Calesita

martes, 9 de abril de 2019

¿Qué hacer con este papado herético? Disputant auctores (III)


Esta tercera teoría se deduce de las opiniones informales del Profesor Roberto De Mattei. Su declaración completa puede leerse en este sitio--->.
III. La teoría de la espera política
De Mattei en su declaración, presenta tres caras:
1. Está de acuerdo en algunos puntos con la opinión quietista de Schneider, criticando el resto de su opinión.
2. Afirma que sigue los conceptos de Arnaldo Xavier da Silveira.
3. Reivindica la posición de Schneider por ser en este momento una alternativa política válida.
Veamos sus declaraciones.
De Mattei está de acuerdo con la posición quietista:
1. Para empezar, estoy totalmente de acuerdo con monseñor Schneider cuando admite la posibilidad de que un pontífice pueda difundir errores doctrinales o herejías, aunque jamás lo haga ex cathedra. La hipótesis del papa herético no sólo está sustentada por casi todos los teólogos y canonistas, sino que es también un hecho histórico que se dio, por ejemplo, con el papa Honorio, y que puede trágicamente repetirse.
2. Otro aspecto que aclara bien monseñor Schneider a la luz de las enseñanzas de la Iglesia es la postura que se debe adoptar cuando un pontífice incurre en herejía: «Al lidiar con el trágico caso de un Papa herético, todos los miembros de la Iglesia, comenzando con los obispos, hasta los simples fieles, tienen que usar todos los medios legítimos, como las correcciones privadas y públicas del Papa errante, constantes y ardientes oraciones y profesiones públicas de la verdad para que la Sede apostólica pueda nuevamente profesar con claridad las verdades divinas, que el Señor confió a Pedro y a todos sus sucesores».
Luego constata con lógica que la teoría de Schneider es insuficiente:
1. No basta con rezar en silencio como si no hubiera pasado nada.
2. Hay que resistir y reaccionar. Y la mejor manera de hacerlo es la corrección fraterna, que corresponde principalmente a los obispos y cardenales, pero que también pueden hacer llegar al Sumo Pontífice los simples laicos, como se hizo con la Correctio filialis. «En este tema el factor numérico no es decisivo. Es suficiente que incluso un par de obispos proclamen la integridad de la fe y corrijan así los errores de un Papa herético.
Por último, contradice la opinión quietista:
Esta afirmación me deja algo perplejo: «Un Papa no puede ser depuesto en ninguna forma y por cualquier razón, ni siquiera por herejía». Monseñor Schneider niega la posibilidad de que un pontífice sea depuesto, si bien reconoce que dicha tesis ha sido expresada por grandes canonistas y teólogos, como el cardenal Cayetano y San Roberto Belarmino, que son partidarios de ella.
En la segunda cara se declara partidario de la opinión de Arnaldo Xavier da Silveira, a quien hemos expuesto en la entrada anterior.
1. La postura que a mi juicio es más convincente es la del recientemente fallecido teólogo brasileño Arnaldo Xavier da Silveira, la cual resume en el capítulo VII de su libro Hipótesis teológica de un papa herético (Solfanelli, Chieti 2016). Arnaldo da Xilveira sostiene que existe una profunda incompatibilidad entre la herejía y la jurisdicción eclesiástica.
2. Ahora bien, la pérdida del cargo no es automática. Teniendo en cuenta que por la Iglesia una sociedad visible sus actos oficiales deben ser igualmente visibles, el Papa hereje sigue siendo pontífice hasta que se manifieste plena y abiertamente su herejía. San Roberto Belarmino enseña que el papa hereje deja de ser papa cuando se hace patente su herejía. Esto debe entenderse como una manifestación plena, es decir, cuando la herejía se impone obligando a la sana pars de la Iglesia Católica.
3. Si un sector de los católicos considera dudosa o insuficiente dicha manifestación, ello se debe a que la manifestación no es plena o a que no constituyen la parte sana del catolicismo. En ese caso será inevitable el choque, y todo dependerá del sensus fidei de los católicos y de los movimientos de la gracia. En tanto que sea tolerado y aceptado por la Iglesia universal, el hereje será legítimo papa, y en principio sus actos serán válidos.
