Calesita

viernes, 30 de agosto de 2019

Von Balthasar y la miopía de Bergoglio


En la Iglesia se habla hoy mucho de pluralismo. Pero es legítimo preguntarse si ha habido una época menos pluralista que la que estamos viviendo.
Estas son reflexiones que encontramos en el prólogo de la La Verdad es Sinfónica, escrito por uno de los más grandes teólogos del siglo XX, Hans Urs von Balthasar.
La intolerancia de esta Revolución Vaticana, encabezada nada menos que por un porteño, Bergoglio, se veía venir desde la década del 70. Estas reflexiones no hacen otra cosa que volver a la Verdad, la cual en Dios jamás se agota. Por eso leemos en dicho prólogo:
En la actual crisis de la Iglesia, los programas y consignas habituales, por más dispares que sean, se presentan en cada caso como una panacea.
Al interior de la Iglesia se espera una democratización y una cogestión totales, así como un «cambio de estructuras» a través del cual progrese realmente el espíritu democrático.
Al exterior de ella, se exige asimismo de un modo unilateral que la Iglesia tome partido en pro de los pueblos pobres y oprimidos a través de un compromiso político eficaz que no excluya la posibilidad de una revolución. La acción social y política sería el verdadero culto a Dios, la auténtica oración, la escuela que mejor nos enseña lo que es el desinterés y la renuncia.
Pero todas estas teorías no son más que visiones estrechas y arbitrarias de la doctrina y del ejemplo de Cristo, de la teología de la Iglesia que aparece en el N.T. y del programa de «apertura al mundo» del concilio Vaticano II.
En efecto, al llamar la atención sobre cosas que es necesario hacer, estas teorías discriminan sistemáticamente otros aspectos diferentes, incluso contrapuestos, de la doctrina cristiana, tan importantes como aquéllos.
¿Acaso para valorar el matrimonio es necesario desvalorizar el celibato vivido al servicio del reino de Dios? Para enlazar el compromiso político «de la Iglesia» —que, en realidad, sólo puede ser el compromiso de determinados miembros de ella—, ¿es necesario considerar como inútil y anticuada la vida contemplativa, desvalorizándola a los ojos de los creyentes? El hecho de haber redescubierto el carácter central del mandamiento del amor al prójimo, ¿autoriza a hacerse cruces cada vez que se oye la palabra «intimidad» y a rechazar toda relación directa del hombre con Dios como simple evasión o alienación? La exaltación de la acción recta, de la ortopraxis, que, sin duda alguna, es claramente exigida por Jesús («Sólo el que hace la voluntad de mi Padre», Mt. 7,21), ¿debe hacernos perder de vista que el N.T. nos exige también de un modo apremiante la profesión de la verdadera fe, la ortodoxia («El que no permanece en la doctrina de Cristo, no posee a Dios», II Jn., 9)?
El mensaje de la tolerancia es predicado con intolerancia, el Evangelio del pluralismo, con un sectarismo tal, que mira por encima del hombro a todos aquéllos que no comparten las propias ideas y los considera como pobres rezagados o subdesarrollados.
¿Cuál es el resultado de todo esto? Que no somos capaces de soportar la unidad superior de la que (a través de su misión y de su gracia) sólo somos un fragmento, y, con ello, la unidad queda desplazada del todo a la parte.
Se prefiere el unísono a la sinfonía. Expresado en terminología platónica, esto equivale a la tiranía, y, en términos modernos, al totalitarismo, la contradicción interna que implica el sistema del partido único y sus pretensiones de infalibilidad.
Son ideologías propias del hombre unidimensional, que, de un modo arrogante, quiere abarcarlo todo manteniendo su mirada a ras de tierra. Incluso se intenta proyectar a priori el modelo del santo del presente y del futuro, como si la santidad no supusiera ante todo un ser consciente del lugar que se ocupa en el cuerpo único de Cristo, que consta de muchos y contrapuestos miembros, cada uno de los cuales hace a su manera la voluntad de Dios.
Ningún santo ha afirmado jamás que la única forma correcta de vivir fuese la suya. En Calcuta, la madre Teresa hace lo que le toca hacer; en el mismo lugar; el abbé Monchanin ha cumplido igualmente su misión, pero de un modo totalmente diferente. Y, sin embargo, ambas formas de vida son ilustraciones ejemplares de lo «único necesario».
Todos los que intentan vivir el amor cristiano arden entre Dios y el mundo, como representantes de Dios ante el mundo y del mundo ante Dios, y arden siempre al interior de la comunión de los santos.
Saben que todos los ministerios se necesitan mutuamente. El sacerdote, que vive en el mundo, necesita a la carmelita, que hace penitencia y ora por él en el claustro. También necesita al laico, que trata de llevar fielmente a la esfera mundana el espíritu cristiano que él intenta transmitirle. El sacerdote no tiene por qué politizarse a la manera del laico, ni éste ha de actuar como si fuese un sacerdote. «Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino, muchos... Si todos fueran un miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?» (1 Cor. 12, 14, 19).

