pues dejó su tumba vacía. Es una Selbstoffenbarung (autorrevelación). Pero la concepción virginal de María es una Offenbarungsereignisse, como la tuvieron los niños en Fátima. Pero acontece que la Selbstoffenbarung solo se da en la Geschichte, por lo tanto dicha Concepción Virginal de María, es leyenda. Lo mismo dígase del bautismo de Jesucristo.
Considerar la concepción de María como legendaria, está de moda en la Deutchland, tanto que hasta Ratzinger la sostuvo antes de ser Papa.
Quien narra los dos sucesos, concepción y resurrección es Lucas, el médico. Es el único de los evangelistas que conoce la cultura griega de ese entonces y escribe como en su tiempo. Si la narración de la concepción virginal de María es legendaria, lo es también la tumba vacía. Para Lucas no existe la Offenbarungsereignisse contrapuesta a la Gotteshandeln dentro de la Geschichte.
Más aún, los sucesos posteriores a la resurrección narrados en su segundo libro, pueden ser todos legendarios, pasando a ser San Lucas, el “bonus Homerus” cristiano.
O tal vez, son todos históricos, pues escribe San Lucas:
Dado que ya muchos han puesto mano en componer una narración acerca de las cosas, entre nosotros plenamente confirmadas... (Luc 1,1)
Lucas habla de narrar “acerca de” (περι) hechos (πραγμάτων). No sé si a Pannenberg le dice algo el pragmatismo, pues el Evangelio usa el sustantivo pragmáton. El pragma (πραγμα), nada tiene que ver con mover la lengua. Estos “pragma” son πεπληροφορημένων, o sea que atestigua que son “completamente seguros” entre nosotros (ἐν ἡμῖν). ¿Dónde se ubica la Offenbarungsereignisse en esta introducción? Un hermoso cable suelto del que Pannenberg parece que no se percató.
Según estos tiempos de inicios del siglo XX se está dentro del luteranismo ante una superación del arrianismo modernista, la cual es muy incompleta. Si Cristo es la Hipóstasis del Hijo con dos naturalezas, ¿dónde figura esta unidad en la Geschichte? Todo nos lleva a que la concepción virginal de María no es leyenda, sino “pragma” (πραγμα) completamente seguro (πεπληροφορημένος). Caso contrario, pasaría el médico Lucas por mentiroso o émulo de un Hesíodo en prosa.
Negar la concepción virginal de María es volver de algún modo, al arrianismo modernista.
2- La segunda consecuencia de la tesis central de Pannenberg, es ignorar olímpicamente, la Carta a los Hebreos donde dice:
Muchas veces (Πολυμερῶς) y de muchas maneras (πολυτρόπως) habló (λαλήσας) Dios en otro tiempo a nuestros padres por los profetas
Por lo tanto, no se puede reducir la Selbstoffenbarung, a una sola cosa, como es el caso de la Geschichte, más aún cuando se afirma que no habló con la Gotteshandeln sino con palabras (λαλήσας).
***
Thomas Jay Oord quien es teólogo protestante, filósofo y estudioso multidisciplinario y profesor de la Universidad Nazarena del Noroeste en Nampa, Idaho, entrevista a Pannenberg antes de su muerte 1. He aquí una parte de la misma:
Al entrar en las últimas etapas de su carrera, probablemente haya reflexionado sobre sus contribuciones como académico. ¿Qué experiencias de su infancia o juventud considera ahora especialmente influyentes en la formación de estas contribuciones?
Como sabrán, no crecí en una familia cristiana. Aunque me bautizaron de niño, no recibí una educación cristiana.
Pero en 1945, tuve una experiencia visionaria al atardecer. La luz me inundó por completo, y no sé dónde estaba ni cuánto duró. Puede que durara una eternidad. Después, me sentí humilde y simplemente desconcertado. 2
Pensé que tenía que aceptar ese acontecimiento y lo que realmente significó para mí. Ocurrió el 6 de enero de 1945. En aquel entonces, desconocía que el 6 de enero era la festividad de la glorificación de la Epifanía de Cristo. Más tarde, consideré significativo que fuera ese día en particular. Sentí, por así decirlo, un despertar metafísico. Pero aún desconocía el propósito de este despertar.
