Calesita

sábado, 2 de julio de 2022

Moneda bien vacunada y libre de virus

 

Por Tony Velázquez Ruiz

Visitando las catacumbas romanas, observé que por cada tumba de adulto, existen seis tumbas de infantes. Era esta por entonces, una muestra de la supervivencia humana, en donde a los cuarenta años, ya se era viejo.

¿Cómo se revirtió esto? Con la medicina. Vacunas y antibióticos fundamentalmente. Por dicho motivo, a partir de la ilusa belle epocque, la tasa de crecimiento de la humanidad, creció en proporciones astronómicas, tal como se puede ver en el cuadro siguiente.


Este fenómeno motivó el siguiente diálogo, entre los delantales, Oliver y Harry, como siempre reunidos en una confitería con las persianas a medio cerrar:

¡Qué macana se mandaron, Harry, las logias imponiendo las vacunas y los antibióticos. ¿Cómo paramos este crecimiento poblacional?

Muy simple, Oliver.

No lo veo tan simple. ¿Cómo le decimos a la gente que el gran adelanto de la medicina fue contraproducente? No se puede ir contra la fe en la ciencia.

Mira, Oliver, ¿las vacunas hicieron crecer la población mundial?

Así es.

Ahora, calladitos la boca, las usamos para hacerla bajar. Con estas vacunas, muchos deberán dejar la tierra, en aras de la humanidad. Hay que salvar el planeta.

O sea, ¿usar la medicina en sentido opuesto?

Los hombres en el inicio del siglo XX eran unos ilusos. Nosotros somos y debemos ser realistas en aras del bien común. Hemos revertido ese proceso de crecimiento poblacional.

Ya.

***

Las finanzas vaticanas, no andan muy bien que digamos. Según el periodismo explícito del Corriere della Sera, el Vaticano compró un palacio en Londres por más de 300 millones de libras esterlinas, pero ahora lo tuvo que vender por 180 millones. El óbolo de San Pedro naufraga nada menos que en el Támesis.

¿Cómo financiar esta mala operación económica? De la misma manera que se hace en Argentina, emitiendo dinero.

Así salen a la venta monedas vaticanas que ya vienen vacunadas de origen. ¿Qué vacuna es? ¿La de la belle epoque que te salvaba la vida, o la moderna de los delantales que te manda al cementerio? Averíguelo.

Compre estas monedas. Son solo 20 euros. Ponga el hombro para financiar la mala administración. ¿No ve que el “Santo Padre” Francisco trata de reflotar la barca hundida de Pedro en las sucias aguas del Támesis? Además, como se puede ver, el tema llega a la “ternura” del corazón de Francisco y es “la necesidad de vacunarse”, como lo anunció la Oficina Numismática del Vaticano, en su sitio web. Así es. Vacuna urbi et orbi.

Iré para comprar las monedas. Y para no ser menos que un bergogliano de la primera hora, me abasteceré también de las monedas dedicadas a la Pachamama, si es que no se agotaron. Y mientras hago la operación económica, recitaré este sonetillo, que se incluye en un libro presentado en Pamplona, del autor Jesús Mauleón:

Vacuna viene de vaca

de vaca de noble cuna,

ponédmela una por una

y así mi miedo se aplaca.


¡Abajo el virus que ataca

la salud y su fortuna!

Mueran de muerte oportuna

el virus y su resaca.


En mi vejez asediada

de muerte y confinamiento,

¡corra, corra con su espada


por fin el medicamento

que al covid y su tormento

le propine la estocada! (Amén)

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