jueves, 22 de agosto de 2019

El esperpento de la inclusión


Donde se habla de inclusión, reina la revolución.
El término inclusión pertenece al álgebra, donde se dice que la clase A está incluida en la clase B y se simboliza de este modo: A B.
Este término, como una lancha, partió del puerto de la lógica matemática para atracar en el muelle de la teología. Ya se han vendido muchos pasajes para salir de la Teología de la Liberación, y llegar a la Teología de la Inclusión; y como dicen algunos iconoclastas protestantes, todos llevan en sus maletas la “Biblia de la Inclusión”, repleta de misericordia.
Nos hallamos en una era de pensamiento filosófico casi nulo, puesto que se debe beber la lógica en las aguas de las matemáticas, algo tradicional en esta modernidad, donde solo existe una fuente de agua salada, la cual representa el método cartesiano.
El proceso es simple. Esta era huérfana de pensamiento, pues solo existe lo cuántico, debe hacerse dialéctica, la cual nace de la praxis cotidiana.
La '' nace en la “égalité” o “igualdad” de la Revolución Francesa, la cual como vaca que se ha quedado sin leche, es ordeñada con violencia para que dé las últimas gotas de la leche inclusiva.
Hoy, toda diferencia que quiera ser diferente, es sospechosa de discriminación, pues dentro de esta dialéctica se enfrenta a su oponente, la inclusión.
Así llegamos a la egalité absolue. Primero fue la igualdad de grupos sociales, luego se agregó la igualdad de jerarquías, para terminar sumando la igualdad de sexos; los cuales son tantos que ya ni nos animamos a enumerar, y todos ellos, sin diferencias de ninguna clase. Esta falta de diferencias, es la que lleva a un individuo a pasarse de un sexo a otro, como quien pasa de la cocina al dormitorio, con lo cual se puede deducir por inclusión, que solo existe un sexo.
Cada día al despertarme me miro al espejo, y compruebo que soy distinto a los otros, entonces me pregunto: ¿Realmente somos todos iguales, o somos todos distintos?
Esta decadencia paulatina de la Revolución Francesa, ya no puede resistir el hecho de la diversidad, motivo por el cual, el laboratorio de los neorevolucionarios, trajeron del álgebra, el término de “inclusión”. Por esta praxis, incluyamos a los que son distintos.
Sin embargo, la inclusión absoluta no resiste la realidad. ¿Quién incluye un ladrón en su casa? ¿Quién es amigo y confidente de su propio enemigo? ¿Quién albergaría en su edificio un musulmán listo para arrojar un explosivo? ¿Qué judío incluye un nazi?
Es indudable, que la inclusión, no resuelve este estado social de un occidente en plena decadencia.
¿Pero cómo se trae este término a la dialéctica bergogliana? Muy simple, la inclusión se opone al proselitismo. Los revolucionarios vaticanos, viven en una burbuja. Para ellos la inclusión es la enemiga feroz de una nueva categoría en la jerarquía de los demonios y por consiguiente, la práctica del proselitismo, pertenece a determinados coros infernales.
El revolucionario ideal, es aquel que no convierte. Convertir es discriminar, por lo tanto se incluye, praxis de moda, que se realiza sin cambiar ni pedir arrepentimiento del incluido, tal como hizo Bergoglio con la abortista Bonino.
Toda inclusión se opone a la exclusión y por tal motivo al anatema. Vivimos en una sociedad totalmente decadente, pues se apartó del cristianismo, y el rasgo característico de su decadencia total, lo da su hipocresía. Hablan de inclusión pero te excluyen cuando te quedas sin dinero.
Baste para esto tan solo un ejemplo. En la ciudad de Buenos Aires, centenares de personas duermen en las calles o plazas. Son los auténticos excluidos. ¿Qué hizo el gran Bergoglio por ellas mientras era cardenal? Nada. Hoy se llena la boca hablando de inmigrantes. ¿Cuántos inmigrantes se albergan en el fastuoso Vaticano? Ninguno.
La inclusión, como un concepto traído de los pelos, favorece el espíritu del panteísmo moderno, al que Bergoglio dará con bombos y clarines, el pomposo nombre de “ecumenismo”. Este ideal ecuménico es un ideal inclusivo, el cual se desprende de la gnosis panteísta, emanada de ciertos intérpretes de la Cábala. De este modo, Dios, el cual ya “no es católico” según lo enseña el gran Bergoglio, quiere todas las religiones.
Por la inclusión, la jerarquía eclesial chilena, asistió junto a un chamán, en ritos adoratrices al dios Inti, incluyendo comprensivamente la idolatría.
Por la inclusión, la jerarquía eclesial colombiana participa junto a los chamanes en ritos idolátricos de la caída paganidad, incluyendo comprensivamente los espíritus impuros.
Por la inclusión, se ponen los colorinches homosexuales en ciertas iglesias, incluyendo una de las prácticas más aberrantes de esta decadente modernidad.
Por la inclusión, te excluyen llamándote homófobo.
Como los componentes de este sincretismo religioso, difieren entre sí, la adición de semejante inclusión, siempre da cero, puesto que una clase incluida frena y regula la acción del inclusor.
Si sumamos un judío con un católico y con un musulmán, en total no tendremos tres judíos, ni tres católicos, ni tres musulmanes, sino tres inútiles incluidos. De este modo la Inclusión es el nombre del último conejo salido de la galera de esta modernidad, para que las religiones no molesten.
El hombre moderno, no es un ser humano avanzado, ni mutado, ni evolucionado, tan solo es un inútil, y lo es bajo muchos puntos de vista. Solo ha desarrollado la tecnología, sobre la cual su tontería navega como un corcho en un desaguadero. Es lo que hemos dicho en otras ocasiones, cuando hablamos de la era de la neutralidad.
Para ir más en profundidad, observemos atentamente dentro de la iglesia a quienes hablan de '', pues esta estructura eclesial humana, posee una feroz “Mafia Lavanda” que se ha filtrado en su seno, donde podemos hallar dentro de cada diócesis de un treinta a un cuarenta por ciento de estos depravados. Para ellos la infiltración de dicha “Mafia Lavanda”, es sinónimo de inclusión, término al que deben quemar incienso todos los días.
El concepto de inclusión no resiste el tiempo, pues hoy observamos que hasta los iconoclastas protestantes, que le tienen alergia a la filosofía, son quienes lo rechazan como pensamiento patógeno.