Había leído a Nietzsche y Kant antes de los dieciséis años, incluso antes de haber leído la primera línea de la Biblia. Con mi lectura de Nietzsche, creía estar perfectamente informado sobre lo que debía pensar del cristianismo. Pero conocí a algunas personas que no encajaban en ese espectro de culpa o de repetición obsesiva. Conocí a algunos cristianos que parecían ser personas alegres y joviales, y me desconcertaba cómo podía ser posible. Esto contribuyó a mi decisión de investigar el cristianismo estudiando teología.
Así que comencé a estudiar teología en 1945. Me atraía cada vez más el contenido del mensaje cristiano y la profundidad de la doctrina cristiana. Pronto llegué a la conclusión de que lo que me ocurrió el 6 de enero de 1945 fue realmente la luz de Cristo.
Se ha hablado mucho de la influencia de Karl Barth y Gerhard von Rad en su teología. ¿En qué áreas de su pensamiento cree que han tenido mayor influencia?
Karl Barth fue una figura destacada en teología justo después de la guerra. En mis primeros años de estudiante, leí todos los volúmenes de su Dogmática Eclesiástica. En 1950, fui a Basilea a asistir a sus conferencias. Recibí muy buenas recomendaciones de un antiguo alumno de Barth, así que Karl Barth me recibió personalmente y me invitó a su casa. Me impresionaron su persona y sus enseñanzas.
Pero, durante el segundo semestre que pasé en Basilea, había un pequeño grupo que se reunía en casa de Barth para debatir algunas de sus ideas. Comentamos una de sus obras más breves, titulada «La comunidad de los cristianos y el Estado» . Allí desarrolló un razonamiento analógico, incluyendo algunas conclusiones para la política derivadas de la cristología.
Una de estas conclusiones fue que no debería haber diplomacia secreta como consecuencia de nuestra creencia en que Cristo está vivo. No me pareció particularmente convincente. Pensé que, tal vez, el mundo de la política se beneficiaría de más diplomacia secreta. Así que critiqué a Karl Barth. A Karl Barth simplemente no le gustaban las críticas. Y, así, mi relación con Karl Barth se enfrió considerablemente.
Pero siempre me impresionó su énfasis en que Dios debe ser lo primero en la teología, y que lo mismo debería decirse de Jesucristo. Dios, tal como se reveló en Jesucristo, es lo primero y no debe ser reemplazado por nada más. Así que, en este sentido, sigo influenciado por Karl Barth.
Ahora, en cuanto a von Rad, una de las debilidades de Karl Barth fue su falta de una verdadera apreciación de la exégesis bíblica, especialmente de la crítica. Claro que usaba bastante las Escrituras, pero tenía una forma muy personal de interpretar la Biblia. Al involucrarme en la exégesis histórica crítica de los escritos bíblicos, descubrí que esto no era viable. La teología debe basarse en las Escrituras, por supuesto, pero debe basarse en una lectura de las Escrituras mediante la interpretación histórica. Después de todo, las Escrituras son documentos históricos, a pesar de ser la palabra de Dios. Incluso eso debe determinarse según su contenido como documentos históricos.
Me impresionó mucho el enfoque de Gerhard von Rad, ya que interpreta las Escrituras no solo como historiador, sino también como teólogo. Pudo hablar de las historias del Antiguo Testamento como si se tratara de la vida real, mucho más real que la vida secular que experimentamos de otras maneras. El Antiguo Testamento se ha convertido en una experiencia real para mí gracias a las enseñanzas de Gerhard von Rad. Su tesis, que Dios actúa con Israel y con toda la humanidad en la historia, y que la historia se constituye por las acciones de Dios, me ha influenciado más que cualquier otra cosa que haya aprendido como estudiante.
Muchos académicos quedaron impresionados por sus primeros argumentos sobre la resurrección histórica de Jesús. ¿Cómo han cambiado sus opiniones sobre este tema a lo largo de los años?
