¿De qué consagración me hablan?

Se conoció la oración mediante la cual, el antipapa Francisco, afirma que consagrará a Rusia y Ucrania.

Haciendo un somero análisis de la misma, se comprueba que dicha “oración” fue redactada por el mismo antipapa Bergoglio, pero otra mano injertó ligeros líneas para que la misma sea más potable.

Son propios de la mente de Bergoglio, los siguientes pasajes:

1. La nueve menciones de “hemos” o “nos hemos”, desarrollando una letanía de calamidades.

2. Los sustantivos “misericordia”, “ternura”, “compasión” y afines, son de su uso cotidiano, así como los verbos “acariciar”, “consolar”, “acoger”, “abrir puertas”… Todas expresiones comunes en su repertorio. Faltaba tan solo “derribar muros” y “conectar puentes”.

3. Aparición de un novedoso título en su letanía mariana, “Tú, tierra del Cielo”. No confundir con cielo en la tierra, pues para su mente, la tierra asume más importancia que el cielo.

4. La Virgen Desatanudos: “Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo.”

5. El monoteísmo universal de tinte masón, donde deliberadamente se elude la Trinidad: “Repíteselo otra vez a Dios”.

6. No puede faltar la ecología: “nuestra casa común” y destrozar “el jardín de la tierra”. Cualquiera podría opinar, que el jardín del inicio del Génesis, es en realidad toda la tierra.

7. Y sobre todo un final, muy acorde con Nestorio: “Tú que has tejido la humanidad de Jesús”.

Lo que sigue son agregados posiblemente de otra mano:

1. “...consagrarse a Cristo a través de ti.” Bergoglio siempre elude el término "Cristo" o "Jesucristo", dada su cosmovisión arriana, por eso siempre habla del "Gesù". Su concepción no puede admitir una consagración a la Virgen María, va contra todo su esquema de pensamiento, por lo tanto, se hace a “Cristo” por medio de Ella.

2. “...consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania.”

Si no se agregaban estos trozos, no se podría hablar de consagración.

3. Por último se pretende hacer un resumen de todo el universo presentado en el texto, eludiendo expresamente el mandato evangélico de ir y predicar, bautizando a todos los pueblos (Cfr. Mateo 28,19):

“...te consagramos el futuro de toda la familia humana, las necesidades y las aspiraciones de los pueblos, las angustias y las esperanzas del mundo.”

¿Por qué no pienso recitar esta oración?

1. El antipapa carga sobre sus hombros los pecados de la humanidad en el tiempo. ¿Cree ser el Cordero Pascual, o el chivo expiatorio? Tal como lo expone, cree ser la Cabeza de toda la humanidad, bien al estilo masón. Personalmente, no puedo cargar con los pecados de la humanidad, y a decir verdad, bastante me cuesta cargar con el enorme peso de los míos. Por otra parte, nadie puede consagrar aquello de lo que no es dueño. ¿Quién nombró a este porteño dueño de la humanidad?

2. No me identifico con la historia de la humanidad. Yo no hago, ni hice, ni haré Historia, al contrario, durante toda mi vida me tocó sufrirla.

3. Bergoglio, no tiene autoridad moral, para pedirme que me una a él.

4. Mi visión teológica es totalmente opuesta a la que se expresa en la supuesta oración, no la comparto ni pienso tolerarla. Tal como él afirma, soy un “rígido”.

5. No puedo estar en comunión con un antipapa, que además enseña herejías y practica abiertamente la idolatría.

No quiero volver a releerla, para no encontrar más barbaridades. Por último me pregunto, ¿es esto una consagración de Rusia al Corazón Inmaculado de María? A otro con este verso.