El
11 de febrero de 2013, Benedicto XVI formulaba ante los cardenales
del consistorio su fatídica renuncia.
Hoy
releyendo y analizando detenidamente su texto, comprobamos que el
mismo es un huevo de serpiente: en su seno están en embrión dos
cosas que irán desarrollándose paulatinamente ante la mirada
somnolienta de los cardenales y ante la visión preocupante del resto
de los católicos leales. Una será la reforma del papado y otra el
dictamen de una Historia que, como un dios, ordena, manda y
evoluciona. Sí, la tesis central de la escuela teutona de Tubinga.
He
aquí su análisis y con sus conclusiones. Para el mismo debí usar
el texto latino original, no el que se corrigió y fue publicado.
Además, como esto intenta ser un análisis, me vi forzado a
modificar en ciertos pasajes, la traducción realizada en castellano
por la versión vaticana.
***
EXORDIO:
Fratres carissimi
Non
solum propter tres canonizationes ad hoc Consistorium vos convocavi,
sed etiam ut vobis decisionem magni momenti pro Ecclesiæ vitæ
communicem.
Queridísimos hermanos,
Os
he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de
canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran
importancia para la vida de la Iglesia.
ARGUMENTACIÓN:
1.
Subjetivismo total.
Conscientia
mea iterum atque iterum coram Deo explorata ad
cognitionem certam
...
Después
de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado
al conocimiento certero...
Tal
como lo indica, es un problema entre él y Dios, nada infiere sobre
terceros. Como lo dice, si miente no lo sabemos, Benedicto se ha
enjuiciado a sí mismo; algo sumamente peligroso, sobretodo por la
decisión que expondrá. Hasta aquí dice que trabaja en solitario,
sin director espiritual, sin consejo del confesor, sin amigos que le
aconsejen, sin intervención de un consejo asesor de cardenales, y
sobre todo, sin conspiradores...
Para
ver la gravedad del caso, es como si un dirigente de una potencia
nuclear, se levante un día y decida arrojar todo su arsenal atómico
a diestra y siniestra, pues examinó su conciencia ante Dios y llegó
a la conclusión cierta que la humanidad necesita renacer nuevamente
como en los tiempos de Noé.
¿Pero
fue realmente una decisión tomada en soledad?
Quien
crea esto es un ingenuo. He aquí las pistas que golpean este
argumento:
ELEGIDO
PARA RENUNCIAR. – Recordemos
el cónclave de 2005, el jesuita Martini, quien dirige el grupo
conspirativo de San Galo, viendo que no alcanza la mayoría para su
candidato, cede sus votos para la elección de Ratzinger. ¿Quién es
el ingenuo que opine que fue un acto solidario sin segundas
intenciones? El cónclave es política pura, y para un gesto de esta
naturaleza, y para convencer plenamente a sus conspiradores, alguna
condición existió, condición a la cual Ratzinger accedió. De allí
que su papado nace mordido por la serpiente del jesuita Martini,
cuyo candidato era otro jesuita, Bergoglio, el cripto-hereje.
Como
sospechamos, este párrafo no es más que una pantalla que oculta
otras realidades, ergo no es tan solo una decisión entre Dios y su
conciencia. Aquí se abre un abismo de sospechas y conjeturas.
2.
El drama fatal de la vejez.
...perveni
vires meas ingravescente ætate non
iam aptas esse ad munus Petrinum æque administrandum.
...de
que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer
adecuadamente el “munus” Petrino y del mismo modo su
administración.
A
simple vista parece una excusa. La edad avanzada no es obstáculo
para ejercer tanto el munus como su administración, que se lo
pregunte a su antecesor Juan Pablo II.
La
causa es graciosa, la edad avanzada hasta puede favorecer por la
experiencia su administración. Esto no implica que un Papa lo haga
todo, para esto están los cardenales que lo secundan y en quienes
delega funciones, reservándose las decisiones fundamentales. Esto lo
hacen todos los altos dirigentes, para ello se crearon los
ministerios.
Por lo
cual, ya no parece una excusa, directamente lo es.
DIVIDE
Y REINARÁS. – No dejemos de
observar que en su razonamiento divide el munus
Petrino, de su administración.
