Calesita

martes, 20 de marzo de 2018

¿Así que Bergoglio es filósofo? (3)



La síntesis de “Francesco Nominedeo” nos introduce en otro ensayo publicado por el libro François philosophe a cargo de Emmanuel Falque y Laure Solignac. Con este ensayo podemos ver la verdadera cara de esta nueva herejía.1 Así se expresa:
Quizás el ensayo más notable e interesante es el del profesor Ferretti, titulado “Une philosophie de l'unité et de la multiplicité: le pape François et Luigi Pareyson”, donde el académico italiano, considerando sobre todo la exhortación Evangelii Gaudium, entiende el pensamiento de Francisco como «pensée herméneutique» 2 y en particular como una hermenéutica pareysoniana.
El filósofo italiano Luigi Pareyson (1918-1991) elaboró la Teoría de la formatividad (1954), una estética hermenéutica. El arte interpreta la verdad, de allí que es formativo puesto que interpreta e inventa el modo de realizarlo. Como otro póstumo romántico, el arte no se ata a reglas fijas, sino que estas surgen en el momento de realizar la obra artística. Entre sus discípulos hallamos a Umberto Eco y Gianni Vattimo.
Nuevamente estamos en un auténtico cambio de paradigma, puesto que si la verdad hasta ahora en la iglesia era de un paradigma «demostrativo y objetivo (démonstratif et objectivant)», ahora en este nuevo paradigma tenemos una verdad, que siempre es histórica y existencial.
Esto hace que la verdad o las normas de la vida cristiana no sean objetivamente fijas, inmutables y definitivas.
Por lo tanto se impone una hermenéutica, porque la verdad está encapsulada en un horizonte cultural y lingüístico determinado, que de conservarse puede transmitir una falsa idea de Dios y del hombre, si es que no se los traduce a los cambios culturales del hombre moderno.
Puede contribuir a interpretar a Bergoglio la hermenéutica de Pareyson que se expresa en Verdad e interpretación (1971), como asimismo la variante personalista/existencialista formulada en Existencia y persona (1950).
Afirma Ferretti que reconoce en Bergoglio la categoría pareysoniana de la inobjetibilidad y de la existencialidad de la verdad.
La inobjetibilidad (l’inobjectivabilité) es un principio base para entender el sentido de la multiplicidad. La verdad del ser está efectivamente presente en las diversas interpretaciones que las personas le dan, pero está presente para nosotros sin identificarse con ninguna de las interpretaciones. 3
Entonces frente a este criterio surge una necesidad, cosa que vemos en Evangelii Gaudium, de armonizar toda esta diversidad; y esta armonización la realiza el Espíritu:
El anuncio de paz no es el de una paz negociada, sino la convicción de que la unidad del Espíritu armoniza todas las diversidades. Supera cualquier conflicto en una nueva y prometedora síntesis. La diversidad es bella cuando acepta entrar constantemente en un proceso de reconciliación, hasta sellar una especie de pacto cultural que haga emerger una «diversidad reconciliada », … 4
Esta diversidad reconciliada no es estática sino dinámica, no es lógica sino existencial; en la cual las distintas interpretaciones que se dan sobre la verdad, dentro de esta reconciliación enriquecen a las partes dentro de esa relación dialogal en la reconciliación.
En Pareyson existe siempre un punto donde podamos contemplar todas las diversas interpretaciones que se dan de la verdad.5 Toda interpretación es verdadera desde su punto de vista. 6
Esto implica que todo el cristianismo debe renovarse profundamente desde un punto de vista dialógico.
***
Crítica y observaciones.
La filosofía estética de Pareyson puede ser útil para explayar la crítica artística, pero es un desacierto para explicar la teología y los distintos errores teológicos de las sectas que se desprendieron voluntariamente del catolicismo. Seguimos confundiendo las cosas, una cosa es el arte, y otra la Revelación; y si Bergoglio la aplicó a la Revelación, cosa que se hace evidente, porque esta crítica estética coincide con Evangelii Gaudium y el accionar bergogliano; se puede observar lo siguiente:
1. El Prof. Ferretti explaya con toda claridad la herejía de Bergoglio. No estamos ante una herejía estática, sino dinámica y existencial, encapsulada dentro de dos cajas selladas: una es la que ellos llaman vulgarmente como “cultura” y otra dentro de la acción. Por tal motivo, la herejía no se tiene que buscar en el lenguaje papal, sino en las acciones, como el hecho de arrodillarse ante pastores pentecostales. Esta herejía es inasible, como una anguila que cuando se la toma de la cola resbala de la mano.
2. Esta herejía se llama relativismo. Ya no es la Verdad Jesucristo: la verdad ahora es el resultado de una síntesis de interpretaciones subjetivas de las varias partes reconciliadas.
3. Esta herejía se emparenta con el joaquinismo, donde el Espíritu Santo, en un Tercer Testamento, realiza la síntesis por medio del diálogo de los hombres, entre las distintas visiones o divisiones de la doctrina de Jesucristo. En este sentido se debe entender las expresiones de Bergoglio cuando afirma escuchar al Espíritu, tal como lo pintó Signorelli en el fresco de Orvieto.
4. Estamos en el reinado del subjetivismo, pues cada uno explaya su punto de vista, y este siempre es verdadero. No existe confusión, ni errores.
5. La Verdad ya no baja del Logos hecho hombre, sino que sube del hombre hecho diálogo. Es el reverso del mundo católico y el oculto camino del panteísmo masónico. Es el hombre que crea a Dios.
6. Dios Padre en cuanto origen de la doctrina ahora es una bandera a cuadros que señala la llegada dinámica de los coches de carrera que forman las distintas sectas. Meta contradictoria y existencial. Dios ha dejado de ser estático en cuanto simple e infinitamente perfecto.
7. Jesucristo ya no es la Verdad, sino que se transmuta en Mamón, pues pasó a ser una discusión; es decir, una moneda que pasa de una mano a otra, donde una inflación hizo que cada uno le dé el valor que le parece que tiene.
Esta no es la Economía de la Revelación, sino la revelación hecha economía antropológica.
***
Con esto finalizo esta serie de análisis, el resto puede leerlo el lector desde el sitio indicado. Lo que surge de todo esto es claro:
Bergoglio, como hereje relativista, carece de toda autoridad, como asimismo todos los que apoyan esta ruptura de la Tradición llamada nuevo paradigma.
Los cardenales que sentaron a este hereje en la silla ocupada de Pedro, carecen de toda autoridad, hasta tanto reaccionen en una actitud positiva hacia el Camino, no del relativismo, sino de Jesucristo.
Desde el axioma que todo hombre es filósofo, Bergoglio lo es. Filosofía hecha acción, acción hecha pensamiento, pensamiento hecho confusión, confusión basada en la contradicción; todo esto, que mal llamado, puede darse groseramente con el nombre de dialéctica moderna.
Algunos lo llamaron magisterio líquido, puesto que no importa la unidad de doctrina, lo que importa es estar unido dentro de la estructura, que según ellos, es la que salva frente a todas las diferencias de doctrina. De aquí nace la acérrima persecución contra los tradicionalistas, porque no admiten las diferencias de doctrina, son xenófobos: Elementos estáticos que impiden el movimiento que enriquece y salva.
Ya no salva la Fe en una doctrina inmutable, sino el movimiento dentro de un poliedro de diferencias doctrinarias.


1 http://chiesaepostconcilio.blogspot.com.ar/2018/03/francois-philosophe.html
2 G. Ferretti, Une philosophie de l’unité et de la multiplicité: le pape François et Luigi Pareyson, in E. Falque, L. Solignac (sous la direction de), François philosophe, cit., p. 89.
3 Ibídem, p. 101.
4 Evangelii Gaudium 230.
5 Ibídem, cfr. pág. 119.
6 «...la vérité est présente toute entière dans les diverses interprétations» (Obra citada, p. 118).

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