Calesita

jueves, 11 de abril de 2019

Apología elemental del benevacantismo


Todos aquellos que dan a Bergoglio como papa legítimo, son los sedebergoglianos.
Cuando en el 2013 salimos a decir, que Benedicto XVI seguía siendo Papa, nos llamaron “locos”. Como los “locos” crecieron, ahora nos tienen mucho más respeto, y nos llaman benevacantistas.
Y como seguimos siendo “locos”, los llamamos a ellos que nunca están “locos” sino siempre “cuerdos”: sedebergoglianos. Como ven, nos hicimos por un momento, tan nominalistas como lo son ellos.
Y para que tengan motivo de seguir llamándonos “locos”, sería bueno que todos los sedebergoglianos sepan en qué consiste esta posición, así apuntarían mejor el arma de sus agudas y filosas lenguas para criticarnos o denostarnos sutilmente.
***
El laberinto del Minotauro
Como la situación presente es de un verdadero laberinto, sería bueno que repasemos como se entró en él. Por supuesto, esto para los sedebergoglianos no sirve, pues como siempre, se las saben todas; y no están en ningún laberinto, sino gozando bajo el sol de un pleno día y solo hablan de papolatría, como si este término fuese la luz que alumbra todo este tenebroso tiempo.
1. En febrero del 2013 Benedicto XVI emite su renuncia al ministerium (y no al munus) del papado. Primer dato muy llamativo, pues se trata de un teólogo “exquisito”, y cuesta creer que haya renunciado al ministerium y no al munus. Este dato, acarrea la primera pista para pensar que existió una negociación previa y oculta a la renuncia. Es el olor a gato encerrado que olfateamos. ¿Fue con Martini en el cónclave de 2005, como afirmó su confesor?
2. El laboratorio teológico
El Papa es metafísica y místicamente el Vicario de Cristo, lo cual metafóricamente, se dice que es una sede y que por tal motivo tiene una jurisdicción. El papado no es de por sí una simple jurisdicción, aunque sin ella no existe como tal. Por tal motivo dirá Benedicto XVI:
«El siempre es también un para siempre – ya no existe una vuelta a lo privado. Mi decisión de renunciar al ejercicio activo del ministerio no revoca esto. No vuelvo a la vida privada, a una vida de viajes, encuentros, recepciones, conferencias, etcétera. ... Ya no tengo la potestad del oficio para el gobierno de la Iglesia, pero en el servicio de la oración permanezco, por así decirlo, en el recinto de San Pedro. San Benito, cuyo nombre llevo como Papa, me será de gran ejemplo en esto. Él nos mostró el camino hacia una vida que, activa o pasiva, pertenece totalmente a la obra de Dios.» 1
Tal como lo establece, no renuncia al munus, sino al ministerium según la traducción del párrafo, al “oficio”; al cual pasa a dividir entre activo y pasivo. Y lo hace, porque es metafísica y místicamente el Vicario de Cristo, por este motivo afirma que permanece, “por así decirlo, en el recinto de San Pedro”. Cede la sede, pero permanece en el recinto (!). ¿Y qué es el recinto sino la sede?
A partir de ahora el munus tendrá un solo ministerium bicéfalo: activo y pasivo (!), tal como lo afirma abiertamente Monseñor Gänswein:
Antes y después de su dimisión, Benedicto ha entendido y entiende su tarea como la participación en tal “ministerio petrino”. Él ha dejado la cátedra pontificia y sin embargo, con el paso del 11 de febrero de 2013, no ha abandonado de hecho este ministerio (!). 2
¿Ahora bien, como se entiende que renuncia pero de hecho no lo abandona?
Benedicto divide el único ente del ministerio en materia y forma. Benedicto como papa emérito se queda solo con la materia del ministerio, pues toda materia es pasiva, y el nuevo papa pasa a tener la forma del ministerio, pues toda forma es activa. Y remata Gänswein:
Desde la elección de su sucesor, Francisco, el 13 de marzo de 2013, no hay por tanto dos papas, pero de hecho el ministerio se expandió - con un miembro activo y un miembro contemplativo. 3
La única conclusión posible a este enorme embrollo, es que ahora el papado ya no es un munus, sino un ministerium y el único ente del ministerio es bicéfalo. Un único ministerium compuesto de dos cabezas, donde se reparten el trabajo: una reza, la otra actúa. No hay dos papas porque el ministerium es único, solo hay un papado bicéfalo. O si se prefiere, el papado es único, pero compuesto de dos personas, y no existen problemas, porque una renunció a la forma y promete obedecer al ministerium formal.
Mis buenos sedebergoglianos, no me digan que esto no es un disparate total ¡y tejido por los finos y exquisitos teólogos!
Mis buenos sedebergoglianos, no me digan que esto no es el laberinto de los horrores, donde el Minotauro del cisma está próximo y a la vista de cualquier lego.
¿Y cómo es un Papa con sede meramente pasiva?
Benedicto dio la tela, la administración venal vaticana cortó su nuevo hábito talar: un papa sin mando, sin sello, sin anillo, sin corona. Un Papa que obedecerá al obispo de Roma (!). Reina rezando, pero no gobierna. ¿Quién gobierna?, el segundo “papa”, Pedro el romano.
Mis buenos sedebergoglianos, no me digan que esto no es una rotura total con la Tradición y una reforma feroz y brutal del papado, elaborada en el laboratorio teológico, ¡por los finos y exquisitos teólogos!
Si el espíritu del Vaticano II entre tantas cosas buscó secularizar lo sagrado, la dimisión de Benedicto XVI se enmarca en este mismo espíritu conciliar, el cual para los idealistas es una evolución incontenible. Y es incontenible como dice Gänswein:
La renuncia trascendental del Papa teólogo ha representado un paso hacia adelante...4
Para ser más crudos y sintéticos en el análisis, digamos, que el ente papal se dividió en una materia, Benedicto XVI, y una forma, Francisco; pero el papado es único pues no se puede separar materia y forma, y para componerlo, se requieren metafísicamente las dos cabezas.
3. Para confirmar este disparate filosófico, en Roma cae un hermoso rayo sobre el cuppolone. Ahora se tienen dos papas, uno (o más) pasivo y otro activo. El ejemplo lo hallamos en el perfecto consulado de la vieja república romana narrada por Tito Livio.

