Calesita

jueves, 20 de septiembre de 2018

Miren quien habla


De una publicación de Civiltà Cattolica obtenemos este interesantísimo diálogo entre los jesuitas de esta vanguardia doctrinaria y moral. Los interlocutores son Bergoglio y dirigentes de esta orden, que en la soledad de su viaje a Irlanda, Bergoglio ha logrado reunir.1
Afirma Bergoglio, vestido de blanco según el protocolo papal, con rostro semipétreo:
He comprendido una cosa con gran claridad ...
Vaya, al fin funcionó su discernimiento. Lo ve con toda claridad y lo entendió con más claridad aún. ¿Pero qué ve con el ojo escabroso de su intelecto y con tanta claridad?
...este drama de los abusos, especialmente cuando es de grandes proporciones y produce gran escándalo tiene detrás situaciones de Iglesia marcadas por elitismo y clericalismo, una incapacidad para la cercanía al pueblo de Dios.
Como vemos en su discernimiento, en su poderosa iluminación, el escándalo de grandes proporciones no lo produce la falta de Fe, ni lo produce la necedad moral de algunos que se inventaron una moral personal con sus propias elucubraciones. No lo produce la torpeza moral ni el actuar contra la naturaleza, no lo produce el hecho de actuar contra la ley divina, ni tampoco el hecho de romper las normas evangélicas más elementales; sino que lo producen sus dos panaceas universales, y desde estas se reducen los siete pecados capitales. Tanto la soberbia como la ira, la gula como la lujuria, la avaricia como la pereza, o la envidia ya no existen. Esto lo ve con toda claridad este falso papa iluminado por decenas de bendiciones propiciadas por los iconoclastas pentecostales. Y tanta claridad posee su intelecto inspirado, que dará las panaceas universales que abarcan los vicios abyectos de esta iglesia ya bien domada por el lobby gay, estos son...
El elitismo, el clericalismo, [que] favorecen toda forma de abuso.
¡Pero miren quien habla! El clérigo Bergoglio, el elitista que elige con quien hablar y con quien no hablar, quien selecciona a quien contestar y a quien nunca responder.
Ahora los pecados abyectos de los clérigos pederastas, no son crímenes contra la naturaleza, crímenes contra el prójimo, crímenes contra Dios; sino una forma más de un vulgar abuso.
Y el abuso sexual no es el primero. El primero es el abuso de poder y de conciencia...
¡Pero miren quien habla! El abusador de poder que coacciona las conciencias obligándolas a pensar, creer y hacer sus ocurrencias. Y este enfermo de poder da clases a la vanguardia jesuítica, de como evitar el abuso de poder. Pregúntelen a los franciscanos de la Inmaculada lo que es el abuso de poder. Una orden condenada a ser destruida sin una causa que así lo exija, sino el solo abuso de poder de un personaje que se cree el gran reformador de la iglesia.
Nótese como se han cambiado las cosas. Ya no es Dios el centro de la moral, sino el pueblo, pues dice que se tiene: una incapacidad para la cercanía al pueblo de Dios.
No se tiene un hábito inmoral y depravado, sino una simple incapacidad. He aquí al gran sofista. El lobby gay si posee una capacidad para la cercanía al pueblo de Dios, es perfectamente viable. No lo dice abiertamente, pero esto es lo que se deduce de su gran claridad y poder especial de discernimiento.
Bergoglio solo ve que se ha abusado del poder sobre el pueblo, de allí deriva el elitismo y el clericalismo; si por el contrario el centro de la moral fuese Dios, estaríamos hablando de los siete pecados capitales, en los cuales muchos miembros de esta iglesia están inmersos hasta el cuello, comenzando por la soberbia y la avaricia.
Ya vimos la inmundicia que muestra la playa de esta iglesia postconciliar en esta marea que cada día baja más: Chile, regiones de Estados Unidos, Honduras, Alemania, Holanda, y los que están por venir.
Los intocables
Ahora enseña Bergoglio que el demonio acusa a los obispos, siendo él un obispo más. ¿Por qué lo dice? Según sus palabras, porque todos los obispos son pecadores. Otro de sus sofismas. El pecado fue tenido desde el pueblo hebreo bajo los profetas del Antiguo Testamento, como un hecho social que afectaba a todo el pueblo. Fue un extremo, donde el mal era colectivo. El pecado cometido en los padres, pasaba a los hijos. Tal como lo vemos en la pregunta de los discípulos a Jesucristo, y lo relata el Evangelio de Juan:
Maestro, ¿qué pecados son la causa de que éste haya nacido ciego, los suyos, o los de sus padres? (Jn. 9,2)