En realidad, no había ninguna razón para cambiar de opinión. No he visto explicaciones alternativas sobre la tradición cristiana de la Pascua que sean menos plausibles que los propios relatos bíblicos.
Solía decirles a mis alumnos que deben estudiar los textos bíblicos críticamente, como se estudian otros documentos históricos. Pero, por favor, también sean críticos con los críticos. Hay muchos estudiantes que se aprovechan de la autoridad de su profesor, especialmente cuando son tan audaces y críticos con respecto a los textos bíblicos. Por eso, prefiero ser crítico con los críticos. A veces, las reconstrucciones alternativas son casi ridículas.
Nunca entendí cómo, en Jerusalén, el lugar de la crucifixión de Jesús, pudo establecerse una congregación cristiana pocas semanas después de ese evento, proclamando su resurrección, sin tener la certeza absoluta de que la tumba estaba vacía. Por supuesto, los críticos tienen diferentes explicaciones al respecto. Pero, en cuanto a que la tumba de Jesús estuviera vacía, la proclamación cristiana no pudo persistir ni un solo día en Jerusalén. A menudo me pregunto por qué hay tantos eruditos cuya imaginación no les sugiere que esto sería posible.
Al principio de su carrera, usted insistió en la importancia de estudiar teología en el contexto de la historia de las religiones. ¿Cómo concilia la revelación universal de Dios en Cristo con un mundo en el que la India, después de 2000 años, sigue siendo mayoritariamente hindú y probablemente seguirá siéndolo durante algún tiempo?
Bueno, la afirmación cristiana de la relación entre Dios y Jesucristo se constituye por la anticipación del desenlace final de toda la historia. Esta es la anticipación de lo que los teólogos llaman "escatología", es decir, el futuro último, cuando el reino de Dios se realizará definitivamente, Cristo regresará y todos los muertos resucitarán. Esto se anticipó en la resurrección de Cristo, según la proclamación cristiana primitiva. Tenemos derecho a la revelación universal, pero esta afirmación solo se verá finalmente reivindicada en el futuro. Hasta que eso suceda, hay lugar para diferentes opiniones, y algunos piensan lo contrario.
Algunos teólogos contemporáneos, bajo la etiqueta de "teólogos narrativos", enfatizan a la iglesia como la fuente y el público principal de las historias de la teología, minimizando así su lugar en la actividad pública. ¿Qué papel debería desempeñar la teología pública hoy?
Permítanme primero comentar sobre el concepto de «teología narrativa». Las historias bíblicas son narrativas. Pero existen muchos tipos de narración, y algunas de ellas hacen afirmaciones históricas. Hablar de narrativas sin mencionarlas significa obviar estas afirmaciones históricas. A algunos teólogos les resulta incómodo plantear estas cuestiones de verdad relacionadas con el mensaje cristiano. Esto se reemplaza recurriendo al papel de la iglesia, el contexto social del mensaje cristiano, etc.
Creo que, si el cristianismo no hubiera abordado las cuestiones de la verdad, nunca se habría convertido en una religión mundial. El cristianismo desarrolló una misión universal para todos los seres humanos, pues planteó afirmaciones de verdad universal sobre el Dios de Israel como Creador del mundo, manifestado en la resurrección de Jesucristo. El cristianismo debe seguir defendiendo estas afirmaciones de verdad universal que han sido esenciales para el cristianismo, y en especial para las misiones cristianas, desde sus inicios.
Se podría interpretar el tercer volumen de su teología sistemática como una visión más protestante (léase «individualista») de la Iglesia que católica (léase «comunitaria»). ¿Sería esta una interpretación correcta?
Esta podría ser una interpretación católica. Mis críticos protestantes dicen lo contrario: que le doy demasiada importancia al concepto de iglesia. Pero la teología cristiana debe mantener estos dos aspectos unidos.
La iglesia es indispensable —no solo importante—, sino indispensable, porque la tradición de la fe y la proclamación continua del evangelio a las nuevas generaciones se dan solo en ella. A la iglesia se le ha encomendado esta responsabilidad.
