Calesita

lunes, 1 de octubre de 2018

El gran dilema

Es inútil, Bergoglio se propuso silencio, pero habla sin descanso. Es que la herida infligida por Viganò sangra y no logra cicatrizar, es natural que se revuelque de dolor.
Peter Totleben, OP, afirma la causa de su herida, y ofrece un medio para curarse, por ello  Bergoglio debería...
...confesar lo que está ocurriendo en Roma. Pero no puede, porque mucho de sus aliados caerían en desgracia.1
Y si sus aliados caen en desgracia, él cae con ellos.
Es esta la causa de su vípero lenguaje, cuando habla en doble sentido rompiendo su silencio propuesto, y con este lenguaje acusa al que habla. Por tal motivo, el 11 de septiembre Viganò pasó a ser el gran acusador, instigado por el demonio. ¡Cómo sangra la herida!
Pero el 29 de septiembre, vuelve a hablar, ahora pidiendo se rece el rosario. ¿Alguien lo vio alguna vez con un rosario en la mano? Ahora pide se rece la oración de León XIII a San Miguel Arcángel. ¿Alguien lo escuchó alguna vez recitar esta oración? ¡Cómo sangra la herida! Pide ahora que Nuestra Señora y San Miguel lo libren de Viganò. El pobre hombre no puede guardar silencio. Está perdido.
Pero esto no es todo. La baja marea de la que hablamos, llegó a la Argentina, mostrando que Bergoglio guardaba silencio ante el lobby gay argentino junto a los escándalos, de los cuales dijo:
A mí, en mi diócesis, nunca me pasó.
Y la cosa le empeora, pues ya no es Viganò quien acusa, sino el semanario alemán Der Spiegel, el más prestigioso de Europa. Esta publicación vive atada a los fines de la socialdemocracia. Ayer lo sostenía, hoy lo hunde, hablando de la baja marea del Río de la Plata. Dice en su portada:
Du sollst nicht lügen. (No mentirás.)
Y en su bajada:
El Papa y la Iglesia católica en su crisis más grande.
La mentira siempre tiene patas cortas. Bergoglio está cada día más solo.
Como algunos afirmaron, estamos en la fase final de su desastroso papado. Solo le quedan como aliados Civiltà Cattolica, dirigida por la vanguardia jesuítica, quien acusa que todo lo que le sucede al desgraciado Bergoglio, es obra de una conspiración internacional. Si hablara, como afirma Peter Totleben, todo esto se termina. Pero si habla contra el lobby gay, su vida estará en peligro. Con el lobby no se juega.
Por supuesto, la efímera y torpe jerarquía episcopal argentina, puede ir con Bergoglio hasta afirmar la estupidez más manifiesta. Ojea da para todo. Nada nos sorprende. Como no es sorpresa que un obispo promasón, como Jorge Lugones, felicite a los hermanos tres puntos por su labor. Aclaremos que Lugones es jesuita. ¿No sé si esto le dice algo? Cada día me convence más, aquel que dijo que a esta congregación se la debía haber cerrado hace tiempo.
Y así el silencio se sigue rompiendo. El domingo 30 de septiembre afirmó:
...muchas veces juzgamos a los demás y somos los primeros en dar escándalo. En vez de juzgar a los otros, debemos examinarnos nosotros y cortar sin compromisos todo lo que puede escandalizar a las personas más débiles en la fe".
En otras palabras, su doble lenguaje viperino insiste en que no se acuse a ningún miembro del lobby gay, y que no se lo acuse a él, miembro nefasto de esta iglesia destruida. ¿Y por qué no se acusa a los que hablan, si también dieron escándalos? Basta de silencios cómplices. El perro debe ladrar cuando ingresa a la jauría un miembro extraño. Bergoglio no es perro, sino un traidor gato jesuita.
Sin embargo en su ambición por permanecer en el papado ha llegado a un gran dilema: O habla y es hombre muerto, o calla y su barca pirata torpedeada por Viganò irá a reposar al fondo del abismo. Suya es la decisión.


1 https://www.gloria.tv/article/fx1VJdbtXu7T4LyFx3maiVCvX

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