4. Benedicto, como papa materia o papa pasivo, le debe ceder la jurisdicción al papa activo, pues el papado no es en sí mismo solo una jurisdicción, sino que tiene una jurisdicción, y lo hace diciendo que la sede está vacante. Pero a la sede pasiva no renunció, sino que la cede solamente en la faz activa, porque él la ocupa en la faz pasiva, a la cual se ve imposibilitado de renunciar.
Hasta este punto “4” los benevacantistas, no inventamos nada, solo tomamos nota de las idioteces que los “finos y exquisitos teólogos” elaboran. Estupideces, que no podemos seguir y no inventamos subjetividades, tampoco interpretamos lo que cada uno quiso hacer, porque quien hace algo limpio, debe ser claro en su accionar. Esto está muy sucio. Este Vaticano está lleno de impurezas, por ello todo lo que toca, se destruye.
5. El consistorio elige el fatídico día 13 de marzo (13/3/13) a un cardenal criptohereje, pues se había arrodillado ante los pastores pentecostales, con los cuales había estado imbuyéndose en un retiro doctrinal. Bergoglio toma el nombre virtual de Francisco y asume la sede activa cedida por Benedicto XVI, quien no se retira vestido de rojo como un cardenal o como un obispo, sino que vestido de blanco, sigue siendo papa, o papa materia, es decir, puramente pasivo.
6. Bergoglio acepta de buen grado esta situación, y se proclama abiertamente el mismo día de su elección, en la plaza San Pedro, como obispo:
Y sigamos adelante todos juntos, el pueblo y el Obispo, todos juntos;...
7. A partir de este momento, la iglesia ostenta dos papas para ocupar un mismo ministerium, uno pasivo, sin jurisdicción y otro activo con jurisdicción.
***
Nuestra posición ante los hechos
Ante este laberinto, la posición de un “loco” mal llamado benevacantista, contra un “cuerdo” bien llamado sedebergogliano, es la siguiente:
Somos “locos”, pero todavía logramos razonar un poco, y las explicaciones que nos dan los “cuerdos” no nos convencen en absoluto, deberían esforzarse un poco más, porque las consideramos irracionales o insuficientes. Por lo tanto nos vemos obligados a decir que ...
1. Benedicto XVI sigue siendo papa hasta tanto no renuncie también a la materia del papado, es decir al papado pasivo, pues no se puede dividir la materia y forma del papado en dos papas. Que renuncie al papado pasivo, se vista de rojo y se encierre en un monasterio con su hermano para cantar maitines, y nosotros de muy buenas ganas renunciaremos al benevacantismo y comenzaremos a hablar de la papolatría.
2. Bergoglio actúa como papa virtual, con solo una sede parcialmente cedida.
3. Un “loco” benevacantista, obedece a la jurisdicción de Bergoglio, pues Benedicto se la ha cedido, pero nunca lo llamará papa.
4. No existe en esta situación ninguna sede vacante. ¿Cómo podemos decir que la sede está vacante cuando la ocupa un consulado de dos personas? Por tal motivo no existe el criptosedevacantismo que nos atribuye Roberto de Mattei.
5. Un “loco” benevacantista, considera a Bergoglio como criptohereje, desde antes de asumir el papado, por cuyo motivo su obediencia es siempre condicional en estos aspectos:
a. Bajo la condición de no seguir herejías manifiestas.
b. Bajo la condición de no caer en inmoralidades manifiestas.
c. Bajo la condición de no romper con el magisterio anterior al dúo: Benedicto-Bergoglio.
