Ha
sido el peronista Bergoglio, en iniciar su falso papado considerando
la Teología como una ideología, para luego imponer su propia
ideología.
Esta
inversión teológica es el recurso reversible de su desgraciada
mente, indicar al católico ortodoxo de hereje, y exaltar al
hereje como ortodoxo; la figura del monje rebelde Lutero es el mejor
ejemplo de lo que afirmo.
Por su
recurso, el de invertir causas, somos juzgados como pelagianos y
gnósticos, siendo él un gigantesco gnóstico y pelagiano.
La
Fe, afirma la carta a los Hebreos, es una hipóstasis: εστιν
δε πιστις ... υποστασις. (Hebreos 11,1) El término
hipóstasis, posee connotaciones filosóficas, pues es única base
fundamental. Hipóstasis, es lo que está debajo, lo que subyace a
todo. Muy bien lo tradujo la Vulgata:
Est
autem fides sperandarum substantia rerum.
El
término hipóstasis, fue traducido al latín por substantia,
el cual proviene de sub-stare, es decir estar debajo y es lo que
corresponde.
La
fe subyace a la esperanza y a las obras. Subyace
a la esperanza por un lado, es decir aquello que se espera
(ελπιζομενων) y por otro lado, subyace a aquellas cosas
que se hacen (πραγματων). Tanto esperanza como obras
(sperandarum rerum) van unidas en la misma naturaleza de la Fe. La
Fe, es su hipóstasis, substantia.
También
la Fe es el argumento de las cosas que no se
ven, argumentum non apparentium. (Hebr. 11,1) ¿Qué hace
la carta a los Hebreos? Definir la teología: el argumento, la prueba
de lo que no se ve, pero que se espera y se actúa.
Tanto
el argumento como la prueba, indican el aspecto racional de la Fe en
lo que no se ve; pues si se ve, no requiere prueba.
Desde
el ángulo de la Fe, la diferencia entre Teología e ideología es
abismal.
Mientras
la Teología se basa en la Fe, la cual es otorgada por la Gracia; la
ideología brota en forma opuesta. Nace de la realidad concreta a la
cual pretende interpretar, de donde nacen distintas creencias y un
baremo conciso de principios relativos.
Mientras
la teología se basa en verdades reveladas que son estrictas e
inmutables, la ideología parte de la base que sus principios
interpretativos no son estrictos ni inmutables.
Como se expuso, desde un inicio Bergoglio calificó la Teología de
ideología, y por este mismo recurso, su ideología filoperonista
pasó a ser una “sorpresa del Espíritu Santo”. Como decía
el anglicano Tony Palmer, uno de sus grandes amigos, el “Espíritu Santo
nos dirá en lo que tenemos que creer”; como si el Espíritu
Santo hablara.
Bergoglio
odia la teología, de la cual nada sabe (ni quiere saber); pues
para su mente infantil y pragmática, la fe no se basa en ideas
abstractas, tal como lo expuso en su primera encíclica, Lumen Fidei,
45, asentando desde ese momento, la destrucción de la teología.
Las
contradicciones en Bergoglio no son ninguna novedad.
Es un
predicador de la parresía como una manera de hablar con
franqueza; pero ay del que la use, Viganò es el mejor ejemplo.
Y como
dicen que hablo difícil, expongo a continuación unos ejemplos de
textos rebosantes de parresía según la ideología
bergogliana:
Hemos
sido testigos también de ataques a la persona del Santo Padre desde
dentro y desde fuera de la Iglesia de un modo que no tiene
precedentes, lo que genera la escasa difusión de su pensamiento y de
su prédica. Esto se extiende a la Iglesia toda ya que parecería que
decir algo bueno sobre ella no es políticamente correcto. 1
Sentimos
en principio un profundo dolor cuando Usted es agredido tan cruel e
injustamente, tanto desde dentro como desde fuera de la Iglesia. 2
Esto
es parresía. Lo otro es agresión cruel o despiadado ataque personal.
