Calesita

miércoles, 12 de junio de 2019

Georg Gänswein o La Quinta Columna Revolucionaria


Cuando escuchamos a Georg Gänswein, secretario privado de Benedicto XVI, afirmar en su conferencia brindada el 4 de junio en Karlsruhe, Alemania, que la práctica de la homosexualidad es accidental a la esencia de un ser humano 1, constatamos la acelerada decadencia intelectual de esta revolución vaticana.
Las procesiones de la hipóstasis personal, son accidentales al ser, pero no son accidentales a la existencia del ser. Si yo no me alimento, me muero; si tengo una enfermedad mortal y no tomo los remedios del caso, también me muero. Algo que el teutón Gänswein no percibe, ni quiere percibir.
Existe una vida para el espíritu, cuando la hipóstasis personal se ha re-generado por medio del bautismo, el cual es un nuevo nacimiento para el alma. Esta nueva generación posee una nueva vida otorgada por la Gracia, algo que las distintas religiones ignoran, gracias a estos revolucionarios vaticanos, que no la quieren predicar ni enseñar.
Existe una muerte espiritual, de la cual, la muerte corporal es su imagen. Esta muerte espiritual no es la que solapadamente propaga Bergoglio, afirmando que el espíritu se autodestruye. Dios no puede destruir su propia imagen, la cual es nada menos que la hipóstasis personal del hombre, así como no destruyó los espíritus que se le rebelaron. Dios nunca improvisa, ni crea para experimentar.
La homosexualidad y todas las enfermedades del espíritu producen la muerte en las almas regeneradas y nadie les otorgará la vida, si ellas no buscan los remedios adecuados con sus procesiones.
Esta es la causa, por lo que los dichos de Gänswein, son un auténtico disparate. Estamos ante un arzobispo, que no aprobaría ni siquiera el examen de una simple introducción a la teología.
El juicio y la Fe
Otra consideración, merece el tema del juicio final.
Dice el ignorante de Gänswein, que si alguien fue homosexual “no tendrá importancia” en el Juicio Final.
El juicio no es el objetivo de Dios, sino una consecuencia del hombre que actúa según sus propios criterios. Dios Padre hace todo lo posible para evitar el juicio. ¿Quiénes van a juicio? Aquellos que deben ser juzgados por alguna fechoría. Por tal motivo, cuando escuchamos a estos revolucionarios vaticanos complacidos por ir al juicio, no hacemos otra cosa que interpretar que viven en una burbuja dentro la Luna teñida de sangre.
El gran protocolo de Bergoglio
Estos son los que nos hablan que no se debe tomar la Escritura en forma literal, pero cuando llegan a este pasaje de Mateo 25, 31 y ss., no hacen otra cosa que aferrarse a la letra con uñas y dientes. Tanto es así que Bergoglio lo llamó en su exultante e hilarante Exhortación Apostólica, que este pasaje es un “gran protocolo”. 2
Protocolo se deriva de προτος y κολλος, es decir la primera página de un manuscrito encolado o unido. Si es la primera página, es porque lleva el título. Hoy el término se emplea como un código aceptado de normas oficiales para proceder en determinados casos.
Con este término, el gran nominalista, Bergoglio, no solo toma este pasaje de Mateo al pie de la letra, sino que lo eleva por encima del decálogo.
¿Por qué motivo se hace esto? Los pecados más aberrantes e impuros, son los que se comenten contra el orden natural, y estos pecados son moneda corriente en ciertos ambientes eclesiásticos; esto motiva, que se aferren a este pasaje en forma desesperada, para aliviar el sopor de los reproches de estas conciencias que forman parte una naturaleza depravada.
Esto explica la inicial era de la misericordia bergogliana, y ahora explica el ataque inmisericorde contra “los rígidos”; pues su sola existencia les señala con el dedo sus horribles depravaciones.
¿A todo esto, de qué la juega Gänswein? De quinta columna. Secretario de Benedicto XVI, en connivencia con el lobby gay vaticano.
Para cerrar estas simples reflexiones es bueno releer a San Agustín, pecador arrepentido y elevado a la santidad, no por el “protocolo bergogliano”, sino por la Gracia, la cual en él no fue estéril, como en estos revolucionarios de cartón. 3
***
Pues Dios envió su Hijo al mundo no para que juzgue al mundo, sino para que el mundo se salve mediante él 4. En cuanto, pues, depende del médico, ha venido a sanar al enfermo. Se suicida el que no quiere observar los preceptos del médico.
Ha venido el Salvador al mundo. ¿Por qué se le ha llamado Salvador del mundo, sino para que salve al mundo, no para que juzgue al mundo? Si no quieres que te salve, serás juzgado por ti mismo. ¿Y por qué diré «serás juzgado»?
Mira qué afirma: El que cree en él no es juzgado; quien, en cambio, no cree —¿qué esperas que diga sino que es juzgado?— ya está juzgado, asevera.
Aún no ha aparecido el juicio, pero ya está hecho el juicio.
El Señor conoce a quienes son suyos 5: conoce quiénes permanecerán hasta la corona, quiénes permanecerán hasta la llama; en su era conoce el trigo, conoce la paja; conoce la mies, conoce la cizaña.
Ya está juzgado quien no cree. ¿Por qué juzgado? Porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios 6.
Ahora bien, éste es el juicio: que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron las tinieblas más que la luz, pues eran malas las obras de ellos.
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1 Cfr. CatholicNewsAgency.com
2 Gaudete et Exsultate, 95
3 Cfr. Tratado 12. https://www.augustinus.it/spagnolo/commento_vsg/index2.htm
4 Jn, 3,17.
5 2Tm, 2,19
6 Jn, 3,18

1 comentario:

  1. Lo que dijo está perfecto, porque la homosexualidad es una desviación de la naturaleza humana y muchas veces ellos no son del todo dueños de sus actos. Lo importante es que sean buenas personas. Quiza fueron excelentes en todo pero solo fueron gays. Por otro lado la homosexualidad se puede corregir, tal vez en el ultimo instante la persona se arrepiente. Peor son los catolicos que juegan al amtrimonio perfecto y le meten los cuernos a la mujer o flirtean con alguna novedad del trabajo o ven peliculas porno y se masturban he visto muchos catolicos conservadores de este tipo!!!

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