Pero el creyente individual no depende completamente de la autoridad de la iglesia y su ministerio. Mediante el servicio de la proclamación de la iglesia, el creyente es conducido a una relación inmediata con el Dios que se proclama en el evangelio cristiano. Esa relación inmediata es lo que disfrutamos en la fe.
El papel mediador de la iglesia es indispensable, pero, aun así, cada fiel creyente cristiano debe tener una relación de inmediatez con Dios, compartiendo la misma relación de Jesús con el Padre. Creo que este es el misticismo cristiano que compartimos en la comunión trinitaria interna del Hijo con el Padre. El propio Pablo lo dijo en Romanos capítulo ocho.
Así pues, esta preocupación por la inmediatez es fundamental, pero no es una alternativa a la mediación del evangelio a través de los servicios e instituciones de la iglesia. El creyente cristiano individual tampoco puede existir sin la comunión con los demás cristianos que comparten el mismo cuerpo de Cristo al recibir sus sacramentos.
¿Cuáles considera usted que son los activos y los pasivos de la teología de la ciencia de John Polkinghorne?
Creo que John Polkinghorne es un físico destacado y una persona extraordinaria. Su acercamiento, como físico, a la teología, no solo por interés personal, sino también al convertirse en sacerdote de la Iglesia Anglicana, es notable. Es muy firme en su determinación de unir la ciencia y la teología.
El problema de Polkinghorne es que carece de formación filosófica. Él mismo lo admite. Es difícil hacer teología sin filosofía. En toda la historia de la teología cristiana, la estrecha colaboración entre filosofía y teología —aunque a menudo hubo tensiones entre ambas— ha sido esencial. Sin ella, la teología cristiana jamás habría podido formular sus afirmaciones universales sobre Dios. La justificación de estas afirmaciones universales no debería comenzar con la ciencia, como a veces ocurre en nuestros días. La justificación de las afirmaciones universales comenzó con la filosofía y continúa con ella. El diálogo entre ciencia y teología solo es posible sobre la base de la filosofía. Por lo tanto, es lamentable que John Polkinghorne, a pesar de su compromiso con el diálogo entre teología y ciencia, carezca de una formación filosófica adecuada.
¿Te consideras un evolucionista teísta?
Me considero un evolucionista trinitario. 3
Un erudito entiende su futuro Dios como parte de una metafísica hegeliana, en la que todo está envuelto en Dios. ¿Es correcta esta caracterización?
En algunos ámbitos de debate, y quizás especialmente en este país, existe mucha mitología en torno a Hegel. Es casi comparable a la mitología del cristianismo en un mundo secularizado: cuanto menos se sabe sobre él, más se desatan los prejuicios.
No existe un Dios Futuro en Hegel. El futuro no era una parte importante de su filosofía, y esa es una de las graves limitaciones de su pensamiento. Cuando hablo de Dios como el poder del futuro, ¡ciertamente no se trata de influencia hegeliana en mi pensamiento!
Algunos afirman que su lugar en la historia se verá muy afectado por el triunfo o no del posmodernismo deconstructivo. ¿Está de acuerdo? ¿Y cómo caracterizaría su relación conceptual con el posmodernismo deconstructivo?
No soy un gran partidario del deconstruccionismo. No creo que sea una buena filosofía. Confío en que la gente descubrirá, tarde o temprano, que el deconstruccionismo ha sido una moda pasajera que ha tenido su tiempo. Pero ese tiempo será limitado.
El deconstruccionismo y el posmodernismo tienen algunas verdades. La realidad no es tan racional como creían algunos pensadores de la Ilustración.
Sin embargo, el gran filósofo John Locke no compartía esta convicción, pues sentía un profundo respeto por el carácter misterioso de toda la realidad, no solo de la religión, sino también del mundo natural. La realidad siempre supera nuestro conocimiento y nuestra comprensión de ella. Si la Ilustración hubiera seguido siempre este concepto de la razón, el posmodernismo no habría sido necesario. La sobreestimación del argumento racionalista, especialmente en la ciencia, dio origen al posmodernismo. De esta manera, el posmodernismo posee su elemento de verdad.
Pero no debemos renunciar a la razón. El Papa 4 ha publicado una hermosa encíclica sobre la fe y la razón. Enfatizó que la fe cristiana debe seguir aferrándose a la alianza entre fe y razón que ha sido esencial para las afirmaciones de la verdad cristiana y para la misión cristiana desde los primeros siglos. Debemos entender la razón en el sentido de John Locke, no necesariamente en el sentido de su filosofía empirista, sino en el sentido de su intuición básica de que la realidad supera nuestros conceptos racionales. De lo contrario, el progreso científico será imposible. Esperamos que la ciencia avance en el próximo siglo y tal vez incluso en el siglo posterior a este. En ese sentido, creo que debemos seguir teniendo en alta estima la razón. Es racional reconocer que la realidad es mayor de lo que ya conocemos.
Al mirar hacia el futuro, ¿qué tendencias en la filosofía contemporánea considera más prometedoras y cuáles considera más amenazantes?
Bueno, algunas cosas que se llaman "filosofía" las considero entretenimiento. Por ejemplo, la filosofía de Richard Rorty. Pero también hay filosofía seria en este país. Tomemos, por ejemplo, la filosofía de Nicholas Rescher. Solo las menciono como ejemplos.
Espero que la filosofía no se identifique exclusivamente con el análisis del lenguaje, como ha sucedido en décadas pasadas en este país. Espero que la filosofía retome la gran tradición del pensamiento filosófico y la historia de la metafísica. Espero que la filosofía desarrolle nuevos enfoques para estos temas de reflexión filosófica.
¿Cuál es su mayor preocupación para la Iglesia al entrar en los próximos 25 años?
Mi mayor preocupación por la iglesia es que siga predicando el Evangelio y no se adapte a las normas y preocupaciones seculares. Algunas iglesias y muchos ministros creen que deben adaptarse a las preocupaciones seculares de la gente para llegar a ella. Yo creo que es lo contrario. Si la gente solo escuchara en la iglesia lo que ve en la televisión y lee en los periódicos, no habría necesidad de ir a la iglesia.
La iglesia debe proclamar algo diferente: la esperanza de la vida eterna. Debe proclamar la participación con Cristo crucificado mediante el bautismo por la fe. Mi preocupación por la iglesia es que se apegue a ese mensaje en lugar de adaptarlo, rebajarlo o diluirlo adaptándolo a las preocupaciones seculares. Se requiere cierta fortaleza para oponerse al espíritu de la cultura. Mi preocupación por la iglesia, mi esperanza para la iglesia, es que reciba constantemente esa fortaleza para oponerse a la cultura mediante este mensaje.
***
Como no puede ser de otro modo, algunos católicos siguieron la concepción de Pannenberg. Entre ellos Kurt Koch y Walter Kasper. Son los bienaventurados que recibieron “el fuego del espíritu” del Vaticano II.
NOTAS______________________
1 https://thomasjayoord.com/index.php/blog/archives/pannenberg_dies_an_interview
2 Interpreto que no miente y lo que expone no presenta detalles. Pudo tratarse de una experiencia mística, y cuando digo mística, es que no necesariamente provenga de Dios, sino que simplemente está fuera del orden natural. El demonio muchas veces se viste de ángel de luz. Por la situación de ánimo al decir “me sentí humilde y simplemente desconcertado”, interpreto que proviene de Dios para sacar de las tinieblas a este nazi nietzschiano. La humildad, no es el fuerte del demonio.
3 Con esta afirmación de la Trinidad, demuestra que no es masón. En este país, la masonería está empeñada en diluir la Trinidad en un monoteísmo judaico. El teólogo preferido de la masonería argentina es el existencialista Paul Tillich.
4 Se trata de Fides et Ratio (Fe y Razón), la cual es una carta encíclica publicada por el papa Juan Pablo II el 14 de septiembre de 1998.
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