De
su ideología surgen todos sus epítetos peyorativos contra quienes
siguen su Fe. Así oímos de sus oscuros labios estas tristes
expresiones contra los católicos sinceros:
...cristianos
de caras largas, momificados, rígidos, superficiales, ideológicos,
vagabundos, viejas solteronas, madres conejas, fomentadores de
capofragía, desgrana rosarios, contadores de Ave Marias, banco de
rosarios, Prometeo cerrado en si mismo, neo pelagianos,
restauradores, esclavos de la superficialidad, momias de museo,
príncipes de renacimiento, obispos de aeropuerto, cortesanos
pegajosos, carrerista, cristianos con cara de pepinillo en vinagre,
cristianos papagayos, moralista pedante, contemplador remoto,
terroristas del cotorreo”. 3
A
partir del mayo francés de 1968, en toda ideología se coloca
sobre la cima del baremo a la ecología. Es lo que Bergoglio
hizo con la Laudato si. Este principio conduce entre otras
cosas hacia el animalismo; como ejemplo de este patético fenómeno,
hallamos al Obispo de Luján que prohibió peregrinar al santuario
montado a caballo, por el mal trato que reciben los nobles
cuadrúpedos.
Siguiendo
el baremo ideológico moderno, a la ecología le
sigue el divorcio, por no hablar del libre amor marxista.
Bergoglio no se quedó rezagado y lanzó Los amores de Leticia que
le valieron los dubia. En este punto, la Iglesia al fin
comenzó despertar de su letargo primaveral.
La
base ideológica puede darse en esta modernidad, entre el socialismo
o el liberalismo. En esta opción Bergoglio siendo un aborto de
los curas para el tercer mundo, eligió el socialismo, lo cual está
afín con su peronismo de 1970. De aquí nacen los falsos mártires, como el obispo Angelelli.
Entrando
en el siglo XXI, los magnates ocultos de esta decadente civilización,
se percatan de un grueso error cometido en el inicio de la era
industrial. Los adelantos científicos y técnicos llevaron a una
tasa geométrica de crecimiento en la población mundial. A este
ritmo en unas centurias la tierra será insuficiente para contener
tanta población. ¿Cómo solucionar tamaño error? Afirmar que se
equivocaron, es negar el dogma moderno del progreso constante. Por lo
tanto, buscaron dar libre curso a las perversiones sexuales. De aquí
nace el libre aborto y de aquí nace la opción por el mariconismo
en masa, o lo que contienen las siglas LGBT.
Aquí
la Iglesia vuelve a despertar y se percata que los clérigos
maricones, oscilan entre un 30 a un 40 por ciento, sin incluir los
clérigos amancebados. Sólo se persigue a los pedófilos cuando ya
no se los puede seguir escondiendo bajo la alfombra. Así la
ideología bergogliana, opta por el orgullo gay, junto a
Coccopalmerio, Maradiaga y el obsecuente Cupich.
Toda
ideología se basa en la acción, esto lleva a la dialéctica, y
la dialéctica expone sus propios principios. Sobre este tema ya
hablamos en Los cuatro principios activos del cardenal Bergoglio.
La
ideología moderna se basa en el pacifismo. Es el gran evangelio
de Bergoglio. Nótese la gran diferencia, los evangelios traen la
Paz, pero el quinto evangelio de Bergoglio solamente la ausencia de
armas.
Para
la ideología no importa la Fe, pues se considera una idea
transversal a todas las religiones. Es el ecumenismo de
Bergoglio, quien dice ser judío porque recita algún que otro salmo,
hizo retiro espiritual con los pentecostales y ama los musulmanes, y
si estos se quieren infiltrar en Europa, tanto mejor, pero que no se
metan en el Vaticano, ni acampen en las iglesias.
En
este ámbito ideológico, se llega a la dialéctica entre relativismo
y dogmatismo. Los principios del movimiento son relativos, pero
existen dogmas que se imponen hasta por la inquisición. La economía
es relativa, pero la ideología LGBT es dogmática. Si ataco a los
maricas, puedo sufrir un juicio, este juicio es la novedosa
inquisición moderna.
Doy
otro ejemplo, más concreto y real. Es un dogma que los nazis mataron
6.000.000 de judíos. Ahora bien, todos sabemos que eso es mentira.
Pudieron ser 5.999.999 ó 6.000.001, pero jamás seis millones. Si
digo que es mentira, sufro un juicio, tal juicio es la moderna
inquisición. Como ejemplo observen lo que le sucedió al obispo
Williamson.
