Esta es la mejor imagen de “la gran civilización actual”. Este es el gran
icono del estado ateo. Un estado liberal apto para la muerte. Su libertad
fue siempre una roja guillotina. Si ayer guillotinaban la nobleza,
hoy guillotinan con el aborto, y en estas horas guillotinan a Alfie.
Para
quienes no estén interiorizados del tema, ruego leer este sitio.
Asesinos.
Sólo son asesinos. No hay otro modo de definirlos. Médicos, jueces,
políticos y también eclesiásticos. Son todos asesinos.
Asesinos.
Son solamente asesinos. No hay otro modo de definirlos. Médicos,
jueces, políticos y también eclesiásticos. Son todos asesinos. El
que ha visto lo que ha sucedido ayer, con Alfie que sigue respirando
a pesar de que le han quitado el ventilador, y también antes con su
movimiento de los ojos y reaccionando a los estímulos que le
llegaban desde el entorno, no puede escapar a esta evidencia: se
quiere matar a un niño claramente vivo. Es desagradablemente grave y
cierto. Es cierto que casi seguramente sin esperanza de curarse o
mejorar significativamente. Pero está vivo. Una persona cuya vida es
sagrada. Y lo quiere matar. Los hombres quieren tomar para sí lo que
es de Dios. Un niño que sólo tiene necesidad de sentir todavía el
amor en torno a sí, el amor que sus padres no han dejado nunca de
darle. Un amor que él mismo contribuyó a generar con su presencia.
Con
Alfie quieren quitar un trozo de amor de este mundo. Con Alfie
quieren matar también la esperanza, esa esperanza que también
muchos hombres de Iglesia – comenzando por Inglaterra – parecen
no tener más desde hace tiempo.
Pero
el amor que Alfie, ayudado por sus indomables progenitores Tom y
Kate, ha sabido hacer renacer en los corazones de millones de
personas no se perderá. A pesar que las tinieblas busquen tomar la
delantera, la Luz está allí, más resplandeciente que nunca. Para
el que quiere verla y seguirla.
Publicado
originalmente en italiano el 25 de abril de 2018, en:
lanuovabq.it/it/assassini-non-c…
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