La
síntesis de “Francesco Nominedeo” nos introduce en otro ensayo
publicado por el libro François philosophe a cargo de
Emmanuel Falque y Laure Solignac. Con este ensayo podemos ver la
verdadera cara de esta nueva herejía.1
Así se expresa:
Quizás
el ensayo más notable e interesante es el del profesor Ferretti,
titulado “Une philosophie de l'unité et de la multiplicité: le
pape François et Luigi Pareyson”, donde el académico italiano,
considerando sobre todo la exhortación Evangelii Gaudium, entiende
el pensamiento de Francisco como «pensée herméneutique» 2
y en particular como una hermenéutica pareysoniana.
El
filósofo italiano Luigi Pareyson (1918-1991) elaboró la Teoría de
la formatividad (1954), una estética hermenéutica. El arte
interpreta la verdad, de allí que es formativo puesto que interpreta
e inventa el modo de realizarlo. Como otro póstumo romántico, el
arte no se ata a reglas fijas, sino que estas surgen en el momento de
realizar la obra artística. Entre sus discípulos hallamos a Umberto
Eco y Gianni Vattimo.
Nuevamente
estamos en un auténtico cambio de paradigma, puesto que si la
verdad hasta ahora en la iglesia era de un paradigma
«demostrativo y objetivo (démonstratif et objectivant)», ahora en
este nuevo paradigma tenemos una verdad, que siempre es
histórica y existencial.
Esto
hace que la verdad o las normas de la vida cristiana no sean
objetivamente fijas, inmutables y definitivas.
Por lo
tanto se impone una hermenéutica, porque la verdad está encapsulada
en un horizonte cultural y lingüístico determinado, que de
conservarse puede transmitir una falsa idea de Dios y del hombre, si
es que no se los traduce a los cambios culturales del hombre moderno.
Puede
contribuir a interpretar a Bergoglio la hermenéutica de Pareyson que
se expresa en Verdad e interpretación (1971), como asimismo
la variante personalista/existencialista formulada en Existencia
y persona (1950).
Afirma
Ferretti que reconoce en Bergoglio la categoría pareysoniana de la
inobjetibilidad y de la existencialidad de la verdad.
La
inobjetibilidad (l’inobjectivabilité) es un principio base
para entender el sentido de la multiplicidad. La verdad del ser está
efectivamente presente en las diversas interpretaciones que las
personas le dan, pero está presente para nosotros sin identificarse
con ninguna de las interpretaciones. 3
Entonces
frente a este criterio surge una necesidad, cosa que vemos en
Evangelii Gaudium, de armonizar toda esta diversidad; y esta
armonización la realiza el Espíritu:
El
anuncio de paz no es el de una paz negociada, sino la convicción de
que la unidad del Espíritu armoniza todas las diversidades.
Supera cualquier conflicto en una nueva y prometedora síntesis.
La diversidad es bella cuando acepta entrar constantemente en un
proceso de reconciliación, hasta sellar una especie de pacto
cultural que haga emerger una «diversidad reconciliada », … 4
Esta
diversidad reconciliada no es estática sino dinámica, no es lógica
sino existencial; en la cual las distintas interpretaciones que se
dan sobre la verdad, dentro de esta reconciliación enriquecen a las
partes dentro de esa relación dialogal en la reconciliación.
En
Pareyson existe siempre un punto donde podamos contemplar todas las
diversas interpretaciones que se dan de la verdad.5
Toda interpretación es verdadera desde su punto de vista. 6
Esto
implica que todo el cristianismo debe renovarse profundamente desde
un punto de vista dialógico.
***
Crítica
y observaciones.
La
filosofía estética de Pareyson puede ser útil para explayar la
crítica artística, pero es un
desacierto para explicar la teología y los distintos errores
teológicos de las sectas que se desprendieron voluntariamente del
catolicismo. Seguimos confundiendo las cosas, una cosa es el arte, y
otra la Revelación; y si Bergoglio la aplicó a la Revelación, cosa
que se hace evidente, porque esta crítica estética coincide con
Evangelii Gaudium
y el accionar bergogliano; se puede observar lo siguiente:
1.
