La antífona que sigue al pie de la entrada, es la primera que abre la oración de Laudes en Pascua.
Sigue
el rito monástico y está tomada literalmente del Evangelio de San
Mateo: 28,2 y dice:
«Entonces
un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegándose, echó a
rodar la piedra y se sentó sobre ella.»
El icono oriental resume la escena evangélica, los soldados quedan anonadados frente el fenómeno místico del ángel. La piedra fue rodada y las mujeres llegan con aromas al sepulcro, donde hallan al ángel sentado sobre él, que les señala la santa síndone y el sudario, indicios de la resurrección de Jesucristo
Como
todo el rito tridentino, se emplea el latín. En este caso se ha
sacado de la antigua vulgata, no la neomoderna.
Cantan
durante Laudes los monjes de la Abadía de Barroux, oficio que puede
seguirse desde:
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