Calesita

viernes, 14 de marzo de 2025

En la laguna Estigia, esperando la barca de Caronte

por Tony Velázquez Ruiz

Si en estos momentos Paco I vive o no vive, ya a nadie le importa. En esto, tanto a católicos, como a las distintas mafias enquistadas en la estructura eclesial, les resultan totalmente indiferente.

Si tenemos que seguir los supuestos partes médicos, Paco se encuentra en una situación casi terminal, lo que lo imposibilita del manejo dictatorial al que estaba acostumbrado en la era de oro de "su gloriosa dictadura".

A los católicos, si Paco aún vive, no les interesa en absoluto, pues ya no puede hacer más daño del que hizo.

Hace rato que la gran dictadura de Paco I entró en su etapa de decadencia final. Paco I está agotado.

A las distintas mafias, si Paco aún vive, no les preocupa pues están abocadas en estirar lo más posible esta “sede vacante”, para sus propios objetivos. Un papa o supuesto papa en situación terminal de vida, puede ser beneficioso, dado que pueden moverse libremente y dar cauce a sus actividades de grupo. Cuando sea un estorbo, harán lo que están acostumbrados en hacer. Lo llevarán en sillas de ruedas, a la laguna Estigia.

El centro de gravedad de la situación actual, se mueve sobre los papables. El verdadero escenario se encuentra en los palacios vaticanos, o en los conciliábulos de grupos. El centro de gravedad, no está en la soledad de la laguna Estigia.

Y si esto es alta conjetura en la base, más aún lo es en la alta esfera de los prelados disfrazados de rojo.

Estamos en un intervalo anterior a la Sede Vacante. ¿Hasta cuándo? Hasta que las mafias arreglen sus asuntos, o hasta que el conflicto entre ellas se haga insostenible.

Mientras tanto, sigue la farsa con supuestos partes médicos, filtrados de antemano, y en algunos casos, hasta parecen contradictorios:

El Papa durmió bien, desayunó y se sentó en un sofá a leer el diario.” ¿Qué diario leyó? ¿La Reppublica o Il Corriere della Sera? ¿O acaso hojeó Tuttosport?

Y así pasan los días con esta comedia de Drácula. Mientras tanto la desolación sinodal, o el vacío de los ambientes a los que las mafias convocan para concurrir, resultan vacíos.

Como dice la famosa frase acuñada por católicos y mafiosos:

«Con Paco, nunca se sabe y todo puede ser posible.»

 

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