d. Bajo la condición de no obedecer berrinches y caprichos de mero tinte personal, como ser, la beatificación del montonero Angelelli.
6. Un “loco” benevacantista, se ata a la realidad de los hechos, no a las subjetivas interpretaciones de los sedebergoglianos.
7. Un “loco” benevacantista, reza y pide que se deponga a Bergoglio ipso facto, por tres motivos:
a. Porque es un papa virtual.
b. Porque es un hereje, que conduce la Iglesia a un gigantesco cisma.
c. Porque es un inmoral.
***
Objeciones
Sed contra.
La iglesia aceptó la renuncia de Benedicto XVI como válida y dio por descontado que renunció al munus y con él a todo el papado, siendo en estos momentos la figura de papa virtual, como papa emérito.
Respondeo.
La iglesia en este caso, es el cuerpo de cardenales, quienes no gozan de inerrancia, por tal motivo, pasaron por alto los disparates ofrecidos en bandeja en el texto de la renuncia y en sus posteriores declaraciones.
La iglesia no puede suponer lo que no se dice abiertamente, so pena de errar y como supuso, erró.
Y sigo el pensamiento de Enrico Maria Radaelli:
«La dimisión de un Papa aunque permitida legalmente, "no está permitida metafísica y místicamente, porque en la metafísica está unida al nudo del ser, que no permite que una cosa contemporáneamente sea y no sea, y en la mística está unida al nudo del Cuerpo místico que es la Iglesia, para el cual la vicariedad asumida [por el sucesor de Pedro] con el juramento de la elección pone el ser del elegido en un plano ontológico sustancialmente distinto del dejado: en el plano más alto metafísica y espiritualmente de Vicario de Cristo".» 5
Sed contra.
Bergoglio fue elegido papa por un Consistorio y fue aprobado y aceptado como tal por toda la iglesia.
Respondeo.
Este no es un argumento teológicamente válido, sino un argumento ad hominem. Les recuerdo a los sedeberboglianos que el Vaticano II fue un Concilio aprobado y aceptado como tal por toda la iglesia. ¿Y qué pasó después? Ustedes saben la respuesta.
Sed contra.
La iglesia como el Vaticano determinó que Bergoglio es Francisco, y como tal debe ser considerado papa.
Respondeo.
La Iglesia no otorga el papado, quien lo hace es Jesucristo mismo. La Iglesia solo lo elige, y de esa elección Jesucristo confiere su Gracia de estado al Papa.
La Iglesia, considerada como organismo o estructura humana puede equivocarse al elegir un papa. Y esta es la respuesta que nos dan los distintos cismas, donde se mal eligieron muchos papas, que hoy llamamos antipapas.
***
Siempre pueden existir dudas tanto para los sedebergoglianos como para los benevacantistas, y existe un último y final criterio para salir de las dudas, el mismo es el que propone Jesucristo en Mateo 7,16:
Por sus frutos los conoceréis.
Preguntémonos, entonces: ¿Quién es Papa, Ratzinger o Bergoglio? Y apliquemos el último criterio para despejar nuestra legítima duda:
Por sus frutos “lo” conoceréis...
Esta es la causa por la cual los benevacantistas hemos crecido y seguiremos creciendo, Begoglio nunca fue Francisco.


1 BENEDICTO XVI - AUDIENCIA GENERAL - Plaza de San Pedro, Miércoles 27 de febrero de 2013
2 http://www.benedictogaenswein.com/vernoticia.php?Id=2731
3 Ibídem.
4 Ibídem.
5 Sandro Magister. - www.chiesa.espressonline.it. ROMA, 20 de febrero de 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario