Luego
de las últimas elecciones europeas en Italia, emerge un gran
perdedor: Bergoglio, metamorfoseado en el Francisco. Como de
costumbre, el necio porteño, pensó que su orden era suficiente para
que todos los católicos italianos se plegaran a su política, es
decir, votar por la izquierda democrática y seguir introduciendo
musulmanes en la península. La Conferencia Episcopal Italiana,
títere de sus órdenes se plegó a la Revolución Vaticana, pero el
pueblo italiano no la escuchó y le dio la espalda. Los italianos
eligieron como en un plebiscito: o la política del porteño o la
realidad; y eligieron la realidad.
Bergoglio
no se ha percatado todavía que el pueblo italiano, no está hecho de
jesuitas (a Dios gracias), donde se da una orden y todos obedecen en
silencio, aunque de mala gana.
Este
es el fin del político Bergoglio, donde el porteño solo ve acumular
en su torpe revolución, fracaso tras fracaso, sin darse por vencido.
El
gato siempre cae parado, y previendo su derrota, habría tratado de
caer en pie, afirmando que Italia no puede absorber todos los
migrantes musulmanes. Es su táctica de la paradoja de los opuestos,
donde por las circunstancias se afirman dos opuestos al mismo tiempo;
tal como hizo con la tradición, negando las tradiciones un día y
afirmándolas ante los ortodoxos al otro día. Típico de su derruida
personalidad, carcomida por las dudas que le asaltan.
Los
blogs italianos exultan por su derrota, y alaban a Salvini, Ministro
del Interno, quien encomendó Italia al Corazón Inmaculado de María.
Por supuesto, los jesuitas se pusieron nerviosos, lo mismo que el
Vaticano, y lanzaron anatemas verbales sobres su persona.
Si
esta elección fue un plebiscito en Italia sobre la migración
indiscriminada de musulmanes, debemos decir, que Salvini ganó y
Bergoglio salió derrotado. Por supuesto, la prensa oficial
argentina, hizo mutis por el foro, sacando el diario La
Nación, donde escribe la Piquè, una pobre mujer que no ve más allá
de sus ruleros, y lo hizo con toda saña usando calificativos, que
dicho periódico debería poner freno. Como sus adjetivos de xenófobo
y ultraderechista, pues el periódico pierde calidad, además de enemistarse con los italianos, he aquí
algunos ejemplos:
Salvini,...
el líder de la xenófoba y ultraderchista Liga...
...aparecieron
repentinamente en actos de Salvini opositores que, disfrazadas de
Zorro, manifestaron en forma pacífica e irónica su rechazo a sus
posturas de extrema derecha y xenófobas
En
este clima electoral marcado por una batalla entre dos visiones de
Europa y de Italia, el Papa argentino -defensor de pobres, excluidos
e inmigrantes-, quedó involucrado, … 1
Piqué,
no digas mentiras. No quedó involucrado, se involucró solo el muy
tonto, y obligó a la Conferencia Episcopal Italiana a involucrarse;
ahora no sabe como salir a flote. Ser Papa no se agota con ser
-defensor de pobres, excluidos e inmigrantes- es algo más,
algo que él no tiene y que los católicos encontraron en Salvini,
con un catolicismo sui generis. Ahora ya puede decir Bergoglio
que le robaron el rosario que nunca le vemos o el crucifijo que
cambia por signos de los chamanes; mientras tanto el “Zorro”
ahora puede reclamar los derechos a comunistas y socialistas por usar
su imagen en la campaña política. Como Salvini había declarado que
en su infancia le habían robado un Zorro, el metamorfoseado partido
comunista arremetió contra él con la imagen que vemos en la
portada.
Como
dicen algunos, Bergoglio es un fracaso, como Papa, como político y ahora como Zorro, siendo vencido por un simple sargento García.
¡Qué
vergüenza! Ser derrotado por un xenófobo y ultraderechista.
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