Esta
dialéctica entre relativismo y dogmatismo no puede ser usada por el
simple individuo, sino solamente por la estructura que lo gobierna,
la cual determina por dogma, lo que es relativo. El ejemplo concreto
es la Revolución Vaticana actual. Bergoglio, Parolin, Maradiaga,
Cupich, Coccopalmiero, Marx, son relativistas, pero el católico debe
ejecutar lo que estos relativistas dicen como dogma inmutable.
Ya los
clérigos jerarcas, no son administradores, sino fehacientes
elaboradores de nuevos dogmas. Pueden cambiar la naturaleza humana,
las escrituras, las tradiciones, la liturgia, las oraciones, o la moral, según su
antojo.
Vayan
unos ejemplos.
Maradiaga
es una muestra de esto, cuando afirma que se debe cambiar el concepto
de sexualidad. Es lo que decimos, la estructura eclesial está más
allá de la Escritura, más allá de la Tradición, más allá de la
moral.
Otro
lo tenemos en Cupich, el campeón de la obsecuencia, quien afirma:
“No
es nuestra política negar la comunión a los ‘matrimonios’
gays”. 4
Cupich
es obsecuente pero muy revelador. La moral, con la ideología, pasó
a ser ahora, una simple política.
Otro ejemplo lo dan los obispos argentinos en masa negando las leyes
naturales, que son dadas por el orden divino, cuando escriben:
“Para
todos los fieles que hayan hecho cambio civil de identidad de género
(ley 26.743) y solicitasen sacramentos de iniciación cristiana para
sí (…), en el respectivo libro de bautismos marginalmente se dirá:
“Civilmente han cambiado su género. Nombre actual. Autorizado por
el Ordinario del lugar. Fecha. Firma. Y en el libro de confirmaciones
se dirá: Nombre según el bautismo, entre paréntesis (nombre civil
actual)”. Autorizado por el Ordinario del lugar. Fecha y firma”. 5
En
otras palabras, si el catecúmeno es varón, pero pide ser bautizado
como mujer, si el obispo lo avala con fecha y firma, el varón ahora
es mujer.
Es lo
que decimos, la estructura eclesial está más allá de la ley
natural.
***
Las conclusiones son elementales:
Esta
iglesia fue invadida. Bergoglio es un invasor ambiguo y eclético.
Judío, pentecostal, luterano, musulmán, quiso ser también
ortodoxo, pero algunos lo expulsaron por archihereje. Divorcista,
miembro ideológico de clérigos maricones, protector de pedófilos,
ecologista, etc.
La
segunda conclusión, es más elemental que la primera, Bergoglio
quiere serlo todo, y por ello alcanzó la nada.
La tercera es reveladora. Toda ideología trabaja con un concepto de inclusión. A la inclusión solo le importa la cantidad, nunca la calidad. De este modo se pone en la bolsa la mayor cantidad posible de inútiles. Todos estos idiotas son muy útiles a la estructura.
A esta ideología la llamaron, el Nuevo Paradigma.
¡Qué lejos estamos del concepto de una Iglesia fuerte y viva por la Gracia!
La tercera es reveladora. Toda ideología trabaja con un concepto de inclusión. A la inclusión solo le importa la cantidad, nunca la calidad. De este modo se pone en la bolsa la mayor cantidad posible de inútiles. Todos estos idiotas son muy útiles a la estructura.
A esta ideología la llamaron, el Nuevo Paradigma.
¡Qué lejos estamos del concepto de una Iglesia fuerte y viva por la Gracia!
1
116° Asamblea Plenaria (Pilar): Homilía de Mons. Oscar V. Ojea
2
Carta “unánime” de apoyo a Bergoglio por parte del clero (o el
clericalismo) de La Plata, Cfr.
https://infovaticana.com/blogs/adoracion-y-liberacion/exclusiva-la-estafa-de-la-carta-de-apoyo-del-clero-de-la-plata-a-francisco/
3
https://infovaticana.com/blogs/specola/insultos-pontificios-papa-francisco-jefe-de-la-masoneria-fin-de-la-pedofilia-de-una-vez-por-todas-disolucion-de-las-finanzas-vaticanas/
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