4. La pérdida del pontificado no será, por tanto, consecuencia de haber sido depuesto por nadie, sino un acto del propio pontífice, que al convertirse en hereje formal y notorio se habrá excluido a sí mismo de la Iglesia visible, renunciando con ello tácitamente al pontificado.
En la tercera cara, opina que la posición de Schneider, es políticamente válida en estos momentos:
1. ...la postura de monseñor Schneider me parece relativamente aceptable en este momento, a fin de evitar el criptosedevacantismo al que tienden algunos tradicionalistas.
2. En cuanto a este punto, mi postura coincide con la de monseñor Schneider, no a nivel de tesis sino a nivel práctico.
3. Me parece que los errores o herejías del papa Francisco, aunque los profese públicamente, no conllevan la pérdida del cargo, ya que no son conocidos y manifiestos para todos los católicos.
4. Muchos de ellos siguen interpretando pro bono las palabras y actos de Francisco sin percibir malicia alguna. No se puede decir que la pérdida de fe del Papa sea evidente y manifiesta.
5. Cuando San Roberto Belarmino y el cardenal Cayetano escribieron sus libros la sociedad era plenamente católica, el sensus fidei estaba desarrollado y era muy fácil percibir la herejía en un sacerdote, un obispo o incluso un papa. Hoy en día la gran mayoría de los bautizados, los sacerdotes, los obispos e incluso el Papa están inmersos en la herejía y son muy pocos los que pueden reconocer la verdadera fe. Por eso, las correctas indicaciones de los grandes teólogos clásicos son difíciles de seguir en la práctica. El célebre canonista Francisco Javier Wenz establece una distinción importante en su Jus Decretalium (tomo VI, 1913, pp. 19-23) entre delitos públicos y notorios. Publicum no equivale a notorio: «Publicum est vocabulum genericum quod sub se complectitur notorium, manifestum et public simpliciter” (p. 21). Un delito es público cuando está difundido pero no todo el mundo lo entiende como delito. En cambio, notorio quiere decir que es conocido de todos: “Los hechos notorios no tienen necesidad de prueba » (can. 1747, 1).
6. En mi opinión, la promoción y difusión de herejía por parte de Francisco es pública, pero no es notoria en el sentido canónico del término. Por esta razón, debemos reconocerlo como Jefe Supremo de la Iglesia Católica.
7. Para mí, no es factible deponerlo; no en tesis, sino en este momento concreto de la historia. Eso sí, todo podría cambiar de un día para otro. En este sentido, yo también, como monseñor Schneider, confío en la Divina Providencia pero sin excluir posible situaciones futuras como la de un papa hereje que deje de ser papa.
***
Crítica y comentario a su teoría
Por lo expuesto en su tercera cara, hemos llamado a esta postura: “La espera política”.
De Mattei entró en el laberinto de la casuística, al que nos lleva de la mano, la posición de Arnaldo da Silveira. Este laberinto, inhibe y paraliza. Nadie sabe como se entra y ni el mismo demonio sabe como se sale. El mismo laberinto al que llevó Bergoglio con los “Amoris Lætitia” para imponer solapadamente la comunión a los divorciados. Es el mismo laberinto del infierno, donde todos conocen como entraron, pero nadie sabe como salir.
El laberinto para el minotauro político de estos momentos, plantea estos puntos:
1. Este papado, ¿es aceptado por la Iglesia universal, es tolerado, o es temido? Como esta es una situación de laberinto, podemos decir que se dan las tres respuestas. Los herejes lo aceptan, y los no herejes lo toleran y muchos lo temen. Olvida De Mattei que este papado, es ferozmente absolutista y puede expulsar a quien se le ocurra.
2. Nuevamente exponemos lo criticado con Mons. Schneider: el laberinto hace que no se vea con claridad. La situación actual no es de tanta sencillez, es bien compleja. Estamos inmersos en un cisma virtual, el cual De Mattei tampoco toma en cuenta, por consiguiente, la parte herética de una iglesia que aún no se desprendió del tronco vital de Jesucristo seguirá proclamando Papa al hereje, lo cual hará siempre posible la situación donde un sector de los católicos considere dudosa o insuficiente dicha manifestación.
