Marco
Tosatti en Stilum Curiæ, trae comentarios de quien firma como “Super
ex”. En una de sus reflexiones acerca del discurso de Bergoglio,
sobre la curia romana, se inicia afirmando:
Curiosamente,
no ha insultado ni maltratado a nadie, como sucedió en ediciones
anteriores.
Esto
es ya un gran avance sobre la vípera y doble lengua bergogliana.
Como lo afirma “Super ex”, atacó los pedófilos de este
clericalismo, pero ni una palabra sobre los pederastas y mucho menos
sobre los amancebados. Nada. Esto para el planteo de la teología
peronista, no existe.
¿Cuál es la causa?
Para
“Super ex” el peronista Bergoglio aplica la estrategia de Lenin,
quién buscó firmar una paz con los enemigos de Rusia, para iniciar
la guerra civil dentro de su territorio, contra los zaristas, mencheviques,
burgueses y el resto de los creyentes.
Esto
lo ve desde 2013 cuando firma la paz con los intelectuales
anticatólicos. Sin embargo, el tratado de paz, y es necesario
decirlo, es mucho más amplio. Bergoglio firmó la paz con los
enemigos que hacen de la carne, o como dice San Pablo, hacen su dios
de lo que se encuentra bajo el vientre. Lo da el hecho que su vípera
lengua calle los pederastas y amancebados, los cuales de acuerdo a
las apreciaciones, llegan a un 30 por ciento del clericalismo en
cuestión. Como se aprecia, no son pocos sino muchos.
No
hablemos de la paz con el demonio, pues el pobre hombre requiere
urgentemente de un exorcismo.
De este modo, el espectro pacífico se amplia enormemente, lo cual produjo el
fenómeno del que venimos hablando, la Iglesia neutral. Otros lo llamaron el irenismo, el cual se origina de Irene (Ἐιρήνη), la
diosa griega de la paz.
Pero
esta iglesia neutral, esta iglesia de la diosa Irene, tiene enemigos,
son los que militan en el catolicismo ortodoxo, son los que militan
en la doctrina de Juan Pablo II hasta Pío X, son los que practican
la liturgia tridentina.
Sin
embargo, a pesar de su visión reducida, “Super ex” hace un
valioso aporte:
...hoy
Bergoglio lamenta el caos y la confusión en la iglesia, escribe que
está "golpeada por tormentas y huracanes" y esto significa
que está perdiendo, que la normalización no ha sobrevenido.
También
en este caso, Bergoglio imita a Lenin: no existe una autocrítica, ni
siquiera mínima, sino la acusación contra predecesores y
contemporáneos que no están en línea con él, inventando y
señalando a nuevos "enemigos", nuevos traidores. Las
revoluciones siempre necesitan enemigos, Judas, heterodoxos para
señalar ... porque si todo no va bien, como se prometió, ¡alguien
debe ser culpable!
Si
la nueva Iglesia no despega, si el efecto Bergoglio es ahora un
recuerdo lejano, se debe buscar al chivo expiatorio, a costa de
parecer ridículo al identificar a un monseñor honesto (Viganò) que habló
¡con el mismo diablo!
Como
vemos, también “Super ex” olfatea el demonio en la piel de
Bergoglio. Sí, yo no soy el único.
Y
sobretodo, a los dichos de Bergoglio ya nadie hace caso. Como dice
“Super ex”, sus palabras caen en el vacío. Nosotros mismo
dejamos de comentar sus tonterías, lo hacemos por hastío. Bergoglio
cansa, satura y se repite en forma alarmante. Todos probaron su
amarga sopa de modernidad, y nadie la quiere tomar, es un plato que
nadie pide en el restaurant. Lo dice el hecho del vacío de la Plaza
San Pedro en estas navidades. Su figura está acabada. Y termina
“Super ex” con otro valioso aporte:
La
paz con el mundo está hecha, pero no se ganó la guerra civil. Sobre
todo, gracias a la oposición de los laicos, decisiva y determinante.
Bergoglio
doblegó al clericalismo, del cual es su torpe cabeza, pero no puede
doblegar al laicado. Él lo sabe, y sabe que su guerra civil, está
perdida. Y concluye Tosatti con una exclamación:
Che
rabbia!
Expresión
que traduciré en el lenguaje ordinario del porteño, o sea, el
habitante de Buenos Aires:
¡Pero
qué bronca!
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