De una
publicación de Civiltà Cattolica obtenemos este interesantísimo
diálogo entre los jesuitas de esta vanguardia doctrinaria y moral.
Los interlocutores son Bergoglio y dirigentes de esta orden, que en
la soledad de su viaje a Irlanda, Bergoglio ha logrado reunir.1
Afirma
Bergoglio, vestido de blanco según el protocolo papal, con rostro
semipétreo:
He
comprendido una cosa con gran claridad ...
Vaya,
al fin funcionó su discernimiento. Lo ve con toda claridad y lo
entendió con más claridad aún. ¿Pero qué ve con el ojo escabroso
de su intelecto y con tanta claridad?
...este
drama de los abusos, especialmente cuando es de grandes proporciones
y produce gran escándalo tiene detrás situaciones de Iglesia
marcadas por elitismo y clericalismo, una incapacidad para la
cercanía al pueblo de Dios.
Como
vemos en su discernimiento, en su poderosa iluminación, el escándalo
de grandes proporciones no lo produce la falta de Fe, ni lo produce
la necedad moral de algunos que se inventaron una moral personal con
sus propias elucubraciones. No lo produce la torpeza moral ni el
actuar contra la naturaleza, no lo produce el hecho de actuar contra
la ley divina, ni tampoco el hecho de romper las normas evangélicas
más elementales; sino que lo producen sus dos panaceas universales,
y desde estas se reducen los siete pecados capitales. Tanto la
soberbia como la ira, la gula como la lujuria, la avaricia como la
pereza, o la envidia ya no existen. Esto lo ve con toda claridad este
falso papa iluminado por decenas de bendiciones propiciadas por los
iconoclastas pentecostales. Y tanta claridad posee su intelecto
inspirado, que dará las panaceas universales que abarcan los vicios
abyectos de esta iglesia ya bien domada por el lobby gay, estos son...
El
elitismo, el clericalismo, [que] favorecen toda forma de abuso.
¡Pero
miren quien habla! El clérigo
Bergoglio, el elitista que elige con quien hablar y con quien no
hablar, quien selecciona a quien contestar y a quien nunca responder.
Ahora
los pecados abyectos de los clérigos pederastas, no son crímenes
contra la naturaleza, crímenes contra el prójimo, crímenes contra
Dios; sino una forma más de un vulgar abuso.
Y
el abuso sexual no es el primero. El primero es el abuso de poder y
de conciencia...
¡Pero
miren quien habla! El abusador de poder que coacciona las
conciencias obligándolas a pensar, creer y hacer sus ocurrencias. Y
este enfermo de poder da clases a la vanguardia jesuítica, de como
evitar el abuso de poder. Pregúntelen a los franciscanos de la
Inmaculada lo que es el abuso de poder. Una orden condenada a ser
destruida sin una causa que así lo exija, sino el solo abuso de
poder de un personaje que se cree el gran reformador de la iglesia.
Nótese
como se han cambiado las cosas. Ya no es Dios el centro de la
moral, sino el pueblo, pues dice que se tiene: una
incapacidad para la cercanía al pueblo de Dios.
No
se tiene un hábito inmoral y depravado, sino una simple incapacidad.
He aquí al gran sofista. El lobby gay si posee una capacidad
para la cercanía al pueblo de Dios, es
perfectamente viable. No lo dice abiertamente, pero esto es lo que se
deduce de su gran claridad y poder especial de discernimiento.
Bergoglio
solo ve que se ha abusado del poder sobre el pueblo, de allí
deriva el elitismo y el clericalismo; si por el contrario el centro
de la moral fuese Dios, estaríamos hablando de los siete pecados
capitales, en los cuales muchos miembros de esta iglesia están
inmersos hasta el cuello, comenzando por la soberbia y la avaricia.
Ya
vimos la inmundicia que muestra la playa de esta iglesia
postconciliar en esta marea que cada día baja más: Chile, regiones
de Estados Unidos, Honduras, Alemania, Holanda, y los que están por
venir.
