Vivimos
en época de profunda crisis, como el mismo término griego lo
indica, crisis (κρίσις) es un juicio. Hoy todo está en tela de
juicio, de allí los días de tinieblas que nos tocan vivir. Juicio
sobre la Tradición, juicio sobre las modernas doctrinas, juicio
sobre la pastoral, juicio moral, juicio sobre las acertadas o
desacertadas decisiones de las personas.
No
se puede transitar una época de cambio como la actual, sin estar
aferrados a una sólida doctrina, y esta doctrina se ha
intencionalmente oscurecido. La Iglesia, es la luna que ha adoptado
el color de la sangre, pues la luz del sol no le llega con nitidez,
existiendo un cuerpo que impide este pasaje lumínico. Este cuerpo es
la doctrina del hombre.
Este
proceso de enrojecimiento de la luna, no es un hongo que sale de
la noche a la mañana, sino un proceso gradual de ocultación de la
verdad, con épocas radiantes de blanca luna llena y épocas de
enrojecimiento hasta llegar a las tinieblas actuales.
Todo
nace del Vaticano II y llega al clímax de nuestros días.
Quienes vivimos este proceso hemos comprobado los altos y los bajos
de cada década hasta llegar al oscuro túnel en el que estamos
insertos.
Enrico
Maria Radaelli es profesor y docente de Filosofía de la
estética. Además, ...
Radaelli
es alumno e intérprete de Romano Amerio, el autor del libro “Iota
Unum. Estudio de las variaciones de la Iglesia Católica en el siglo
XX”, en el cual se sostenía la presencia del “modernismo
teológico” en la constitución conciliar Gaudium et spes y en
otros textos del Vaticano II. 1
En
estos días, Radaelli presenta un nuevo estudio: Al cuore
di Ratzinger. Al cuore del mondo 2,
cuyo índice puede leerse en italiano desde Aurea Domus.
Dice
de este ensayo La Stampa:
El
volumen se propone “convencer al antiguo profesor, después Papa,
ahora de nuevo cardenal 3,
a repudiar públicamente, lo antes posible y completamente” todos
los conceptos “impropios” de su “Introducción al cristianismo”
que “infectan las páginas, antes de que, para él se entiende, sea
demasiado tarde”. Y quiere “demostrar al mayor número de
lectores posible, ser falsas y engañosas una por una y todas juntas
las doctrinas enseñadas, en modo de contribuir para que la Iglesia
vuelva a la solidez de la fe de siempre”. 4
Es
importante en este nivel, tomar las cosas como son. Por supuesto,
los ciegos de siempre, acusan el ensayo como crítico y dicen:
Criticaban
a Francisco y ahora, además, a Benedicto XVI. (Vida Nueva)
De
las acusaciones a Francisco a aquellas contra Ratzinger (La Stampa)
Son
los bergoglianos de siempre. Radaelli no hace una crítica, sino
un análisis y del mismo se desprenden acusaciones. Por supuesto que
La Stampa no analiza el ensayo, y mucho menos los modernistas
de Vida Nueva, como si existiera una vida caduca y otra
novedosa. Ni siquiera leyeron el libro, solo se basan en los
comentarios del bergogliano Tornielli.
Al
escribir, no analizan la obra que critican; pues es mejor
mantener la gente informada en la ignorancia, y si es posible, bien
lejos de la Verdad; ignorancia a la que ellos, como buenos
hipócritas, siempre han criticado. Como hacen los inútiles en la
calle, todos son epítetos desacreditadores, como afirmar que
Radaelli es ultraconservador. Lo mismo puedo hacer yo, y decir
sin análisis de ninguna especie, que Vida Nueva es ultraneomoderna y ultrasecularista rayando en la herejía, y ¿qué
ganamos con esto?
Recuerdo
a quienes me siguen desde 2012, que he sido un crítico de Benedicto
XVI, a quien respeté y obedecí como Papa, pero hallaba en sus
escritos incoherencias llamativas, cosa que a los papólatras no les
gustó.
Es
difícil adoptar en esta época una posición comprensiva, y es
lo que deseo hacer.
Ratzinger
fue un neomodernista, ya elogiado por Juan XXIII. Con el andar de
los años, le sucedió lo que a muchos, se dio cuenta de los errores
de juventud y buscó desandar en silencio su pasado, aunque tal vez
no lo logró del todo. Su vuelta a la Liturgia tridentina, es tal vez
su mejor regreso, motivo por el cual se granjeó la simpatía y el
odio de muchos.
Con
Juan Pablo II se destacó en la defensa de la Verdad, pero la
base ya estaba minada, y ya siendo Benedicto XVI lanzó su absurda
renuncia que nos condujo a este túnel de tinieblas. Ni Benedicto
XVI, ni Bergoglio pueden salir de esto con las manos limpias.