El Prof. Ferretti explaya con toda claridad la herejía de Bergoglio.
No estamos ante una herejía estática, sino dinámica y existencial,
encapsulada dentro de dos cajas selladas: una es la que ellos llaman
vulgarmente como “cultura”
y otra dentro de la acción. Por tal motivo, la herejía no se tiene que buscar
en el lenguaje papal,
sino en las acciones, como el hecho de arrodillarse ante pastores
pentecostales. Esta herejía es inasible, como una anguila que cuando
se la toma de la cola resbala de la mano.
2.
Esta herejía se llama relativismo. Ya no es la Verdad
Jesucristo: la verdad ahora es el resultado de una síntesis de
interpretaciones subjetivas de las varias partes reconciliadas.
3.
Esta herejía se emparenta con el joaquinismo,
donde el Espíritu Santo, en un Tercer Testamento, realiza la
síntesis por medio del diálogo de los hombres, entre las distintas
visiones o divisiones de la doctrina de Jesucristo. En este sentido
se debe entender las expresiones de Bergoglio cuando afirma escuchar
al Espíritu, tal como lo pintó Signorelli en el fresco de Orvieto.
4.
Estamos en el reinado del subjetivismo, pues cada uno explaya su
punto de vista, y este siempre es verdadero. No existe confusión, ni
errores.
5.
La Verdad ya no baja del Logos hecho hombre, sino que sube del hombre
hecho diálogo. Es el reverso del mundo católico y el oculto camino del panteísmo masónico. Es el hombre que crea a Dios.
6.
Dios Padre en cuanto origen de la doctrina ahora es una bandera a
cuadros que señala la llegada dinámica de los coches de carrera
que forman las distintas sectas. Meta contradictoria y existencial.
Dios ha dejado de ser estático en cuanto simple e infinitamente
perfecto.
7.
Jesucristo ya no es la Verdad, sino que se transmuta en Mamón,
pues pasó a ser una discusión; es decir, una moneda que pasa de una
mano a otra, donde una inflación hizo que cada uno le dé el valor
que le parece que tiene.
Esta
no es la Economía de la Revelación, sino
la revelación hecha economía antropológica.
***
Con
esto finalizo esta serie de análisis, el resto puede leerlo el
lector desde el sitio indicado. Lo que surge de todo esto es claro:
Bergoglio,
como hereje relativista, carece de toda autoridad, como asimismo
todos los que apoyan esta ruptura de la Tradición llamada nuevo
paradigma.
Los
cardenales que sentaron a este hereje en la silla ocupada de Pedro,
carecen de toda autoridad, hasta tanto reaccionen en una actitud
positiva hacia el Camino, no del relativismo, sino de Jesucristo.
Desde
el axioma que todo hombre es filósofo, Bergoglio lo es.
Filosofía hecha acción, acción hecha pensamiento, pensamiento
hecho confusión, confusión basada en la contradicción; todo esto,
que mal llamado, puede darse groseramente con el nombre de dialéctica
moderna.
Algunos
lo llamaron magisterio líquido, puesto que no importa la unidad de
doctrina, lo que importa es estar unido dentro de la estructura, que
según ellos, es la que salva frente a todas las diferencias de
doctrina. De aquí nace la acérrima persecución contra los
tradicionalistas, porque no admiten las diferencias de doctrina, son
xenófobos: Elementos estáticos que impiden el movimiento que enriquece y salva.
Ya
no salva la Fe en una doctrina inmutable, sino el movimiento dentro
de un poliedro de diferencias doctrinarias.
1
http://chiesaepostconcilio.blogspot.com.ar/2018/03/francois-philosophe.html
2
G. Ferretti, Une philosophie de l’unité et de la multiplicité:
le pape François et Luigi Pareyson, in E. Falque, L. Solignac (sous
la direction de), François philosophe, cit., p. 89.
3
Ibídem, p. 101.
4
Evangelii Gaudium 230.
5
Ibídem, cfr. pág. 119.
6
«...la vérité est présente toute entière dans les diverses
interprétations» (Obra citada, p. 118).
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