Calesita

sábado, 17 de julio de 2021

El rígido Bergoglio y su “dictado” sobre la liturgia romana

 

Sigamos destruyendo. Ahora le toca el turno para destruir Misa Tridentina. En un Motu Propio, realmente payasesco, este títere del globalismo, ha cometido una serie de errores que el buen lector podrá apreciar.

Quien señala dichos errores, es el canonista Fray Alexis Bugnolo de quien extraigo ciertos párrafos:

En primer lugar, se define a sí mismo como el Sumo Pontífice, pero no como el Romano Pontífice. Esto es revelador. Está reconociendo al Papa Benedicto XVI como el verdadero Papa.

Pobre hombre, no deja de cometer desaciertos al titular el documento: SOBRE EL USO DE LA LITURGIA ROMANA ANTES DE LA REFORMA DE 1970.

Como afirma Fray Bugnolo:

...como tal se refiere a misas dichas antes de 1970.

Dice este mamarracho bergogliano:

Art. 1. Los libros litúrgicos promulgados por los santos Pontífices Pablo VI y Juan Pablo II, en conformidad con los decretos del Concilio Vaticano II, son la única expresión de la lex orandi del Rito Romano.

¡Epa Jorgito!, ¿y qué pasa con el rito mozárabe, el rito ambrosiano, el galo, el rito de Sarum en Inglaterra? ¿Acaso no son expresiones de la lex orandi del Rito Romano ? ¿Existe alguien en el Vaticano que no sea descerebrado como este peronista de cuarta clase? Y continúa el Paco:

Art. 2. Al obispo diocesano, como moderador, promotor y custodio de toda la vida litúrgica en la Iglesia particular que le ha sido confiada le corresponde la regulación de las celebraciones litúrgicas en su propia diócesis. Por tanto, es de su exclusiva competencia autorizar el uso del Missale Romanum de 1962 en la diócesis, siguiendo las orientaciones de la Sede Apostólica.

Y nos dice Bugnolo de este artículo:

Aquí el antipapa muestra su mano. Rechaza como principio de derecho que la Sede Apostólica tenga algún derecho o competencia para autorizar libros litúrgicos fuera de la Diócesis de Roma. Ningún Romano Pontífice o Patriarca Occidental alguna vez ha hablado de esta manera. ¡Alerta, antipapa!

¡Parece mentira!, pero él mismo recorta su propia competencia. No puede suprimir, ni puede autorizar. Todo el poder a las regiones. ¡Viva la anarquía de la sinodalidad! Y nuevamente lo confirma:

Arte. 3. El obispo de la diócesis en la que hasta ahora existen uno o más grupos que celebran según el Misal antecedente a la reforma de 1970:

§ 1. Es determinar que estos grupos no nieguen la validez y la legitimidad de la reforma litúrgica, dictada por el Concilio Vaticano II y el Magisterio de los Supremos Pontífices.

Estamos en el gran dogma titulado "Vaticano II", falta tan solo agregarlo al Credo, por supuesto, lo anterior al Vaticano II no es dogma. O como analiza Bugnolo:

Aquí en el artículo 3, n. 1, insiste en la validez del inválido y la legitimidad del ilegítimo, ya que en la medida en que el Vaticano I declaró infaliblemente que el Romano Pontífice es un servidor no autor de la Sagrada Tradición, está más allá del poder incluso de un Papa válido crear tradición eclesiástica. Solo puede preservarla. Por tanto, la liturgia de Pablo VI es totalmente ilegítima en principio y en su ratio essendi. En cuanto a su validez, todas las estadísticas muestran que no tiene poder para santificar y sostener la vida de la Santa Madre Iglesia, solo para alejar a los fieles de Ella. Y el Papa Benedicto XVI en su Motu Proprio ya decreta como hecho histórico que nunca se puede negar, que la Misa Antigua nunca fue abrogada.

Históricamente, aquí se usa una expresión con la que se comete un grave error, ya que el Vaticano II no dictaba nada. Creo que usa, "dictada", porque este es el verbo tradicional que se usa para la acción del Espíritu Santo al escribir las Escrituras. En cuanto al Magisterio de los Supremos Pontífices, ya mencioné por qué su autoridad docente no puede crear tradición eclesiástica. Por lo tanto, tampoco puede demoler una.

Pero convengamos que Paco, el Jorgito porteño, es superior a la Tradición, cosa que Bugnolo no logra entender.

No deja de ser significativo el siguiente punto:

§ 6. Cuidar de no autorizar la creación de nuevos grupos.

Es que estamos en un régimen coercitivo de esta revolución dogmática, y aplica métodos usados luego del Vaticano II. Y como este rito, según sus opiniones, es una “moda”, no puede seguir creciendo, ergo debe buscarse la forma de ir eliminándolo lentamente, hasta aniquilarlo por completo. Sí, destruir, siempre destruir.

Los que deben estar bailando en una pata, son los de la Fraternidad de San Pío X, pues este cerebro de mosquito, empuja al clero para que se les una. No es casualidad, que en esta Fraternidad, estén tan encantados con el Paco Bergoglio.

El Vaticano, debe ser el único lugar del mundo, donde se destruye la Tradición para defender la Tradición.


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