![]() |
Rahner y Ratzinger durante la "primavera ingenua" |
Radaelli
analiza a Ratzinger en sus primero años, aquellos donde se
mostraba junto a Rahner con saco y corbata. Eran los años donde la
teología católica había sido tomada al abordaje por los "teólogos" protestantes.
Veamos
como ejemplo, tomado de Aurea Domus 5,
tan solo algunas afirmaciones de Ratzinger, allá por 1968:
...
el creyente puede vivir su fe únicamente y siempre flotando sobre el
océano de la nada, de la tentación y la duda, encontrándose
asignado al mar de la incertidumbre como el único lugar posible de
su fe, ... 6
Es
la estructura fundamental del destino humano el poder encontrar la
dimensión definitiva de la existencia únicamente en esta
interminable rivalidad entre la duda y la fe, entre la tentación y
la certeza. 7
El
creyente siempre experimentará la oscura tiniebla en la cual lo
envuelve la contradicción de la incredulidad, encadenándolo como en
una prisión tenebrosa de la cual es imposible escapar, … 8
Luego
de leer estas afirmaciones, si no se me dijeran que las escribió
Ratzinger, las atribuiría a alguno que continúa el pensamiento del
protestante Bultman.
Así
eran esos dichosos años de primavera ingenua, donde nadie, ni
Ratzinger incluido, podía vislumbrar hacia donde nos llevaría este
camino.
Si
esta premisa de la metódica duda modernista no es corregida, se
puede llegar a decir, lo que Benedicto XVI afirmó, que Dios...
...queda
como la hipótesis mejor, a pesar de que sea una hipótesis... 9
Como
muy bien se analiza en La nota al margen del ensayo 10,
esto atañe a la Fe.
Ahora
bien, la Fe no es una hipótesis, sino una hipóstasis,
y quien lo afirma es la Carta a los Hebreos (11,1). Desde este
ángulo, el autor observa que existe en Ratzinger una grieta entre la
escritura y el pensamiento del hombre o como se lo llama en el análisis, “la
carne”.
La
conclusión es obvia, decir que la fe es una hipótesis, es un grave
error que lleva a la herejía.
De
este modo, continúa el análisis de Radaelli, al que dejé los link para quienes desea profundizar
el tema.
La
trinidad de la Luna Roja
Es
indudable que la génesis de este túnel de tinieblas, posee tres
personajes bien diferenciados, pero que se complementan
maravillosamente. Es la trinidad de la luna roja.
El
primer personaje es Martini, quien como el Padre actuó en las
sombras de la Mafia de San Galo. Martini, un gran opositor al papado
de Juan Pablo II, supo generar a su “hijo” Ratzinger, a quien dio
en el cónclave todos los votos de los partidarios de “la mafia de
San Galo” para alcanzar el papado, condicionándolo para una futura
renuncia.
Benedicto
XVI, hijo de facto de Martini, fue la
doctrina, con aciertos e incoherencias, y en nuestro ejemplo, que
tomamos de La nota al margen del ensayo, hasta con errores
heréticos. De esta manera, con su bizantina renuncia dividió al
papado: uno sería la materia pasiva e indeterminante (el Papa
emérito) y el otro sería la forma activa (el Papa en ejercicio).
De
este razonamiento utópico, procederá la tercera persona papal, el
hombre irracional, el espíritu misericordioso que solo verá la
acción, la pastoral, la casuística y sobretodo la política. Es
Bergoglio, quien jamás se arrodilla delante del Santísimo expuesto,
pues solo lo hace ante los pastores pentecostales.
1
http://www.lastampa.it/2018/01/02/vaticaninsider/es/vaticano/de-las-acusaciones-a-francisco-a-aquellas-contra-ratzinger-Ny4U1JdKTqT7t0iTi72S5J/pagina.html
2
Al corazón de Ratzinger. Al corazón del mundo.
3
Obsérvese lo que hace Vatican Inside. Elude el papado
emérito de Benedicto XVI y lo trata de cardenal. Esto es
manipulación pura, no solo para desinformar y sino para que no se
lo tilde a Bergoglio de antipapa. Ratzinger es Papa emérito,
no cardenal.
4
http://www.lastampa.it/2018/01/02/vaticaninsider/es/vaticano/de-las-acusaciones-a-francisco-a-aquellas-contra-ratzinger-Ny4U1JdKTqT7t0iTi72S5J/pagina.html
5
http://enricomariaradaelli.it/emr/aureadomus/convivium/convivium_gesu_dice_bianco_ratzinger.html
6
Introducción al cristianismo, pág. 37.
7
Introducción al cristianismo, pág. 39.
8
Introducción al cristianismo, pág. 73.
9
(Joseph Ratzinger, L’Europa di Benedetto nella crisi delle
culture, Cantagalli, Siena 2005, p. 123).
10http://enricomariaradaelli.it/emr/aureadomus/convivium/convivium_gesu_dice_bianco_ratzinger.html
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