No será esta la única división que su opaca renuncia mostrará a
la mirada somnolienta de los cardenales del orbe. Aquí va la otra
división:
3.
Munus activo y munus pasivo.
Bene
conscius sum hoc munus secundum suam essentiam spiritualem non solum
agendo et loquendo exsequi debere, sed non minus patiendo et orando.
Soy
muy consciente de que este “munus”, por su naturaleza espiritual,
debe ser llevado a cabo no únicamente con obras y palabras, sino
también y en no menor grado sufriendo y rezando.
Aquí
va implícito en el huevo de su renuncia, el papado emérito, donde
Benedicto se reserva el munus de patiendo et orando
(sufriendo y rezando).
4.
Afirma una ley de la historia idealista.
Lo que
sigue parece una transición, para no unir el punto 3 con el 6.
Digamos que es un párrafo que puede parecer para la distracción,
hecho apropiadamente, para la mirada somnolienta de los cardenales,
sin embargo, el texto confirma las tesis de la escuela idealista de
Tubinga:
Attamen
in mundo nostri temporis rapidis mutationibus subiecto et
quæstionibus magni ponderis pro vita fidei perturbato ad navem
Sancti Petri gubernandam et ad annuntiandum Evangelium etiam vigor
quidam corporis et animæ necessarius est, …
Sin
embargo, en el mundo de nuestro tiempo, sujeto a rápidas mutaciones
y sacudido por cuestiones de gran relieve para la vida de la fe, para
gobernar la barca de san Pedro y anunciar el Evangelio, es
necesario también el vigor tanto del cuerpo como del espíritu,
...
Sin
lugar a dudas, el punto 2 quedaba en evidencia su ridiculez, entonces
se agrega esta argumentación. El Papa a quien le menguan las fuerzas
físicas, debe irse. No afirma que es conveniente irse, o
podría ser mejor irse. Dice necessarius est (es necesario).
Ya no es un problema subjetivo,
sino que pasa a ser objetivo. Por lo tanto esa decisión solitaria
entre su conciencia y Dios que parecía ridícula se hace
apodíptica:
Veamos
su análisis objetivo:
...in
mundo nostri temporis rapidis mutationibus subiecto...
...en
el mundo de nuesro tiempo, sujeto a rápidas mutaciones...
Sin
vueltas, afirma que el mundo presente está sujeto a rápidas
mutaciones. El dios Historia se ha acelerado a sí mismo y muta, o si
lo prefieren en otros términos, evoluciona...
¿Este
es Benedicto XVI? ¿Quién no ve aquí la mano de Kasper y del torpe
idealismo teutón de Tubinga? Es la Historia hegeliana, cuyo Espíritu
mueve los tiempos y obliga a dar saltos cualitativos en la humanidad;
ergo el papado debe acomodarse al devenir de la Historia hegeliana y
el papado debe dar un salto cualitativo. A partir de aquí, el Papa
es un deportista, que debe estar entrenado y en perfecto estado
atlético, para dirigir la Barca de Pedro. Como decía Martini, la
Iglesia lleva respecto de las mutaciones del mundo, un atraso de 200
años.
5.
Aplicación de la ley histórica.
En
este punto Benedicto se enjuicia y aplica a sí mismo, “en
soledad”, esta ley de la Historia hegeliana:
...qui ultimis
mensibus in me modo tali minuitur, ut
incapacitatem meam ad ministerium mihi commissum bene administrandum
agnoscere debeam.
...vigor
que, en los últimos meses, ha disminuido en mí de tal forma que he
de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me
fue encomendado.
Obsérvese
dos cosas:
a.
Esto le pasa desde los últimos meses.
b.
El vigor no desaparece sino que simplemente disminuye.
UNA
CORTINA DE HUMO. – Como se ve
sigue la subjetividad total. Nada dice del golpe de Estado que sufrió
al cambiar su Secretario de Estado un año después de su elección,
donde el Card. Sodano fue reemplazado por el Card. Bertone. Este
golpe no fue en los últimos meses, sino hace años, Bertone manejaba
de hecho la Iglesia, mientras Benedicto se dedicaba a escribir y de
quien se decía que reinaba, pero que no gobernaba.
