Toda
revolución tiene sus etapas, y esta Revolución Vaticana, no es la
excepción.
Pienso
que hemos entrado en la etapa dogmática de esta feroz toma del poder
papal, la cual consiste en la persecución, juicio y ejecución de
los elementos recalcitrantes a la misma.
Para
la revolución francesa, esta etapa fue la ejecución en masa por
medio de la guillotina, sacrificios todos ofrecidos en honor a la
diosa Libertad.
Para
la revolución bolchevique, fueron las purgas de Stalin y las
sucesivas deportaciones a Siberia, como marchas forzosas hacia las
heladas estepas del dios del materialismo dialéctico.
Para
la revolución de Fidel, fue el paredón o las ejecuciones sumarias
del che Guevara, como sangre necesaria para un electo proletariado
azucarero.
¿Qué
vemos en la Revolución Vaticana?
EL
DOGMA RELATIVISTA. – Primero
conviene aclarar ciertos conceptos. La etapa es dogmática y recibe
dicho nombre, porque se impone por prepotencia, no por el dogma en sí
mismo, el cual en este caso es líquido.
Y si el dogma es líquido,
la moral pasa a ser líquida;
puesto que la moral no genera el dogma, sino que es una procesión
del mismo. Ejemplo claro es el magisterio líquido
del che Bergoglio, personaje a quien no le preocupa la doctrina en lo
mínimo. Podemos resumir el dogma de esta revolución, en la
relatividad religiosa, y no busque este dogma en el Credo porque no
está. Es la novedad de estos tiempos masónicos. Como siempre la
civilización masónica es un espacio que busca una falsa paz en la
relatividad de los conceptos, creando un espacio de neutralidad.
UN
SISTEMA DE ESPIONAJE Y EJECUCIÓN. – En
segundo lugar, en toda revolución funciona un sistema de espionaje o
delación, tal como lo comprobaremos a continuación con algunos
hechos conocidos. Este sistema se usó en Argentina, bajo el top
secret de Bergoglio, y
se aplicó entre otras cosas, a los casos de las apariciones.
Sistema de esbirros oriundos de la fracasada política, los cuales
irrumpen en lo religioso como Barrabás y los zelotes en el tiempo de
Jesucristo.
Aclarado
esto, pasemos a dar algunos hechos conocidos:
1.
El cardenal Cafarra, uno de los autores de los dubia,
tenía el teléfono pinchado, y era atacado por los esbirros
revolucionarios. Escribe un testigo del caso:
Le
dije que había oído que estaba siendo vigilado, que sus
comunicaciones estaban intervenidas. Me dijo que lo sabía, que los
cuatro cardenales que habían hecho públicas las dubia estaban
siendo observados, que tenían las comunicaciones intervenidas y que
poco podían hacer, más que buscar alguna forma de comunicación más
segura. Era evidente que no le quitaba la paz que algún curial
pudiera conocer los secretos más íntimos de sus conversaciones: Era
un hombre de Dios, y era Jesucristo lo que se le caía de la boca
cada vez que hablaba. 1
Y
agrega:
Pentin
relata, por ejemplo, cómo los oficiales de más alto nivel evitan
dar detalles de su trabajo por teléfono, no hablan de nada en la
oficina o dejan el móvil fuera de la habitación cuando tienen una
reunión confidencial. los técnicos de IT del Vaticano, de hecho,
pueden acceder a los ordenadores de cualquier curial de forma remota,
y al no ser la Ciudad del Vaticano ejemplo de garantías procesales,
La Gendarmería vaticana puede utilizar ese sistema sin necesidad de
obtener una orden judicial. 2
2.
Por mi parte, leí las noticia sobre su muerte, pero nada sobre las
circunstancias de la misma. Sabemos que toda noticia
periodística, debe responder a estas preguntas, ¿qué, quién,
cómo, dónde y cuándo? En la muerte del card. Cafarra falta el
cómo. Algo muy llamativo, por no decir altamente sospechoso.
Peor
aún, en Roma se prohibió una publicidad ambulante que lo
mencionaba. Sin dudas las autoridades romanas que pertenecen al M5E,
las cuales son agnósticas, coinciden con esta Revolución Vaticana.
3.
Todo se emplea para el control de los infieles a esta revolución,
Vallejo Balda denunció tener 25 bugs en la computadora, que
rastreaban toda la información. Cuando lo hizo público, lo tildaron
de paranoico.
4.
El padre Thomas Weinandy publicó una carta haciendo responsable
a Bergoglio de traer las tinieblas sobre la Iglesia Católica, ese
mismo día la Conferencia Episcopal de Estados Unidos lo despidió
como consejero. En este caso Weinandy parece no llegar a ver que
Bergoglio no es el responsable, mas bien es un che fantoche, que como
buen títere, muestra las decisiones de un Comité Revolucionario que
trabaja en las sombras.
Es
interesante escuchar el método que pidió Weinandy para cerciorarse
de que esa era la voluntad divina. No consultó ninguna mística, ni
pidió una visión o locución interna; el padre es un buen
racionalista, y su aversión a lo místico parece ser manifiesta; tan
solo solicitó una serie de combinaciones en los sucesos. Algo muy
propio de un teólogo racionalista. Ahora bien, así como ellos
tildan las visiones místicas de diabólicas, aprovecho para dudar de
su serie de combinaciones casuales solicitadas, para tildarla de
posibles diabólicas: después de todo, así es como actúan ellos.
Favor con favor, se debe pagar.
5.
El arzobispo Corrado Lorefice, de Palermo, amenazó al padre
Alessandro Minutella con la excomunión si no hace un acto de
fidelidad público y personalizado al papa.
¿Qué
hacer? Es la etapa dogmática Alessandro...
6.
Monseñor Antonio Livi, ex sacerdote del Opus Dei, denunció una
persecución contra él y contra todos los que no se alinean con
la "dictadura del relativismo" que gobierna actualmente a
la Iglesia, es decir, los que no están alineados a la Revolución
Vaticana. Como resultado, fue rechazado para dar una conferencia en
Módena, por disposición del obispo local.
7.
Existen preguntas que la prensa que se autotitula “libre”, tiene
prohibido hacer en las entrevistas con Bergoglio, como ser:
– ¿Francisco,
por qué no contesta los dubia?
He
aquí un puñado de acontecimientos, que detallan esta etapa
revolucionaria, seguramente presenciaremos muchos otros, a no dudar,
la Revolución parece moverse en todo su apogeo, gracias a los
cardenales lacayos y epíscopos serviles.
Esta
etapa dogmática, es transitoria, pues la Revolución no ha calado
dentro de una Iglesia que sigue siendo católica.
Estamos
en una revolución relativista de una iglesia, cuya ferocidad se
parece a la de un tigre de cartón, llena de vicios y depravaciones
del peor concepto. Como en el capítulo dos de Daniel, cualquier
piedra caída del monte puede derrumbar este ídolo inerte instaurado
por el Comité Revolucionario del Vaticano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario