Calesita

domingo, 15 de octubre de 2017

Con olor de azufre


Cuando de olores se trata, este papado sumido ya de lleno en gruesos errores, ha hecho mucho hincapié en los aromas o cierta calidad de olores.
CON OLOR A OVEJA. – Todo se inició con el pastor que tenía olor a oveja. Eran los inicios, cuando un catolicismo plenamente dormido, oía los primeros campanilleos de su despertador.
CON OLOR A NAFTALINA. – Hoy, leemos el discurso de Bergoglio a los participantes del Encuentro promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, realizado, este miércoles 11 de octubre y sentimos olor a naftalina:
La Palabra de Dios no puede ser conservada en naftalina como si se tratase de una vieja manta para protegernos de los parásitos”.
EL TEOREMA DE PITÁGORAS APOLILLADO. – La cosa es seria, pues luego de leer la cita, salí corriendo a buscar mi viejo Teorema de Pitágoras que tengo archivado en la biblioteca, y con desesperación comprobé que los parásitos se lo habían comido. ¿Pero qué se habían comido? Repasé la demostración del teorema, y comprobé que era la misma que estudié en otros tiempos, tan solo la hoja del manual estaba apolillada.
Entonces me pregunté, ¿cómo puede ser que al Teorema de Pitágoras no se lo coman los parásitos, y sí le pueda suceder esta desgracia a la Palabra de Dios que es eterna?
DEJÁTE” SORPRENDER. – He aquí algo bien bergogliano:
Se me presenta el Espíritu Santo en forma de paloma y me dice:
¡Sorpresa! Hay que adaptar el Teorema de Pitágoras a los desafíos y perspectivas que se abren a la humanidad; por lo tanto ahora en un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa ya no es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.
EL PROGRESO DOCTRINARIO. – De este modo, redacto un nuevo teorema de Pitágoras, donde afirmo que la suma de los cuadrados de los catetos no me da el cuadrado de la hipotenusa.
Así, con alegría bergogliana, exulto de gozo, pues abrí nuevos horizontes desde una geometría vieja y apolillada, hacia una nueva geometría, y le digo a mi amigo arquitecto:
El Teorema de Pitágoras, ha progresado, che...
¡URGENTE! – Esto es una necesidad de suma urgencia, si es posible llamen a los bomberos, ¡la Palabra de Dios todavía no vio la Luz!
Orígenes, San Basilio, San Juan Damasceno, San León Magno y el mismo San Agustín junto con San Jerónimo, no vieron nada; pues dice Bergoglio:
... la novedad del Evangelio de Cristo que, encerrada en la Palabra de Dios, no han venido todavía a la luz. 1
Por favor, ¡traigan una partera urgente!
SUENA LA ALARMA. – Si en el olor a oveja teníamos el despertador sonando su campanilla de alarma, hoy con las declaraciones de Bergoglio, las cuales se leyeron, es decir, no son improvisadas, sino pensadas, hoy, con el olor de naftalina suena la alarma de herejía:
Custodiar” y “proseguir” es “lo que compete a la Iglesia por su misma naturaleza, para que la verdad impresa en el anuncio del Evangelio de parte de Jesús pueda alcanzar su plenitud hasta el fin de los siglos”.
EL NUEVO SAN PABLO. – San Pablo ordenó a Timoteo de guardar (φυλαξαι) el depósito para aquel día, el día final, el día de la omega (ω). Lo hace tres veces: en 1 Timoteo 6,20; en 2 Timoteo 1,12; en 2 Timoteo 1,14. En ningún caso le ordena proseguir o mutar.
En cambio Bergoglio, el novedoso San Pablo o Jesús II, le ordena proseguir, hasta alcanzar la plenitud de los siglos.
NO APRENDIÓ A INTERPRETAR. – Todo nace de la desastrosa hermenéutica de Bergoglio, que en interpretar es un chapucero de cuarta categoría. Indudablemente con este pensamiento, hace referencia a Juan 16,13 que dice:
Cuando viniere aquél, el Espíritu de verdad, os guiará hacia la verdad completa, porque no hablará de sí mismo, sino que hablará lo que oyere y os comunicará las cosas venideras.
Del texto se desprenden dos temas:
El Espíritu no trae doctrinas nuevas, sino lo que oyó del Verbo o Logos de Dios,
En segundo lugar comunicará las cosas venideras. No afirma que progresa la doctrina, ni la muta, ni la evoluciona. El sector de la Iglesia que hace esta acción rompió su unidad con Jesucristo, y de allí pasa a ser herética, con más razón si ha usurpado la silla de Pedro.
ESTA ES LA BASE DE TODA HEREJÍA. – Lo más interesante, es lo que dice San Agustín sobre este pasaje:
Todos los herejes se valen de esta palabra para encubrir sus atrevidas invenciones (aun las que más horror causan a la humana razón) apoyándose en esta sentencia evangélica; como si sus sistemas se hallaran comprendidos en aquello mismo que los discípulos no pudieron entonces comprender y les hubiera inspirado el Espíritu Santo aquello que el espíritu inmundo se avergüenza de enseñar y predicar públicamente. Pero hay cosas malas que no puede soportar el decoro humano, y otras buenas que no sabe comprender la limitada razón del hombre. El mal es el que reside en los espíritus impuros y el bien el que aparta a aquel de todo ser viviente. ¿Quién, pues, de nosotros se atreverá a creerse de aquellos que comprenden las cosas que otros no pueden alcanzar? Y, por tanto, ni aun de mí debe esperarse que las diga. Pero alguno dirá: mas ahora hay muchos que pueden oír lo que entonces Pedro no podía comprender. Así por ejemplo, muchos pueden ser coronados por el martirio, especialmente después de enviado el Espíritu Santo, lo que entonces, cuando el Espíritu no había venido aún, Pedro no podía. Concedamos que muchos puedan por esta razón, enviado ya el Espíritu Santo, comprender lo que no pudieron los discípulos antes de la venida del Espíritu Santo. ¿Acaso sabemos qué es lo que Jesucristo no quiso decir? ¿Puede alguno de nosotros decir qué es lo que calló? Me parece muy absurdo que el Señor no pudiera haber comunicado a los discípulos aquellos altísimos misterios que hallamos luego en los escritos apostólicos, así como es absurdo también que de haberlo hecho el Señor, no quedara recogido en dichos escritos. …
¿Quién, viviendo en carne mortal, puede comprender toda la verdad? Cuando dice el Apóstol: "en parte sabemos" (1Co 13:9), pero es porque el Espíritu Santo hace que lleguemos a la plenitud de su conocimiento, de la que el mismo Apóstol dice: "Entonces cara a cara"; no como en esta vida, sino hasta la perfección, según el Señor nos prometió diciendo: "Pero cuando viniere el Espíritu de verdad, os enseñará y os ilustrará en toda verdad".
De cuya promesa sacamos en consecuencia que su plenitud nos está reservada para la otra vida. Pero entre tanto el Espíritu Santo enseña espiritualmente a los fieles cuanto cada uno es capaz de comprender, y excita en sus corazones mayores deseos. 2
Si como dice San Agustín, todos los herejes se basaron en este pasaje de San Juan, Bergoglio, no puede ser menos para basar su relativismo dogmático, declarado en conservar y proseguir, donde como buena herejía, parte se conserva y parte se prosigue para mutar. Herejía en fifty fifty.
LA IDEA COMO POTENCIA. – Las ideas son potencias en la mente del hombre y ejemplarismo en la concepción divina. Como potencias no mutan, ni cambian, ni prosiguen, del mismo modo que el Teorema de Pitágoras. Lo que se modifica, prosigue o actúa, es la procesión que dicha idea propone. Un arquitecto, ingeniero o carpintero, puede emplear o no, el Teorema de Pitágoras, para un puente, para un edificio, o para calcular el material de un mueble. Si la idea es una potencia, esta no muta, así como no muta el Teorema de Pitágoras.
LAS IDEAS DIVINAS. – San Buenaventura decía que la idea en Dios es un exemplar en cuanto la prevé, es verbo en cuanto que la ha revelado, es arte en cuanto la ejecuta y actúa, y por último es razón, pues la conduce a su fin último.
Como vemos el exemplar, ni evoluciona, ni muta, ni prosigue.
EL “BALURDO” DE BERGOGLIO. – Ahora aclaremos las confusiones de este pobre jesuita, caído en la ignorancia:
1. La Tradición es una procesión, ergo es algo vivo; pero la doctrina que se transmite vive en Dios, es una potencia, es un verbo, y si se afirma que vive en el hombre, se afirma indirectamente que no vive en Dios:
la tradición es una realidad viva, y solo una visión parcial puede pensar en el ‘depósito de la fe’ como algo estático.
2. La Palabra de Dios me llega por Tradición, pero no es una procesión, de allí que es estática y no dinámica en el pensamiento por ser exemplar y verbo; pero actuante en cuanto arte y razón. Lo que hace el Espíritu es modificar su actuación, nunca modifica ni el exemplar, ni el verbo, puesto que Dios no muta, y es estático. Una doctrina que progresa, es mutante y devela un Dios imperfecto y veleidoso, de allí este “balurdo”:
La Palabra de Dios es una realidad dinámica, siempre viva, que progresa y crece porque es atraída hacia un cumplimiento que los hombres no pueden parar.
3. Lo que progresa es la razón, no progresa el exemplar ni el verbo, de allí que afirmar lo que sigue, puede ser tomado como blasfemia al Espíritu Santo:
No se puede conservar la doctrina sin progreso, ni puede estar ligada a la lectura rígida e inmutable sin humillar la acción del Espíritu Santo.
4. El misterio goza de cuatro dimensiones (Cfr. Efesios 3,18): amplitud (το πλατος), en cuanto al universo que abarca; largura (το μηκος) en cuanto que define una procesión; profundidad (το βαθος), en cuanto todo lo que es en sí mismo; y altura (το υψος), en cuanto eleva místicamente. No busque el progreso porque no se encuentra.

Sentimos el olor a oveja cuando una campanilla del reloj marcó la hora de despertarse; hoy sentimos el olor a naftalina, cuando suena la alarma de herejía; yo siento tanto olor de azufre...
1 Es necesario y urgente que, frente a los nuevos desafíos y perspectivas que se abren para la humanidad, la Iglesia pueda expresar la novedad del Evangelio de Cristo que, encerrada en la Palabra de Dios, no han venido todavía a la luz. Bergoglio dixit.
2 Catena Aurea: San Agustín, in Ioannem, tract., 97.

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