De
allí que esta causa de renuncia, ya no navega en la ingenuidad, sino
que se usa como cortina de humo para ocultar lo que realmente sucede.
6.
Redactor no familiarizado en latín.
Ahora
viene el párrafo más curioso y llamativo. Quien lo redactó cometió
una falta gramatical. Lo transcribo tal cual Benedicto lo leyó:
Quapropter
bene conscius ponderis huius actus plena libertate declaro me
ministerio Episcopi Romae, Successoris Sancti Petri, mihi per
manus Cardinalium die 19 aprilis MMV commissum renuntiare.
Francamente
no sabemos bien lo que dice, y en un párrafo clave. Por supuesto en
la versión vaticana está corregida dicha falta y con la corrección
esta sería su traducción:
Por
lo cual soy muy consciente de la gravedad de este acto y con plena
libertad declaro que yo renuncio al ministerio de Obispo de Roma,
Sucesor de San Pedro, el cual encomendado por las manos de los
Cardenales el día 19 de abril de 2005.
Como
se observa encomendado (commissum)
modifica a ministerio (ministerio), pero mientras ministerio
está en dativo, encomendado está en acusativo y no se sabe a quien
modifica.
7.
Mensaje oculto.
Lo que
sigue no es otra cosa que fijar la fecha de su renuncia, donde se
filtra otra señal espectacular:
...ita
ut a die 28 februarii MMXIII, hora 29, sedes Romæ, sedes Sancti
Petri vacet et Conclave ad eligendum novum Summum Pontificem ab his
quibus competit convocandum esse.
...de
forma que, desde el 28 de febrero de 2013, a las 29 horas, la
sede de Roma, la sede de San Pedro, quedará vacante y deberá ser
convocado, por medio de quien tiene competencias, el cónclave para
la elección del nuevo Sumo Pontífice.
Afirmó
el Cardenal Sodano que esta renuncia fue como un rayo que cayó del
cielo, tal como lo refleja la fotografía que se hizo famosa. El rayo
nos recuerda la visión de Jesucristo cuando dijo a los discípulos:
Veía
yo a Satanás caer del cielo como un rayo. 1
El
número 29 nos recuerda la tradicional fiesta de San Miguel Arcángel
durante el mes de septiembre; pero Lucifer, ángel caído, imita a
Dios en su aspecto negativo. Si leemos de izquierda a derecha decimos
ventinueve, él lo hará de derecha a izquierda y dirá noventa y
dos, por lo tanto la hora de la renuncia será 92, su hora. ¿Ha sido
esto un error casual de tipeo?
DESPEDIDA:
Aquí
sacando las frases de forma y protocolo, nuevamente Benedicto afirma
su munus pasivo, sin mencionarlo, pero implícito en todas sus
formas:
Fratres
carissimi, ex toto corde gratias ago vobis pro omni amore et labore,
quo mecum pondus ministerii mei portastis et veniam peto pro omnibus
defectibus meis. Nunc autem Sanctam Dei Ecclesiam curæ Summi eius
Pastoris, Domini nostri Iesu Christi confidimus sanctamque eius
Matrem Mariam imploramus, ut patribus Cardinalibus in eligendo novo
Summo Pontifice materna sua bonitate assistat. Quod ad me attinet
etiam in futuro vita orationi dedicata Sanctæ Ecclesiæ Dei
toto ex corde servire velim.
Ex
Aedibus Vaticanis, die 10 mensis februarii MMXIII
Queridísimos
hermanos, os doy las gracias de corazón por todo el amor y el
trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio,
y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al
cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a
María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres
Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice. Por lo que a mi
respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo
corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la
plegaria.
Vaticano,
10 de febrero 2013.
BENEDICTUS
PP. XVI
Nada
más lógico y claro: si las fuerzas disminuyen, dejo el munus
activo, pero no puedo dejar el munus pasivo con una vida
dedicada a la plegaria, pues no existe razón suficiente para
dejarlo totalmente.
***
CONCLUSIONES:
De
este análisis obligatoriamente debemos llegar a ciertas
conclusiones:
1.
¿LA RENUNCIA NO FUE REVISADA? – Si
se observa más se parece a un simple borrador que a un documento
serio. Si la misma fuese bien analizada, no existiría el commissum
ni el 29.
