Al
cumplirse el quinto aniversario de esta desgracia: ver sentado en el
solio de Pedro a una persona ya reconocida como hereje; los estudios sobre Bergoglio se hacen
públicos, hoy comienzo por analizar otro de ellos: François
Philosophe o Francisco Filósofo, y lo hago por medio de
la síntesis y comentario de quien firma como “Francesco
Nominedeo”, 1
quien se introduce diciendo:
Bajo
la dirección de Emmanuel Falque y Laure Solignac, el volumen
François philosophe fue impreso recientemente por las ediciones
Salvator de París, el volumen François philosophe, texto que recoge
las contribuciones de siete intelectuales católicos en la misma
cantidad de ensayos dedicados a investigar la filosofía del Papa
Francisco desarrollando cuanto se ha debatido en el convenio
“Philosophie du papa François” efectuado el 18 de octubre de
2016 por iniciativa de la Facultad de Filosofía del Instituto
Católico de París.
EL
NUEVO PARADIGMA
En la
Introducción quienes dirigieron el debate, afirman en esta apología
bergogliana: que Francisco...
«señala
una ruptura radical con sus predecesores» 2
El
término que emplean estos intelectuales, como el término empleado
por el mediocre Cupich que rodea a Bergoglio, para explicar la obra
bergogliana, es el de “nuevo
paradigma”.
Por supuesto, esperamos los teólogos neomodernos que nos expliquen
como el nuevo paradigma
se conjuga con la Tradición, cosa que hasta el presente fueron
incapaces de hacer.
El
primer ensayista es Mons. Philippe Bordeyne, quien se inicia
observando en Bergoglio a un seguidor del francés Paul Ricoeur 3.
Bordeyne
es rector del Instituto Católico de París, y ve en Bergoglio un
seguidor de Ricoeur en centrar todo en base a lo antropológico y
dentro del hombre, lo moral, dado que en la reconciliación de los
polos opuestos se da una raíz en este autor.
En
los capítulos VII y VIII de Amoris Laetitia comprueba «una
moral de la libertad»4,
«una antropología de la libertad»5;
pero la libertad de Ricoer entendida como «libertad en
situación»6.
Es
aquí donde en esta moral “ricoeriana” todo
se centra en el l’homme capable, perdiéndose
todo proceso objetivo. El hombre capaz es todo un tema de
Ricoer, que a mi entender raya con el pelagianismo auténtico.
También
aporta Bordeyne, que halla otra traza de Ricoer en el tema del
reconocimiento (reconnaissance), el cual está
marcado por el esquema mental dado por Hegel; pero Bergoglio bajo el
influjo de Romano Guardini y del jesuita argentino Ismael Quiles lo
lleva a una antropología de la unidad.
Aquí
la unidad no es un ser, sino un poliedro de muchos seres distintos,
multiformes. Seres antagónicos que se reconciliaron:
La
unidad a la que hay que aspirar no es uniformidad, sino una «unidad
en la diversidad», o una «diversidad reconciliada». 7
Es
el famoso segundo principio dialéctico de Bergoglio, donde nos
“enseña” que la unidad es superior al conflicto.
Resume
Bordeyne que estos principios, como ser, la lucha por el
reconocimiento, o la dialéctica de Ricoer entre amor y
justicia, y la unidad multiforme en la diversidad …
...constituye
una indudable evolución de la dialéctica, no su desautorización.
Evolución en el sentido de superación en la misma dirección dada
por la negación del principio lógico-metafísico de la no
contradicción, básicamente una radicalización de Hegel. 8
Y
acota en la nota “Francesco Nominedeo”:
Si
en Hegel el principio de la no contradicción se resuelve
dialécticamente, en el pluralismo pacificado de Francisco la
contradicción se resuelve mientras se da o incluso ni siquiera se da
como una contradicción. ¡En esto casi podría decirse que el
filósofo Francisco pone en rigor (praxiológicamente) a Hegel! 9
OBSERVANDO POR MEDIO DE LA FE
A
partir del primer ensayo se hace necesario ver estas simples
opiniones de los hombres de este mundo a la Luz de la Fe.
El
problema es que Hegel, Ricoer y por ende el dialéctico Bergoglio, no
toman en cuenta la Fe. Tanto Hegel como Ricoer proceden del protestantismo iconoclasta, mientras que Bergoglio, quien nunca se
arrodilla ante el Santísimo Sacramento, hincó su rodilla ante los
pastores pentecostales. Los tres tienen algo en común.
Esta
dialéctica, esta antropología de la unidad reconciliada, la cual es
más importante que el conflicto, en valores absolutos dentro de la
Fe es insostenible, pecando de ingenua y herética.
Todo
pasa por la Fe, la cual plantea dos acciones bien antagónicas.
Como lo refiere el Capítulo XII del Apocalipsis dos son los
enemigos en esta guerra cósmica: la de los ángeles acaudillados
por San Miguel y la del Antiguo Dragón derrotado, que invade la
humanidad. ¿Dónde hallamos en este combate la antropología de la
unidad en la diversidad? ¿Qué dialéctica puede resolver este
gigantesco conflicto? Solo una, y la hallamos en el Salmo 109:
Oráculo
del Señor a mi Señor: * "siéntate a mi derecha,
Y
haré de tus enemigos * estrado de tus pies".
Como
dije en otras entradas, el herético Bergoglio es en el fondo un
sublime origenista, donde como otro Hegel todo confluirá en una
supuesta unidad del antagonismo en una gran síntesis entre la tesis y la antítesis.
O tal
vez, como otro Teilhard de Chardin, todo confluirá en una supuesta
unidad de las diversidades, o usando el término teilhardiano, en un
punto omega.
El
resultado de esta dialéctica, es siempre el mismo: San Miguel y el
Antiguo Dragón en alguna circunstancia fumarán la pipa de la paz poniendo
fin a la guerra.
La
unidad solo existe dentro de la Fe y es la única unidad real y mística
del ser humano: Jesucristo, como mediador universal.
Jesucristo
es el enviado por el Padre para unir en una sola unión
hipostática la naturaleza divina con la naturaleza humana, y de este
modo unir la humanidad en toda la creación con el Padre.
Todo
otro planteo de unidad, es perder el tiempo en la ineficiente
ciencia humana. Es en Jesucristo que todo lo distinto se unifica con
su Paz. Desconociendo a Jesucristo nunca se podrá descubrir en el
libro de la diversidad de la creación el fin a que están ordenadas.
Al
planteo dialéctico de Bergoglio explayado por Bordeyne, le falta la
Fe católica, algo muy llamativo en quien dirige un Instituto
Católico.
1
http://chiesaepostconcilio.blogspot.com.ar/2018/03/francois-philosophe.html
2
E. Falque, L. Solignac, Ouverture, in E. Falque, L. Solignac (sous
la direction de), François philosophe, Salvator, Paris 2017, p. 9.
3
Ricoeur (1913-2005) fue protestante, socialista y pacifista. Uno de
sus principales aportes al pensamiento moderno, lo da al teorizar
sobre la hermenéutica, donde el lector extrae del texto escrito el
Dasein, entendido para extraer el ser dentro del universo, donde se
lo apropia y luego reelabora el texto.
4
Ph. Bordeyne, Une philosophie de l’homme capable: le pape
François et Paul Ricoeur, p. 14.
5
Ibídem p. 21.
6
Ibídem p. 22.
7
Amoris Laetitia 139.
8
http://chiesaepostconcilio.blogspot.com.ar/2018/03/francois-philosophe.html
9
Ibídem. Nota 16.
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