miércoles, 14 de agosto de 2019

La Virgen vestida del Sol

El himno de Laudes para el 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María Santísima, fue compuesto por el himnógrafo oficial de la Congregación de Ritos, el jesuita Vittorio Genovesi (1887-1967), quien fue un latinista y poeta refinado, el cual perteneció a dicha Congregación desde 1942. Sus composiciones obtuvieron distintos premios internacionales.
El himno que pasamos a comentar es una joya de arte literario, donde se unen belleza y teología, para hacerse oración. Hoy estamos acostumbrados a una liturgia antropológica, carente de belleza. Esta composición se realizó dentro de una liturgia que llevaba otros parámetros, perdidos en el torpe rito actual. No es de extrañar, que nuestros neomodernos (aquellos que aún rezan las horas), ignoren esta composición.
Leer este himno en castellano, es destruirlo, de allí que la belleza literaria debe apreciarse en su idioma de origen; por eso presentamos el texto latino y su significado castellano aparte.
La composición se arma sobre el esquema de la estrofa sáfica. Este esquema se origina en la poetisa Safo que pertenecía a la isla de Lesbos y vivió entre los siglos VII y VI antes de Cristo. En castellano es una estrofa compuesta de tres endecasílabos y el último pentasílabo, el cual siempre se inicia con la primera y cuarta sílaba acentuada. Este verso también se lo llama verso adónico, pues se origina de “¡Oh Adonis!” En latín, donde el concepto de versificación es otro, el verso adónico se compone de un dáctilo y de un troqueo: –∪∪ – –.
***
1ra. Estrofa:
Se inicia la composición con una descripción de la señal presentada al inicio del Cap. XII del Apocalipsis. Este signo apocalíptico, es atribuido a la Virgen en el himno por un vocativo: (o Virgo), ignorando las distintas interpretaciones de los iconoclastas, tanto protestantes, como católicos empapados en el protestantismo, que eluden el misterio mariano en esta señal, y hasta lo niegan, contrariando abiertamente toda una tradición en este sentido.
Solis, o Virgo, rádiis amícta,
Bis caput senis redimíta stellis,
Luna cui præbet pédibus scabéllum
Inclita fulges.
Oh Virgen, vestida con los rayos del sol,
que por dos veces rodean tu cabeza seis estrellas
y teniendo la luna por escabel de tus pies,
resplandeces de hermosura.
El último verso, el adónico, exalta su resplandor, al estar vestida del Sol: (Inclita fulges). La señal es una imagen del universo mismo: estrellas, luna y sol. Esta imagen universal, es el signo del universo espiritual. El Sol es Jesucristo; la Luna, su Iglesia; las estrellas, la doctrina enseñada por los doce apóstoles y sus seguidores, los santos doctores y profetas. El hecho de llevar este vestido luminoso, señala la profunda unidad con la Santa Trinidad, pues la Luz es Dios mismo.
2da. Estrofa:
De los atributos expuestos en la 1ra. estrofa, el autor pasa a explayar el significado de los mismos, no ya en lenguaje simbólico como lo hace el Apocalipsis, sino ahora en lenguaje teológico:
Mortis, inférni domitríxque noxæ,
Assides Christo studiósa nostri,
Teque regínam célebrat poténtem
Terra polúsque.
Tú eres la Vencedora de la muerte y del castigo del Infierno,
sentada junto a Cristo, para ser Protectora nuestra
a Quien celebran como Reina poderosa,
el Cielo y la tierra.
Si la Virgen se viste de Luz es una consecuencia por vencer la muerte y el abismo profundo. Es la fiesta que celebramos. Vencer la muerte y el Hades, es estar vivo:
...y ahora he aquí que vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves, de la muerte y del Hades (ᾅδου). (Ap. 1,18 b)
El hecho de estar sentada (assides) junto a Cristo indica la realeza. Esta realeza se basa en la tradición davídica, donde las reinas, eran las madres de los monarcas reinantes, no sus esposas.
Esta realeza mariana no se emplea como una carga para el cristiano; sino como una asistencia diligente, aplicada, gustosa y efusiva. Todo esto dice el participio studiósa.
Por último dará el ámbito de la realeza mariana: la tierra (Terra) y la estrella polar (polus), metonimia poética del cielo.
Esta realeza, significada en la corona de doce estrellas, no es absoluta, sino relativa a su hijo, Cristo. Por Él la recibe, con Él la comparte, no como eje de la realeza, sino como studiosa. Esta corona, es la doctrina, que como las estrellas, no muta en el cielo y refulge en el universo de la Fe.
De esta participación en el reinado, es el hecho de ser llamada vencedora de la muerte y del Hades. Y, reiteramos, en esto consiste esta fiesta, en vencer la muerte y el Hades.
3ra. Estrofa:
Esta estrofa hace uso del hipérbaton 1 poético, para ajustar las palabras a la métrica del verso sáfico, de allí que lo traducimos en forma lógica, no poética. Esta es la dificultad de traducir ciertas poesías.
Damna sed perstat sóboli minári
Créditæ quondam tibi dirus anguis;
Mater, huc clemens ades, et malígni
Cóntere collum.
La estrofa alude al llamado por algunos, el protoevangelio. Se refiere al Génesis 3,15. El himno aquí se hace la súplica de la descendencia amenazada por la antigua serpiente; pero esta descendencia fue confiada a la Virgen María, y allí alude al pasaje del Evangelio de San Juan 19,25-27. Por consiguiente escribe el poeta latino:
Pero (sed) la funesta (dirus) serpiente (anguis) persiste (perstat) con daños (damna) a la descendencia (sóboli), un día (quondam) a ti (tibi) confiada (créditæ).

Los dos últimos versos, consuman el protoevangelio, mediante esta súplica:

Oh Madre, ven aquí con clemencia
y aplasta el cuello del maligno.
Un párrafo aparte merece la interpretación del Génesis 3,15. Los protestantes y católicos afines al protestantismo, creen ver a Jesucristo pisando la cabeza de la serpiente antigua. Todo se basa en una mala traducción del hebreo. Si bien el pronombre está en masculino, siendo esta una acción varonil, como es el hecho de pisar la cabeza de una serpiente; quien lo hace es la mujer. De allí que la Tradición tradujo este pronombre como un femenino enfático: es decir, una mujer ejecutando una acción varonil. Los judíos son quienes más conocen el hebreo, y lo traducen en femenino.
4ta. Estrofa:
El ritmo de esta estrofa lo dan tres verbos en imperativo, donde se consume la súplica iniciada en la estrofa anterior: Protege (tuére), conduce (adduc) y recoge (coge) y cada uno de ellos posee un objeto distinto dentro de la misma Fe. Protección para quienes la siguen, conducción para los que se perdieron en dicha Fe y colección o cosecha para los que no ingresaron en ella. Por supuesto, aquí es preciso tomar distancia de las torpes enseñanzas de Bergoglio, quien seguramente usaría otros verbos, como escucha, incluye haz un servicio.
Asseclas diæ fídei tuére,
Tránsfugas adduc ad ovíle sacrum,
Quas diu gentes tegit umbra mortis
Undique coge.
Protege (tuére) a los que seguimos (asseclas) la fe divina (diæ fídei),
conduce (adduc) a los perdidos (desertores) al rebaño sagrado (ad ovíle sacrum)
recoge (coge) de todas partes (undique) a las naciones (gentes)
a las cuales (quas) ya hace tiempo (diu) cubre (tegit) la sombra de la muerte (umbra mortis).
5ta. Estrofa:
La quinta estrofa presenta a la Reina Madre de cada cristiano:
Sóntibus mitis véniam precáre,
Adiuva flentes, ínopes et ægros,
Spes mica cunctis per acúta vitæ
Certa salútis.

Implora (precáre), benigna (mitis), el perdón (véniam) para los pecadores (sóntibus).
Ayuda (adiuva) a los que lloran (flentes), a los indigentes (ínopes), a los enfermos (ægros),
Brilla (mica) como esperanza para todos, salud (salútis) certera (certa) en las dificultades de la vida (acúta vitæ)

El Apocalipsis ha presentado este gran signo, pero lo contrasta con el signo de la Antigua Serpiente, con la cual está en una guerra permanente y universal. En esta guerra, están los que fueron mordidos por la serpiente (sóntibus), los que sufren las penurias de esta guerra (ínopes), los enfermos del mal (ægros), los que perdieron la esperanza y lloran (flentes) y los que padecen las dificultades de la guerra (acúta vitæ). El signo es de por sí bélico, tal como lo muestra la quinta antífona de Laudes y Vísperas de este día:
Pulchra es * et decora, filia Jerusalem, terribilis ut castrorum acies ordinata.
Eres hermosa * y graciosa, hija de Jerusalén, terrible como ejército en orden de batalla.
6ta. Estrofa:
La última estrofa, como en todos los himnos, es una doxología referida a la Virgen María. Aquí se dirige a la Trinidad, la cual realizó tres actos por las cuales se adora:
1. Otorgarle la corona de la doctrina y de la Fe (tríbuit corónam).
2. Establecerla como nuestra Reina (regínam statuítque nostram).
3. Entregarla como Madre de la Humanidad (Próvida matrem).
Laus sit excélsæ Tríadi perénnis, excelsa
Quæ tibi, Virgo, tríbuit corónam,
Atque regínam statuítque nostram
Próvida matrem.
Amen.
Sea alabada la sempiterna Trinidad
que a ti, oh Virgen, te concedió la corona,
y te estableció como reina
y nuestra Madre solícita.
Amén.
La poesía se hizo para el canto. El canto de la Iglesia, no se acompaña con guitarra. El canto de la iglesia de occidente, es el gregoriano, que los monjes tradicionales, cantan sin instrumento de ninguna especie. Para este canto, los instrumentos no son necesarios. Este es un ejemplo abreviado del himno, pues faltan dos estrofas.
Los monjes del Monasterio de Santa Magdalena en Barroux, quienes siguen el Rito Romano antiquor con toda su belleza, hoy destruida por los neomodernos, cantan este himno. Todos los oficios puede seguirse desde este link.


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1 Consiste en cambiar el orden lógico o sintáctico de las palabras.

