Continúa
el papado virtual de Bergoglio, dentro de su estructura mental y
estratégica, esto es, tropezando con la realidad del catolicismo,
para provocar ex profeso rechazos, y de esta forma llamar la atención
sobre su neomodernidad relativista.
A esto
se ha sumado otro rechazo, como era de esperarse, de un grupo de
laicos intelectuales.
Que
surjan rechazos sobre sus acciones, a este viejo cura de los 70, lo
tiene sin cuidado, después de todo, es lo que está buscando.
Por
tal motivo, estos buenos laicos se pusieron de acuerdo en hilvanar
una carta abierta dirigida a los obispos, acusando a Bergoglio, alias
Francisco, de Papa hereje.
La
misiva no deja de ser muy valorable por cierto, sobretodo para mover a estos
inmóviles, que frente los lobos solo se desperezan. En su contenido
pueden observarse aciertos, desaciertos y contradicciones, todo lo
cual paso a exponer, para quienes puedan estar de acuerdo o en
desacuerdo frente estas opiniones.
I.
Los aciertos
La
extensa carta expone minuciosamente los errores de Bergoglio, por los
cuales se lo declara hereje. Nada hay que objetar en esto, y el que
lo cuestione, es porque vive en Alemania y enrolado en su
idealismo relativista.
II.
Los desaciertos
1.
Los firmantes parten de la base sin ninguna discusión o duda, que
Bergoglio es efectivamente el único papa de la Iglesia. Esto no
hace sino confirmar en silencio el papado emérito de Benedicto XVI.
Afirmaba
Juan Pablo II que en la Iglesia no había lugar para un papado
emérito, estos intelectuales, parece que le encontraron un lugar, al
menos en forma tácita.
Quienes
cuestionamos este utópico papado emérito, nos sentimos relegados de
la discusión y del planteo de la nota, por tal motivo no firmé la
misiva. No se puede estar, donde no quieren que estés.
Como
se puede deducir, el contenido de la carta indirectamente divide el
catolicismo en cuestión.
2.
No se analiza la realidad del heresiarca en pleno. Bergoglio era
hereje antes de ascender al papado. Los cardenales nombraron un papa
que ya había dado muestras patentes de herejía, sobretodo al
arrodillarse ante pastores pentecostales, prueba contundente para
todo católico. Nada se dice en la nota sobre esta triste realidad.
Estos intelectuales, no dejan de ser ingenuos o ignaros, ante un
Bergoglio que nadie conocía al subir al papado, pero que en la
Argentina se conocía perfectamente su triste condición y
personalidad. Por tal motivo, deberían comenzar por explicar
coherentemente, como un hereje, puede ser elegido el único Papa de
la catolicidad, sin que su elección cayera en la nulidad; cosa que
la misiva no hace.
III.
Las contradicciones
Los
desaciertos hacen que comiencen a surgir contradicciones serias.
El
sacerdote Giovanni Cavalcoli afirma y con acierto según mi pobre
criterio, que la nota está viciada en su misma raíz.
Si
Bergoglio es el Papa de la catolicidad, no puede presentar un
magisterio ordinario de tono herético. Aquí de hecho se niega la
Gracia de estado en la autoridad más alta de la catolicidad.
La
objeción es de mucho peso, y solo se puede salvar de dos maneras:
a.
Que Benedicto XVI renuncie al Papado emérito, se vista de rojo,
se haga llamar Ratzinger, y se encierre en un monasterio, con lo cual
saldríamos de toda duda.
b.
Que Bergoglio era hereje al ascender al papado, y por tal motivo,
su nombramiento como Papa es totalmente nulo.
Nada
de todo esto aparece en los intelectuales, quienes al explicar persisten en poner
como ejemplo el caso del Papa Honorio y el de Juan XXII. Cfr. en este link, Dos casos
insuficientes para demostrar fehacientemente por medio de la historia,
la tesis del magisterio herético en un Papa.
Los
firmantes
El
sábado 4 de mayo se afirmaba que los firmantes eran 61, me parece un
crecimiento muy escaso, teniendo en cuenta que no la firmarán
obispos, pues va dirigida a ellos, ni la firmarán sacerdotes, si no
quieren que los echen. Muy superior fue el crecimiento de otras
peticiones.
Es
indudable que la cantidad no tiene peso en sí misma, si bien puede
crecer con el paso del tiempo, pero aquí se puede argüir, que la
misiva lleva errores que retraen firmantes, como es mi caso.
Ya
piden que Bergoglio les conteste
Puede
ser este un motivo para ampliar la campaña en adherir firmantes. De
otro modo, pueden imaginar la carcajada de Bergoglio ante 61
firmantes y sobretodo, frente al resultado que él mimo ha provocado,
pues es en el fondo, un gran provocador. ¿Le contestó a Viganò?
¿Le contestó a Burke y Brandmüller? ¿Contestó la nota donde se le
pedía que rectifique sus herejías?
Ya
todas las cartas están sobre la mesa, y lamentablemente, quienes
tienen que jugar no lo hacen. Tal vez la carta los pueda hacer pensar
en el repudio que nos inspiran.
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