3. De Mattei habla de criptosedevacantismo, pero nada del ascenso al papado de un criptohereje como Bergoglio quien se arrodilla a los pies de los pastores pentecostales.
Por su parte cae en estas contradicciones:
1. Si a Bergoglio se lo depone, no puede existir criptosedevacantismo, pues se elegiría otro “papa” en su lugar.
2. De Mattei no parece percatarse que ya vivimos en un criptosedevacantismo. Al perder Bergoglio toda autoridad teológica y moral, la sede de Pedro, bien o mal ocupada, queda de hecho vacante por la desobediencia en masa. La situación donde el mismo autor espera y tolera a un papado herético, se genera desde el criptosedevacantismo. Y en este campo reproduzco la cita de una página:
El episcopado mundial, en su gran mayoría, ha enmudecido respecto al Papa. Como si les diera vergüenza aparecer como aguerridos francisquistas. Más bien parecen a la espera de que el nublado desaparezca. ¿Pero tras el mismo, volverá a salir el sol?
...
Y todo es penoso.
Más dimisiones se suman a las anteriores. Y dando también un portazo. Habrá quien diga que son ratas que abandonan el barco que se hunde. Otros pensarán que ante el naufragio ha llegado el momento del Sálvese quien pueda. Eso es lo de menos. Lo realmente grave es que el barco se hunde. 1
Ante esta situación, De Mattei no tiene respuestas, al menos hasta el momento.
3. Una cosa son todos los católicos del punto “3” de la tercera cara y otra cosa el muchos de ellos del punto siguiente (“4”). Interpreto que esto es una simple entrevista, pero desnuda fallas de visión general.
4. Existe un sector de católicos que ha respirado herejías y aplaude el papado herético, como lo hace el episcopado argentino, por citar tan solo un ejemplo. Estos supuestos “católicos” adolecen de toda autoridad para definir acciones en un futuro próximo, y sus aplausos u apoyos al papado herético no pueden ser tomados en consideración.
5. Su contradicción se hace patente, porque por un lado lo reconoce como Jefe Supremo de la Iglesia Católica y por otro lado afirma que las decisiones heréticas pueden ser válidas. ¿Cómo puede entenderse semejante disparate?
Por otra parte, creo que saca una pésima conclusión al decir “las correctas indicaciones de los grandes teólogos clásicos son difíciles de seguir en la práctica.”
Esta es una peligrosa simplificación de la situación presente. Qué entiende De Mattei por católicos. ¿Kásper es católico? ¿Marx es católico? ¿Parolin es católico? ¿La línea pederasta de la Santa Sede es católica? Quiénes son todos los católicos? Un análisis vago y poco realista de la situación.
Como dice él: Hoy en día la gran mayoría de los bautizados, los sacerdotes, los obispos e incluso el Papa están inmersos en la herejía y son muy pocos los que pueden reconocer la verdadera fe.
Justamente por este motivo es más apremiante seguir las indicaciones de los grandes teólogos.
***
Esta posición de La espera política, se diferencia de la quietista de Schneider porque no duerme en la bodega de la barca. A De Mattei no lo encontramos en un camarote de la nave, sino despierto sobre la cubierta: mira la tormenta, mira los marineros, y espera, ¿qué espera? Lo notorio en el capitán. Algo que solo él cree ver.
La diferencia entre “público” y “notorio”, en estos momentos es una distinción bizantina que en nada modifica la realidad. Él mismo dice vivir en una sociedad muy diversa a los antiguos pensadores, por consiguiente en una iglesia superinformada, como la que vivimos, la diferencia entre “público” y “notorio”, en la práctica no existe.
Si Bergoglio es hereje, ya sea público o notorio, perdió ipso facto toda autoridad, sus acciones como Papa o supuesto papa no son válidas en absoluto. 
La realidad siempre es superior a la ley. No se puede esperar una situación canónica en una situación de tanta emergencia. Las leyes no crean la realidad, simplemente les dan un orden.
Haciendo una alegoría final, De Mattei se parece al médico, que ante una gangrena, aconseja no cortar el miembro, sino esperar que se manifieste mucha más.

1 https://infovaticana.com/blogs/cigona/tremendo-articulo-de-specola-en-infovaticana/

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