¿Por qué no fue revisada? ¿Porque se hizo en total soledad, o
porque es el resultado de una negociación frenética entre gallos y
medianoche?
2.
BENEDICTO XVI NO ES SU REDACTOR. –
Esto lo deducimos por los siguientes motivos:
a.
La teología de la renuncia no pertenece a la forma de pensar de
Benedicto XVI. La renuncia no expone ningún motivo realmente
válido para emitirse, todo muestra una innovación acorde con la
escuela teutona idealista de Tubinga y su tesis central: La Historia
nos lleva a evolucionar, ergo el papado debe ser reformado.
b.
El redactor no está bien familiarizado con el latín, esto es
propio de los nuevos eclesiásticos, lo dice el grave error
gramatical cometido. No se puede permitir cometer un error grave en
el párrafo fundamental de la renuncia.
c.
Quien redacta la renuncia parece no saber cuando se hará pública,
de allí que está fechada el 10 de febrero; pero la misma se hace
pública el 11 febrero. Si Benedicto fuera su autor, lo más lógico
sería fecharla el 11 de febrero no el 10.
d.
En un texto de tanta trascendencia, no se puede filtrar la hora 29.
Aquí podemos estar ante un redactor, miembro de la conspiración,
quien da una señal, para que los conspiradores se muevan cada uno en
su ámbito. En este sentido la hora 29 es un mensaje en clave para
otros, lo cual excluye a Benedicto quien se encuentra en la total
soledad del caso.
Esto
nos lleva a estas otras conclusiones:
3.
TEXTO CONSENSUADO. – Este
texto por la teología que lo sustenta fue posiblemente consensuado
con la Conspiración de San Galo, quien la redactó. La teología de
fondo, es decir el escenario en el que se mueve el actor Benedicto,
es esencialmente idealista hegeliano.
4.
RENUNCIA PACTADA. – ¿Estaba
pactada esta renuncia ya en el cónclave de 2005 como afirma el
confesor del Card. Martini? De ser así el papado de Benedicto tenía
ya fecha de vencimiento. Por algún motivo solo duró ocho años, lo
que equivale a dos períodos presidenciales en la Democracy
estadounidense.
5. DIVISIÓN DEL MUNUS. – Existen dos criterios dispares para dividir el munus.
El primero divide el munus de su administración, este es propio de los conspiradores.
El segundo consiste en dividir el munus Petrino en activo y pasivo. Este razonamiento es propio de Benedicto. Luego dirá que se reserva el munus pasivo, renunciado solo al activo. Para él debió ser un atajo, “para no huir delante de los lobos”. En cambio para los conspiradores, fue una concesión, para forzar la renuncia. Aquí ambos cometieron un error del cual ya deben estar arrepentidos; pues al golpe de la renuncia de un Papa, agregaron un Papa emérito, sin medir realmente la consecuencias que este episodio traería. Es evidente que se forzaban los hechos.
5. DIVISIÓN DEL MUNUS. – Existen dos criterios dispares para dividir el munus.
El primero divide el munus de su administración, este es propio de los conspiradores.
El segundo consiste en dividir el munus Petrino en activo y pasivo. Este razonamiento es propio de Benedicto. Luego dirá que se reserva el munus pasivo, renunciado solo al activo. Para él debió ser un atajo, “para no huir delante de los lobos”. En cambio para los conspiradores, fue una concesión, para forzar la renuncia. Aquí ambos cometieron un error del cual ya deben estar arrepentidos; pues al golpe de la renuncia de un Papa, agregaron un Papa emérito, sin medir realmente la consecuencias que este episodio traería. Es evidente que se forzaban los hechos.
6.
SILENCIO CÓMPLICE. – No se
puede creer el silencio cómplice de los cardenales del cónclave,
avalando este dramático episodio con todas sus premisas. Hoy les
debemos a estos inútiles príncipes de la Iglesia lo que estamos
viviendo.
Realmente
llegamos a la conclusión final que sacando algunas excepciones, los
inútiles integrantes de este consistorio, llevaron la barca de Pedro
a un canal que parece no tener salida. La renuncia de Benedicto XVI
fue el huevo de la serpiente que hoy vemos moverse en el Vaticano.
1
Lucas 10,18.
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