Ahora estamos con Bergoglio en el polo opuesto. Los pecados son hechos absolutamente individuales, que nada tienen que ver con la comunidad, tan individuales que ya no causan daño y por ende se los aísla en su relación con Dios. Como ya no causan daño a la comunidad, el profeta que muestra el pecado social es un demonio.
Este es el argumento de esta teología tucheana, o digamos mas bien, teología peronista, donde el lobby gay no existe, tal como lo expresa Maradiaga, y no existe porque el pecado no es un hecho social, sino absolutamente individual. El pecado no conforma un cuerpo social de maldad. Este jesuita ignorante, no pasaría en filosofía, ni un simple examen de ética elemental. La moral no es inmanente al individuo, sino trascendente a la comunidad y desde ella a Dios, pues pecamos contra nosotros, contra el prójimo y contra Dios.
Quien muestre la complicidad con este lobby gay, es ahora un demonio: Realmente demoníaco. ¡Menos mal que lo veía con toda claridad! Por consiguiente, el lobby gay y sus candidatos como Cupich y Tobin y él mismo, son Los Intocables.
¿Quién es el neurótico?
Mientras tanto este personaje de la mafia de San Galo, que se declara Papa, afirma que muchas monjas y sacerdotes causan daño por su neurosis. ¡Pero miren quien habla! El personaje que tuvo que psicoanalizarse en un momento de su vida, demostrando que tenía algún grado de neurosis.
Revolución urbis et orbis
Lo que veníamos anunciando, parece que está a punto de darse a luz. Imponer los postulados de Bergoglio a toda la Iglesia. Si no se hace esto, la revolución bergogliana, será una golondrina en primavera. No es una novedad. Ya se usó este método impositivo luego del Vaticano II. Toda revolución tiene su etapa dogmática, y esta no solo ya se impuso con furor en el Vaticano, sino que se extenderá a todo el orbe. De este modo se coaccionará por obediencia perinde ac cadavere, bien al estilo jesuita, las ocurrencias del pentecostal Bergoglio. En este ámbito dice el sitio Specola:
Se está produciendo la paradoja, verdaderamente absurda, de que los que siempre han criticado incluso la existencia del papado están encantados con el Papa Francisco, no con los otros papas lógicamente, y quieren imponer por obediencia, en la nunca han creído, los postulados más que peregrinos de la llamada ‘Iglesia de Francisco’. Piensan que pueden mandar al infierno, en el que no creen, a los que pongan la más mínima pega a cualquier ocurrencia que viene atribuida al pontífice.2
Pero miren quien habla. Quien critica el clericalismo y el abuso de poder, ahora impondrá al orbe, por abuso, su novedosa iglesia.
Por último, el cardenal Viganò debió ocultarse, dado que este lobby gay, el mismo que Maradiaga afirma que no existe, puede acabar con su vida. Es que con esta alianza, entre la Mafia de San Galo y los pederastas organizados, no se juega.


1 Tomado de https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2018-09/papa-francisco-viaje-irlanda-jesuitas.html
2 https://infovaticana.com/blogs/specola/episcopalis-communio-y-el-anathema-sit-haz-el-amor-y-no-la-guerra-acoso-en-termini-los-tentaculos-de-mccarrick/

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