sábado, 10 de agosto de 2019

El prisionero Benedicto XVI


Decodificar la realidad, no es fácil, por ello presento y pondero el escrito que sigue a continuación de esta simple introducción. Mas vale meditar la realidad, que mofarse de las opiniones ajenas, como hacen algunos.
A continuación viene esta crónica tomada de las páginas que están al pie de la misma.
Es importante considerar el esfuerzo de interpretación que realizaron algunos, para esclarecer los hechos que llevaron a la renuncia de Benedicto XVI.
Lo hago, incluso sabiendo que falta mucho por revelar, pues una crónica no es aún historia; y se hace muy difícil en estos momentos llegar a conclusiones, mucho más, cuando reina el silencio en algunos y en otros brilla la insensatez.
***
«Resumiré en este artículo las suposiciones y el análisis que los voluntarios y miembros de Veri Catholici han elaborado en los últimos días sobre lo que realmente sucedió en el Vaticano en 2012-2013. Lo haré en una línea de tiempo, que hace comprender lo que fue pasando más fácilmente.
2012
En marzo de 2012, el Papa Benedicto XVI estableció una Comisión de Cardenales para investigar las filtraciones de documentos reservados y confidenciales en televisión, periódicos y otros medios de comunicación (en lo que se conoce como el escándalo Vatileaks). Se reunió por primera vez el martes 24 de abril de 2012. El cardenal Herranz se desempeñó como presidente y estuvo acompañado por los cardenales Jozef Tomko y Salvatore De Giorgi. (Wikipedia: Escándalo de fugas en el Vaticano)
Otoño
Alguien filtra los resultados de la Comisión del Vaticano sobre Gays en el Vaticano al Equipo Bergoglio, que en respuesta comienza una actividad febril en Roma (Documentado por el Dr. Sire en el Libro, El Papa Dictador). Esta actividad tiene como objetivo la abdicación forzada de Benedicto.
Principios de noviembre: nace el Golpe de Estado. El equipo de Bergoglio exige la renuncia del Papa Benedicto para evitar que las revelaciones del Dossier sean presentadas por la Comisión del Vaticano sobre Gays en el Vaticano. El contenido del dossier implicará a todos los miembros clave del Equipo Bergoglio y, por lo tanto, debe emplearse toda la fuerza y la conveniencia para detener su publicación. La conspiración incluye no solo al Equipo Bergoglio, sino a todos los nombrados en el Dossier, cuyos nombres son dados al Equipo Bergoglio por alguien que trabaja en la Comisión.
Los términos del Golpe de Estado son los siguientes:
  • El papa Benedicto renunciará
  • El Papa Benedicto no publicará los contenidos del Dossier
  • El Papa Benedicto testificará continuamente que renunció voluntariamente
Si el Papa Benedicto se niega, el Equipo Bergoglio amenaza al Papa con el asesinato, citando el testimonio publicado de un periodista italiano el 11 de febrero de 2012 diciendo que el asesinato sería dentro de 1 año.
La fecha del 11 de febrero de 2013 se elige para la renuncia para señalar a la mafia lavanda (gay) en todo el mundo, que la abdicación se ha visto obligada precisamente para a defender su institución malvada.
El Papa Benedicto XVI, sin el consejo de nadie, porque no confiaba en nadie, decide seguir adelante, pero dejar signos reveladores para el mundo católico, para que cualquier observador inteligente pueda discernir lo que está sucediendo.
23 de noviembre: el cardenal James Michael Harvey, que había sido prefecto de la familia papal bajo Benedicto, es nombrado cardenal sacerdote de San Pablo extra muros, en una aparente recompensa por su papel al permitir que Benedicto sea traicionado en el escándalo de las filtraciones del Vaticano y para dar paso a Ganswein.
7 de diciembre: el padre Georg Gänswein, secretario privado del papa Benedicto desde el momento en que era cardenal, es nombrado prefecto de la casa pontificia
17 de diciembre: El Papa recibió un informe sobre "grupos de presión del Vaticano" preparado por los cardenales Julián Herranz, Salvatore De Giorgi, ex arzobispo de Palermo y Jozef Tomko. El mismo día, el Papa decidió renunciar. (Wikipedia: Fugas del Vaticano). Esta decisión es forzada y es una señal de Benedicto al Equipo Bergoglio de que ha aceptado los términos dados en el Golpe de Estado.
2013, 6 de enero: La fiesta de la Epifanía. El padre Gänswein es ordenado arzobispo de Urbs Salvia. Se convierte en el único titular del cargo de Prefecto de la Casa Papal en disfrutar la dignidad de un Arzobispo. Otra señal papal de que la renuncia sería inválida y que Benedicto retendría la verdadera dignidad del Papa. La elección de la sede titular, Urbs Salvia, que era un centro del Culto Imperial de Augusto, Pontifex Maximus, es otra señal para el mundo católico de que la renuncia de Benedicto sería inválida, ya que el Prefecto cuidará del Pontifex Maximus. (Que Bergoglio no tenga un oficial de la Casa Papal que lo cuide es otra señal de que no es Papa).