Los
intocables
Ahora
enseña Bergoglio que el demonio acusa a los obispos, siendo él un
obispo más. ¿Por qué lo dice? Según sus palabras, porque todos
los obispos son pecadores. Otro de sus sofismas. El pecado fue tenido
desde el pueblo hebreo bajo los profetas del Antiguo Testamento, como
un hecho social que afectaba a todo el pueblo. Fue un extremo, donde
el mal era colectivo. El pecado cometido en los padres, pasaba a los
hijos. Tal como lo vemos en la pregunta de los discípulos a Jesucristo, y lo relata el Evangelio de Juan:
Maestro,
¿qué pecados son la causa de que éste haya nacido ciego, los
suyos, o los de sus padres? (Jn. 9,2)
Ahora
estamos con Bergoglio en el polo opuesto. Los pecados son hechos
absolutamente individuales, que nada tienen que ver con la comunidad,
tan individuales que ya no causan daño y por ende se los aísla en su
relación con Dios. Como ya no causan daño a la comunidad, el
profeta que muestra el pecado social es un demonio.
Este
es el argumento de esta teología tucheana, o digamos
mas bien, teología peronista, donde el lobby gay no
existe, tal como lo expresa Maradiaga, y no existe porque el pecado
no es un hecho social, sino absolutamente individual. El pecado no
conforma un cuerpo social de maldad. Este
jesuita ignorante, no pasaría en filosofía, ni un simple examen de
ética elemental. La moral no es inmanente al individuo, sino
trascendente a la comunidad y desde ella a Dios, pues pecamos contra
nosotros, contra el prójimo y contra Dios.
Quien
muestre la complicidad con este lobby gay, es
ahora un demonio: Realmente demoníaco. ¡Menos mal que lo veía
con toda claridad! Por consiguiente, el lobby gay y sus
candidatos como Cupich y Tobin y él mismo, son Los Intocables.
¿Quién
es el neurótico?
Mientras
tanto este personaje de la mafia de San Galo, que se declara Papa,
afirma que muchas monjas y sacerdotes causan daño por su neurosis.
¡Pero miren quien habla! El personaje que tuvo que psicoanalizarse
en un momento de su vida, demostrando que tenía algún grado de
neurosis.
Revolución
urbis et orbis
Lo que
veníamos anunciando, parece que está a punto de darse a luz.
Imponer los postulados de Bergoglio a toda la Iglesia. Si no se hace
esto, la revolución bergogliana, será una golondrina en primavera.
No es una novedad. Ya se usó este método impositivo luego del
Vaticano II. Toda revolución tiene su etapa dogmática, y esta no
solo ya se impuso con furor en el Vaticano, sino que se extenderá a
todo el orbe. De este modo se coaccionará por obediencia perinde
ac cadavere, bien al estilo jesuita, las ocurrencias del
pentecostal Bergoglio. En este ámbito dice el sitio Specola:
Se
está produciendo la paradoja, verdaderamente absurda, de que los que
siempre han criticado incluso la existencia del papado están
encantados con el Papa Francisco, no con los otros papas lógicamente,
y quieren imponer por obediencia, en la nunca han creído, los
postulados más que peregrinos de la llamada ‘Iglesia de
Francisco’. Piensan que pueden mandar al infierno, en el que no
creen, a los que pongan la más mínima pega a cualquier ocurrencia
que viene atribuida al pontífice.2
Pero
miren quien habla. Quien critica el clericalismo y el abuso de poder,
ahora impondrá al orbe, por abuso, su novedosa iglesia.
Por
último, el cardenal Viganò debió ocultarse, dado que este lobby
gay, el mismo que Maradiaga afirma que no existe, puede acabar con su
vida. Es que con esta alianza, entre la Mafia de San Galo y los
pederastas organizados, no se juega.
1
Tomado de
https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2018-09/papa-francisco-viaje-irlanda-jesuitas.html
2
https://infovaticana.com/blogs/specola/episcopalis-communio-y-el-anathema-sit-haz-el-amor-y-no-la-guerra-acoso-en-termini-los-tentaculos-de-mccarrick/
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