11 de febrero de 2013: el Papa Benedicto XVI, su facultad como Obispo de Roma y Sucesor de San Pedro, renuncia al "ministerio que recibió de manos de los Cardenales" y pide un Cónclave para elegir un nuevo Sumo Pontífice. El uso alternativo de los títulos Sucesor de San Pedro para sí mismo y Sumo Pontífice para quien lo seguiría es otra señal para el mundo católico del golpe de estado y la renuncia forzada. Pero en su acto de renuncia, al renunciar al ministerio, no al munus, hace que su renuncia sea canónicamente inválida y envía un GRAN MENSAJE CANÓNICO a la Iglesia advirtiéndoles de lo que está sucediendo (cf. Canon 332 §2).
También incluye varios errores en latín en el texto escrito y hablado para mostrar que está siendo coaccionado y que no ha actuado libremente.
Cuando Benedicto termina la lectura de Non Solum Propter, el cardenal Sodano, un conspirador jefe en el Golpe de Estado se levanta y grita: Esto nos sorprende, como un rayo del cielo.
Luego ordena a todos en el Vaticano que no digan nada sobre lo que significa el acto del Papa Benedicto, porque se da cuenta de que la renuncia es ministerial, no munus, como se acordó. Como no quiere demostrar que es miembro del golpe, se abstiene de decir que Benedicto renuncia. Ordena al padre Lombardi que hable con los periodistas y encuentre a alguien que piense que eso significa que abdicó. Habiendo encontrado a Giovanna Chirri, Lombardi le da la oportunidad de difundir las noticias falsas, y después de que los periodistas del mundo (preparados por el Equipo Bergoglio) lo hacen realidad, la Oficina de Prensa del Vaticano confirma las noticias falsas por la tarde. - Esta es la táctica marxista de usar rumores para reprimir la verdad. Este rumor es ahora el incuestionable dogma de la mafia de lavanda en todo el mundo. La señal de que los sacerdotes, los obispos y los cardenales, así como los laicos, no lo cuestionarán es una prueba tangible de su adhesión al golpe de estado o de su engaño.
28 de febrero: el Papa Benedicto, alarmado de que nadie haya entendido las señales que ha dado, da su discurso final explicando explícitamente que ha renunciado al ministerio activo, no al munus, en un último intento desesperado por detener la renuncia forzada. La falta de respuesta de los Cardenales lleva a Benedicto a creer que no tiene amigos entre ellos y que ellos también son parte de la Mafia de Lavanda. Él vuela al Castillo Gandolfo donde espera ser rescatado por las Fuerzas Católicas que reconocen que su renuncia es inválida.
Fiesta de San José, Protector de la Iglesia: 19 de marzo: en la inauguración papal del Papa Francisco, el cardenal Tomko, miembro de la Comisión de actividades homosexuales en el Vaticano, fue uno de los seis cardenales que hicieron el acto público de obediencia en favor del Colegio de Cardenales al nuevo Papa en su inauguración papal. (Wikipedia: cardenal Tomko) - En un acto de obvio acuerdo con el golpe de estado. Una señal, tal vez, de que él fue quien filtró información de la investigación al Equipo Bergoglio a fines del verano de 2012. - La fecha del 19 de marzo fue elegida para indicarle a la mafia de lavanda que el golpe había protegido a su institución malvada.
23 de marzo: Bergoglio advirtió que la residencia de Benedicto en Castel Gandolfo podría ser para escapar de los términos del Golpe de Estado, se reúne con él allí y ordena su regreso al Vaticano como prisionero.
2014, 12 de junio: Bergoglio premia al cardenal Herranz por su silencio al elevarlo de la dignidad de un cardenal diácono a la de un cardenal sacerdote. (Wikipedia: cardenal Heranz).
2016 Abril: el Papa Benedicto aprueba la prometedora charla del Arzobispo Gänswein en la Pontificia Universidad de San Gregorio Magno, en la cual el Arzobispo afirma que Benedicto retiene el munus petrino y el ministerio, como otro intento desesperado de hacer que los católicos estudien la cronología de los eventos. . Bergoglio responde con fuerza y les ordena a ambos que se callen sobre estos asuntos.
2019 Febrero a mayo: Benedicto, después de haber recibido un informe canónico que demostraba que su renuncia era inválida con respecto al petrine munus, lo acepta tácitamente para indicar canónicamente que sabe que sigue siendo el Papa, y políticamente, que está bajo presión para no hablar.
En resumen: Su Santidad el Papa Benedicto XVI, permanece prisionero en el Vaticano esperando pacientemente que alguien en el mundo católico lea estas líneas de tiempo y se dé cuenta de lo que significa.»
Fuente:



jueves, 8 de agosto de 2019

Comisariar los díscolos


El idealismo teutón, tiene su origen inconfundible en el subjetivismo luterano, donde la fe dejó de ser la hipóstasis, como lo señala la Carta a los Hebreos (11,1), y comenzó a ser una operación. Por este sofisma, que confunde fe con operaciones, la mente humana pasa a ser pura operación.
Mientras Dios crea con su Palabra, no con su mente; el teutón, empapado de luteranismo, como un Titán, se hizo distinto a Dios, pues no usa la palabra para crear, sino tan solo la concepción de su mente.
Los idealistas, primero comenzaron a crear un orden para la realidad, y luego pasaron a crear toda la realidad. En consecuencia, la mente crea la Historia y con el hebreo-luterano Marx, quien se proclamó ateo, se pasó a idear los pasos de una evolución para un nuevo pueblo elegido, el proletariado, quien camina por el desierto de la Historia.
Cuando por el nefasto Vaticano II se buscó pasar a las categorías modernas el pensamiento teológico católico, no se percataron que el pensamiento moderno era una decadencia del pensamiento cristiano. Por consiguiente, toda teología revuelta en las aguas tumultuosas y turbias de la modernidad, nace decadente y prácticamente ahogada. Este resultado se hace mucho más evidente en la actualidad.
Esta es la causa por la cual pululan pensadores idealistas, que en realidad buscan desesperados una metamorfosis, para que el pensamiento cristiano mute en teología idealista o en teología de la liberación, o en la chabacana teología del pueblo, a lo Bergoglio.
La etapa de estos pensadores concluyó. Mientras en los simples pensadores solo se daba una elaboración mental, como fue el caso de Ratzinger en sus primeros años, buscando transmutar el contenido teológico en moldes modernos; hoy este proceso llegó a su final, imponiendo férreamente la praxis de dichos pensadores.
Esta es la diferencia entre el primer Ratzinger y el actual Bergoglio, diferencia que en el consistorio de 2005, observó con agudeza Martini, el cardenal de Milán, cuando busca elegir a Ratzinger como Benedito XVI. Los tiempos de la imposición férrea de la praxis, aún no habían llegado, se necesitaba un papa de transición, débil de carácter y empapado de alguna manera en el idealismo teutón, como lo fue Ratzinger en sus primeros años.
Existe un esquema que se da en toda revolución que se precie de tal. Así lo vimos en la Revolución Francesa. Primero existe una etapa de elaboración del pensamiento revolucionario, como lo fue la Enciclopedia de Diderot y D'Alembert que cumplieron este objetivo; como asimismo las obras de Voltaire y Rousseau; luego se pasó a guillotinar a Luis XVI y a su muerte se implantó la era del terror.
La Revolución Vaticana no hace otra cosa que calcar este esquema. Primero se abren las compuertas del pensamiento con el nefasto Vaticano II, luego viene una avalancha de pensadores, llegando a elaborar las distintas teologías oriundas del idealismo. Ayer tomaron el poder con la “Mafia de San Galo”, y hoy se florean con una dictadura dogmática revolucionaria.
Por tal etapa dogmática-revolucionaria, se busca comisariar las órdenes díscolas al idealismo moderno. Las acusaciones son múltiples, o se reza mucho, o se guardan los bienes, o en algunos casos, se llega hasta la calumnia de abuso sexual, pues esta es hoy la acusación más creíble.
Esta táctica, fue usada por los protestantes en el siglo XVI, para adueñarse de los bienes de los monasterios. Por esta táctica basada en la avaricia, logró triunfar la reforma, enriqueciendo a los príncipes que se pasaban a la fe de los reformistas.
Como esta iglesia está empapada de luteranismo, la táctica no le resulta extraña. Bergoglio la empleó con notable éxito en Buenos Aires, haciéndose de bienes que no le correspondían, como lo es la Casa de Ejercicios Espirituales, ubicada en la Avenida Independencia.
De la reforma protestante, a la reforma bergogliana, si es que este desastre es una reforma, su éxito exige el adueñarse de los bienes que pertenecen a los díscolos.
Solo Mammón puede doblegar la voluntad de los indecisos, y es lo que muy bien aprendió Bergoglio.
Esta táctica debe cubrirse con hermosas palabras. Es entonces cuando nos toca escuchar las melifluas palabras bergoglianas, que dicen que la riqueza encadena el corazón. ¿Para quién habla? ¿O es que hace un examen de conciencia?
Por tal etapa dogmática, se impondrá mediante comisariatos la nueva praxis, la cual por los resultados, solo lleva a su destrucción definitiva, y su ejecución, solo puede morar en la mente de un jesuita.
Bergoglio, resume los pensadores surgidos del Vaticano II. Mente idealista teutona, que no necesita de la palabra, tan solo de la praxis y por ella crea la Nueva Iglesia; quien como un Titán, surgido de las barrosas aguas del Río de la Plata, proyecta su sombra judeo-luterana sobre el orbe católico.